[RP] Baile de las Luciérnagas - Benicarló.

Galopó a la máxima capacidad que podía el animal, desde Játiva hasta Castellón para poder asistir con su familia al baile. Como de costumbre solía ir últimamente encapuchado, ésta vez no fue la excepción.
La capa serpenteaba rozando ferozmente con el viento que iba en contra, y luchaba para que su capucha no cayera y enseñara el rostro. Era molesto recibir el aire helado y más encima húmedo de las madrugadas en el rostro.
Esa sensación mojada y fría en la que su nariz podía romperse y no doler, le incomodaba.
Amarró el animal en el establo de la posada donde quedaría hasta encontrar la nueva residencia de su madre y se adentró para pedir algo de comida. Venía con un apetito de los mil moros.

-Anuncia a Kurht Arostegui -Indicó al guardia de la entrada en el castillo, una vez hubo llegado cuando estuvo aseado,vestido y satisfecho.
Saludó efusivamente a Rose y Nicolino que estaban en la entrada, y se saltó todo lo protocolar con éste último. Luego se apegó a la norma con los demás integrantes de la familia.
Finalizado aquello, se adentró con claras intenciones de búsqueda.
-A ver ¿quién es el guapo que sabe dónde están la madre e hija más escurridizas?- Dijo para sí mismo, chasqueó la lengua y tomando una copa que había sobre un mesón, rebuscó y rebuscó con la mirada.

Don Ysuran de Pellicer y su esposa, doña Ibelia Jordan de la ciudad de Segorbe!!!
Anunció, continuando.

Su señorías Don Cofafo D’Enclar i Bissexerri, Doña Sinfonía Aranguren i Campeador, Grandes señores de Castellón y su Gentil Dama doña Hechicera D’Enclar i Pern de Darkdraco, en compañía de su familia.

Dieron paso mediante una reverencia a los grandes señores de Castellón, siguó.

Su Señoria Valken Von Rommel, Gran señor de Játiva!

Anunció dandole paso mediante una reverencia.

Cuando el el Guardia de Palacio hace anuncio de nuestra llegada y escucho nuestros nombres, me parece que no siento mis piernas y mi cuerpo se afloja por los nervios.

Pero mi madre precavida y lista, me presionó mi mano tan fuerte que reaccioné al instante y le miré a los ojos y le sonreí ...

Fuimos entrando a paso corto mientras mis ojos se deleitaban con tanta belleza en ese salón de baile.

Por suerte iban entrando mas invitados y la presencia de mi madre hacía que por su hermosura la saludaran y por ende a mi también.

Hechicera iba apurada a todas partes como siempre, llego de sus oficinas y tomo un baño rápido y se vistió con su vestido de gala.

Sirius la esperaba en el salon, juntos subieron al carruaje y se encaminaron a la fiesta que su querida tia habia organizado.
Bajó con ayuda de su esposo del carruaje, entraron al vestibulo donde se encontraron con sus padres y junto con ellos fueron anunciados para su entrada al gran salon, donde se ofreceria el baile.

Al estar ya frente a mi mami, su mirada no dejaba de observar si me faltaba algún detalle, me acomodaba mi escote, mi cabello.. etc .pero sus palabras finales me asombraron más.

-El conductor del carruaje me indico que es una noche fría, y no queremos que te enfermes, asi que solo porta este abrigo toda la noche y no pasará nada.

Si aún el conductor no había entrado. como pudo decir eso? -pensé

Insistí en dejárselo para ella ..pues me parecía que lo iba a necesitar más, porque mis nervios de ansiedad no dejaban que yo sintiera frío.

Pero como buena hija que soy, lo llevé puesto durante todo el viaje mientras miraba mal de reojo al conductor por decirle eso a mi madre.

Cuando llegamos al salón mis ojos no dejaban de observar los mil y un detalles hermosos del lugar, casi no escuché cuando mi mamá pidió que nos anuncien .

Sentí que mi mami me tomó de la mano y allí al susurrarme : Sólo diviertete fue cuando me animé a entregarle su abrigo.

Edmond se encontraba perdido, intentando hacerse un sitio entre tanta gente que iba llegando, pensando que hago aquí... Mientras le daba sorbos a una copa que tenia en la mano... Sin saber si alguna chica quisiera bailar con él, sí en algún momento comenzara el baile, deseaba divertirse de alguna forma.... Sonreía a los presentes...

Cuando apareció su hijo y los saludó a todos, especialmente a ellos, a la de Pern hasta se le olvidó el enojo tras el susurro - cierto, muy cierto - le respondió con una sonrisa y un beso en la mejilla. Mientras Jokin seguía hablando con sus hermanas, la de Pern daba las instrucciones a los guardias para empezar a recibir a los invitados, ya era la hora.

- Vamos hijos míos, hay que recibir a nuestros invitados y divertirnos en su compañía! -

Asi, a paso moderado fueron todos a recibirles.

La pequeña, que no tan pequeña July apareció antes que mi madre replicara mis bromas, jovial, bella y dócil, hizo su ingreso, nuestro abrazo fue largo duro lo que mi madre demoro en decirle lo que ya todos querían oír.

Es que... seréis tía - dijo mi madre - mire a July quien ya se le notaban los ojos emocionados y mi madre se acercaba a darnos las buenas venturas por el acontecimiento.

cuando ya casi habíamos perdido esperanzas que apareciera Jokin este hizo su ingreso, tan guapo e impoluto que me dejo sin respiración, no podía tener un hermano más guapo que este, aunque llegase tarde, se le podría perdonar la vida con aquellos ojos vivaces y aquella lengua viperina que bien sabia utilizar.

-¿y qué hay de verdad en esos corros de deslenguados que ocupan las calles y hablan de que seré tío? - dijo Jokin
Ohm ya sabes, hermano, la gente que no tiene otra cosa que dedicarse a inventar cosas raras. - le respondí con una sonrisa traviesa en el rostro

Como si la barriga quisiera afirmar lo que preguntaba Jokin, esta se movió débilmente, quizás imperceptible hasta para la misma mano de él, pero no para mi estomago - bien, al bebe le había gustado el tío deslenguado – pensé y reí mientras mi madre nos hacia avanzar hacia el baile.
- es como que yo te preguntara ¿que es eso de que te casas en secreto en unos dias? - lo mire suspicaz, quizás fuese eso un verdadero Golpe de remo y reí

Pabuluz estaba ya en la entrada dando vueltas sin parar, esperando por su hija que ya se habia tardado bastante y no daba señales de aparecer por ningun lado,la Quijada se detuvo en seco al ver como por fin bajaba su pequeña en un hermoso vestido que la hacia ver mayor, y sintió como su corazón se detuvo por un segundo y despues su alma se lleno de angustía mientras pensaba NI EN BROMAS LA DEJO SALIR ASI!!!, asi que tomo uno de sus gruesos abrigos y se lo coloco sobre los hombros tratando de cubrir muy bien su figura mientras le decía: El conductor del carruaje me indico que es una noche fría, y no queremos que te enfermes, asi que solo porta este abrigo toda la noche y no pasará nada.
Serena trato de quitarse el abrigo, pero Pabuluz insistió por lo que en todo el camino hasta el lugar del baile mantuvo el grueso abrigo con ella.

Al llegar al lugar, Pabuluz se maravillo al ver la decoración del castillo y se dijo a si misma que felicitaría a la Condesa por su buen gusto, y organización.
Un guardía estaba haciendo ya las presentaciones por lo que sin mucha demora le dijo que la anunciara: Anunciad, la llegada de la Dama Pabuluz Quijada y su hija, Serena Arostegui Quijada

Pabuluz tomo la mano de su pequeña y en un susurro le dijo: Sólo diviertete y espero a ser anunciada pero antes de ser anunciadas el pánico regreso a ella

Antes que pudiera mediar palabra sobre la noticia que habia recibido, entró Juliane al salón saludando a todos. La miró, tan bella como siempre, y ésta hizo alusión al estado fisico de su hermana - es que...seréis tía - le dijo a Juliane, sonrió y abrazó con cuidado y emoción a su hija - ¡que alegría! - miró al de Berasategui quién sonreía y daba un saludo a Nicolás para luego acercarse a su hija y besar su frente.

Bien, solo falta... Jokin - suspiró - me pregunto que es lo que tanto le demora siempre. Sino llega en los próximos 5 minutos, iremos a recibir a los invitados sin él. Mirad que ya han llegado vcarios y no podemos hacerles esperar...

Dyp se encontraba indecisa, ir o no ir (esa era la cuestión), miraba detenidamente el vestido que se había confeccionado para la ocasión, cuando antes de ir a Denia, estaban los preparativos que habían quedado truncos por la guerra y ese vestido habia quedado guardado...
Pero esa misma celebración, se hacia hoy en el Ducado de Benicarló.
La mismisima duquesa en persona, le había entregado la invitación para "El baile de las Luciernagas"....
Hacia bastante, que ella habia cambiado su estilo de vida, y no sociabilizaba mucho...
Era la oportunidad de ver a los amigos y vecinos alli reunidos, escuchar piezas de música exquisitas y divertirse un poco (eso le hacia falta)...o quizá bailar con alguien que la invitara...
Pero recordó también, que había dado su palabra a un joven, que la noche anterior se había cruzado en la taberna, diciéndole que era un trovador y que si ella iba, el cumpliría con lo prometido.
Como se dejaba convencer... el arte era su debilidad..y ese joven le había dejado con dudas de saber a ver cuan bueno era en el arte de las trovas.
Esfumando sus pensamientos, en voz alta se dijo:
-Debo ir, no me quedare con las dudas...además no tengo más nada que hacer y hace mucho que no se hace una fiesta de este estilo en Castellón...
Se acerco al vestido, contemplándolo unos momentos y lo saco de la funda que lo envolvía...era todo un periplo vestirse sola sin ayuda, que complicado resultaba ...al terminar ya algo agotada solo por colocarse el vestido...
Tocaba hacerse un recogido en su cabello..
Mascullaba entre dientes, su pelo era muy fino y lacio se le escapaba entre los dedos, pero ella tenaz e insistente se haría su recogido, no tenía nadie quien la peinara...antes la ayudaba su hermana..pero ahora...y seguía luchando.. quería verse bonita, al terminar su peinado, sonrió, lo había logrado!!,
Sentada frente a la "muñeca para adornarse",(nombre que se le daba al tocador).
En sus ojos se aplico un poco de kohl(cosmético a base de hollín),luego se paso con un pompón polvo de arroz en su rostro, dándole una blancura y Con granadina le dio color a sus cachetes y labios...se puso aretes y un collar y solo quedaba el último de los retoques era perfumarse con agua de flores.
Ya lista y arreglada, se miro frente al espejo, sorprendiéndose de si misma... Sonrió satisfecha y se encamino hacia el Ducado...al llegar contemplo la belleza del mismo, sus jardines preciosos y bien arreglados, llenos de flores por donde miraras..y que decir de sus salones impactantes.
La recibió una persona que le indico el camino, donde ya había algunos conocidos..
Saludo a los presentes alli, y busco con su mirada a quien le había prometido algo...
Alli estaba, se encamino hacia el joven y ya en frente le dijo:
-Buenas, caballero Trey_Niet, aqui me ve como le prometi, yo he de cumplir con la palabra dada y usted creo que me debe algo ahora...rió divertida.

Su madre, en la carta que estaba adjunta al vestido, le contaba que era un modelo de la Casa Tudor, una Dinastía que se estaba dando a conocer en esos tiempos en su Reino natal por la pelea por el trono. Pero que aún así los modelos que llevaban sus mujeres estaban a la vanguardia con respecto a la moda. Mientras se miraba al espejo pensaba en esas cosas, cuando se dio cuenta que le faltaban las alhajas. Rápidamente tomó la gargantilla y le pidió a la doncella que se la colocara. Volvió a mirarse en el espejo, estaba conforme, se gustaba a sí misma... representaría al Señorío de Agramunt como mejor podía, aunque la primera educación la recibió en su hogar y era estrictamente inglesa...

- Toc, toc... se escuchó golpear la puerta.

- Sí, adelante...

- Señorita Hilton, un muchacho la busca en la recepción, dijo que ya había arreglado con usted...

- Ahhh!!! siii, debe ser Trey, dígale que ya bajo, por favor... miró a la doncella no falta nada, no? la niña hizo un movimiento de cabeza indicando que no bueno entonces vamos...

A un lado de la recepción funcionaba una taberna, en la barra su amigo Trey, hablándole a una flor que sostenía en la mano, la esperaba para ir al gran baile de las luciernagas. Venusita estaba radiante, felíz, le gustaban estos eventos. Sobre todo conocer gente de otros lugares.

- ¡¡¡Holaaaa Treeyy!!! Hace mucho que esperas? y dando una vuelta de 360 grados haciendo que sus faldones tomen vuelo... ¿qué tal estoy? se quedó parada frente a él con los brazos en jarra y las manos tomando su fina cinturita...

Coloco mi cara cerca de la de ella y le miro a los ojos, esa mirada que dice mucho y a veces esconde...

-Serena, hija mía, ya esta todo listo para tu primer baile, ya veras como te encantara, tu padre nos encontrará en el lugar, porque como ya sabes en un viaje esta, pero el vendrá, y bailara contigo el primer baile-suspiro-Debes de demostrar tranquilidad antetodo, serenidad, diviertete y recuerda todo cuanto yo te he enseñado

Sus palabras casi me quitan la respiración, y sentí como una sensación en mi pancita de temor.

Pero me tomó de la mano y al hacerme girar de su mano hizo que mi risa apareciera .

-Apurate a terminar de alistarte y baja, tenemos que partir ya, y recuerda no dejes que nadie te robe tu felicidad - me dijo antes de salir de mi alcoba

Me quedo parada envuelta en mi toalla, con los ojos abiertos mirando como cerraba la puerta.

Asomo mi cabeza por la puerta y reclamo a mi doncella para que me ayude a vestirme

Todo era sencillo y hermoso al colocarme mi vestido el que mi abue Taurica me regaló, lo dificil era mi peinado.

Ay! no me jales tanto !rezongaba yo a cada instante. Al rato me colocó la thiara y me hizo mirar al espejo.

Me sentí una princesa, la emoción de que iba a mi primer baile, que mi papi me invitara a bailar, que estaría mi mami...y mi abuela Taurica, y mis hermanos
ainsss mi pancita de nuevo se estruja!!

Abro la puerta de mi alcoba y me encamino a bajar las escaleras para encontrarme con mi mami.

Maaaamiiiii mirame!

Pabuluz dejo caer los listones con los que jugaba al sentir un leve peso conocido sobre ella, aunque el olor a jazmines eran tenues en su hija también podía sentir en ella otra esencia, una a rosas , lo que saco de la Quijada una risa natural que inundo toda la habitación, y la hizo caer acostada sobre la suave sabanas de la cama, ocasionando que su peinado fuera el que se llevara la peor parte y que ahora unos mechones rebelde salieran liberándose de él.

La voz de su hija le hizo recordar a ella unos años atrás cuando fue su primer baile, donde conoció a tantas personas agradables y unos cuantos innombrables, recordó como años de educación fueron puestos en practica en esa noche llena de luz, y como su tía, la senyora de Agramunt, estuvo ahí para ella siempre, su sonrisa se ensancho por el dulce recuerdo y sin mucho esfuerzo cambio la posición del cuerpo de su hija y la sentó mientras ella misma tomaba la misma posición.

Aun con la sonrisa en sus labios, miro a su hija que poco a poco estaba creciendo,lo unico que no cambiaba era su mirada alegre y esperanzadora algo que la caracterizaba, y esa sonrisa tan parecida a la de su padre la hacia ver cada dia mas hermosa, solo el cabello, su tono de piel y su porte era lo que la delataba como una Quijada, lo demas era tan similar a su padre, ese aire despistado pero con fuerza, artista y libre estaba en sus tres hijos.

- Serena, hija mía, ya esta todo listo para tu primer baile, ya veras como te encantara, tu padre nos encontrará en el lugar, porque como ya sabes en un viaje esta, pero el vendrá, y bailara contigo el primer baile-suspiro-Debes de demostrar tranquilidad antetodo, serenidad, diviertete y recuerda todo cuanto yo te he enseñado-Los nervios de madre comenzaron a salir a flote por lo que se puso de pie y tomando una mano hizo lo mismo con su hija, aun tomandola de la mano le dio una vuelta rápida que hizo que su hija riera y asi liberar un poco los nervios de las dos.

Dandose cuenta que su hija aun no se habia terminado de alistar Pabuluz se dirige hacia la puerta, pero antes de salir le dijo: Apurate a terminar de alistarte y baja, tenemos que partir ya, y recuerda no dejes que nadie te robe tu felicidad

La joven Quijada salio de la habitación rumbo a la cocina, donde encontro a su doncella María, quien la miraba de una manera especial.
¿Y ahora que pasa? pregunto Pabuluz, lo que desencadeno una risa mal escondida por parte de María y una mirada intrigante por parte de Pabuluz
-Dime María, ¿Que pasa?, La doncella tomo aire y dijo: Lo que pasa mi señora, es que aun con tres hijos usted parece otra niña mas, Pabuluz seguia sin entender por lo que María agrego: solo mirad vuestro peinado, acercarse que se lo acomodare y mirad vuestro rostro, y piel nadie pensaría que pasa de los 20 Pabuluz sonrió mientras se acercaba a María y pensaba que ella tenía toda la razón.

Luego de recorrer aquel castillo como hacia cuando aun me mantenía soltera, me dirigí a mi antigua habitación, aun permanecía todo como lo había dejado, suponía madre lo habría pedido así o bien, no hacia tanto tiempo como me parecía a mí para que sacaran todo rastro de mi esencia en aquella habitación.

Nicolás se encontraba aun descansando cuando dos jóvenes subieron la tina para mi baño, aquello era maravilloso - un baño de rosas, me relajara y perfumara al mismo tiempo - dije sonriendo
Aquella noche seria llena de sorpresas, el vestido elegido dejaría mucho a al imaginación y ya me sentía preparada para las preguntas de mis padres y mis hermanos.

