Zebaz
Planto su garrote cruzado en la puerta, impidiendo que no entrase monseñor Gandul.
Que crisis ni que crisis!! Lo que te pasa es que eres un tacaño, que serias capaz de morir solo por no gastarte ni es denario!! Cuando mueras igual te tenemos que hacer una pirámide para poder enterrarte todo el oro y dinero que tendrás. Decía con cierto tono de envidia, y mirando de lado.
El Faraón de Luna... Le dijo por detrás por a verle empujado para poder pasar.
Su Ilusitrisma Monseñor Gandul de Luna, Hidalgo de Gondomar!!
Miraba y miraba al Caballero Drakkar. No entendía con quien hablaba ... si hablaba con uno de los dos Ujieres, o con él, o incluso se habla a si mismo. Pero sin darle mas importancia. Siguió atendiendo a los invitados.
Veo Kurt, que no sabes diferenciar entre un Ujier y el Maestro de Ceremonias de la Corte del Rey ... Y le miro fijamente a los ojos. Aquí estoy para cuidar de la seguridad del Rey. Y que la Corte sea un lugar seguro para el Rey.
Pero aquí parece que solo me preocupa a mi esto. Y al resto de la familia no...
No supo, si coger el garrote y darle en todo el cogote o no dejarle pasar al salón. Y decidió darle una fuerte colleja, mientras le cogía el pezcuezo sonriendo para disimular ente los otros invitados y los dos Ujieres.
No hables de mi vida privada delante de la gente!! La ultima vez, que luego todos se sabe y las viejas están todo el día chismorreando. Shhh!!! De mi vida intima y privada no se habla!! Y pasa dentro, que estará a punto de llegar el Rey.
El ilustre Caballero del Reino de Aragón, Don Kurt Borja!!
Miro a la Marquesa de Santillana.
Por lo visto nadie sabe cual es mi función aquí... Dijo molesto. Yo no estoy aquí para anunciar a los invitados. Para eso están los Ujieres. Yo estoy para cuidar del orden de la Corte. Que nada pase en ella, y todo este en su sitio.
Soy quien dirige y protege todo lo que suceda en la corte. Y toda seguridad es poca, o debo recordarle las muertes de los últimos reyes?
Seguramente no, pues usted Marquesa estaba en esta misma corte... Tampoco era le momento para hablar de las sospechas y las investigaciones que el de Illueca, había hecho en la muerte de la Reina Elena. Y a todas las conclusiones que había llegado aquel dia en la lectura del testamento de la antigua reina.
Su Excelencia la Marquesa de Santillana.
Miro nuevamente al Ujier. Seguía sin fiarse del golpe que daba con el bastón metálico al suelo cada vez que anunciaba a alguien.
Dale con el bastoncito mas allá, que como me des al dedo yo te lo anunciare también con un buen garrotazo en toda la cabeza!
El siguiente invitado era Doña Marta. La ya ex mujer del barón. El tiempo parecía que se había parado. Era un momento tenso, que decir, como reaccionar? Eran muchas preguntas y no había tiempo para pararse a pensar en ellas.
Le tomo la mano y la beso.
Bienvenida a la Corte del Rey. Puedes pasar al salón, y situarte donde mas te guste.
Su Excelencia la Ex Baronesa de Illueca.
Y aun con el corazón, latiendo a toda velocidad, por los nervios y la tensión vivida, otro invitado llegaba, en este caso el hermano de la difunta Reina Elena.
Maldito Rey, me dijo que no trabajaría, y que podría vivir mis últimos años de vida, cómodamente ... y aquí me tiene explotao!! Encima de pie, sabiendo el , como sufro yo de mi pie, que si me planto mucho tiempo de pie, el dedo parece una morcilla de Burgos!!
E indico al Ujier, que anunciase al ultimo invitado.
Su Excelencia el Hidalgo de Alba, Don Ruy Tristán!!
Eminencia. Y con una inclinación salido al Cardenal Di Valiant. Al paso que escuchaba sus palabras. La cara de sorpresa del de Illueca, ante las palabras del Cardenal, fue inmediata. Me preocupan sus palabras. Espero que en otra ocasión mas adecuada, podamos hablar largo y tendido, y me explica a que se refiere.
E indico nuevamente a que anunciasen al Cardenal.
