Los novios por fin llegaron, luego del asado, pero igual la gente aplaudió y entre vivas les recibieron. -
ahí están, amor mío - le decía el a su esposa y le sostenía la mano recordando en esos momentos cuanto estaba feliz el de estar casado con ella y sumamente agradecido de haber encontrado a tan inmejorable mujer para acompañarle el resto de sus días, y esperaba que los recién casados sean tan felices como lo eran ellos.
Su lugar estaba afortunadamente frente al de su familia. Feiniel se detuvo ante Yuste un instante-
Bonita escolta, muy bonita. Pero enseñadles a pelear al menos -le dijo con picardia -
mas de lo que parecen, amigo mío, mas de lo que parecen rió, se levantó de su asiento y no podía dejar de avanzar hasta los recién casados, abrazó primero a la Condesa -
mi querida y apreciada Condesa, Dios sabe cuanto me alegro de veros hoy celebrando vuestra unión, comparto vuestra dicha y felicidad con la lealtad de la amistad que nos ha hecho trascender mas en nuestros lazos, amistad leal que hoy siento infinita, con lo que solo puedo quereros como a una hermana, y considerad que eso sois para mi, hermana - le besó ambas mejillas y le abrazo afectuosamente sin romper excesivamente ciertos protocolos. Luego volvió a Feiniel mientras su esposa saludaba a la novia -
y vos, Mallister, no podéis ser menos que vuestra esposa - le abrazó -
hermano, cuidad de esta buena mujer, cuidadla como seguro estoy sois capaz de cuidarla, dadle todo el amor sin medidas, pues se lo merece, y con ello recibiréis la felicidad por la que tanto habéis luchado juntos. Sois una gran pareja - estrechó fuertemente sus brazos, y como ya se ponía demasiado sentimental y no quería que nadie echara algún lagrimón, añadió -
y si no le procuráis a esta buena mujer todo cuanto merece, ya me encargaré yo de buscaros un buen carnicero para que os deje un buen recuerdo, hermano - volvió a abrazarle -
felicitaciones, a los dos.
El banquete comenzó por orden del novio, y alguien gritaba "al ataque" con cuchillo y tenedor en mano y pinchando un pedazo de carne para comerlo.
Gareth y la esposa de él se acomodaron junto al de Berasategui y su esposa, y luego con un poco mas de retrazo hacía entrada el otro hijo mayor de la de Pern, Ricardo, él parecía un poco extraviado, a lo que el Duque levantó la mano para llamar su atención -
ehh, Richard, por aquí! que por allá se va a los establos, y los caballos no dan buena charla, y además son vegetarianos, venid, venid a sentaros con vuestra madre y acompañadnos - le decía mientras se acercaba y se acomodaba en su mesa -
Por cierto, ¿venís sólo?, hombre, que ya estáis en edad casamentera de hace mucho rato, y ya es tiempo de que estéis cortejando una doncella - le dijo mientras su madre asentía y Ricardo se ponía algo nervioso.
De repente los Jones aparecieron también junto a ellos -
Saludos mis estimados amigos
-Dijo Lirdi
Es un gusto poder saludarlos en esta ocasión.- Sonrió. El de Berasategui se levantó de su asiento para atender su presencia cortésmente y sonriendo -
mayor gusto tenemos nosotros de saludaros, y aprovecho para rendiros mis respetos por cuanto vuestra familia ha hecho por nuestro Reino en los tiempos difíciles - dijo respetuosa y afectivamente, una de las criadas se acercó y media confundida les indicó que se ubicaran cerca de los de Benicarlò y Morella -
Bueno mis queridos duques, al parecer estaremos cerca toda la noche, podremos charlar mucho.- Dijo Lirdi alegremente -
mayor placer todavía para nosotros, que tenéis que contarnos de vuestras hazañas en tierras norteñas - y mientras ello la dama Elhanyan replicaba -
¿No creíais que éramos tantos verdad? Somos una gran familia por cierto - y Yuste respondía -
Sois lo suficiente en numero y en acciones como para decir que realmente sois una gran familia, y quienes nos sentimos amigos de vuestra casa también nos sentimos honrados de poder decirlo - le sonrió.
Todos se terminaban de acomodar mientras los pajes se encargaban ya de servir y acomodar las comidas -
¡Pero a dónde han ido mis modales! No os he presentado a nadie. Disculpadme. Excelencias, os presento a D. Astaroth da Lúa, Señor de Valdecorneja y primo mío. - Le presentó Lulu a los Duques. -
Os presento a los Duques de Benicarlò y Condes de Morella y hasta hace poco reyes de Valencia. - Agregó, nuevamente hacia su primo. -
Encantado de conoceros, señoría. Si sois primo de nuestra tan buena amiga, no dudo que como familia compartís los mismos valores que tan buena mujer nos ha demostrado, pues vuestra prima es una gran valenciana, y aunque no ostente título alguno lleva en si la nobleza que solo se gana uno con hechos, y con ello ha abarcado todo nuestro aprecio. Bienvenido a Valencia. - dijo con gentileza.