Lirdi
Rumores de la llegada de su buena amiga en los próximos días corrían por el reino Si bien no sabía con exactitud la fecha de arribo, la Jones decidió estar preparada y se fue con toda su descendencia a pasar unos días a Castellón.
Un buen día de esos estaba en la posada con sus trillizos cuando Garion entró corriendo.
-¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mamá!- Decía entre agitado y asustado
Los bebes que acababan de dormirse se despertaron al instante con los gritos y comenzaron a llorar al unísono
-¡Joe niño! Ya has despertado a los pequeños monstruos, los harás dormir tú ahora.- Decía la Jones enfadada
-Pero mamá, mamá!!! El monstruo esta afuera!!! Es horrible se arrastra por las calles diciendo que nos atacan moros, menestrales y gabachos!!!- Decía el pequeño más nervioso aun
-¿Pero que tonterías dices, hijo mió? ¿El aroma del mar os ha afectado la cabeza?- Decía a la vez que se ponía de pie y hacia una seña a las nanas para que hagan algo para calmar a los bebes.
-¡Que no mamá! Asómate a la ventana y lo veras! Allí anda corriendo por las calles!!-
La dama no tuvo mas remedio que asomarse a la ventana, al parecer era la única forma que tenía para que Garion se calmase. Al asomarse lo vio! ¡Era cierto! Había un monstruo arrastrándose por las calles a pleno grito de guerra y ese monstruo no era otro que Igor.
-¡Ha de ser la señal!- Dijo la dama entusiasmada -¡Corred todos al muelle!-
Lirdi tomó la mano de Garion y ambos comenzaron a correr hacia el muelle, la escolta de la dama al ver a su señora correr se miraron entre ellos un día la encontraban rompiendo ventanas con piedras, otro día la señora salía corriendo sin explicación alguna Cuidar a la de Segorbe si que era tarea difícil Pero en fin, debían hacerlo así que algunos de la escolta salieron corriendo tras su señoría mientras el resto se quedaba relegado para acompañar a Ofelia que guiaba a las nanas que cargaban a los trillizos
Al poco tiempo estuvieron en el muelle, era un barullo de voces de un lado a otro y una gran cantidad de gente estaba reunida allí. Mientras se abría paso entre ellos, la dama identificó al von Rommel y sonrió. Pero mas amplia fue la sonrisa de ella cuando se dio cuenta con quien hablaba él.
A gran velocidad se acercó a la pareja que parloteaba Von Rommel! el gran señor de los bosque le decía ella y luego seguían hablando blablabla, blabla, blablabla...
La Jones llego junto a ellos y se paro un segundo para recobrar el aliento Tras un instante puso su mano en el hombro de Tadeita todavía recuperándose y alcanzo a decir entrecortada y agitadamente
-Y no os olvidéis de la gran señora de los bosques - Hizo una leve risilla -Uff, por poco no llego, estoy fuera de estado.- Añadió agotada
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