Cuando termine de arreglar mi vestido me acerque a Nicolás y tras darle un dulce beso, nos dirigimos hacia el salón donde mi madre quería vernos.

Patriii estaba muy emocionada, se iba a celebrar el baile y estaba tan nerviosa que se paseaba por toda la casa.
Miró el vestido que había sobre la cama y sonrió para sus adentros ¿que pensaría su marido si la veía vestida con el? ¿le gustaría? Con ese pensamiento se apresuró y se puso su vestido
Dio un pequeña vuelta y sonrió. Luego esperó a su marido para dirigirse con él al baile.

La casa hervía de actividad, se estaban preparando varias cosas a la vez, y Gilbert estaba a punto del infarto.

Sinfonía en la tina de baño se frotaba vigorosamente tratando de activar la circulación y que la piel cogiera un sonrosado color.
El rostro curtido por el mar, a pesar de los sombreros que llevaba cuando estaba al timón, ya no tenía remedio. Pero ese color moreno hacia resaltar aun más unos ojos verdes, sorprendentemente grandes y expresivos.

Ya se había olvidado de las buenas maneras, en el mar la supervivencia era lo primero y solo en épocas de calma chicha podían comer de una forma más protocolaria con todos los pasajeros, el resto del tiempo solían salir muy poco de sus camarotes ya que el mareo era constante y la comida duraba poco en los estómagos, siempre estaban colgados de las barandas de la cubierta tirando al mar lo que habían comido. Aunque Sinfonía enseguida se ponía en situación, esas formas delicadas las llevaba Sinfonía en la sangre y cuando estaba en tierra le gustaba asistir a comidas, cenas y demás saraos. Y ponerse bonitos vestidos y desempolvar alguna que otra joya.

La invitación de la Condesa le había agradado, esperaba que Cofafo y sus hijas Hechicera, con su marido Syrius, y María también quisieran ir. Se juntaría lo más granado del Reino y sería una buena oportunidad de conocer gente de otras ciudades de Valencia incluso de otros Reinos y países.

Se cepilló cuidadosamente el sedoso cabello negro, haciéndose un recogido bajo, enseguida el mechón rebelde ocupó su lugar.

Llamó a Jacinta para que le ayudara a vestirse, siempre se le olvidaba que en casa tenia ayuda, en el barco no había cabinas para el servicio.
Se vistió, Jacinta fue cerrando broches, botones, lazos y zapatos.
Le puso una discreta tiara en el pelo intentando recogerle el mechón de pelo rebelde, sin conseguirlo, Sinfonía sonrió divertida, nunca lo lograría.
Se miró en el espejo del salón y se sintió bien de cómo había quedado el conjunto.

Sinfonia estaba preparada, Cofafo a su lado estaba radiante.
Se encaminaron al baile, caballeroso le ayudó a bajar del carruaje y entraron en el castillo de Benicarló, en el maravilloso salón de las Luciérnagas, que lucía como nunca.

Si se hacía un gran esfuerzo y silenciabas las órdenes de Taurica, había un silencio abismal en la casa. Estaba aún envuelta en su delicada bata, con el cabello en una alta cola de caballo; o sea, no estaba ni bañada. No estaba su hijo, ni sus nietos, así que estaba sola encasa, acompañada de Lorenza que tenía rostro de aturdida, pues detestaba los bailes elegantes y fastuosos a los cuales nunca iba, pero sufría completos con eso de la confección del vestido y los zapatos y el peinado y tantas cosas... que ella nunca usaría.

Había tenido que despachar a uno de los mozos al castillo donde se llevaría a cabo el festejo, pues su Señora quería llegar a tiempo, ni temprano ni tarde.

Mientras tanto, Taurica había decidido que el vestido que le habían hecho en el taller no le gustaba, ¡ese día justamente! Así que estaba en el taller afanada arreglándolo. Y su señora, ¡comiéndose hasta las flores de los jarrones de la angustia!

Sin duda alguna, se encontraba impaciente. Los nervios, la vergüenza, la ansiedad, y la espera por no cometer errores o arruinarla, le estaban poniendo cada vez más torpe.
No podía continuar practicando, sería lo que tuviese, a últimas, no mucho conseguiría aprender o memorizar sobre bailes, cuando sin duda alguna, no era algo que le gustase. No lograba ponerle todo de sí, y resultaba algo extraño lo que consiguió con la ayuda de algunos hombres en taberna.
Esperaba que bastase para una pieza, después de todo, daría un único espectáculo, el resto de la velada, tenía planeada pasársela sentado con alguna charla gratificante de algún otro invitado, quizás una cerveza, o... saldría por alguna aventura como en las historias que solía contarle su padre.
Su padre, ¡condenado fuese!, prometió ayudarle en lo que sería "supuestamente importante", el primer baile al que asistía, pero ¿Qué podía tener de importante?, Veía cientos de esos en las tabernas, cuando llegaban trovadores, su mismo padre, su abuelo. Que broza le provocaba la situación. Nunca creyó importante bailar y ahora...
-Indiscutible, no tengo habilidades para éstas cosas en que la familia se caracteriza. Por el altísimo, ¿no podía ser más contrario?, si ellos van por la derecha, camino por la izquierda, si quieren ésto, yo no...
Suspiró y miró a quién le acompañaba.
[...]
"No quiero ir", Se dijo así mismo, cuando se hubo despedido de quién amablemente se encontraba con él, en la taberna "El león borracho", aplicando algunos sencillos pasos. Más, se había comprometido, había convenido ir con Venus, bufó por su torpeza. ¿Cuándo aprenderás Trey, cuándo?

Perfectamente podía... no, mejor no, Arriba el ánimo, ¿cómo era que decía su padre cuando se desanimaba? ¡Bah!, ni siquiera eso recordaba. Y ahora, ¿de dónde sacar una armadura que fuese la excusa perfecta para no tener que formar parte de la danza?
Había gastado buena parte de sus ahorros en un traje, que no le gustó, era incómodo, ajustado en el entrepierna, apretado, muy ornamentado... y delicado.

Cogió sus cosas del suelo, y salió del lugar con dirección al lago; había sudado estando en esas practicas que sin que nadie supiera, hace días tomaba. Arrastró de mala gana, el bolso donde consigo cargaba el atuendo y cabizbajo iba pensando.
Ethlinn, Ethlinn, que divertido sería tener una mujer como vos, con esa frescura, con esa belleza, la lozanía que emanas entre las letras. El encanto y la gracia de mil druidas, y la magia para conquistar a Kian, el grande... Qué terrible suerte, te ha tocado; tu padre teme que engendres el hijo que lo destronará, y por ello, te ha encarcelado en la torre más alta en Tor mor, donde creciste sin saber que existían los hombres, afligida y aburrida. Sin embargo lista y bella, te convertiste en la envidia de un reino que te admiraba y tu no alcanzabas a observar.
Tu padre, ambicioso, quiso el tesoro de los Birog, y ahora por venganza,su enemigo encuentra a la doncella, de la cuál no puedes evitar enamorarse.
No dio solo uno, sino que fueron tres, y el rey se enteró. Mandó a matarles, y sin embargo, cuando el mensajero que debía ahogarles en la fragura se descuidó, el alfiler que sostenía las sábanas de éstos niños, se soltó y uno rodó por el suelo.Su suerte fue hallar confort en una familia campesina que lo cuidó y educó hasta convertirse en adulto, y ser el gran libertador de la opresión...

Su mente, había logrado su cometido, entretenerlo... y ya se encontraba listo. Bañado, vestido con el atuendo idóneo creado para la ocasión, pero sin los collares, que le estorbaban. En la hospedería revisó sus botas y las que le habían sido entregadas para la fiesta. Se quedó con las de siempre, las lustró un poco, y quedaron presentables.

Pegó un brinco, esperando se acomodara la ropa y... algo resultó.Se movió inquieto la chaqueta que llevaba puesta y recordó a Baloo, debería dejarlo encargado con alguien, o tal vez, llevarlo. No era mala idea.

Por el camino que le llevaba a donde habían quedado con Venus, se distrajo en innumerables veces, encontró un perro cojo, un árbol con tajadas interesantes, unos cuantos anuncios, y finalmente, lo más hermoso y bello que había visto en Valencia desde que se encontraba en ella.
Sonrió alegre con su Flor en mano, cuando arrancó una de las muchas que había cerca del sendero. Cómo le encantaban las flores, cada una con un secreto, un significado particular, únicas y exclusivas, tenían tanto que contar...
La contemplaba en su camino y le dedicaba palabras, era tan tersa y suave; simplemente perfecta.

Ingresó al lugar donde pidió a uno de los que trabajaba allí, que llamara a su amiga. Él no se atrevía a ingresar, y mientras esperaba, se acomodó en la taberna que había en el piso, donde sentado en la barra, seguía admirando aquella flor y le dedicó unas breves palabras con las cuáles seguir matando el tiempo, en la espera.
-El amor me prestó sus alas, y desaparecieron todos los obstáculos. ¿Qué es el amor?¿ una muralla de piedra? A todo lo que quiere se atreve, y yo no temo la cólera de tus iguales. Dejó escapar una sonrisa, y se imaginó aquella planta, como una doncella, prisionera entre tantas similares queriéndo resaltar, deprimidas,contenidas, atadas con cadenas a los pies, aguardando quién las pudiera liberar.Y había sido a ella, quién él, había escogido ese día, para admirar, sonreírle, y dedicarle hermosas palabras... hasta que se marchitara, hasta que no quedaran rastros de su lozanía, pero seguiría con ella hasta el final, cuando diera su último suspiro, se secara y no fuese posible tocarla más.

Para su suerte, el pequeño bebé había dormido placidamente y no habia causado problemas por lo que la Duquesa se levantó aquella maána si distracciones, a medida que pasaba el día no conseguía ver a sus hijos por lo que fue hasta la habitación de Johan dónde se preocupó de que éste entendiera debía participar en aquel baile. Su poco natural - Si madreeeeeeeeeee estoy emocionado! - le preocupó un poco, alguna travesura seguramente tenía planeada.

Cuando pasó por la habitación de Juliane, María le indicó que estaba vistindose; su pequeña siempre tan preocupada de todo. Suspiró profundamente y recorrió cada centímetro de las estancias que por aqul día recibirian a los invitados; todo estaba a la perfeccción. Muchas flores, cortinas de encaje, el mejor vino y comida para quienes tuvieran hambre de tanto bailar.

Todo aquello le tomó la tarde completa y un tanto exhausta, fue hasta su salón privado y descansó ahi unos instantes. El ir y venir de la guardia, el servicio, María, Rodrigo...a cada minuto que pasaba el baile se hacía más presente, llegando más rápido de lo que esperaba el atardecer.

- Bien, que alegría, al fin es la hora - pensó y con todo el ánimo encima fue a vestirse para recibir personalmente a todos sus invitados junto a su familia, no era el procolo, claro, deberían cuando la fiesta estuviese lista presentarse ante sus invitados como los anfitriones que eran, pero la Condesa quería, con todo su corazón, saludar a todo quien llegara.

- Rodrigo, quiero a mis hijos en el salón privado justo a la hora indicada, a todos ellos. Me avisáis cuando estén reunidos para ir a recibir a los invitados. Si hay alguno que llegase temprano, por favor, que recorra los jardines o salones y que sea atendido.

Se fue a paso rápido por todos los pasillos, escalera y salones que le condicierían a su habitación. Nada mas llegar la esperaban ahí las mujeres con el baño preparado. Sin mediar mucha palabra se desvistió y entró al agua casi de un salto.

Desde el regreso del viaje de bodas, apenas me había aparecido por Benicarló, los motivos, varios, desde que había llegado a Játiva, había sido un sinfín de aventuras que Nicolás había programado para los días posteriores a nuestro arribo, no solo conocer al personal de su palacio, sino también conocer los bosques y los vecinos del lugar.

Pero desde castilla la idea venia prevista, había que terminar lo que se había dejado inconcluso, el baile de las Luciérnagas.
Las costureras habían ocupado las telas en uniformes para soldados y voluntarios y luego habían quedado desempleadas por mucho tiempo.
Pero activar aquello había sido misión de mi madre y lamentaba en silenciosamente no haber podido ayudar en preparar los salones del castillo.

Había viajado junto a su esposo a primeras horas de la mañana, llevando conmigo no más de dos o tres vestidos que no serian claro los que usaría en el baile.
Habíamos partido hacia dos días desde Játiva y llegabamos a Benicarló en una soleada mañana, desde la portezuela mis ojos brillaron de emoción, en el fondo de mi corazón extrañaba mi hogar, mi habitación y el árbol por el que me escapaba cada noche a las tabernas de Castellón.

Suspire y sonreí en cuanto puse pie en las escalinatas de aquel castillo, Nicolas terminaba de bajar el equipaje junto al mayordomo, mis deseos de abrazar a mis padres y mis hermanos se acrecentó, era así, les extrañaba.

Buenos días Rodrigo - dije al secretario de mi padre que aparecía en la puerta , mientras este hacia una leve reverencia y pasaba junto a él - la familia en el salón? – Cuando iba a responder agregue - no os preocupéis, los encontrare a todos

Me desprendo de mi ropa para introducirme en la tina de baño,

Compruebo con un pie descalzo la tibieza del agua y me sumerjo, sintiendo como me va cubriendo mi cuerpo.

Con mis dedos de mi mano presiono mi nariz para no respirar y hundo mi cabeza, quedando mi cuerpo flotando a solo 2 centímetros del piso de la tina.

Abro mi ojos, desde allí envuelta en toda esa cálida agua veo flotar los pétalos de los jazmines..

Sonrío al pensar en como sería ese baile,

también en la carta de mi papi Kurht donde me invita ser pareja de mi primer baile !

como bailaré si no se hacerlo?

Aunque con mi manis Trey he bailado ne la taberna y mucho no le he pisado jijij

Estaré nerviosa, mirando a ver como se mueven los adultos en ese mundo de fiestas.

De un sobresalto emerjo mi cabeza del agua pues se me acababa la respiración ..ohhh debo apurarme me digo..

Cuando una voz me hace dar un leve grito de susto... si sigues mas tiempo ahi, tu olor a jazmines sera demasiado fuerte, mi princesa-

Era mi mami, quien rió al verme y contagiándome su hermosa risa reí con ella

te estaré esperando en tu cama, termina de tu baño y me acompañas
Me apresuré a salir de la tina y secándome con suaves y grandes toallas, me logro colocar mi salida baño y me dirijo a mi cama donde mami está sentada con unos listones para mi cabello.

Salto sobre la cama y la abrazo...como cuando yo era pequeña y ella hacía que se asustaba jjje

Aca estoyyyy madreeei!!!!

Al fin había llegado el esperado día en que se celebraría el Baile de las Luciérnagas en la bonita ciudad de Castellón.

Las lluvias de días anteriores habían regado celosamente los jardines del ducado de Benicarló y hoy, con la salida del brillante febo que asomaba resplandeciente y fulgoroso, el día prometía ser perfecto y encantador, ideal para dicho festejo.

Bien temprano en la mañana, Juliane daba su último recorrido por los parques sintiéndose orgullosa de ver el fruto de su trabajo en los capullos y pimpollos de los bellos rosales que ella misma había escogido, aún llenos de gotitas de rocío en sus pétalos y su interior; e inspeccionando que todo estuviera en órden, o al menos como ella tanto apreciaba, quitó sus guantes sacudiéndolos a su lado, y se dirigió al castillo para comezar a arreglarse para el evento.
Tomó un fresco baño, sumergiéndose en las cálidas aguas de su tina y dedicó ese momento para relajarse... deseaba con ansias vestirse y reunirse con su familia para recibir a los invitados.

Los rayos del sol se filtraban por unas gruesas cortinas de los grandes ventanales de la habitación, entre sombras se podia distinguir una pieza central, donde esta una cama de doseles grandes, a la par una pequeña mesa de finos acabados con un libro medio abierto con las paginas desgastadas y una mano puesta sobre él; La mano sobresalia de las sabanas de seda color vino de la cama que subian y bajaban al ritmo de una respiración pausada.

Toda tranquilidad se pierde cuando la puerta se abre con un gran estruendo, lo cual parece no cambiar la respiración debajo de las sabanas.
Una señora de media edad, con sudor en su frente y el cansancio marcado pasa por la puerta, entre murmullos y quejas, se dirige a los ventanales donde corre las gruesas cortinas que esconde la luz del sol, y posteriormente mira la cama, donde la posición de la persona debajo habia cambiado y ahora estaba hecha bolita ocupando todas las sabanas para taparse de la luz.

La señora bufo al ver la escena y tomando ambas esquinas de la sabana la jalo en un movimiento rapido, mientras decia:Ya es tarde mi señora, se debe levantar ya
La aludida al sentir la fria brisa abre los ojos en un solo movimiento y mira para todos lados antes de hablar -¿pero que pasa María?¿ porque me levantas asi? si es mi tia de nuevo dile que...- La joven no termino de hablar porque se habia quedado dormida de nuevo, María volvio a bufar y decidio que era momento de medidas extremas, despues de tomar una bocanada de aire comenzo a hablar: -Bueno mi señora, ya que no se quiere despertar, tendre que mandar una carta para convocar una reunión familiar y tendremos a todos sus parientes en... Antes que terminara de hablar, ya estaba una dama parada a la par de María, restregandose los ojos - Gracias María, ahora no podre dormir en un mes, pensando en mi familia

María sonrio triunfal y se acerco a la dama mientras decia:Los carruajes para el baile estan ya arreglados, pero una de las pequeñas damas estaba un poco inquieta, seria lo mejor que le hiciera una visita a su habitación.
La joven asintió con la cabeza y le hizo una seña a María para que las demas doncellas pasaran y la arreglaran para poder ir donde su hija.

