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[RP] Celebraciones de los esponsales de los Condes de Bétera

--_igor




En una de las salas apartadas donde se iban depositando los presentes llegados por los esponsales,

¡Rediós! qué buena moza! babeaba al ver a Ofelia, la críada de la Casa de Segorbe... ¡mozaaa, tengo tierras, ¿nos arrejuntamos?!
--Criados_betera


Mientras terminaban de servir y repartir por las mesas, escuchaban las distintas melodías... que sonaban en el ambiente festivo de aquella celebración...
Fabilla


Habían ingresado al bello lugar donde seguía el festejo de la ceremonia, luego de que los ñiños se hubieran calmado, mas tranquila y del brazo de su amado se acerca a los novios, abraza a Tadeita y le estrecha la mano a Feiniel-, muy contenta los saluda y les dice - Les deseo muchisímas felicidades en esta nueva etapa de amor que emprenden juntos !!!! Luego observa que Tadeíta entrega una medalla a su amado y también a ella diciendo estas palabras -

...mi señora son muchos los cruzados catalanes a los que no hemos podido entregársela, ya que aún se encuentran encerrados, torturados y sometidos a la represión herética, así como todos aquellos que ayudaron en la defensa de nuestro Reino y que no la han recogido por temor a represalias cuando regresen al Principado, pero os entrego a vos por vuestra valentía y honor en la Guerra Santa, la medalla de la Cruz de la Fe, vos representáis una parte de la lucha de vuestro pueblo, dijo entregándole y abriendo la otra caja. Llevadla con orgullo...
Fabilla soprendida toma la medalla, - Gracias, muchísimas gracias por el gesto de reconocimiento, agradezco en mi nombre y de mis compañeras/os que hemos participado en la lucha....la abraza fuerte emocionada

Luego le susurra a Rutger disimuladamente... amor has traído el regalo que hemos elegido ... ?



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Gonzalo_de_montalvo


El viaje desde Castilla había sido placentero en compañía de la dama Doña Bruxia, las muchas leguas, la nieve, ejércitos y maleantes se desperdigaban por todas partes, no habían supuesto ningún problema, ante la calidez de su mirada, su risa, y su verso grácil y fluido.

Doña Bruxía me había solicitado como Embajador de Castilla en el Reino de Valencia viajar en la caravana en la que me trasladaba a Valencia, ya que quería asistir a los esponsales del caballero Mallister con la hermosa Tadea, no me pude negar aquel viaje seria para mi persona una ocasión única.

Algunos contratiempos en el viaje hicieron que fuera imposible llegar a tiempo de asistir a la ceremonia en la Catedral, los nuevos esposos y sus invitados ya habían partido hacia la celebración que se había preparado en Bétera, así que dirigieron dirigimos nuestros sus pasos hacia el castillo.

El carruaje finalmente se detuvo en la entrada, un lacayo abrió la puerta y ayudó a descender a Doña Bruxia, le ofrecí el dorso de su mano para entrar juntos en los salones.

El baile había comenzado y las damas y caballeros magníficamente vestidos bailaban, charlaban… comían… bebían.

Reconoció al algunos castellanos, con los que mas tarde le gustaría departir

Observe como Doña Bruxía buscaba con la mirada a los novios hasta descubrirlos al fondo de uno de los salones, me sentí un ser especial mientras me acercaba del brazo de Bruxia.

Al llegar junto a los novios les dio un enorme abrazo a ambos, departieron, le deseo felicidad en la andadura que empezaban y entregados unos hermosísimos regalos de bodas, volvió alternativamente la mirada hacia el embajador y hacia la feliz pareja
-Quiero presentaros a D. Gonzalo de Montalvo, embajador de Castilla, que ha tenido la amabilidad de escoltarme hasta aquí.

Doña Tadea dirigiéndose al caballero, os agradezco excelencia que hayáis tenido la amabilidad de escoltar a mi cuñada Bruxia, es un largo y peligroso viaje, es por tanto un honor conocerle hoy aquí y que nos acompañe en este día tan importante para nosotros.

