Abrazando a su hija Hechicera, cogidas por la cintura empezaron a caminar detrás de la bulliciosa tripulación que se encaminaba a la primera taberna abierta de la ciudad. Junto a ellas iban sus socios y amigos, Vimaro y Cecania.
Estaba feliz, miró hacia atrás y le asombró la imponente silueta del barco.
Sinfonía alcanzó a la capitana del otro barco, su amiga Tadeita que abrazaba también a su vez a su hijo Cesar.
Y fue saludando uno a uno a todos los amigos, convecinos y conocidos que allí se habían congregado.
Al pasar al lado de donde aun gesticulaban y discutían airadamente el pelirrojo y el de Olocau, los saludó y abrazó, dejando de discutir unos minutos, auqnue cuando continuó caminando, siguieron con su pelea.
En otro grupito se encontraba La condesa Rose con tres de sus hijos, Ederne, Jokin y la pequeña Julianne.
Cuanto habían crecido, Rose te devolvemos sana y salva a la pequeña, se ha comportado como una auténtica lobo de mar.
La felicitó por el nuevo hijo que venía en camino y abrazó a sus hijos. Le acarició la barriguita sonriendo, notó una patadita.
No muy lejos estaba la dama Mafis que le había dejado el Liam I, el hermoso barco con que habían viajado a Italia, le agarró ambas manos agradeciéndole el préstamo de su barco, luego la abrazó.
Sonrió a Mesophos al que apenas conocía pero que se había acercado hasta allí a recibirles.
Un poco más adelante se encontraba el caballero Nicolino, que presto se había movilizado a defender la ciudad. También le saludo con cariño.
Vio también al jorobado de Bétera, al que lanzó una mirada abyecta, había querido comprar a su María. Él la captó e inmediatamente desapareció como tragado por la tierra, no fuera le cayera algo de regalo.
Si hasta el jefe de la policía, Gorka estaba allí, Dios la que se había montado, le saludo y sonrió. Luego tendría que hablar con él de lo que el Argo Navis traía en las bodegas.
Saludo al capitán de la hueste de la dama Rose, Zenian, hacia mucho que no le veía, ¡¡¡¡Cuanto había cambiado!!!
Júas!!!! Si hasta el caballero Sepillo se había acercado a saludar!!!! Le sonrió y abrazó, estaba exuberante hoy Sinfonía, demasiado contenta.
Llego donde se encontraba el Cardenal Laguna y haciendo una pequeña reverencia le beso el anillo de prelado.
Y llegaron hasta el Señor de los bosque de Játiva... otra vez se sentía Castellón en medio de Játiva y Bétera.
Ohhh!!!! hasta Wenceslao, se había acercado al puerto, aunque no la había visto.
Y por ultimo diviso a su querida amiga Lirdi, con sus hijos, allí se juntaron todos en animada charla, la flor y nata del todo Valencia.
Por fin tras una buena y agradable charla, pudo dirigirse hacia su casa.