Al estar ya lista se dirigio a los aposentos de Serena cantando y con un caminar pausado, al estar enfrente de la puerta toco una vez, y paso, una doncella estaba arreglando la cama y le hizo una señal de que la joven dama estaba en el baño, Pabuluz le hizo una seña para que se fuera y se dirigio a su hija con una sonrisa ensoñadora:- si sigues mas tiempo ahi, tu olor a jazmines sera demasiado fuerte, mi princesa-
Pabuluz rio al ver como su hija se sobreexaltaba al verla a ella ahi y dandole un poco de espacio le dijo te estare esperando en tu cama, termina de tu baño y me acompañas
Pabuluz se sento en la cama de su hija y la espero mientras pasaba una mano por los listones que estaban a su alcance

Salón de las Luciérnagas



Incialmente aquel hermoso salón no había tenido nombre, pero a pedido de la Duquesa fue bautizado de esa manera en honor al trabajo conjunto que demostraron los Valencianos en tiempos díficiles.

En aqueste lugar la guardia del castillo os recibirá a cada uno y os anunciará en el salón.

- Te ves... Y Trey le dio una rápida mirada -Pienso que si el rey fuera avariento, vos serías su mayor tesoro oculto. Se levantó sonriendo del banquillo y poniendo la flor en su cabello, ofreció su brazo para encaminarla. Venusita se sonrojó al escuchar las palabras de su amigo, para luego acomodarse bien la flor y tomar su brazo para salir de allí. Una vez en la calle, el jovencito desapareció unos minutos volviendo de a caballo... perooo... le dije que alquilara un carruaje!!! pensó, mejor era no decir nada, demasiado esfuerzo hacía el Arostegui para ir a esa fiesta, con protocolo y demás... ahh!! y bailar con ella una pieza... lo miró con cara de extrañada mientras esperaba sus excusas... que un príncipe la salvaria de la torre? siempre soñó con eso... es que su padre le narraba cuentos de principes azules y princesas atrapadas... pero no por ello debía practicar, era una excelente amazona, aunque nunca había montado de a dos. De un tris se encontró arriba del caballo detrás del rubio, sólo atinó a tomarse de su cintura del miedo que tenía y se aferró más fuerte a él cuando comenzó a galopar.

A los lejos se avistó un Castillo... elevado majestuosamente en lo alto de la montaña sobresalía por sobre el paisaje con sus antorchas encendidas. Entre ellos un gran jardín se extendía emanando el aroma de sus precoces flores, dada la corta vida que tenía la primavera por aquel entonces. Trey aminoró la marcha del equino hasta llegar a la entrada, la ayudó a bajar gentilmente... entre tanto él volvió a su divague por las flores y habló con una dama. La jovencita aprovechó para acomodarse el tocado, con tanto galope la flor que su amigo le regalara quedó en el camino, se enroscó un poquito los rulos sobre los hombros, se alisó el vestido, estiró bien las mangas y se pellizcó las mejillas para dar algo de color a su piel transparente... aunque con la galopada estaría sonrojadita ya que también seguía agitada. Nerviosa y ansiosa, sabía que iría mucha gente importante del Reino de Valencia y estaba espectante de conocer nuevos amigos...

Por fin el Arostegui se volteó hacia ella, le ofreció su brazo y luego los presentó ante el guardia esperando ser anunciados... ella le sonrió, apoyó en él la mano izquierda, con la derecha levantó levemente la falda interna del vestido y miró al guardia ofreciéndole su habitual sonrisa...

Después de ser anunciadas, Pabuluz siguió tomando la mano de su hija quien parecía entre emocionada y conmocionada, sus ojos estaban abiertos y su boca en forma de una clara admiración, sus mejillas sonrosadas la delataban ademas que toda ella parecía un poco más callada y eso si era de extrañar, por lo que presiono mas la pequeña mano de Serena entre la suya para infundirle valor, tranquilidad y apoyo.

Dentro de las paredes del castillo la brisa helada de la noche se esfumaba casi de forma mágica, parecía como un lugar distante ajeno al frío, una velada diferente sin lugar a dudas.

Al sentir el cambio de temperatura Pabuluz se quito el grueso abrigo que anteriormente su hija portaba y que ella coloco sobre sus hombros y se lo dio a un mozo para que lo llevará a su carruaje, y de esa forma pudo sentir como su piel se refrescaba.

El corredor hacia el interior del salón del baile estaba lleno de delicados detalles, y columnas por lo que no se dio cuenta cuando llegaron gran salón, en donde al cruzar las puertas la iluminación hacía ver como todo cobraba vida, sonrió al sentirme tan familiarizada y simplemente se dejo llevar, el sonido inundaba todo el lugar y llenaba a sus oidos y su alma de alegría, los vestidos y trajes de galas casi flotaban moviéndose al vaivén de las personas que iban llegando al lugar, las risas y voces se escuchaban sin cesar y caras conocidas y otras desconocidas comenzaron a llegar.

No paso mucho tiempo, cuando la organizadora y condesa, por quien habia sido invitada al baile, se acerco a ellas, una mujer que había logrado ganar la simpatía de la Quijada, y que por su manera de ser era respetada por todo el reino, la sonrisa de Pabuluz se ensancho al ver como su hija se tranquilizaba con la presencia de la Condesa, pero fueron sus palabras las que la sorprendió:me alegro vinieráis, ambas os veís hermosas. Bienvenidas seáis, no solo a esta fiesta sino también a este hermoso Reino. Lo que necesitéis, solo pedidlo y se os será dado
La Quijada devolvio la sonrisa a la Condesa y le dijo antes de verla partir: Gracias por la grata bienvenida Condesa y no se preocupe lo hare.

Tras ver a los demas invitados miró de reojo como la tristeza se iba colando por los ojos de Serena, por lo que comenzó a dejar viajar su mente para encontrar la manera de borrar esa mirada de su hija:Piensa Pabuluz, piensa ¿que puedo hacer para hacerla reir?mmmm, si le doy vueltas en el aire se reiria muy fuerte, asi que no, mmmmm, cosquillas tampoco son opción, ya se! me pondre a cantar, recuerda una canción, ya!... Los pensamientos de Pabuluz fueron detenidos al escuchar como su hija la llamaba

-Papi.. ha llegado ...maaa, Se queda parada Pabuluz en el mismo lugar donde estaba, mientras mira como su hija sale corriendo hacia una dirección al lado opuesto del salón, al seguir esa dirección, lo vió, esos ojos...

Su mirada se unio con la de él por un segundo, el tiempo suficiente para que su corazón emprendiera una carrera dentro de su cuerpo, suficiente para cambiar su forma de mirar, suficiente para hacerla suspirar.

Serena ya habia llegado enfrente de él, por lo que salto a sus brazos y miro como ambos sonreían, aunque no podía escuchar que hablaban dentro de ella, hubo una paz al verlos asi.

Comenzo a caminar rumbo a ese par mientras pasaba en medio de los demas invitados y les sonreía de forma natural.

Había llegado la hora del baile. Un par de horas antes el Borja se había dado un largo baño. Le encantaban aquellos relajantes encuentros con la bañera. En ella podía tirarse horas y horas. Solía llevar un libro, que se dedicaba a leer un rato, después depositaba éste sobre una pequeña mesilla de madera, y se relajaba en el agua, cayendo más de una vez en los brazos de Morfeo. Ése había sido el procedimiento exacto que había llevado, aunque esta vez se había demorado algo más de la cuenta. Pero gracias a Leopoldo -siempre tan oportuno ese viejo napolitano- había salido del baño a tiempo. Se secó, el críado le ayudó a vestirse, y viajó a Benicarló en el carruaje que ocupaba él solo. Normalmente, aunque tan solo fuera como acompañamiento durante el camino, Leopoldo solía ir en el carro con él, pero aquella noche la había dado libre al viejo criado.

Cuando alcanzaron Benicarló, el cochero se bajó y abrió la puerta. Descendió del carro, y sonrió, irguiéndose para evitar arrugas que estropearan su atuendo, hecho a encargo meses antes de manera especial para el Baile de las Luciérnagas. Había mandado hacer cuatro trajes distintos, y fue en una tarde de charlas con la Duquesa de Benicarló, cuando Kurt le mostró los cuatro atuendos, dando a elegir a la de Pern el que más le gustara. Eligió el primero de todos, y ése mismo es el cual vestía aquel día.

Con aquel jovial porte tan característico de él, se acercó al guardia y le informó de su nombre.
- Kurt Borja D'Agnillo, de Castellón -dijo con voz firme-.

Edmond observaba que seguían llegando más y más invitados dandole sorbo a la copa de vino, saludaba a todos con la mirada, viendo pasar a la dama Sinfonia, Rose de Anthares y más caras conocidas levantaba la mano, llegado el momento vio que llegaba la dama Dyp abriendose camino entre la gente, al lado vio que estaba el caballero Trey_niet al quien saludo - es un placer conocerle- a continuación saludo a la dama dandole un beso en su mano dulcemente, diciendole que sorpresa veros por aquí, deseo que lo esteis pasando bien, mientras le miraba y le susurraba deseo que me concedaís un baile, sonriendole muy alegremente.

Al escuchar al guardia y acceder al salón junto a la dama Dyp sonriendole, se sorprendía por ese beso en la mejilla repentino correspondiendole de igual forma besaba sus hermosas y dulces mejillas, recordando en el tiempo que eran prometidos, sentía aún un sentimiento especial por ella, así que lo importante era divertirsen - se decia hacia sus adentros- respondiendole a la dama, estoy deseoso de poder estrecharos en mis brazos y bailar al son de la musica... mirandole picaramente y de forma muy divertido se sentía feliz de ese gran momento junto a ella.

Había llegado el baile de las Luciernagas aquel que habían esperado su hija Olimpia y ella misma desde hace un buen tiempo antes de la incursión de piratas italianos a tierras valencianas... Era ya de noche y seguramente los invitados estaría llegando ya al Ducado de Benicarló junto a la compañía de los duques; Danpi le pedía a sus doncellas que terminaran de arreglarle los últimos detalles (joyas) para que fueran a terminar de organizar a su hija Olimpia que seguramente estaría inquieta por la demora, ya que a ella le gustaba la puntualidad... así que al terminar les ha dicho - Juana y Encarnación, vayan a la habitación de mi hija Olimpia y cuando ella ya esté lista han de comunicarme.

Fue así que dirigieron rápidamente a la habitación... - Señorita, vuestra madre nos ha enviado, quiere que... Nos les dejo decir ni una palabra más cuando les ha direccionado en lo que han de hacer. Cuando han terminado una de ellas Encarnación tal cual como el había ordenado Danpi se ha dirigió hacia ella y le comunico que Olimpia ya estaba lista, así que Danpi le ha dicho... -Gracias, ve y sigue con tus deberes que ya me dirijo a ver a mi hija que seguro estará bellísima.

Camino hacia la habitación de su hija teniendo cuidado de no hacerle arruga alguna a su vestido, abrió la puerta y al verla tan linda a ella la abrazo y le ha dicho... - Estas muy bella Olimpia, se nota que no has perdido detalle alguno... se apartó un poco le dio beso en cada mejilla, la tomo de las manos y dijo... -y bueno no perdamos más tiempo que es hora de salir.... -Juana, ve donde Pedro y dile que tenga listo el carruaje, que ya vamos a salir.... -Vamos hija, es hora.

Salieron hacia el ducado de Benicarló, mientras hacían el recorrido hablaban entre las dos de una cosa y de otra, entre ello... -Mamá, mira el cielo está algo nublado, espero no llueva. Miro un poco y dijo... -Olimpia vamos, no te preocupes que si llueve no nos mojaremos ni por una gota., le sonrió un poco para que se tranquilizara su hija y continuaron charlando sin percatar que pronto llegarían. Cuando llego el momento Pedro les abrió la puerta del carruaje y les ha dicho... -Ya hemos llegado Señora y señorita al palacio de Benicarló

Al llegar se dirigieron al salón de las Luciérnagas que estaba siendo direccionado por los guardias quienes les informaban por donde pasar..... las puertas del salón abiertas de par en par, un guardia anunciando a los invitados y al llegar a la entrada Danpi se acomodó su vestido. Fue en ese momento que Danpi se dirigió al guardia y ha dicho ....- Buena noche, soy la dama Danpi von AltRupin y mi hija la dama Olimpia Arostegui von AltRupin.

Tras vestirse y ponerse el, su, bello traje diseñado x la bella, y elegante, dama, dulce, de Taurica se dirigió rápidamente hacia la fiesta el baile de las luciérnagas tras llegar le pide al guardia que se le anuncie, como Pok Arias d´ Aberhoof

Hola muy buenas tardes días jee yo soy Pok Arias d´ Aberhoof

AL pasar, llegar va co se dirige muy rápidamente hacía con la bella dama de Serena y sus padres

Buenos días, tardes, noche jeje, como es que tu ustedes están? hoy? en esta bella y o dulce noche? jee :p X cierto que bella esta usted hoy bella dama Pabuluz jee mi bella dama y que bien vestido esta el caballero Kurth ejej:P

Se inclina ante ella la bella dama de Pabulluz, le da un besito en la mano y le da la mano al caballero señor Kurth eje

Y que bella esta su hija hoy eje es su hija la bella dama de Sere eje Serena je Emp.

Mirá x allí esta al bella dama de mi amiga DY jee y parece ser que Trey también esta jee vamos con ellos? a saludarlos? je e

Mientras se le acerca a Dy, saluda a los demás

Hola dama Dy eje hola Trey eje, como estas? están? hoy? en esta bella y dulce noche? eje

Se acerca a Trey y le dice: Que bella esta tu hermana hoy ejej , esta noche eje, Sere, a, quien le hizo el vestido a la dulce bella dama de sere su abuela' Taurica? eje P: pues esta muy bella bello, lindo, el traje y ella también ej

Penderyn habia escuchado como su nombre era anunciado ante y por lo tanto se hacia su solciitud para pasar al gran salon, definitivamente ña descripcion en palabras se habia quedado corta, el lugar era demasiado elegante y los asistentes vestian sus mejores prendas, todo esto le hacia pensar que apesar de los problemas Valencianos en politica y economia, siempre hay tiempo para la diversion en este hermoso reino

Al mismo tiempo observo, como la mas galante gente del reino se acercaba a pocos conocia y agradecia el momento para poder entablar una charla con ellos, a lo lejos veia como los señores de Jativa hacian su llegada, algunos de Segorbe y como su amiga Dypam llega al lugar, se acerco entonces a saludarla y dandole un beso en la mano

Amiga mia, que bella estas hoy, me alegra verte en este lugar y por supuesto me conceda unas cuantas piezas de baile

Voltio su mirada y diviso a Pok, acercandose estrechose la mano y aunque no era el anfitrion le deseio la bienvenida

Poco a Poco todo iba siendo de este un gran evento que en Valencia jamas a de olvidar

Finalmente y despues de no saber que elegir Ninfa salia con un vestido que resaltaba sus facciones pálidas,para recibir a Vladislav quien la llevaria al baile en una hermosa carreta... -Te ves muy linda Ninfa gracias por ser mi acompañante esta bella noche te prometo que nunca la olvidaras y que la pasaremos muy bien... hoy olvidaremos el amargo pasado mi dama... le decia mientras la recibia con una sonrisa de satisfaccion gracias Vlad, tambien te ves muy bien me encanta el color de tu traje... y yo que tal me veo? a ya se!!! seguramente no esperabas llevar a la chica mas linda del reino verdad?..... le preguntaba en tono de broma con una cálida sonrisa démonos prisa papá nos debe de estar esperando y no le gusta hacerlo .... le dije mientras le daba la mano para ayudarme a subir al carruaje

Una vez ya en el castillo, se dio cita con su padre el cual efectivamente estaba ansioso por su tardanza.....papá ya estamos aqui lo siento mucho si te hice esperar, pero que puedo decir vampira o no como buena mujer, no sabia que ponerme disculpa la tardanza.... le decia mientras le daba un beso en la mejilla y sonreia feliz,aunque esa sonrisa se esfumo cuando se dio cuenta de que Claude habia olvidado mencionar el nombre de Vlad, pero el mayordomo tan astuto y a sabiendas del descontento de Ninfa,inmediatamente corrigió con el guardia y dio el nombre del caballero Vladislav Dragula para ser anunciado antes de terminar de abrir las puertas y dar el paso asi a los cuatro personajes hola Paris estas divina, que linda te ves....
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Ysuran e Ibelia fueron anunciados por el Guardia del Castillo y entraron al gran salón Dorado, engalanado para la ocasión sin reparar en lujos y comodidades para agasajar a los invitados.

La fiesta ya merecía la pena, no solo por el magnifico enclave, sino también por lo granado de los invitados e ilustres anfitriones.

-Ysu, ya verás que bien que lo vamos a pasar. Le decía a su esposo mientras entraban del brazo e iban saludando a los invitados que habían llegado.

Se acercó la anfitriona muy bella y sonriente para darles la bienvenida con un par de besos que Ibel devolvió con cariño a la duquesa de Benicarló, sonriendo por sus palabras.

- Ibelia, que hermosa lucís y cuanta alegría me da veros después de tiempo, nos vimos en Castilla, aunque poco.

-Gracias. Es un gusto para mí también Duquesa, esperaba con ansiedad este baile, gracias por organizarlo y recibirnos en este hermoso Castillo.

Luego la Duquesa miró a Ysuran, le dio un abrazo y le dijo -tan fuerte y serio como siempre. Bailad mucho con vuestra esposa y prometedme, si ella lo permite, una pieza de baile luego.

Ibelia contemplaba a su esposo, y le vio algo azorado por las palabras de la Condesa. Ibelia asentía divertida mientras su esposo se decidía a contestar, diciendo.

-Por mi no hay inconveniente, hay que divertirse, espero bailar mucho y que los caballeros no permitan que ninguna dama quede sin baile esta noche.

Se apartaron para que la anfitriona siguiera recibiendo a los invitados y saludaron a los otros miembros de su familia.
Se acercaron a Ederne y su esposo Nicolino.

-Dama Ederne, que bella se os ve.
-Nicolino, buenas noches, ¿que tal os va? Les dijo sonriendo.
-Es una fiesta preciosa. Me alegro mucho de que al final se pudiera celebrar aunque fuera un poco más tarde de lo previsto.

Los dejaron para que saludaran a los demas invitados. Y en seguida vieron a Dypam que se llegó a saludarles.

-Que placer encontralos aquí, tanto tiempo sin verlos, les dijo con una sonrisa.
-¡Hola Dypam! ¡¿Cómo estas? Me alegro mucho de verte; estás preciosa como siempre. Le decía Ibel.