Con ademan cortes y protocolario salude a la Condesa de Betera y su esposo el Conde Don Feiniel Mallister de Azagra, el placer y el honor es mio al poder conoceros personalmente y permitanme vuesas mercedes hacerles entrega de este detalle, es un caliz de plata para consagrar, reliquia valenciana antigua y conservado en mi familia.
Jose_enrique


El Nuncio se había quedado ''lelo'' mirando la noche que se estaba estrellando; osease llena de estrellas, cuándo escuchaba las palabras del Primado:

Mi amigo. Un gusto verte!! como te estas preparando par el fin de año?

El clérigo de Calatayud le respondió:

Pues yo como siempre, me preparo bien. Preparando la cena tanto para nochebuena como para fin de año. Os comento, mi estimado, que tengo planes de invitaros a una misa y banquete entre los días 23,24 y 25. Espero podáis asistir.
Nicolino


El Borja atinó a sacudir un poco su capa y sus ropajes, para quitarles los restos de nieve de encima, mientras veía que la mesa ya estaba servida, y la música de aquellas fiestas de tan dignos esponsales creaban un ambiente agradable y cálido, que parecía un mundo diferente aislado de la fría tempestad que tenía lugar fuera de aquel salón.

Ni bien se hubo quitado la capa y la hubo colgado en una silla, en la que más tarde habría de sentarse, se dirigió presuroso dónde los Condes, obviando la presencia de los demás por un instancia pues era menester saludar primero a los anfitriones de la celebración y señores del castillo. Palpó antes que el obsequio aún siguiera entre sus ropajes. Sonrió, y cómo si fueran viejos amigos a los que no hubiera visto por años, se acercó y saludó afectuosamente, con una sincera felicitación:


-¡Felicidades, Egregios Condes de Bétera!. Sin duda seréis muy felices y de esta unión nacerán muchos niños capaces de perpetuar el linaje en la historia.-hizo una pausa, y continuó diciendo, mientras sacaba un pañuelo de seda púrpura en el que se hallaba envuelto un collar de oro del que colgaba un brillante rubí:-Ah, os he traído algo. Un obsequio. No sé si es el más adecuado para la situación, mas vosotros sabréis que hacer con él. Guardadlo, vendedlo, cómo estiméis oportuno. Considerarlo un obsequio para vuestra Casa.

Espero me disculpéis al no haber podido llegar antes. Cuando estaba a mitad de camino se desató esta nevada, y ya sabéis cómo suele estorbar esto. El clima es muy poco propicio, cómo la providencia para muchos Reinos. Dios parece estar jugando con nosotros...Coronas enteras caen, Reyes mueren o abdican, parecen estos el fin de los tiempos.¿Os habéis enterado lo de la Guerra entre Genéva y Saboya?

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Zarek.


Curioso, o más bien, caprichoso son los designios de los Hados. Fue pues, que en aquel salón del castillo, en breves unos hermanos se iban a conocer...

¿Azares del destino quizás?

La muchacha de los cabellos de oro a la que Zarek observaba, como empujada por una fuerza invisible se alzó de su silla y se acercó a la zona donde el mercenario, Sepillo y un tal Valken conversaban -aunque Zarek más que hablar escuchaba... O eso se suponía-.

- ¿Y con quién tengo el gusto? - Dijo ella.

- Dudo que sea un gusto conocerme... - Farfulló él. - En estas tierras se me conoce como Zarek... Zarek de Moesia.

Unos metros detrás de la joven apareció el hombre que la acompañaba en la mesa. Sería su prometido, o esposo.

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I want to feel the pain and the bitter taste of the blood on my lips... Again.
Claribelle


Embelesado con el nuevo Serrallonga, Clari pasaba al bebe en brazos de su primo, cuando en ese aparecio su esposo Gareth mordiendo el jamon saludando a todos.

Si, si , trae Gareth, ahora mismo doy buena cuenta del Jamon - decia Sepillo

Mientras tanto Clari observaba al que parecia ser un vagabundo quien la observaba de pies a cabeza hasta por fin escucharlo brevemente.

Dudo que sea un gusto conocerme... - Farfulló él. - En estas tierras se me conoce como Zarek... Zarek de Moesia.

Zarek de moesia... dijo susurrando Clari - nos conocemos de algun lado? me suena ese nombre aunque muy conocido no es.

