Johan_bp
El jovencito, como todos los días y desde hace meses, se levantaba temprano con un único fin; hacer todas las travesuras que le fuesen posible hacer a quienes trabajaban en el castillo y para sus padres. Si es chicuelo era atrapado, siempre le funcionaba la frase "Soy hijo de mi padres, tenedme respeto o les diré me habéis maltratado" y muchos de ellos al final no hacian notar las travesuras.
Pero Maria era diferente, extrañaba a Ederne y a sus padres, no, a ella no se le podía engañar. Aquella mañana, para su sorpresa, fue diferente. María (quién sabe desde qué hora) le esperaban al final de la enorme escalera central del castillo.
- ¡Pero mujer! ¿Dormís? - le dijo tratándo de pasar por su lado - Un momento señorito - le enseñó una carta lacrada - ¿qué es eso? - se la quitó de las manos - ¡Es de padre! - gritó feliz y corrió hasta uno de los divanes que con la premura halló. Rompió el lacre y leyó - ¡Regresan!! ya no tendré que aguantar el pesado de Jokin, què por cierto seguro duerme. Menudo heredero tenemos...habrá que deshacerse de él - se rió mientras, tras un abrazo a su nana, corrió hasta la habitación de su hermano escaleras arriba.
Se paró en seco frente a la puerta, recordó a esas dos mujeres rubias que aquella mañana de domingo salían riéndo de la habitación de su hermano, cosa que él explicó diciéndole " es limpieza de primavera".- Si claro - èl ya no era un bebè.
- Esto merece algo especial - se dijo y corrió nuevamente hasta llegar a las cocinas donde, tras escabullirse, consiguió un balde de agua bien fría. Con todo el esfuerzo que ello implicaba y tras largos minutos llegó nuevamente hasta la puerta de su hermano. La abrió con cuidado y como esperaba, seguía dormido - ahora sabrás... - arrastró el balde, temía despertara pero no fue así por lo que dedujo la fiesta había sido buena. Con mucho ingenio logró que el balde quedara a la altura suficiente y tras reirse de lo que iba a hacer, dejó caer el agua sobre su hermano gritó.
- NOS INUNDAMOSSSSSSSSSSS!!!! -
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