La ciudad de Osma se congregaba a las puertas de la ciudad y en los márgenes del camino de llegada desde Soria para ver llegar a los participantes.
Don Víbora había encontrado un buen lugar en una de las torres de vigilancia, junto a los jueces de la carrera. Desde allí pudo ver una nube de polvo en lontananza y un pequeño puntito muy lejano aún.
- Parece que ya llega el primero- dijo uno de los jueces-
listo para tomar nota.
- ¿Alguno distingue quién es?- preguntó el de Sanlúcar intentando reconocer el pendón que ondeaba al viento.
Nadie contestó, pues aún estaba demasiado lejos. Comenzaba a verse la forma de un jinete cuando un segundo punto apareció en el horizonte.
- Vaya, vienen muy juntos... ya se ve al segundo
Al fin, don Víbora pudo reconocer algunos detalles del emblema
- ¡Es el mío!- dijo con alegría-
¡son los colores de Sanlúcar-La Frontera!... y por la forma de galopar... ¡es Syn, la gitana, vamos a ganar la segunda etapa!
Polonio, que estaba en un segundo plano, al oír a su señor se abrió paso entre los jueces a codazos y aguzó la vista.
- Mire, señor, el tercer jinete... ese porte no puede ser otro que nuestro Erik- y se puso a dar saltitos y voces
- ¡Vamos, Erik, aprieta!...
El poni sacaba una muy ligera ventaja a otro caballo que venía en cuarta posición.
El pendón de Sanlúcar-La Frontera, portado por Syn, atravesó las puertas de Osma en primer lugar.
Pocos minutos después, la francesita Alhanna con los colores de la ciudad de Valladolid, hacía lo mismo. Mientras Lady Godiva apretaba el galope de su corcel todo lo que podía e iba recortando la poca ventaja del poni del de Guzmán, luchando ambos por el tecer puesto de la etapa.
La multitud calló y contuvo la respiración. El poni llegaba ya a las puertas cuando Lady Godiva le daba alcance. Ambos entraron a Osma en el mismo suspiro.
- ¡Ha ganado Erik, el pequeño ha sido tercero!- gritaba emocionado Polonio.
- Ehmmm... para mí que han entrado a la vez- dijo uno de los jueces
- ¿A la vez? ¿cómo que a la vez?- protestó Polonio-
le ha sacado media cabeza de ventaja... cabeza de poni, claro.
Los jueces se miraron, se alejaron un metro de Polonio y sentenciaron.
- El tercer puesto es un empate para don Erik y Lady Godiva.
Mientras discutían, don Víbora seguía oteando el camino en busca de segundo jinete. Ysabella, la que en la salida partió hacia los vergeles de Soria en lugar de hacia Osma.
Entre tanto fueron llegando jinetes. El tío Drak iba cuarto, lo que lo aupaba más en el primer puesto de la general. El cocuasi Uladh llegó décimo, peridendo la cabeza de la general, pero aún segundo con Drak a un tiro de piedra.
- Ysabella viene en un grupo con varios jinetes más alrededor del puesto 20. Bueno, al menos ha llegado a Osma y no a Calatayud.
Polonio seguía farfullando que si el poni debería tener bonus, que las patitas cortas deberían estar favorecidas, que la corta edad del jinete también...
- Polonio- le dijo el de Sanlúcar cogiéndolo por un brazo-
vamos a vigilar que atiendan bien los caballos y deja ya las protestas, que pareces la mora resentida. Y felicitemos al chaval, que se lo merece.
Polonio aceptó, no de muy buen grado, la sugerencia de don Víbora. Pero tenía razón, ahora había que cuidar del poni y del pequeño Erik, que en la siguiente etapa tenía que remontar más aún las posiciones.