Su Eminencia el Cardenal Di Valiant.
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Que crisis ni que crisis!! Lo que te pasa es que eres un tacaño, que serias capaz de morir solo por no gastarte ni es denario!! Cuando mueras igual te tenemos que hacer una pirámide para poder enterrarte todo el oro y dinero que tendrás. Decía con cierto tono de envidia, y mirando de lado.
El Faraón de Luna... Le dijo por detrás por a verle empujado para poder pasar.
Su Ilusitrisma Monseñor Gandul de Luna, Hidalgo de Gondomar!!
Miraba y miraba al Caballero Drakkar. No entendía con quien hablaba ... si hablaba con uno de los dos Ujieres, o con él, o incluso se habla a si mismo. Pero sin darle mas importancia. Siguió atendiendo a los invitados.
Veo Kurt, que no sabes diferenciar entre un Ujier y el Maestro de Ceremonias de la Corte del Rey ... Y le miro fijamente a los ojos. Aquí estoy para cuidar de la seguridad del Rey. Y que la Corte sea un lugar seguro para el Rey.
Pero aquí parece que solo me preocupa a mi esto. Y al resto de la familia no...
No supo, si coger el garrote y darle en todo el cogote o no dejarle pasar al salón. Y decidió darle una fuerte colleja, mientras le cogía el pezcuezo sonriendo para disimular ente los otros invitados y los dos Ujieres.
No hables de mi vida privada delante de la gente!! La ultima vez, que luego todos se sabe y las viejas están todo el día chismorreando. Shhh!!! De mi vida intima y privada no se habla!! Y pasa dentro, que estará a punto de llegar el Rey.
El ilustre Caballero del Reino de Aragón, Don Kurt Borja!!
Miro a la Marquesa de Santillana.
Por lo visto nadie sabe cual es mi función aquí... Dijo molesto. Yo no estoy aquí para anunciar a los invitados. Para eso están los Ujieres. Yo estoy para cuidar del orden de la Corte. Que nada pase en ella, y todo este en su sitio.
Soy quien dirige y protege todo lo que suceda en la corte. Y toda seguridad es poca, o debo recordarle las muertes de los últimos reyes?
Seguramente no, pues usted Marquesa estaba en esta misma corte... Tampoco era le momento para hablar de las sospechas y las investigaciones que el de Illueca, había hecho en la muerte de la Reina Elena. Y a todas las conclusiones que había llegado aquel dia en la lectura del testamento de la antigua reina.
Su Excelencia la Marquesa de Santillana.
Miro nuevamente al Ujier. Seguía sin fiarse del golpe que daba con el bastón metálico al suelo cada vez que anunciaba a alguien.
Dale con el bastoncito mas allá, que como me des al dedo yo te lo anunciare también con un buen garrotazo en toda la cabeza!
El siguiente invitado era Doña Marta. La ya ex mujer del barón. El tiempo parecía que se había parado. Era un momento tenso, que decir, como reaccionar? Eran muchas preguntas y no había tiempo para pararse a pensar en ellas.
Le tomo la mano y la beso.
Bienvenida a la Corte del Rey. Puedes pasar al salón, y situarte donde mas te guste.
Su Excelencia la Ex Baronesa de Illueca.
Y aun con el corazón, latiendo a toda velocidad, por los nervios y la tensión vivida, otro invitado llegaba, en este caso el hermano de la difunta Reina Elena.
Maldito Rey, me dijo que no trabajaría, y que podría vivir mis últimos años de vida, cómodamente ... y aquí me tiene explotao!! Encima de pie, sabiendo el , como sufro yo de mi pie, que si me planto mucho tiempo de pie, el dedo parece una morcilla de Burgos!!
E indico al Ujier, que anunciase al ultimo invitado.
Su Excelencia el Hidalgo de Alba, Don Ruy Tristán!!
Eminencia. Y con una inclinación salido al Cardenal Di Valiant. Al paso que escuchaba sus palabras. La cara de sorpresa del de Illueca, ante las palabras del Cardenal, fue inmediata. Me preocupan sus palabras. Espero que en otra ocasión mas adecuada, podamos hablar largo y tendido, y me explica a que se refiere.
E indico nuevamente a que anunciasen al Cardenal.
Su Eminencia el Cardenal Di Valiant.
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