Muy cerca de ella se encontraba ya Tadeita saludando a los demas invitados, aprovechando la oportunidad de ir a felicitarla.

Permiso

A unos pocos pasos se acerco a Tade finalmente llegandola a abrazar.

Mi querida Tadeita no podia quedarme sin la oportunidad de poderte felicitar y deseando que seas feliz por siempre.

Haciendo una pausa se acerco a susurrarle algo mas a Tadeita.

Perdona mi dama, pero es conocido o familiar tuyo aquel hombre mal vestido y con cara de pocos amigos? decia señalandolo con la mirada- me ha dicho su nombre pero no recuerdo, sabras decirme algo?

Apenada por la intromision se quedo a la espera de una respuestas mientras miraba a su primo seguir cargando al bebe y Gareth estar a lado del aun desconocido.

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Tadeita


Muy hermoso era el caliz del castellano, sin duda iría destinado a la capilla de San Jorge de Lydda, en el mismo castillo, la cual pronto debería ser bendecida y consagrada para las ceremonias familiares.

Escuchaba al Borja,

Nicolino a écrit:
-¡Felicidades, Egregios Condes de Bétera!. Sin duda seréis muy felices y de esta unión nacerán muchos niños capaces de perpetuar el linaje en la historia.


Contaba mentalmente los niños que ya habían sido fruto de esta unión, la verdad es que le llevaban ventaja a la Duquesa de Benicarló, sonreía por lo bajini... perpetuarían el linaje, aunque eso le costara un infarto a sus eternos enemigos, que eran muchos, obsesivos y variados... el regalo del Borja era un hermoso rubí engarzado en un collar no menos valioso... muchisimas gracias, Nicolás, aunque vos ya me hicistéis un gran regalo, viniendo a Valencia... le sonreía abiertamente cuando se acercó a ella, la hermosa Claribelle... si me disculpan...

Le dio un fuerte abrazo a Claribelle ¿cara de pocos amigos? le repetía a claribelle... miraba por encima de su hombro... hasta que lo localizó, ¡el de Moesia!... sonrió y miró a Claribelle, cogiéndola de los hombros, está claro que el destino nunca puede torcerse y siempre llega a donde debería, todos nuestros caminos están escritos de ante mano, y este es uno que hemos retrasado en demasía... no la iba a entender, pero la agarró del brazo y dando un corto paseo se iban acercando a Zarek.

Veréis, le iba contando, cuando desapareció vuestro hermano Aynep, este individuo, tan guapo como greñoso, tan gruñón como valiente, se presentó en Bétera con una carta de Aynep... cada vez estaban más cerca... debimos presentaroslo hace mucho tiempo, pero él marchó de viaje y no habíamos encontrado el momento, que, ahora, y gracias al Altísimo, ha llegado... os lo presentaré...

Tocando por el hombro al mercenario... Zarek de Moesia... hay alguien que debéis conocer, la dama Claribelle... esperó a ver su gesto... de Serrallonga, hermana de Aynep de Serrallonga... y por lo tanto... guardó silencio, esperando su reacción...

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Deseos








Zarek.


- Zarek de Moesia... - Dijo susurrando Clari - ¿Nos conocemos de algún lado? Me suena ese nombre aunque muy conocido no es.

- Lo dudo. - Mintió él. - De haber cruzado palabra, seguro sabrías quien soy.

La dama en cuestión cedió el pequeño infante que llevaba en brazos a su primo paterno y se retiró unos instantes.

Los varones siguieron charlando entre ellos, hasta que alguien tocó un par de veces el hombro de Zarek, llamando así la atención del mercenario. Y ni más ni menos que se trataba de la misma condesa de Bétera... Junto con Claribelle.

- Zarek de Moresia... Hay alguien que debéis conocer, la dama Claribelle... de Serrallonga, hermana de Aynep de Serrallonga... Y por lo tanto...

- Por lo tanto nos une la misma sangre paterna... - Musitó el Griego. - Si mi memoria no me falla, antes de emprender el viaje a Irlanda mandé a un mensajero para que te entregara una misiva escrita del puño y letra del Suion. - Zarek hizo una pausa, mirando a su recién encontrada hermana y el resto de la nueva familia. - Clari... Belle... ¿En qué demonios estaría pensando?