-Esta nueva moda nos sienta a todos de maravilla. Si es cierto, desde los días en Denia que no nos veíamos.
Hemos estado de viaje por Castilla y Aragón y hemos tenido oportunidad de conocer aquellas tierras y sus gentes.

Y siguió hablando con la dama un rato. Hasta que otros invitados se acercaban a saludar.

No deseo descolgarme del cuello de papi, pero debo mostrarle mi vestido asi que le digo a mi pa

-Mírame papi...me lo regaló la abuela ! -- le digo mientras doy un giro y mi falda se infla llenándose de aire, y ahi me doy cuenta que mami ya está a nuestro lado pronta a abrazar a papi, los miro y me llena de orgullo ser hija de ambos.

Al instante se acerca Pok muy bien vestido, y acercándose a saludar a mis padres ..

-Que valiente es Pok, sabiendo que mis padres lo mantendrían alejado - pienso y sonrío

Gracias Pok por tu elogio, y que tengas una linda noche - respondo inclinando mi cara en son de saludo.

Al alejarse me doy cuenta de toda la gente que ya ha llegado y me acerco a saludarlos

Hermanito Trey, que guapo....y tu muy bonita estas Venus...

Hola Dypan! siempre tan deslumbrante...caballero Edmond_rostand

Alcalde Penderyn! encantada de verle

Dama Ederne! Caballero Nicolino....

Don Ysuran de Pellicer y su esposa, doña Ibelia Jordan un gusto conocerles
,
y asi seguí caminando saludando a todos, pues como impulsada por una energía especial...sería por ver a mi padres juntos ? si!!!! - me digo mientras sigo sonriendo y veo llegar a mi abuela Taurica.

Abuela Hola ! que bella has venido! ..pero abue no venias con Olmpia y su madre?...no importa abue ven conmigo que está papi y mami...- digo sonriendo y feliz de ver gente de amigos que quiero mientras que con abue nos acercamos a mis papis
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Veía la gente pasar por entre las inmensa puerta que se veían desde la entrada,como siempre con la mayor serenidad,atino a bajarse del carruaje y entrar con su traje elegante,aunque se sentía un poco desilusionado por el entrar solo a aquella fiesta,mientras su amor iba en un barco rumbo a la capital de Aragón, pero bueno intentaria hacerse al ambiente,camino despacio hasta donde estaba el maestro y le dio su nombre en voz baja

- Tailer Burgas i Vallelin

Luego de esto espero a que lo anunciaran para pasar a ser parte del evento mas cotizado de la temporada en la ciudad de castellón

Tras despedirse del Duque en Morella, resolvió unos cuantos asuntos que le quedaban en el aire y bien presto mandó ensillar su caballo, negro como el tizón, para que sus cascos galoparan lo mas raudo posible hacia el Ducado de Benicarló, donde el baile de las luciérnagas estaba a punto de dar comienzo, y él, como de costumbre, llegaba tarde, agobiado muchas veces por sus quehaceres diarios.

El camino no estuvo exento de complicaciones; el camino embarrado por las últimas lluvias que daban paso a la primavera no permitía forzar mucho al animal, la armadura que llevaba Híjar, que venía de servicio, pesaba de forma extra junto a otros bártulos que tenía que llevar consigo, una correa de la silla estaba rota... amén de que el caballo no tuviera ruedas, porque seguro que también se hubiese pinchado una.

Una vez llegó, fue a cambiarse a una habitación y, tras ataviarse con los ropajes que muy amable y eficazmente habían hecho para él las señoras costureras que habían sido contratadas expresamente para tal evento, buscó con la mirada a su esposa Patricia y fue junto a ella para ir juntos adonde el guardia esperaba para anunciar la llegada de los que iban llegando.

Se encontraba degustando el vino de su copa alzada a la altura del mentón cuando descubrió que su hija le había encontrado antes que él y se acercaba a paso apresurado en su dirección. Apenas tuvo tiempo para dejar el vaso sobre el mesón cuando ella llegó y se lanzó a sus brazos. No tuvo de otra y le respondió alzándola un poco en el aire. Estaba bellísima esa noche.
La estrechó con fuerza entre sus brazos
-Mírame papi...me lo regaló la abuela !
-Te ves preciosa mi niña, como un angel caído por suerte en la tierra para poder ser contemplado.- Sonreía el castaño a la par que la niña le enseñaba su vestuario en una vuelta y le comentaba unas que otras cosas.
El Castaño miró por detrás de su hija y distinguió a su "morenaza", sonrió divertido al verla y escuchar lo que tenía para decirle tras tanto tiempo alejados.
!Mi trovador!, pensé que tendría que ir a Játiva para traerlo yo misma... Te extrañé-Le guiñó el ojo y tomo su mano, mientras Serena se separaba un poco para saludar a más personas.
!Mucha gente! Sería una noche espectacular. Posó su boca sobre los labios de Pabuluz y en un susurro explicó;
-Mi Julieta... Pensar que te dejaría a ti moverte para llegar a mi... es como pensar que más allá de las fronteras, no hay guerras.-

Divertido jugueteando se encontraba, cuando el semblante de la mujer cambió y el Arostegui distinguió a Pok acercarse. Soltó por unos instantes la mano de su pareja para dar un caluroso abrazo a su amigo y saludarlo con alegría. Si Pok estaba, seguramente Dy también. Bromas, bromas, sí.
Tras conversar brevemente Pok se retiró y Kurht regresó su atención a la morena.
-Y dime... ¿Qué es lo que me he perdido? ¿Por qué esa reacción?- Estiró su mano libre a la barra y le alcanzó una copa de vino, se la ofreció y esperó le contestara, sin embargo, justo se encontraron con otro conocido!
-Bendita noche la que espera- Rió

Patriii llegó al baile con su marido y el guardia les anunció ella se puso bastante nerviosa vio llegar a Rose hacia ella.

-Mi querida Patrii, mi valiente capitán. Hoy, esta noche, os olvidaréis de vuestros deberes y os divertiréis mucho. ¿Me lo prometéis? -Rose la abrazó y Patriii correspondió su abrazo sonriendo-Pasad, ya conocéis de sobra el lugar. A divertiros!-Patriii asintió con suavidad.

-Seguramente nos divertiremos mucho-Dijo pasando la vista divisando a unos cuantos conocidos.

Unavez anunciados por el guardia del Castillo, dio paso para que entrara su Hija Ninfa, junto a Vladislav, y luego entraron Paris y Vlo, este Ultimo vestido con su Traje, en sus manos ocho de sus diez dedos eran vestidos por anillos de plata que reflejaban las luces del Salon, antes de seguir entrego su baston, a Claude, al momento que le instruia de esperar afuera.

Cuando caminaba diviso a la Dama Dypam

Muybuenas Noches tenga usted, Bella Dama

Luego de recibir el baston y las instrucciones de su Señor, decidio matar el tiempo caminando por las afueras del Castillo, caminando por los verdes jardines, y por el patio donde cultivaban la Vid, alli permanecio un largo momento disfrutando de la agradable noche

Una vez anunciada la presencia de la Di Valiant junto a su amado novio Vlokoslav, Paris entra radiante al salon como de costumbre,mientras pensaba: es tiempo de retomar la vida social a la cual estaba acostumbrada,mientras responde al saludo de la dama Ninfa y demás presentes...con elegancia le solicita al mayordomo Claude que le acerque una copa para entrar en ambiente...

Qué noche maravillosa era aquella que estaba transcurriendo en el ducado de Benicarló. Damas y caballeros iban llegando luciendo exquisitos trajes y vestidos, y joyas que relucían centellantes en el salón principal.

La menor de las Berasategui saludaba felizmente dando la bienvenida a los invitados y disfrutando de aquello que comúnmente no solía presenciar. - Muy buenas noches caballero Kurt, me alegro teneros aquí esta noche – expresó cordialmente la jóven al ver adentrarse al de Borja. Fueron ésas las únicas palabras que sus labios alcanzaron a pronunciar al verlo. Sabía de su existencia pero fue allí la primera vez que lo tenía delante de ella y sus nervios como anfitriona le jugaron una mala pasada. Pudo haberle felicitado y concordado en que ambos iban a ser tíos... o preguntarle sobre la confección de su esbelto traje… o del mismo tiempo, pero nada salió de su boca, simplemente alzó su mirada y viendo a su madre junto a su gran amiga y su bella hija que hacían su entrada en el ducado, se excusó amablemente con el caballero, imaginando que volvería a cruzarlo en el transcurso de la velada y podría reparar su traspié.

– Danpiiiii !!! Olimpia !!! al fin han llegado! Que alegría verlas y qué guapas están ambas! Noche de baile y diversión, a no olvidaros! – se apróximó Juliane a ellas alegremente, y olvidándose por un momento de todo noble protocolo, estrujó a su amiga con un cariñoso abrazo, pero esta vez evitando despeinarla – Olimpia, tanto sin verte, qué elegante luces, bienvenidas sean ambas, veo que ya conocen a mi madre – continuó Juliane entre sonrisas mezcladas con las charlas de los presentes.

Mientras recorrían juntas el salón, reconoció a lo lejos los rostros de Tailer y más atrás de su querida Patriii, acompañada de su esposo Hijar a quienes saludó cortézmente a la lejanía, gesticulando un ademán en su cara y regalándoles una gran sonrisa de bienvenida.

- Diablos, maldita sea mi suerte

Lázaro había tropezado con una malencarada y altiva piedra que se cruzaba en mitad del camino, cerca del Castillo de Benicarló, que se alzaba majestuoso al fondo y del que no podía apartar la vista para mirar el suelo. Por fortuna no dio con sus huesos en el suelo y pudo salir con cierta honra del tropezón, pues no reparó en él demasiada gente, nadie tal vez. Aunque un pequeño grupo iba unos pasos detrás de él, pero con fortuna estarían ocupados mirando el castillo.

El servicio tendría trabajo aquel día, no dejaban de llegar los invitados y eso que aún faltaba tiempo para el comienzo del baile. Lo condujeron rápidamente a la gran sala de las luciérnagas, aunque todo el paseo que lleva a ella fue un auténtico deleite para los sentidos. Al fondo del pasillo le pareció escuchar algo extraño ¿Peñalver? No, sin duda debía haberle engañado su oído, que no era tan fino como le gustaría.

- Bueno, allá vamos -se dijo a sí mismo- espero que no hayan escatimado con los refrigerios y los tentempiés.

Llegó a la entrada de la Gran Sala, se atusó el jato y aguardó la presentación de los guardias.

Finalmente fue anunciada por el Guardia.

Repentinamente, un espíritu de altivez se apoderó de ella. Y no era para menos dado al lugar donde se encontraba, pues no era una cena en la hacienda, era un baile ni más ni menos que en el Castillo de Bencarló. Se adornó entonces con una sonrisa y sus ojos brillaron, encantada con el evento, recordando los bellos bailes a los que la llevaban sus padres cuando era una joven damisela en edad casadera.

Bajaba las escaleras con cuidado porque si se caía perdía el glamour y se encontró con su querida Rose quien la saludó con mucha efusividad y cariño -Pero que hermosa hebéis quedado! veo que se han lucido con vuestro traje, estoy segura deslumbraréis en el baile- le dijo mientras le daba un abrazo -Prometedme os divertiréis y bailareis mucho. Y si necesitais algo, no dudéis en pedirlo- le sonrió y volvió a abrazarla.

-Querida Rose, no lo dudes ni un segundo! Esta noche me divertiré y solo tendré buenos recuerdos. Además es una oportunidad perfecta para medir la moda del Reino. Con tanta Dama Aristocrática y Burguesa esta noche, imposible no ponerse al día o en su defecto, notar la falta de criterio en materia de moda - le dijo en tono de cotilla. Intercambiaron un par de palabras más, pero como era la Anfitriona, Rose tuvo que seguir recibiendo a sus invitados.

Avanzó un poco más, buscando su mesa, cuando su nieta Serena apareció y la abrazó con cariño recibiéndola -Abuela Hola ! Que bella has venido! Pero abue no venias con Olmpia y su madre?...No importa abue ven conmigo que están papi y mami...- le dijo mientras la tomaba de la mano y la llevaba. Táu, sonriente, le dijo -Creo que con Olimpia y Danpi no nos pusimos muy de acuerdo y han llegado por su parte, pero bueno, lo importante es estar, no?-.

Llegaron ambas a la mesa, donde pudo encontrar a su amado hijo y a su nuera.
-Pabu, que hermosa estás... bueno, ¿cuándo no?- le dijo a la madre de su nietita, a quien quería mucho. Luego se dirigió a su amado hijo y sonriendo le dijo burlona-Vaya, si no es por la presencia de estas dos bellezas no vuelves, ¿verdad?- enseguida abrió sus brazos y lo estrechó con amor.

Un poco nervioso Apolo iba caminando junto a su amada. Era la primera vez que acudía a un baile con ella. Y además con tantos invitados ilustres y con toda la nobleza del Reino allí reunida.

- ¿Te importa si te tomo de la mano, mi hermosa Lirdi? - le pidió.

Luego miró a Garion y a la joven Irisbel, y finalmente de nuevo a Lirdi, e inspiró profundamente.

- Vamos allá - pensó.

Su madre le había advertido que debía portarse bien, una y otra vez. ¿Acaso no era él, Garion McGregor Jones, un ejemplo de buen comportamiento?
_Si Mami. Yo siempre me porto bien. Seré un caballero como mi padre...Mejor como Apolo._ Respondió sonriendo inocentemente a su madre mientras su mano en el bolsillo de los pantalones revolvía unos suvenires que traía para...

Garion se puso derecho y con cara seria de "grande" cuando su madre anunció sus nombres. Entró caminando detrás de Lirdi y Apolo, junto a la hija de la condesa. Miraba hacia todos lados con curiosidad. ¿Allí habría algún otro niño?

El trovador alacantí, joven, ágil, atrevido y tan bueno con las palabras y el laúd como embaucando gráciles doncellas con sus ojos verdes y falsas palabras de amor, había llegado a Benicarló, casi en la otra punta del Reino, motivado, esperanzado y deseoso de ascender pasando a integrarse a la Corte de algún noble. ¡Cuando oyó sobre el Baile, sobre la música, y sobre la escasez de trovadores, fue el primero en toma sus cosas y probar su suerte!. Fue así como por medio de los Borjas (que solían tener numerosos contactos en los bajos fondos...), salió emocionado y endeudado de por vida de aquella taberna de Alicante, llevandose consigo a su socio del tabalet y el chiflo, como al moro de la dolçaina.

De esa manera ahora se hallaba allí, intentando elegir qué cantar.¿De batallas? No, no. Si era un baile. Tonto él. ¿De traición?, lo descartó rápidamente, pues creerían que algo insinuaba. Por otra parte, por lo menos tres cuartos de los romances que se sabía acababan con algún degollado. Y mucho le costó recordar alguna canción de aquellas que había aprendido viajando por Tolosa, cuando disfrutaba de su vida bohemia antes de regresar al hogar.

Fue así como, carraspeando y aclarandose la voz, detuvo a los ministriles que tocaban hasta entonces, y pisandole el pie al moro que respondió con un grito y comprendió que no debía distraerse pues comenzarían ya, empezó a cantar así, melódicamente y con rima:

De Francia partió la niña, de Francia la bien guarnida,
íbase para París, do padre y madre tenía.
Errado lleva el camino, errada lleva la guía,
arrimárase a un roble por esperar compañía.
Vio venir un caballero que a París lleva la guía.
La niña, desque lo vido, de esta suerte le decía:
—Si te place, caballero, llévesme en tu compañía.
—Pláceme, dijo, señora, pláceme, dijo, mi vida.
Apeóse del caballo por hacerle cortesía;
puso la niña en las ancas y él subiérase en la silla.
En el medio del camino de amores la requería.
La niña, desque lo oyera, díjole con osadía:
—Tate, tate, caballero, no hagáis tal villanía,
hija soy de un malato y de una malatía,
el hombre que a mi llegase malato se tornaría.
El caballero, con temor, palabra no respondía.
A la entrada de París la niña se sonreía.
—¿De qué vos reís, señora? ¿De qué vos reís, mi vida?
—Ríome del caballero y de su gran cobardía:
¡tener la niña en el campo y catarle cortesía!

Caballero, con vergüenza, estas palabras decía:
—Vuelta, vuelta, mi señora, que una cosa se me olvida.
La niña, como discreta, dijo: —Yo no volvería,
ni persona, aunque volviese, en mi cuerpo tocaría:
hija soy del rey de Francia y la reina Constantina,
el hombre que a mí llegase muy caro le costaría.

Si se pudiera irradiar la alegria en el cuerpo, ella estaba segura que brillaria. Estaba muy contenta charlando con todos y de ver que cada vez aparecía más y más gente.

Ederne fue hasta ella - Madre quizás falta un poco de música - le susurró - iré a pedir a los músicos que comiencen con algo suave - ella le sonrió - Gracias hija mia, es una gran idea y por favor, que los trovadores continuen como hasta ahora - le acarició la mano y la dejó partir a sus iniciativas.

Un nuevo anuncio del guardia la hizo acercase a pasos lentos, el primero, el Comisario de Valencia - Bienvenido seáis - le sonrió - y más me alegro de al fin conoceros. Se sois el sobrino de mi buen capitán Hijar, me ha hablado de vos y ha dicho sois un joven prometedor. No se equivocaba - se tomó de su brazo y le llevó hasta donde estaba su familia - queridos mios, este caballero es Lazaro, hijo de Neopirate de Peñalver - sonrió y luego lo miró - podréis disfrutar de la hospitalidad de Benicarló y si tenéis ganas de oir historias, buscadme luego, os contare algunas bastante buenas de vuestro padre.

El siguiente anuncio le hizo abandonar la charla con el de Peñalver y tras una sonrisa fue nuevamente hacia la puerta - Doña Lirdi - fue hasta ella y le besó la mejilla - pensé ya no veniaís y pensaba mandaros a raptar - rió - me alegra mucho asistáis al baile y espero os divirtáis mucho - miró al caballero que muy galantemente vestido, acompañaba a la señora de Segorbe - asi que sois vos quién ha robado el corazón de Lirdi - sonrió y luego miró al pequeño - que hermoso niño! - se inclinó un poco y le acarició la mejilla - se parece a su madre - miró luego a Irisbel - tiempo sin veros jovencita y seguis tan hermosa como lo es vuestra madre. A ver si ella viene a acompañarnos.

Cuando los Jones se acercaron a saludar a su familia, la de Pern buscó la mirada del Duque. Éste le sonrió amablemente y aquello hizo que su corazón latiera fuerte, como siempre.

Mientras se estaba peinando con una fuerza tal que parecía que no iba a dejar un solo cabello sobre su cabeza, la puerta se abrió tras una discreta llamada.

-Señorita, vuestra madre nos ha enviado, quiere que...

-¡No hay tiempo! ¡Corred, ayudádme, por lo que más queráis! ¡Por más que me lo cepillo no me acaba de quedar bien, y aún me tengo que poner el vestido, los chapines, el tocado, los adornos...! ¡Encima creo que se ha roto una ballena del corsé y se me está clavando en el costado! ¡Pero lo tomaré como penitencia por las almas paganas, que hay muchísima prisa! ¡No hay tiempo! ¡Corred! ¡Vamos! ¡Ay, qué sofoco!

A marchas forzadas y azuzadas por la serenidad que mostraba Olimpia, la fueron vistiendo como mejor pudieron, vigilando que el vestido no quedara ladeado ni torcido sobre las enaguas. Después de tranquilizarla un poco haciéndole ver que aún había tiempo, lograron sentarla en una silla y distribuirle el pelo en varios mechones que fueron trenzando, alisando y recogiendo hasta darle la imagen que ella deseaba. No podían faltar en modo alguno sus preciados rodetes, que llevaba desde hacía meses, y que además en Valencia resultaron ser el peinado típico.

Cuando el peinado estuvo preparado, Olimpia dirigió una mirada especial a las sirvientas de su madre, como una súplica. Una de ellas sonrió y abrió el joyero con las alhajas que su madre había destinado para ella en aquella noche tan especial. Sus ojos claros parecieron brillar más aún cuando abrió el cofrecito, porque contenía varios aderezos de perlas que irían muy bien con el conjunto. Solía llevar joyas muy sencillas, pero su madre debía haberse dado cuenta de que se estaba convirtiendo en una señorita y le permitiría llevar aquellos adornos de deslumbrante belleza. Se quedó mirando el interior del cofre sin parpadear, y Juana tuvo que carraspear para que reaccionase.

-Señorita, volved de vuestro ensueño, que al final vais a llegar tarde.

-¿No es acaso maravilloso este collar? Bueno, se que la mayoría de damas lucen a diario otros más lujosos, y que para un baile tan importante, sus aderezos serán mucho más impresionantes si cabe, pero...nunca he llevado nada tan espléndido como ésto y estoy extasiada, no me lo puedo ni creer que mamá me deje llevarlo, ¡Y mira, la sortija de la abuela!

-A fin de cuentas, ya casi tenéis quince años señorita, estáis en edad de merecer. Os he cortado una rosa del jardín para que os la pongáis en el pelo. Os favorecerá mucho.

-¡Gracias! Pero...¿de qué jardín la has cogido? No hay rosas en el nuestro.

-Sí, en efecto, os favorece mucho.

-...

Cuando estuvo absolutamente lista, mandó a Encarnación a llamar a su madre y mientras tanto, Juana la iba perfumando a la vez que se miraba en el espejo. Estaba bastante satisfecha con el resultado, más que nada por el vestido, que se lo habían tenido que hacer en muy pocas horas, pero el resultado era magnífico. Sonrió contenta. Había esperado mucho un baile que amenizase un poco el ambiente, y como tuvo que ser pospuesto por la invasión italiana, ahora las ganas de ir se habían incrementado notablemente.

Cuando llegó su madre, Olimpia quedó admirada de cómo iba arreglada y el vestido era una maravilla para los ojos. Estaba preciosa, y ambas estuvieron revisándose mutuamente los atuendos con gran placer al ver que tanto esfuerzo parecía dar resultado. Después su madre comenzó a dar las órdenes precisas para salir.

-Y bueno no perdamos más tiempo que es hora de salir.... Juana, ve donde Pedro y dile que tenga listo el carruaje, que ya vamos a salir.... Vamos hija, es hora.

-Encarnación, ¿está lista mi tía?

- Creo que ya ha salido hacia el Palacio, señorita, porque al ir a avisar a la señora, he visto personas salir en dirección a los carruajes, y creí reconocer a vuestros parientes. Seguramente la señora Taurica fue con sus nietos al baile.

-Ah bueno, ya has oído mamá, se han ido. Si es que es demasiado tarde. No nos demoremos más.

Esperando al carruaje, se asomó a una ventana, y observó que en realidad no era tan tarde, pero estaba oscureciendo más de lo normal a causa de las nubes. Sería preocupante si eso pasaba, con los tocados y los vestidos, pero su madre la tranquilizó. Aún así Olimpia tenía recelo y se pasó todo el viaje asomada, mirando con preocupación el cielo.

Cuando al fin llegaron ante la puerta donde tenían que identificarse para ser anunciadas, le pareció que que el mundo exterior se desvanecía y de repente únicamente existía el interior del palacio. Todo estaba decorado con un gusto exquisito y el conjunto daba una imagen de gran suntuosidad. Una vez que las anunció el heraldo, pasaron al gran salón y sus inquietos ojillos azules recorrieron la estancia en busca de rostros conocidos. Los fue encontrando poco a poco, y así llegaron hasta donde estaba la Duquesa, ante la que se inclinaron, mientras ella las recibía muy amable con una cálida bienvenida.

-Que agradable sorpresa veros por aqui, sin duas hoy tengo muchas suerte. Juliane se pondrá feliz de veros, por favor, id con ella y recorred cuanto gustéis, espero, si la velada lo permite, hablar con vosotras mas tarde.

-Es todo un placer, Excelencia, el ambiente es sublime. Os agradecemos vuestra hospitalidad. ¡Y cuánta gente ha venido! ¡No sabía que estaría también vuestra hija, pero me habéis dado una alegría!

Mientras su madre hablaba con la Duquesa, los pensamientos se sucedían en la mente de Olimpia. ¡Iba a estar Juliane! ¡Qué maravilla! Su madre debería habérselo dicho. O quizás lo había hecho efectivamente y la habría pillado distraída mientras intentaba recrear los peinados de moda franceses frente al espejo con Juana, pero ahora eso carecía de importancia.

Volvió a barrer el salón con la mirada y no pudo dejar de saludar a todos en aquel buen ambiente que reinaba. Le alegró especialmente reencontrarse con Pok y Dyp. Aparte de varios amigos, también vio varios rostros nuevos y otros que le sonaban, y los saludaba inclinando sonriente la cabeza, pero no conocía a demasiada gente.

Enseguida divisó a su familia y fue con su madre a saludarlos. En concreto observó que Trey venía muy bien acompañado y disimuló una sonrisa risueña con el pañuelo, fingiendo toser. Su sobrina estaba radiante y había elegido un conjunto muy favorecedor, al igual que sus padres. También apareció por allí la tía Taurica, que al parecer no había viajado con sus nietos, y rieron la confusión.

Entonces escucharon una voz que las llamaba. Allí estaba Juliane. La abrazaron con muchísimo cariño

-Olimpia, tanto sin verte, qué elegante luces, bienvenidas sean ambas, veo que ya conocen a mi madre

-¡Oh, tú sí que estás radiante! La última vez que te vi fue en tu bautizo, no sabes la alegría que me da verte, mi madre me habla muchísimo de ti. hemos pasado mucho tiempo en Tortosa, pero ahora sí venimos para quedarnos.¡Oh, y tenemos que hablar de nuestras cosas jiji!

Se pusieron las tres a conversar animadamente mientras recorrían los salones, a la vez que Olimpia procuraba asociar los nombres con las caras desconocidas.

El de Xàtiva no se había apartado demasiado de su esposa cuando su hermano se acercó a saludarle afectuosamente, como era costumbre en la familia. Ante todo siempre estaba el apellido y su Casa, y siempre sería así. Económica y políticamente influía en gran medida aquella especie de lealtad que no solo garantizaba su supervivencia sino su beneficio y progreso como conjunto. Y en la Curia o las Cortes de cualquier monarquía, ese tipo de lazos podía ser la diferencia entre la vida o la muerte, tanto como las traiciones entre parientes podrían ser devastadoras. Sonrió, feliz de verlo. Luego tendrían una larga charla.

Levemente, estiró el cuello por sobre la altura de las demás cabezas y gentes que empezaban a llenar el gran salón, buscando a algunos conocidos en particular. Desgraciadamente, no descubrió a ninguno a primera vista, ni tampoco vio al Bournes. Desde hacía ya un tiempo deseaba tratar ciertos temas con él, que incluían monedas de oro, empréstitos y negocios varios. A pesar de haberse ganado en toda la península ibérica fama de usurero y comerciante, el Borja no atendía prejuicios a la hora de cerrar tratos.

Y mientras su esposa saludaba a algún recién llegado, se acercó a una mesa y hundió su copa en el cuenco de trabajado cristal veneciano lleno de aquel ponche, aparentemente mezcla de un buen vino frío (lo habrían sacado hace poco de lo más profundo de la bodega de Benicarló, otor lugar a visitar), y zumo de diversas frutas, entre ellas naranjas. Se preguntó si aquella novedosa receta habría sido sacada del Llibre de Coch del Mestre Robert, aquel manuscrito aún inconcluso que guardaba con recelo ese cocinero de Barcelona e incluía muy diversos manjares característicos de toda la Corona de Aragón, pero ninguno extranjero.

Mas le distrajo el trovador alacantí y sus versos, que provocaron en él una sonora carcajada entre el estupor general, pues se imaginaba la suerte del caballero si no hubiera sido "cobarde". Esmaculación o desviceramiento indefectiblemente. Y no tardó en distanciarse, y cruzarse con un Peñalver, que rconocía haber visto anteriormente en alguna taberna...


-¿Lázaro Peñalver?¿Hijo natural de Don Neopirate? Aún recuerdo que vivía cuando fui Gobernador de Aragón, pero no vivió lo suficiente como para verme llegar a Valencia. Contadme. ¿Cómo es que vos habéis llegado aquí?

Para ser sinceros, desconocía la genealogía precisa de aquella Casa, mas recordaba haber tratado con ellos en más de una ocasión. Incluso recordaba hace ya varios años que Neopirate había sigo parte del Consejo de Gobernación que reconoció la independencia de Catalunya, en aquella época tan lejana ahora, cuando la Corona de Aragón aún tenía un solo Rey.

El guardia del castillo enseguida los anunció y entraron en la sala.
De inmediato la duquesa fue a su encuentro.
-Querida Rose.- Dijo a la vez que se besaban la mejilla. –Por supuesto que aquí estoy, no iba a faltar. Solo me retrase un poco, ya sabes lo exigente que soy con el vestuario.- La dama sonrió y escuchó como la duquesa dirigía unas palabras a su prometido y luego a su hijo. Ante el comentario, la Jones dijo, -Bueno, ahora ya no podréis decir que no conocéis a ninguno de mis hijos. Este es Garion el mayor. Espero verte en la boda, y allí veréis a mis trillizos.- La dama sonreía pensando en sus pequeños… Luego Rose saludó a Irisbel y la pareja guardó silencio.

-Bueno mi dama, os dejamos que sigáis saludando a los invitados.- Dijo Lirdi a Rose. –Ya nos volveremos a cruzar en lo que resta de la noche.-

Apenas hicieron unos pasos y se acercó rápidamente un caballero a saludarlos… Lirdi logró reconocerlo pronto.
-¡Hola Pok! ¡Tanto tiempo, vaya! Realmente hace mucho que no sabía nada de ti. Es un gusto verte de nuevo.- Decía la dama entusiasmada. –Te presentó a Apolo, mi prometido.- Agregó al darse cuenta que no conocía a su pareja.

La Jones enseguida se volteó para ver si Garion seguía tras ella o si ya había huido, allí estaba por fortuna, y también Irisbel.
-Pequeña Irisbel… Bueno damita Irisbel mejor, que ya eres toda una dama, como pasa el tiempo.- Sonrió recordando a la jovencita corretear cuando era una niña. - ¿Te encontraras con alguien en especial? ¿Deseas tomar algo? Lo que tú quieras hacer dime, ya sabes que tengo que cuidarte o tu madre me mata…-

Escuchaba Apolo a los presentes y conversaba con ellos.

- Caballero Pok, igualmente es un placer conocerlo - le sonrió -. Efectivamente, ¿qué mejor forma de permanecer junto a mi Estrella por los siglos venideros? No importa cuán largo sea el viaje, si el camino es placentero. Yo seré su vigilante y su descanso, si ella me lo permite.

Observo a todos que amistosamente conversan. Mi mirada se enfoca en la elegancia de sus ropas, cada cual mas bonita que otra.

Mi abuela Taurica entre nosotros, conversando con mis padres.

Miro a mi papi Kurht que de sus ojos emanan un brillo especial, jamás visto por mi en él, hacia mi madre Pabuluz, quien le mira con amor y de vez en cuando le acaricia su mejilla o se toman de sus manos en demostración de cariño.

Me dirijo a la mesa de las bebidas y solo tomo jugo y un bocadillo que muy rico estaba por cierto. Rose no ha dejado pasar por alto ningún detalle .

Pienso en mis hermanos Reinaldo y su novia Odette, en Joe, Lobo y la pequeña Kristal.

Me acerco mis padres y aparece un trovador al cual escucho atentamente .

Le tomo la mano por instinto a mi madre, y ella me la envuelve entre las suyas

-Que pasa pequeña? Estás aún nerviosa por el baile?- pregunta mi madre mirándome a los ojos, le sonrío pero dentro de mi mente la sombra de mi ex amor asoma en mi recuerdo,

Gracias dy P amiga , si si eso haré además le prometí, de ante mano, antes de venir, a Sere, aunque sea bailarle un baile con ella je claro esta que si es que sus padres no me matan antes jaaj :S cobarde?, no no, x mis familiares mis amigos y la gente que quiero y muchísimo, mucho, le haré frente a quien sea, lo que sea jeje :S y x cierto no te pisare los pies, lo juro eje : P :S ah y x cierto, viniste sola?, y tu hermano? como esta? donde esta?, x donde anda tu hermano?, hermanito?, jee como siempre perdido?, cuando lo veas mándale saludos, un saludo de mi parte de parte mía x favor eje x ahí? eje , ...,

Ah ok gracias jee bueno que pases, tengas, muy buena noche jeje y que la pases muy lindo eje ok? ... ejej :S

Después, luego, se dirige con hacia el caballero Apolo.. toma un sorbo de agua, o, de, algo de, vino jejee

Apolo. caballero, usted tiene mucha razón en eso, o no? es muy importante mantener una buen a relación un lazo muy bueno y firme con su estrella, o no? jee, mas cercana y su única estrella, o no? jeje, .., así como la Tierra mantiene un muy buen lazo con el Sol y con, que, el sol girando alrededor de la tierra x toda, el resto, de la eternidad o no? eje , m así como el Altísimo quiso que sus dos mas grandes estrellas ustedes 2dos se uniera y se juntaran para siempre x el resto de la eternidad je :S , x cierto como se conocieron? se han conocido? ustedes 2? dos? jeej :S x cierto tome esto tomen algo eje que esta rico, delicioso, esta bebida, este, jugo, o vino, o lo que sea jeje :S y que pasen muy buena noche velada , buenas noches eje..

Les ofrece algo de beber a ella y a su pareja, él ambos y Piensa en un nombre Lirdi13 m..:S buen nombre combinación de ambos xd, Apolo13 y Lirdi eje :S

La velada estaba resultando un éxito, al guardia que anunciaba la entrada de nuevas personalidades a penas le daban tregua, personalidades y amigos de toda Valencia se hacian presentes en el engalanado salón. Jokin tomó una copa de vino, parecía que debería esperar.

A penas se había despistado unos minutos y el salón se había llenado

- ¿Dónde se han ido todos?, dijo tras dar un tranquilo sorbo a su copa.

En una hermosa tarde de abril, se encontraba la Señora de Guadalest en su castillo junto con sus dos hermanos Liza y Camilo jugando con la pequeña Sponky (hija de la Señora de Guadalest), cuando sonó la puerta. Entró Justa la dama de llaves y le entregó un mensaje lacado. La de Guadalest abrió el sobre en el que había una invitación para el Baile del Ducado de Benicarlo.

Hermanos -anunció solemnemente- tenemos compromiso. Debemos prepararnos y ponernos nuestras mejores galas para acudir al Baile de las Luciérnagas.

Llegó el carruaje que debía trasladarlos a la entrada del castillo y salió la de Guadalest, al lado de sus hermanos y su pequeña hija, en dirección al Castillo de Bicarló, al Baile de las Luciérnagas

Me veo bien con este vestido ? -le preguntó a su hermana.

Los hermanos Ilitzky Amazalg llegaron al castillo. Allí los recibió el guardia, que les pidió la invitación y los hizo pasar al primer salón, donde se encontraba la Duquesa Rose de Anthares, el Duque Don Yuste y su linda familia.

Vlokoslav podia notar su nerviosismo, golpeó suave y amistosamente el hombro del Senior Vladislav.

Si me gusta bastante, por eso mi estadia en tierras Valencianas, y anecdotas son muchas, pero mayormente las he obtenido en tierras Espaniolas

en medio de la conversacion intercepto a un camarero que llevaba unas copas servidas, solicitandole para sus acompaniantes. En aquella conversacion estaban cuando vio que se acercaba a ellos la Dama Erdene.

Muy buenas noches tenga usted, mi Dama

Dijo al momento que besaba su mano en un saludo cordial

Camilo estaba disfrutando de una hermosa velada en compañía de sus hermanas cuando la Señora de Guadalest recibió una misiva portada por su ama de llaves.

-Hermanos, tenemos compromiso. Debemos prepararnos y ponernos nuestras mejores galas para acudir al Baile de las Luciérnagas.

Camilo sonrió. Una fiesta! Todo un acontecimiento!

Fue a ponerse sus mejores ropajes y bajó a esperar a que aparecieran sus hermanas para partir.

-Estáis preciosas, hermanitas. - dijo al verlas aparecer.

Las ayudó cortesmente a subirse al carruaje y partieron.

Al llegar al castillo de Benicarlo, los recibió el guardia, que les pidió la invitación y los hizo pasar al primer salón, donde se encontraba la Duquesa Rose de Anthares, el Duque Don Yuste y su linda familia.

Dernière édition par Camilo_rr le 21 Avr 2012 20:31; édité 1 fois

- Mafis... que alegría - le dió un abrazo nada más llegar - pensé no os vería aqui, pero habéis llegado además con vuestra familia - miró a Liza, a quién ya conocía de cortes y a Camilo, actual miembro de las mismas - bienvenidos ambos. Espero todos disfruteís de la veldas, por favor, mi familia desea saludaros y luego, pasad a divertidos. Dará en breve comienzo al baile.

Tras saludarlos, buscó a Rodrigo - buscad a mi hija Ederne y a su esposo. Vamos a dar inicio al baile y quiero hablar con ellos antes de que todo comience - el hombre asintió y la de Pern fue hasta el duque para anunciarle el comienzo de la danza.

Saludar, Sonreír y asentir - así pase desde la entrada hasta el lugar reservado a los músicos y de regreso.

Tanto paseo rodeando las mesas dispuestas con ponche y aquel vino con naranjas valencianas me tenía hacia mucho con ganas de beber algo.

Aunque Nicolás había sido claro. Debéis cuidaros por nuestro hijo, amor mío - pocas intenciones tenia de hacerle caso, mas la conciencia me podía, y aun no sabía que daños podría tener en mí bebe aquellos sabrosos brebajes.

Me acerque a una de las mesas y pedí un vino aguado, bebí un sorbo y aquel sabor dejo mis labios al menos tranquilos y húmedos.

Aquel vino sabia raro con agua, habría que buscarle alguna solución, pero sería pronto, Rodrigo se acercaba a mí a pasos calmos pero seguros - Oh oh! - dije a tiempo que intente girarme para ignorarle, sin duda mi madre ya me había echado en falta y quería que volviera a su lado, mas no logre escapar de Rodrigo, quien levanto débilmente su mano y me llamo - Excelencia vuestra ma... - pfff ya Rodrigo, ya...¿ podéis decirle que no me habéis encontrado? - le mire haciéndole ojitos, pero aquello ya no funcionaba con Rodrigo, ya no era una pequeña y su mirada no se inmuto, suspire cansadamente y pase por el lado de Rodrigo hasta la entrada del castillo.

Nazaret llevaba varios meses viviendo en aquella ciudad, la que vio nacer a su madre; quizás por eso le parecía maravillosa y le tenía un cariño especial. Eso sí, había pasado los ultimos meses trabajando como una energumena en la mina que quedaba al norte de la ciudad, y apenas había hecho vida social.

En uno de sus esporádicos viajes a la taberna a por una buena jarra de cerveza que le hiciera olvidar la dureza del trabajo en aquellas cavernas pudo reencontrarse con la familia más noble del Reino valenciano. Entre jarras y conversaciones surgió el gran baile de las Luciernagas que la dama había preparado para todas las gentes del Reino dignas de acudir a él, y Rose decidió que Nazaret lo era. Y ésta, previo cercioramiento de que correría el buen vino y abundante comida, aceptó el honor de acudir al baile.

Llegado al gran día, se atavió con sus mejores -y únicas- galas, se montó en su caballo y apareció en el baile. Aquello era todo lujos, algo a lo que no estaba precisamente acostumbrada, empezando por el vestido, pero la ocasión no merecía otra cosa, y mucho menos merecía presentarse con las vestimentas que solía llevar cada día...

Se dirigió muy dispuesta a atravesar la puerta de entrada, a la vez que se recolocaba una y otra vez el vestido a la altura del escote, hasta que un hombre muy tieso, con mirada altiva, al que no se le movía ni un solo pelo del cuerpo y ni una sola arruga en la vestimenta la frenó bruscamente.

Su nombre

Nazaret-dijo ella sacándole el paso al tipo.

¿Algo más?

Una copa de vino me vendría bien, gracias -soltó ella aun firme.

El hombre la miró de arriba a abajo, moviendo solo los ojos- Disculpad, me refería a si debo anunciaros solo por Nazaret o si poseeis apellido alguno.

¿¡Pero qué desfachatez es esta!? ¿¡Acaso no sabeis quién soy!? -dijo muy seria, haciendo que el hombre se sintiera cada vez más incomodo-. ¡Es broma! Nazaret Arcàdia y Miras, -dijo ella, sonriendo esta vez y haciendole un guiño, a lo que el hombre no pudo poner más cara de asco-. Esperad aquí, por favor, sereis anunciada en breve.

Qué sieso- pensó la rubia, mientras aprovechaba que el hombre se volvía para recolocarse el vestido, de nuevo a la altura de la delantera- No estoy acostumbrada a estos vestidos... donde esté una buena camisola y unos pantalones...

A mi me tenía que tocar la bromista - pensó el guardia e hizo su anuncio.

Doña Nazaret Arcàdia y Miras, ciudadana de Castellón!! - le dio el paso y abrio las puertas

Mientras oía el recitar del trovador y ella prestaba atención fascinada, Pok le agradecía por lo que le había dicho y preguntaba por su hermano:



-A decir verdad, si he acudido sola..y con respecto a mi hermano, no lo se si vendrá o no...tampoco se si lo han invitado..asi que no se responderte a ello, y si le mandare saludos de tu parte, cuando le vuelva a escribir.

Cuando ella se dirigía al tocador... en ese preciso momento, empezó la orquesta a tocar y los duques abrían el baile de gala..Como no llevaba apuro alguno se quedo observando..
Recorrió con su mirada las demás parejas que se iban sumando y vio que el caballero Trey_Niet le saludaba haciéndole una seña hacia arriba,y acercándose le susurraba:



Dyp asintió como que le entendía y antes de que se retirara, le contesto rápidamente en tono de broma:
-No tengo ningún apuro caballero, le juro que no perderé ningún zapatito por ello... si lo pierdo sera por algún pisotón que reciba de alguien distraído..lo bueno se hace esperar, asi dicen...

Jokin se acercó a su hermana Juliane, que charlaba animadamente, en vista de que si persistía mucho en aquel lugar junto al vino su madre acabaría arrastrándolo de una oreja.

- Johan esta despistado... es el mometo de un ataque certero...

Doña Nazaret Arcàdia y Miras, ciudadana de Castellón!! ... anunciaba el guardia...

a Jokin le cambió la cara, tirandose del traje de todos lados posibles, nervioso, cual quinceañero..

¡¡Nazaret de Arcàdia y Miras, ciudadana de Castellón!! -dio un respingo al escuchar gritar a aquel lánguido y recto guardia su nombre, no esperaba que detrás de esa rectitud se escondieran unos buenos pulmones.

Accedió por la puerta principal de aquel castillo. Ya había estado en alguno más antes, pero nunca en uno decorado para un gran baile. Se olvidó de su escote por un momento para poder admirar aquel sitio. Los altisimos techos, las cortinas larguisimas...bajó la mirada y vió el salón repleto de gente, la gran mayoría nobles de alcurnia.

Justo en ese momento vió a la familia Berasategui dirigiendose en masa hacia el centro de la sala. El baile estaba a punto de comenzar-. He llegado justo a tiempo, como si me estuvieran esperando...

Ibelia miró a su esposo y viéndole con la mirada perdida en sus recuerdos. Pensó que ni siquiera se había dado cuenta de su pregunta, mientras memorizaba los pasos por si tenia oportunidad de bailar. Ysuran le dedicó una sonrisa y le dijo

- Bueno, digamos que me suena un poco, así que...me concede este baile señora Jordan.

Ibelia le devolvió la sonrisa y tomó la mano que le tendía el caballero diciéndole.

-Encantada, de bailar con vos caballero Pellicer. Es lo que más deseo.

Y comenzaron a bailar.

Lázaro saludó efusivamente a Pok, aquel joven era el alma de las tabernas castellonenses. A cualquier hora que se te ocurriese dejarte caer por alguna de las tabernas del pueblo, allí estaba Pok ejerciendo de feliz anfitrión.

Nada más anunciarlo con solemnidad los guardias del castillo se acercó la Duquesa con la que tuvo la oportunidad de conversar brevemente. Se la había imaginado siempre más pomposa a aquella Grande de Valencia que vivía en su fastuoso castillo, pero por ventura había herrado en sus previsiones y su Excelencia se había mostrado cercana a todos los que acudían a aquél baile, incluso cómplice.

- Ardo en deseos de escuchar esas historias, Excelencia. Aguardaré paciente a que os liberéis un tanto de vuestras obligaciones. Es un placer poder asistir a este baile y un orgullo estar rodeado de tantos buenos valencianos en estos tiempos de paz. Hay mucho que festejar, sin duda.

Nicolás Borja fue el siguiente al que saludó. Ya lo conocía de haber cruzado con él alguna conversación de taberna al calor de unas cervezas.

- Así es -le dijo al Borja- Neopirate de Pañalver era el nombre de mi padre. Pero tal vez vos lo conocisteis mejor que yo, pues a penas he sabido de él desde que mi madre me diera la vida. Pasé toda mi juventud en Francia a los cuidados de un buen amigo de la familia y ahora, los azares del destino, me han traído de nuevo a casa.

Pero los deberes del Borja lo llamaban, por lo que no queriendo robarle más tiempo -ya habría ocasión de charlar largo y tendido- aceptó sus escusas y lo dejó marchar. Parecía que estaba a punto de dar comienzo el Gran Baile y era un momento emocionante. No todos los días se tenía la oportunidad de asistir a una fiesta así en aquellos tiempos extraños. Y el pueblo de Valencia había respondido sobradamente. Había ganas de celebrar.

Trey alzó la copa vacía y brindó con la niña -¡Salud por el baile!, esperemos todo salga bien...

- Trey! no se brinda con la copa vacía... espera... entonces llamó a uno de los mozos y le trocó la copa vacía por una llena, para luego entregársela a su amigo... - ahora sí, ¡¡¡saluuttt!!

Notaba algo incómodo al rubio, pero para ella era algo esperable, él no era amante de reuniones multitudinarias como ésta... le fastidiaban los protocolos y esas cosas... en cambio ella estaba como pez en el agua, había sido educada con rigurosidad inglesa para codearse con los más exquisitos estratos sociales... educación que ponía en práctica en las reuniones que se hacían en Agramunt, su tutora se encargaba de ello... pero también era cierto que Venusita, al ser tan instruida, sobre todo en libertad de pensamiento, tenía una visión muy especial de las personas, a ella no le interesaba el aspecto de la gente si no el contenido de su corazón. Es por ello que contaba con amigos y amigas de todas las clases sociales. Y ahí estaba él, sudando a más no poder por la situación. Sonrió divertida al verlo y trató de no caer manteniéndose erguida cuando se apoyó en ella, los tacones siempre le jugaban una mala pasada. Bebió el sabroso vino tinto hasta ver el fondo de la copa y tomando coraje siguió a Trey para saludar a su ya querida familia y a algunos vecinos que había tenido el placer de conocer en la tabernas de Castellón.

Volvió a saludar a Serena pero esta vez con un besito en cada mejilla, sentía que eran compinches, pares, se identificaba con ella... le sonrió cómplice... luego se acercó a la abuela de Trey, la dama Taurica, por quien también sentía un cariño especial, era como su abu postiza... le brindó un fuerte y afectuoso abrazo, besitos en ambas mejillas... - ¡¡Buenas noches Tauri!! la miró de arriba a abajo tomándola de ambas manos... estás espléndida! qué placer veros!

Se paró frente al papá de Trey y estirando la mano derecha para que la besara, la otra tomando el vestido... - ¡Buenas noches señor Arostegui! Al fin puedo conoceros, no sabe cuánto Trey habla de usted... luego le dedicó a la dama Pabuluz una pequeña reverencia y siguió con los saludos a las tías de Trey, damas Danpi y Olimpia. Después continuó con Pok... - ¡Buenas noches Pok! cómo estás? un gusto veros... junto a él se encontraba el Alcalde de Castellón, el caballero Penderyn, a quien tenía el agrado de haberlo conocido en las tabernas... - ¡Buenas noches Alcalde! Qué alegría verlo aquí! cómo está usted?

También notó que estaba la familia vampiresca, avanzó hacia ellos temblando un poco, hizo una pequeña reverencia y cubriendo con una mano su pecho... - Buenas noches damas Ninfa, Paris... caballeros Vlok, Vlad... por suerte se había puesto una gargantilla que le cubría gran parte del cuello... unos pasos más allá vió a la pareja de la dama Patrii y su esposo Hijar, a quienes saludó con una reverencia desde donde se encontraba y les regaló una sonrisa... lo mismo hizo con el caballero Tailer...

De pronto se oyó una música de fondo, comenzaba a animarse más la fiesta... tomó otra copa de vino, observaba todo a su alrededor, su corazón latía fuerte de emoción, la gente brillaba de felicidad, sentía que realmente eran luciérnagas...la música cayó y mientras escuchaba a un trovador bebía el oscuro líquido... observó que el papá de Trey se retiraba con la dama Pabuluz... seguidamente los Duques, una de sus hijas y su yerno avanzaron hacia el centro del salón inaugurando así el baile... y sorprendida quedó cuando su tímido amigo la tomó del brazo para llevarla hacia allí...

Antes de ir allá, a hacer el "loco" Quiero agradecerte por estar conmigo ésta noche, me es grato poder compartir contigo mi primera experiencia en un baile, sos de mi entera confianza y debido a que...no soy un gran bailarín. Dijo el jovencito algo avergonzado, y carraspeó. si cometo algún error, solo vos lo sabrás y sé que no lo divulgarás, entonces... ¡A bailar y luego jugar!. Se rió y expresó eso último con voz juguetona y baja.

- Yo tengo que agradecerte que me hayas acompañado al baile, sé el esfuerzo que es para ti asistir a estos eventos... y descuida... nadie se enterará si me pisas jijijiji le respondió la rubia sonrojada... una vez en la pista se desempeñaron con decoro, aunque su amigo parecía inventar pasos no se notaba demasiado, eso sí, le hacía unos gestos con la cara que ella no pudo más que sonreír divertida, entre tanto trababa de imitar a los demás, pues no era la danza que solían bailar en Lléida...

- valiente caballero sois vos, Berasategui... pero decidme, ¿sereis capaz de mantener vuestros pies por debajo de los mios? , le contestó certera la Dama.

El espacio entre ambos era más que estrecho, el cual Jokin mantuvo con gran esfuerzo.

El muchacho la seguía mirando, y pícaro le contestó a su pregunta con otra, - Tal vez... ¿mas no cree que es mejor arriesgarse a comprobarlo que esperar a que se lo cuente?

Le mantuvo la mirada. Ella extendió su mano, y él no dudó en tomarla, acercándose hacia el centro de la sala para comenzar el baile. No estaba acostumbrada a dejarse llevar, demasiado c0ntroladora era incluso para un baile; pero pensó que quizás la ocasión lo merecía.

En el centro, cerca, los Duques y la joven Ederne con su esposo habían abierto el baile, al cual ya se habían apuntado varios de los presentes. Pero si de algo carecía la joven rubia, además de dinero, era de vergüenza. Y en aquél momento, ni los Duques existían para ella...

Se agarró al Berasategui, le miró firmemente y esperó a que él fuera quien comenzara a mover ficha, después de todo había sido él quien tuvo valor de pedirle un baile a la joven Arcàdia.

Sabeis que no tendré reparos en cobrarme las pisadas en la liza si fuera necesario... -le sentenció ella con una sonrisa, esta vez más complice.

La de Guadalest al lado de su familia, saludó a los Duques y pasaron al salón donde ya se iniciaba el baile.

Hermanos a buena hora llegamos, justo cuando inicia el baile así que chicos a esperar a que los duques abran el bailar, que la noche es joven. - Dijo a sus hermanos guiñando el ojo.

La de Guadales al ver que llego la hermosa Juliane Berastegui, a saludar una muy buena amiga con la que charlaban de vez en vez para compartir aventuras.

Juliane que gusto verte, te vez preciosa con esa vestido y tu tono de cabello hacen de ti una bella flor, amiga mira quién viene....... - Señorita, si me lo permite -llamó la atención de Juliane y la de Guadalest, pero dirigiéndose a esta última- me gustaría robarle a la dama Juliane, para comenzar el baile. Si no es molestia -sonrió, y miró a la hija de los Duques- y ella quiere -concluyó, irguiendo su cuerpo con caballerosidad. - Dijo el caballero Kurt..

- le sususrra al oido ....Va ser que ya no nos dejaron charlar, te busco más tarde para beber una copa juntas amiga.. - le mira a la bella Juliane moviendo la cara de lado.. Adelante caballero Kurt un gusto verle , vayan a bailar.
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Había comenzado la música y salieron varias parejas a danzar.

Me quedé observándolos para saber si era lo que ya había aprendido junto a mi manis Trey en taberna, y recordé que mi padre sería el primero que bailaría conmigo, así que voy en su búsqueda.

Entre tantos invitados descubro que ya había llegado mi amiga Ninfa quien se encontraba con sus padre Vlokoslav, la dama Paris y del caballero Vladislav.

Me era difícil llegar a donde ellos estaban, pero logro llegar y les saludo .

También veo caras conocidas como Ederne y su esposo Nicolino, a Lazaro pero por fin logro llegar a donde mis papis estaban.

Con todo mi entusiasmo me acerco a mi papi Kurht y le estaba por jalar de la manga de su lindo traje para avisarle que el baile había comenzado cuando noto la cara de mi madre pálida y con voz temblorosa pregunto :

Mamiii estás bien??'

El Borja sonrió a Mafis agradeciéndole el permiso, y ofreció su mano a Juliane, que la tomó para encaminarse a la pista de baile. Será un placer –dijo gustosa y denotando cierto nerviosismo la joven- y permítame disculparme, no fue cortés de mi parte el excusarme apenas nos conocimos, espero este baile compense mi actitud.
El Borja se limitó a sonreir y asentir con la cabeza. Aunque tras unos segundos añadió:
- No hay nada de que disculparse. Y si lo hubiera, me resultaría imposible no perdonaroslo.

Se unieron al resto de los participantes, que practicaban aquella hermosa danza de apertura, que habían iniciado los Duques junto a Nicolás y Ederne, y ahora secundaban los demás. El Borja condujo a Juliane de la mano hasta colocarse junto a Nicolás y su esposa, y tras una pequeña genuflexión en forma de saludo, se retiró un paso hacia atrás sin soltar la mano de la Berasategui, tal y como marcaba la danza, y comenzó a bailar con esta. Sonreía constantemente, sin duda Juliane había gozado de una vida totalmente noble, ya que se movía siguiendo los pasos de la danza con gran naturalidad. El Borja, aficionado a las celebraciones y los actos de Corte, también había crecido practicando ese tipo de danzas, en las que se manejaba con soltura, y así lo mostraba, aunque reservandose cierto manejo para no fatigarse y perder la compostura. En uno de los pasos, aprovechó la cercanía a la que quedaron para hablar a Juliane.
- Perdonad si cometo algun error en el baile. Pero estáis realmente hermosa esta noche y resulta difícil concentrarse.

Vueltas. Vueltas y más vueltas eran las que el fetito Aleida daba en la panza de su mama. Era divertido moverse adentro de allí ya que ese líquido que la mantenía sana le permitía ser sumamente ágil. Ya se le estaban formando los deditos de los pies y hasta de las manos. El feto Aleida, amaba a su madre de nombre Ederne. Era la única persona que conocía de verdad. Escuchaba voces desde afuera que le hablaban tiernamente, pero no las entendía ni tampoco podía deducir si eran iguales o las tonalidades cambiaban. Solamente, conocía la voz de su madre.

Y una voz en particular, que escuchaba muy a menudo. Era su padre. Aunque aún no podía distinguirla demasiado bien. Pero le gustaba, le gustaba y la tranquilizaba como la voz de su madre.

La panza comenzó a moverse y por consiguiente ella también en su interior. De aquí por allá navegaba en ese mar de líquido espeso que tanto le encantaba tocar. Pero no. No podía navegar en demasía... ahí estaba su gemelo. Dormido claro está. Lo único que hacia era dormir allí adentro, en vez de moverse y divertirse y de última, pelearse con ella en el interior, dormía...

Que aburrido era estar con él ahí. Esperaba que en algún momento se despertase y comenzase a ocupar su lugar, pero no. Ella mandaba. Y él en un rincón se quedaba dormido e inmóvil. En un momento, muchas voces comenzaron a escucharse en el exterior. Su madre comenzó a moverse cada vez mas deprisa. Estaba bailando. Claro, ella en su interior no entendía este movimiento tan rápido y constante. Pero procuro quedarse quietecita en su puesto y escuchar la música, y bailar al compás de su madre en su interior. Al fin y al cabo, eran uno todavía. Ella pertenecía a su madre, al igual que su gemelo.

Bailar, bailar, bailar... eso también lo hacia (o lo intentaba hacer) ese pequeño feto, llamado Aleida. ¿Y su gemelo? Dormía. Esperaba que despertase pronto.

Sostuvo con preocupación a Pabuluz que de un momento a otro, se mostró decaída, le miró con semblante serio y atenuado, y ante su ruego, no pudo más que asentir. Le tomó del brazo para encaminarla afuera a que tomara aire, cuando llegó su hija, con la curiosa y mismo rostro preocupado que minutos antes, había mostrado Kurht.
-Aguarda aquí un momento Sere, tu madre no se siente muy bien, la acompañaré un momento afuera y luego, tú y yo bailaremos hija.--Sonrió mientras le explicaba la situación. Pabuluz alcanzó a señalar otras cosas que por distraído, mirando la puerta más la música del baile que daba inicio, no escuchó del todo.
Serena asintió y espero entonces adentro, en lo que el castaño acompañaba a su morena a la salida.

Salieron a paso lento, el castaño tomando el peso de la mujer, la condujo hasta el jardín, donde le hizo sentarse en una banca. Se inclinó delante de ella y tomó sus manos, para escudriñar en busca de respuestas.
-¿Qué pasó? ¿Qué tan mal te sientes?-
-No es nada Kurht, me sentó mal el ambiente, me mareé un poco entre tantos aromas.-Respondió ella sosteniendo su rostro con la mano.
-¿Estás segura?-
Sí, me pondré bien, solo un poco de aire fresco... Vuelve con Serena, le prometiste bailar con ella una pieza. -Decía restándole importancia al asunto.
Sí, sí, ya iré, pero es que tú... me preocupas, siempre tan frágil y con cosas así cuando menos uno se lo espera.-Le miró el rostro unos instantes -Espérame aquí, no te muevas ¿eh? No me tardo.-Sentenció y se levantó besando su mejilla, soltó sus manos, depositó su capa sobre sus hombros y corriendo, ingresó nuevamente al baile.

Llegó donde se encontraba Serena esperando y desde atrás susurró a su oído -¿Dónde se encuentra la luz de mis ojos?- Preguntó en tono juguetón, haciendo que la niña se volteara sonriendo, Kurht le ofreció el brazo e irguiendose preguntó con tono socarrón típico, cuando quería molestar.
-La princesa ¿Me concedería el honor de bailar conmigo una pieza?- Miró a los que ya estaban en el centro del salón enseñando sus dotes de bailarines y entre ellos notó a su hijo, sonrió orgullos, alegre y divertido al verlo improvisar unos que otros pasos y más, cuando vio, que lograba hacer sonreír a la chica con la que estaba. -Ese es mi chico- Pensaba, en lo que ya su pequeña había tomado su brazo, y él la dirigía al centro para iniciar el baile.

Vlad no bailaba muy bien pero trataba de hacerlo lo mejor posible para no decepcionar a ninfa daban vueltas por el salón bailando y sintiendo que nada era real... no podía serlo... el lo estaba pasando muy bien en compañía de la hermosa ninfa... y al parecer ella también lo estaba pasando bien... Vlad quería hablar con ella disfrutaba mucho sus conversaciones así que le pregunto lo primero que se le vino a la mente:

Ninfa ¿te sientes mejor? digo... ¿ya se soluciono un poco la sed que tenias? Vlad luego de pronunciar esas palabras se arrepintió... que estúpida pregunta ¿no podía preguntar otra cosa? no en realidad no podía... se sentía muy nervioso y eso era algo raro.

El de Berasategui había bailado junto a su familia aquella danza. Era una danza lenta, animada, pero lo mejor de todo era ver a su familia, en especial a sus hijas, felices.
De reojo había observado a Jokin que bailaba muy entusiasmado con una dama a la cuál él no conocía. Pensó en hablar con su esposa de ello, pero ella se veía tan feliz que pensó en dejar aquello para después.

Cuando los músicos dejaron de tocar, todos los caballeros realizaron una reverencia antes sus respectivas parejas. Su esposa le besó la mejilla y él aprovechando, le susurró al oído - ¿Recordáis aquella danza en nuestro día de bodas? - le sonrió y se acercó hasta los músicos indicando la nueva danza.

Sonrió, la miró y poniéndose frente a ella comenzaron juntos el segundo y más animado baile.

Mi sonrisa desapareció rápidamente al verla a mami Pabuluz tan pálida mas cuando mi papi Kurht me dice

Aguarda aquí un momento Sere, tu madre no se siente muy bien, la acompañaré un momento afuera y luego, tú y yo bailaremos hija

Su cara era de preocupación me quedo mirando como la lleva a mami a los jardines ... luego me coloco en un costado de una columna apoyando mi espalda, apenada por lo sucedido-

Siento un cosquilleo en mi orejita y unas palabras que me susurran --¿Dónde se encuentra la luz de mis ojos?-

Me sonreí instántaneamente, mi papi lograba eso en mi y al girar y verlo ya no tenía esa cara de preocupación.

-La princesa ¿Me concedería el honor de bailar conmigo una pieza?-

Siii papi!! le respondí alegremente y viendo su brazo, coloqué mi mano en él y dejé que me guiara, pero sin darme cuenta que por mis nervios se lo presionaba un poco fuerte ...

Al llevarme al centro del salón, yo solo atinaba a mirar el suelo por temor a tropezarme y cuando se queda ya quieto y parado delante de mi lo miré a su cara y lo vi muyyy alto y muy buen mozo a mi papi...el más lindo del baile era!


Comienzo mis pasos tal como había practicado y cuando lograba sostener la mirada elevada veía las caras de los demás invitados y me sonreían, a lo que mis mejillas ya ardían de sonrojadas que estarían.

Mi hermano Trey justo da un giro al tiempo que pasa cerca mio y me guiña un ojo y casi le saco mi lengua pero miré a mi papi y me contuve y allí me reí.

Ya iba aflojando mi tensión, estaba disfrutando a la fiesta, al baile y a mi papi...al cual estaba extrañando bastante por su mudanza a otro pueblo.

Allí le doy la noticia de que viajaré a Jativa a mudarme allí. que deseo mantenerme junto a mi familia y para mi...tanto él como mi adorada y bella madre Pabuluz eran los pedestales por lo que junto a mis hermanos íbamos a acompañarles por siempre para que estemos unidos..

Los ojitos de papi se pusieron brillosos y su mano me presionaba mas la mía...y al verle, mis ojos casi derraman una lágrima de emoción.

Pues las miradas expresivas no necesitan de palabras -

Ya casi terminaba la música y solo me dedicaba a observarlo..pues no sabía que se hacía ahora ...

Y allí se encontraba ella, armoniosa paso tras paso, tratando de no equivocarse, dando delicados giros y leves reverencias tal como había aprendido desde niña en el ducado; feliz de disfrutar de aquella elegante danza, acompañada de su flamante bailarín, que con sólo mirarla a los ojos, la guiaba en los pasos a seguir, sientíéndose tan a gusto como segura de sí misma.

- Perdonad si cometo algun error en el baile. Pero estáis realmente hermosa esta noche y resulta difícil concentrarse – susurró el de Borja a la jóven, aprovechando la proximidad de ambos rostros que el baile les ofrecía en ese momento.
- Faltaría más, caballero, lo hace maravillosamente bien - se animó a decir la Berasategui como si fuera una experta en ese tema - y os agradezco por hacerme merecedora de tal halago – respondió Juliane con sus mejillas algo ruborizadas, al tiempo que le sonreía cordialmente.

La duquesa bailaba feliz junto a su esposo y al mismo tiempo las demas parejan parecian disfrutar de aquel baile que apenas comenzaba,el caballero Vlad parecia nervioso y Ninfa no sabia por que, tal vez la joven estaba bailando mal, tal vez ella le habia pisado y él cual caballero disimulaba para no incomodarla, pero habia algo a pesar de todo ese nerviosismo, Vlad parecia disfrutar de la compañia de Ninfa y eso le daba cierta serenidad a la joven, la noche a penas comenzaba y ella estaba dispuesta a pasarla muy bien, los brazos del caballero la llevaban con delicadeza y ella se sentia muy agusto aquello era tan hermoso que seguro bailaria toda la noche.... Ninfa ¿te sientes mejor? digo... ¿ya se soluciono un poco la sed que tenias? emmm si Vlad, siempre me sera dificil estar entre tanta gente y con tantos aromas provocando mi sed, pero tratare de no beberme a nadie aunque agradezco tu preocupacion por mi, eso habla bien de ti lo sabias?... dijo esto con una sonrisa picara y despues de una pequeña pausa ... y tu la pasas bien?....
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Ibelia se sentía muy feliz mientras Ysuran danzaba con ella, las miradas cómplices y los gestos gentiles que se prodigaban el uno a otro les divertían de forma especial, pues en pocas ocasiones habían tenido la oportunidad de asistir a un acontecimiento como aquel, y poder practicar las danzas que tan de moda estaban .

Ysuran la besaba cuando la danza concluyó e Ibelia un poco avergonzada por estar en un lugar público, aunque sabía que pasarían desapercibidos entre tantas parejas, contestó a su esposo.

-Ysu, parece que hemos hecho esto toda la vida. Seguro que lo aprendiste en tu juventud, ¿con cuantas damas lo habrás bailado antes?

Después del primer baile muchas parejas dejaban ya el centro del salón donde habían acompañado a los anfitriones a la primera danza y se dirigían hacia las mesas donde la comida, la bebida y las conversaciones de salón acaparaban la atención de los presentes.

La de negocios, bodas y alianzas que saldrían aquella noche del Salón del Palacio.

Ibelia ya dejaba el centro para que los mas jóvenes se divirtieran con el baile más que con tertulias aburridas sobre economía o política; cuando Ysuran tomo su mano y volvió a pedirle un baile.

- Bueno, vos diréis, queréis seguir bailando o parar a tomar algo.

-Ysuran, van a pensar que no estamos casados, si bailamos juntos toda la noche. Contestó con su ironía característica.

-Me encantará volver a bailar con mi esposo. Le dijo con una reverencia, viendo la cara extrañada del caballero.

Dyp estaba encantada mirando como bailaban las parejas en la pista, cuando se percato que frente a ella se encontraba el alcalde invitándole a bailar diciéndole:

A ella se le ilumino el rostro, con una gran sonrisa .. y le contesto:
-Me encantaría, y posando la mano sobre el brazo extendido de el caballero, se encamino a la pista a bailar unas piezas de la encantadora música que tocaba la orquesta.

La Valmorain siempre llegando tarde a todo tipo de celebraciones, para no variar sus malas costumbres adquiridas.
El cuento hablaba que cenicienta perdía sus zapato al dar las 12 de la noche, de la misma forma que su hermoso vestido se convertía en harapos. A Ariadna le sucedió lo contrario aquél día, fue a las 12 cuando encontró el dichoso zapato y pudo salir al fin de casa junto con una de sus hermanas mayores, hija de uno de sus padrinos.
La de Alayz aún no había cumplido los 15, y necesitaba de acompañante para acudir a ciertos eventos. Suerte para ella que Vick se había ofrecido.
Subían las escaleras que las llevarían a lugar de celebración cuando Ary, tropezó, por suerte Vick estaba lo suficientemente cerca como para evitar que fuera al suelo.

- Ary, ten un poco más de cuidado, tu tan patosa como siempre.

- No es patosidad hermana, son estos zapatos del de...

- Cuida esa boca señorita, donde has dejado los modales?

- En casa, hoy les di vacaciones

Decía mientras se quitaba los zapatos y subía presurosa.

- Vamos Vick, seguro no nos quedan piezas por bailar, menudas horas de llegar.

- Si fueras un poco más ordenada habríamos llegado a nuestra hora.

- Si fuera más ordenada, entonces no sería yo.

Le dio un beso en la mejilla a su hermana, y con los zapatos en la mano y una sonrisa de oreja a oreja entró al salón de baile como si hubiera estado allí toda la noche. Exceptuando que movía la mano libre tan agitadamente intentando hacer que sus amigas la vieran , que cualquiera hubiera pensado que a la damita le sucedía algo.

El carruaje las había llevado hasta la entrada de aquel imponente castillo. LadyVick estaba ansiosa por llegar al evento junto a su hermana Ary.

Juntas, tomadas de la mano, subían las escalinatas como hipnotizadas por la música de la orquesta que llegaba a sus oídos y las preparaba para una noche de ensueño, cuando la pequeña tropezó...

- Ary, ten un poco más de cuidado, tu tan patosa como siempre !-dijo con disimulo la lady

- No es patosidad hermana, son estos zapatos del de... -

- Cuida esa boca señorita, donde has dejado los modales?-

- En casa, hoy les di vacaciones - respondió la joven mientras se quitaba los zapatos y subía presurosa.

- Vamos Vick, seguro no nos quedan piezas por bailar, menudas horas de llegar.-

- Si fueras un poco más ordenada habríamos llegado a nuestra hora. - acotó Vick , ya con una sonrisa imaginando la respuesta de su hermana.

- Si fuera más ordenada, entonces no sería yo. exclamó Ary, dándole un sonoro beso en su mejilla a la vista de todos.

Frente al salón de baile, Vick saludaba con leve inclinación de cabeza, cuando percibe cierto movimiento a su lado. Su hermana agitaba una mano a modo de saludo procurando ser vista por sus amigas mientras que con la otra sostenía sus zapatos.

Ary, tus zapatos!!- dijo en susurros - Por favor, calzátelos disimuladamente! dijo por lo bajo, sin dejar de sonreir a los presentes.

Con gran destreza, en un abrir y cerrar de ojos, su hermana se había calzado.

- Vick ya comenzó el baile!- exclamó Ary con una sonrisa -Te imaginas bailando?
- Si !! bailaremos solas o acompañadas - respondió la joven sin vacilar, al tiempo de tomar suavemente la mano de la pequeña y rodeando la pista de baile fueron al encuentro de las amigas de Ariadna.

La pieza de baile había llegado a su fin y la jóven Juliane se inclinó levemente, haciendo una sutil reverencia, sonrisa mediante, con su rostro hacia su caballero. Giró su mirada, entre la multitud, hacia la entrada principal del salón, y divisó una jóven que le era muy familiar y movía vigorosamente una de sus manitas.
Feliz de verla después de tanto tiempo, la Berasategui volteó su mirada a los ojos de Kurt y esta vez prefirió no excusarse - Ha llegado una querida invitada, y desearía me acompañaras a recibirla y darle la bienvenida, puedes hacerme el honor? - preguntó amablemente al de Borja.

- Dama Ariadna! Qué placer verte aquí, y cuánto me alegra hayas llegado a tiempo! Bienvenida al Castillo de Benicarló - expresó alegremente la hija menor de los duques, tomándole sus manos y conteníendose las ganas de apretujarla en un gran abrazo.

La damita agitaba la mano emocionada cuando escuchó a Vick cerca de su oído...

- Ary, tus zapatos!!Por favor, calzátelos disimuladamente!

Y con una agilidad increíble se calzó justo antes de que llegara su amiga a saludarla.

- Dama Ariadna! Qué placer verte aquí, y cuánto me alegra hayas llegado a tiempo! Bienvenida al Castillo de Benicarló

Ah no, yo no me quedo en un apretón de manos por más que sea una fiesta con protocolo que sea... pensó al tiempo que se echaba a los brazos de su amiga. Habían pasado demasiados meses desde la última vez que la vio.

- Me alegro de verte Juliane, entre nos, me es imposible tratarte como las normas indican, ya sabes que eres como una hermana para mi. Y hablando de hermanas, te presento a mi hermana mayor, es hija de mi padrino. LadyVick esta es Juliane, una de mis mejores amigas.

Al notar la presencia del caballero, le hizo una perfecta reverencia.

- Caballero Kurt, me alegro de veros, quizás vos no me recuerde, pero yo nunca olvido una cara y menos la de alguien que me ofreció su ayuda cuando más la necesitaba.

Sonrió al caballero y volvió nuevamente la mirada a su amiga.

- Amiga, tenía tantas ganas de verte. Por cierto, me han dicho que Olimpia asistiría, sabes donde está? tampoco quiero quitarte tu tiempo, debes estar muy ocupada atendiéndolo todo.

Apenas llevaba un par de días en Valencia tras su mudanza y varios conocidos le habían hablado del Baile de las Luciérnagas que se estaba celebrando, así que tomó un elegante vestido que había traído consigo de Caspe aquella noche y se arregló para asistir al baile en compañía de su amado Sir Legolas que la esperaba en la puerta arreglado y muy guapo por supuesto. Al salir le dedicó una sonrisa y lo tomó del brazo para ir al baile.

Cuando llegaron al lugar donde se celebraba Zulei pudo reconocer varias caras conocidas, se alegró de ver a tanta gente divirtiéndose, muchos bailaban en el centro de la sala mientras otros formaban grupos y charlaban animadamente. Se giró hacia Legolas mientras hablaba -Parece muy animado el baile me alegro de que hayamos venido.^^

- Me alegro de verte Juliane, entre nos, me es imposible tratarte como las normas indican, ya sabes que eres como una hermana para mi. Y hablando de hermanas, te presento a mi hermana mayor, es hija de mi padrino. LadyVick esta es Juliane, una de mis mejores amigas – replicó su amiga casi sin respirar

– Dama LadyVick es un placer tenerla aquí en este maravilloso evento, espero lo disfrute y se sienta como en su casa – acotó la Berasategui, y miró al de Boja dulcemente como agradeciéndole su gesto de acompañarla en esa noche – déjenme presentarles al caballero Kurt Borja… - intentó terminar su frase pero… - Caballero Kurt, me alegro de veros, quizás vos no me recuerde, pero yo nunca olvido una cara y menos la de alguien que me ofreció su ayuda cuando más la necesitaba – interrumpió Ariadna sonriéndole al caballero allí presente, toda apresurada, cualidad que siempre la caracterizaba, conociéndola hace tanto tiempo, y que hacía que Juliane la apreciara aún más – nunca cambiará eso, no sería ella sino…

- Deberéis perdonar mi infame mi memoria. Lo cierto es que no consigo recordar la historia a la que hacéis referencia – respondió cordialmente el de Borja quedándose pensativo.

- Amiga, tenía tantas ganas de verte. Por cierto, me han dicho que Olimpia asistiría, sabes donde está? tampoco quiero quitarte tu tiempo, debes estar muy ocupada atendiéndolo todo – continuó la Valmorain - tranquila Ari, - dijo Juliane serenando a la recién llegada – mi tiempo es ahora contigo y deseo pases una agradable noche. Así es, Olimpia ha venido con su madre, la dama Danpi y se encuentran en el salón, seguramente deleitándose con las exquisiteses que ha ordenado mi madre sirviesen, pasen y disfruten que la danza acaba de comenzar – concluyó la menor de las Berasategui, dándoles a ambas la grata bienvenida.

Entonces, el trovador alacantí concluyó la pieza, y dejando atrás al moro de la dulçaina con los otros músicos de profesión, se acercó a quienes bailaban, acompañando su jovial andar con algunas notas arrancadas del laúd cuyas cuerdas acariciaba como si se trataran de los cabellos de alguna doncella. Sonrió ampliamente al ver cierta pareja, reconociendo a una de las hijas de los Duques de forma instantánea...decidió, pues, dejarla en los brazos del caballero que seguro le cortejaba, pero dedicarle un romance:

-Mi señora, ¡sabed que sois la razón de éste cantar, y que si no me lo hubierais inspirado, no os regalaría esta historia!

...y si no fuera porque se sabía vigilado y acercarse demasiado a la hija del señor del castillo podría costarle sus suaves manos de trovador, hubiera sido aún mas audaz. Recitó pues, los versos que hablaban del romance entre una Infanta y un paje, siendo estos unos de los favoritos de su romancero, pues de paje a trovador tampoco había tanta distancia:

—Gerineldo, Gerineldo, paje del rey más querido,
quién te tuviera esta noche en mi jardín florecido.
Válgame Dios, Gerineldo, cuerpo que tienes tan lindo.
—Como soy vuestro criado, señora, burláis conmigo.
—No me burlo, Gerineldo, que de veras te lo digo.
—¿Y cuándo, señora mía, cumpliréis lo prometido?
—Entre las doce y la una que el rey estará dormido.
Media noche ya es pasada. Gerineldo no ha venido.
«¡Oh, malhaya, Gerineldo, quien amor puso contigo!»
—Abráisme, la mi señora, abráisme, cuerpo garrido.
—¿Quién a mi estancia se atreve, quién llama así a mi postigo?
—No os turbéis, señora mía, que soy vuestro dulce amigo.
Tomáralo por la mano y en el lecho lo ha metido;
entre juegos y deleites la noche se les ha ido,
y allá hacia el amanecer los dos se duermen vencidos.
Despertado había el rey de un sueño despavorido.
«O me roban a la infanta o traicionan el castillo.»
Aprisa llama a su paje pidiéndole los vestidos:
«¡Gerineldo, Gerineldo, el mi paje más querido!»
Tres veces le había llamado, ninguna le ha respondido.
Puso la espada en la cinta, adonde la infanta ha ido;
vio a su hija, vio a su paje como mujer y marido.
«¿Mataré yo a Gerineldo, a quien crié desde niño?
Pues si matare a la infanta, mi reino queda perdido.
Pondré mi espada por medio, que me sirva de testigo.»
Y salióse hacia el jardín sin ser de nadie sentido.
Rebullíase la infanta tres horas ya el sol salido;
con el frior de la espada la dama se ha estremecido.
—Levántate, Gerineldo, levántate, dueño mío,
la espada del rey mi padre entre los dos ha dormido.
—¿Y adónde iré, mi señora, que del rey no sea visto?
—Vete por ese jardín cogiendo rosas y lirios;
pesares que te vinieren yo los partiré contigo.
—¿Dónde vienes, Gerineldo, tan mustio y descolorido?
—Vengo del jardín, buen rey, por ver cómo ha florecido;
la fragancia de una rosa la color me ha devaído.
—De esa rosa que has cortado mi espada será testigo.
—Matadme, señor, matadme, bien lo tengo merecido.
Ellos en estas razones, la infanta a su padre vino:
—Rey y señor, no le mates, mas dámelo por marido.
O si lo quieres matar la muerte será conmigo.

Las horas iban pasando, cada vez llegaba más gente y el baile propiamente dicho había dado comienzo hacía un buen rato. Olimpia hablaba distraídamente por doquier, haciendo cualquier comentario sobre temas de escasa importancia, tales como los vestidos, el clima, la decoración de los salones o los diferentes y sofisticados pasos de baile que podían apreciarse aquella noche. Estaba integrada sobre todo el el grupo que formaban los Arostegui. Al parecer, muchos de los asistentes eran parientes suyos, y no dejaba de asombrarse de lo prolífica que era su nutrida familia.

En aquel momento hablaba con su madre acerca de lo rápido que pasaba el tiempo. Olimpia y sus hermanas se acercaban cada vez más a los quince años, y sería necesario hacer una triple puesta de largo, ante las protestas en broma de sus padres, quienes decían que siempre serían sus bebitas, y que aún quedaba mucho para eso. Pero el tiempo no solo afectaba a las trillizas, sino también al mundo que los rodeaba.

Pensaba muchas veces en sus amigas, a las que conocía desde que eran muy pequeñas. Cuando se veían día a día, parecía que estaban siempre igual, pero cuando transcurría un tiempo sin que pudieran coincidir, se hacían evidentes los cambios, pues en la mente de Olimpia parecían conservar eternamente la apariencia que tuvieran la última vez que las había visto, sin importar los meses o años que hubieran pasado.

Eso era lo que se le pasaba por la cabeza al mirar a Juliane, y le costaba adaptar a su esquema mental su nueva imagen. Estaba hecha toda una dama. En ese momento estaba hablando con un caballero y se acercaba a hablar con otra dama joven que estaba de espaldas a Olimpia. Le llamó poderosamente la atención ver que la dama en cuestión se ponía los zapatos atropelladamente antes de que Juliane llegase a su lado.

Olimpia se quedó extrañada y continuó vigilando la escena a través de un hueco en el tocado de otra señora que estaba por ahí delante. Le habían venido a la mente ciertos recuerdos de su infancia, despertados por la forma en que la desconocida muchacha se había calzado. Se separó de su grupo y se acercó lentamente. Tenía pelo negro, y parecía de su edad.

Un recuerdo bastante difuso de una carta con sello italiano que había recibido una semana antes a la hora de la siesta ocupó su mente. Sospechaba que medio dormida la había colocado en algún sitio y se había olvidado de abrirla. ¿De quién sería esa carta? ¿Pudiera ser...? ¿Cabía esa posibilidad?

Sus dudas fueron disipándose al observar a la desconociday al escuchar su voz. Fue entonces cuando escuchó mencionar su propio nombre, y tuvo certeza absoluta acerca de su identidad. Con gran descaro lanzó su pañuelo por encima de la ya no tan desconocida dama, para que cayese ante ella, mientras disimulaba.

-Disculpadme joven dama, pero creo que se me ha caído mi pañuelo por aquí...no lo habréis visto, ¿verdad?

Entonces vio que se daba la vuelta con los ojos muy abiertos y se fundieron en un cariñoso abrazo.

-¡Ari! ¡Ocho meses fuera! ¡No sabes cuánto te he echado de menos, capitana!

La gente seguía haciendo ingreso al baile de las Luciérnagas, mi bella hermana saludaba y se relacionaba con todos los invitados, mis padres, también charlaban y yo, simplemente danzaba y danzaba.

Entre danza y danza me sentía feliz y jamás cansada, los pasos, las miradas cómplices y el toque de manos entre Nicolás y yo, hacia que disfrutara cada uno de los bailes que se sucedían.
Solo fue en uno de los giros en los que me tuve que quedar quieta, sin respiración, atónita, espere a ver si se repetía, mientras el resto de los invitados continuaba danzando a mí alrededor.
Nicolás se percato de mi estática y se acerco preocupado

El movimiento en mi vientre se repitió y una sonrisa afloro a ella cogí una de las manos de Nicolás y la puse sobre mi vientre – nuestro bebe también quiere danzar - susurre a Nicolás y le bese suavemente - necesitara una parejita allí dentro que dance con el – volví a sonreír, aquellas señas de que mi hijo se movía en mi vientre me ponían feliz sobremanera e intentaba compartir aquellos momentos con Nicolás tanto como era posible - y creo que reclama y tiene sed, me acompañas por un jugo de naranjas?, espero haya jugo y no tenga que ir a robar naranjas a los arboles.

Danzar con la música, dejándome transportar por ella ...

Lo pude lograr luego de un par de pisotones que le di al zapato de papi que se metió debajo de mi pie jeje

Pero él ni muesca hizo...se la aguantó lo más bien ..

Nos regresamos a donde mami estaba, pues su cara denotaba mas palidez que antes, me parecía.

Pero yo estaba tan eufórica con mi primer baile que le narraba todos los detalles, apabullándola creo

Mami...no te ha mejorado el estómago? - le pregunté mientras veía que mi papi le hacía poner de pie a ella y le sujetaba de la cintura .

Ya está mejorando - me decía ella mientras su sonrisa forzada ..no me demostraba lo mismo.

Se susurran entre ellos y papi dice La llevaré a casa, luego vendré por ti Serena

Papi no te preocupes por mi, cuídala a mami, yo me podría regresar con Trey o abuela Taurica

Me quedé mirando como se iban saludando a todos ...aún sintiéndose ella mal

Paris disfrutaba de la fiesta, probando las delicias de vinos que los mozos ofrecian,cuando su amado Vlo le dice:

Amour! desea usted bailar un pieza con mi?

L a Di Valiant con una coqueta sonrisa le responde:

Encantada mi amore...

Toma el brazo de su amado para dirigirse al salon de baile,mientras ve la cara de preocupacion de Vlo por no ver a Ninfa,paris dulcemente le dice :

M e parece haberla visto con Vlad en los jardines mi amore,mientras recordaba el pueblo de su hermano Urgel y la mala fama que tenian los paseos al aire libre...la Di Valiant carcajea una sonrisa moviendo la cabeza,mientras su amado la mira desconcertado

Zulei saludó animadamente a Ibelia e Ysuran que también habían acudido al baile, al acercarse a ellos Legolas los invitó a una copa así que fueron a la mesa donde estaban las bebidas y se sirvieron. La pareja se había portado muy bien con ellos al recibirlos en Segorbe con tanta hospitalidad así que a la joven le caían muy bien. Bebió un sorbo de su copa mientras Ibelia hablaba.

--¡Muchas Gracias! que alegría verles por aquí. ¿como les va la mudanza?

Sonriente respondió a la pregunta..La mudanza va muy bien, aunque con el viaje a Dénia no tuve mucho tiempo.- rio un poco al recordar las palabras de su padre sobre lo inquieta que era y que no se quedaba parada por mucho tiempo en ningún sitio..- me agrada mucho estar por fin en Valencia. Y vosotros. ¿qué tal lo estáis pasando?- mientras decía esto a lo lejos reconoció otros rostros como a Serena o Pok.

Tras el saludo de las amigas y la presentación del Borja, éste miró a Juliane y dijo:
- Lo cierto es que aquí dentro hace algo de calor. Tanta gente, y encima moviéndonos. ¿Por qué no aprovechamos y me enseñas los jardines de Benicarló? Me han hablado muy bien de ellos, pero no he tenido nunca el placer de visitarlos. Además, no me gustaría dejar pasar la oportunidad de comparar a la flor más bella con el resto del jardín -sonrió-. ¿Qué me dices? - añadió.

Lo cierto es que Kurt no mentía. En Villa Borja gozaban también de unos grandes jardines, con fama de bien cuidados, pero acerca de los de Benicarló había oído hablar estupéndamente. Al Borja le gustaba la jardinería. Tenía en su parcela de Castellón un pequeño jardín que gustaba de cuidar, ver crecer y estudiar. Había leído algunos libros sobre botánica, y él, siempre tan abierto a nuevos conocimientos, gozaba como un niño estudiando la forma y el crecimiento de sus plantas.

- Deberéis perdonar mi infame mi memoria. Lo cierto es que no consigo recordar la historia a la que hacéis referencia

- Mi tiempo es ahora contigo y deseo pases una agradable noche. Así es, Olimpia ha venido con su madre, la dama Danpi y se encuentran en el salón, seguramente deleitándose con las exquisiteses que ha ordenado mi madre sirviesen, pasen y disfruten que la danza acaba de comenzar

-Disculpadme joven dama, pero creo que se me ha caído mi pañuelo por aquí...no lo habréis visto, ¿verdad?...¡Ari! ¡Ocho meses fuera! ¡No sabes cuánto te he echado de menos, capitana!

Las palabras se le amontonaban todas a la vez y la emoción de ver a sus amigas aumentaba aquél embrollo en su cabeza. Por instinto abrazó a Olimpia al punto de casi dejarla sin respiración, mientras respondía a Juliane y Kurt, y sonreía a LadyVick.

- Oh Juliane, siempre tan amable, muchos deberían aprender de ti, la verdad es que tu y yo tenemos cosas de las que hablar - dijo risueña y guiñando un ojo a su amiga. - caballero Kurt, no os preocupéis por no recordarme, yo era más bajita pero muy trabajadora. Aquello fue incluso antes de mi accidente y pérdida de memoria. Hace muchos años ya. Antes era una niña, ahora, bueno ...

Dejó de hablar al ver pasar un rostro conocido. Sí, parecía su media hermana, la hija de su madrina. Sonrió al pensar que la de Bètera pudiera estar en el baile, pero pensaba que estaba de viaje, quizás Irisbel había ido acompañada con alguien. Sonrió aún más al pensar las travesuras que se le pudieran ocurrir sin la presencia de la condesa, y no pudo más que venirle a la cabeza una frase ... Nos lo vamos a pasar verdaderamente bien ...

En su media ausencia y casi en un susurro escucho al caballero Kurt hablar de calor, jardines, flores hermosas, y entonces decidió que comenzaban a sobrar...

- Estoy muerta de sed, creo que iré a tomar algo .

Decía con una gran sonrisa pícara.

AL acercase, Mientras se le acerca, a Sere muy lentamente, alcanza a saludar y a gritar a Zulei y a Arya

¡¡¡ola Zulei a Arya me da gusto verlas x aquí eje , como es que están?, ustedes? pues que pasen, muy lindas, linda, buenas noche noches ejejjee !!!

Se acerca a Sere bien lentamente, despacio, se inclina ante ella, le toma dulcemente de su tierna y dulce mano, la mano, y le da un besito dulcemente, bien suavemente, se la besa y le dice:

Sere mi bella dama me haría el honor, favor, de poder acompañarme y de poderme acompañar, en esta bella y dulce noche tanto como lo es usted igual de bella, y dulce, y tierna, y agradable en poder bailar esta hermosa y el, la, pieza, cono es usted x favor? y en esta bella y hermosa, y dulce pista de baile?, x favor?, ejej claro esta, que si es que tus, sus, queridos padres no me matan antes aja, no me quieren matar, ver bien muerto antes jaja :S