Con una paradójica sonrisa dibujada en el rostro, Zarek contempló a la criatura que Sepillo acunaba en sus brazos. Recordó a su hermana menor, Lara, cuando en las noches de exilio, junto a la hoguera que solían encender para calentarse los cuerpos, la abrazaba de igual forma, y le cantaba, con apenas un hilo de voz, canciones típicas de Bizancio.

- La dicha acompaña a los de tu casa, Claribelle. Cuida de tu familia y lucha por ellos hasta el último aliento. - De nuevo guardó silencio unos instantes. - ¿Cómo se llama el niño?

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I want to feel the pain and the bitter taste of the blood on my lips... Again.
Feiniel


Se habia perdido entre todos los invitados y las felicitaciones. Sonriendo a todos se escabuyo para dar con Tadeita, a quien encontro junto a Claribelle y Zarek

Antes de dirigirse hacia ella, busco a Urraca con la mirada, intentando localizarla. Veia que el ambiente decaia, asique habia que mejorar ese hecho, al no verla se acerco hasta la cocina- ¿Y urraca?
No la hemos visto señor -contestaron los que alli se encontraban en ese momento
Pues vosotros mismos, sacad el pastel, veo a los invitados algo aburridos -les insto
Si señor -respondieron

Dicho esto, volvio a la fiesta, dirigiendose hacia donde se enconraba Tadeita con los invitados. La rodeo con un brazo por la espalda y el susurro al oido- Discupa mi ausencia
Se quedo un poco mas atras para no interrumpir a Zarek y Claribelle
Eduardo


El ahora no tan pequeño de la familia Mallister fue el último en salir del recinto sagrado. Trotó por los senderos, alejados del camino principal, deseoso de ver un pequeño claro en el que jugaba de pequeño, a escondidas de sus padres y miembros del servicio del castillo.

Héctor desmontó de Cesare, su nuevo caballo negro, robado a un rico gabacho, ese secreto quedaria entre él y el caballo. Poco tiempo habia tenido para amaestrarlo, pero el caballo le habia cogido rapidamente gran cariño a su nuevo amo, y por eso, el joven lo dejaba suelto.

-Descansa un poco, Cesare dijo soltando las riendas y acercandose al riachuelo, congelado. Al situarse junto a la orilla y respirar aquel aire se sintió invadido por la tranquilidad. Se sentó sobre una roca plana y contempló el entorno. Aquello duró poco. Empezó a nevar, se encontraba cerca de casa, pero el camino se pondria dificil sino partia de inmediato.

Héctor montó sobre Cesare y partió sin mirar atras, pronto llegó al camino principal, donde la nieve aun no habia cuajado y empezó a adelantar coches de valencianos o aragoneses adinerados hasta llegar a las puertas del castillo. Ya en las cuadras dejó su caballo al mozo de cuadra... Dejadlo bien limpio susurró al mozo dejando caer sobre la mano de este unos cuantos escudos.

Se alejó de las cuadras para ir a la fiesta organizada arriba, subió las escaleras, viendose rodeado de criados que corrian arriba y abajo con bandejas de plata. Pasó uno por su lado y le hizo parar para ver lo que contenia, aquel criado, reconociendole, se lo mostró... Rico jamón, el caballero Zebaz debe de estar aqui sonrió el muchacho mientras cogia un trozo.

Héctor entró en el gran salón y vió a muchos invitados e intento pasar desapercibido, sin lograr que varias miradas se fijaran en él, habia evitado con exito a Urraca y a Igor, gracias a Aristoteles. Observó a su madre conversar con una dama muy hermosa, no recordaba su nombre, se acercó a ellas y las vió acompañadas de un hombre algo andrajoso. Este debe de ser mercenario, se decia Héctor.

-Hola madre, dijo para sorpresa de ella, y antes de que pudiese reaccionar la dió un gran abrazo... me alegro de que os hayais casado por fin.
Mientras duró el abrazo le guiño el ojo a su padre.
Tadeita


Al escuchar esa voz, ese Hola madre, se giró muy sorprendida, ¡Héctor, hijo mío!... era su pequeño rebelde, antes de que pudiera darse cuenta ya estaba dándole un fuerte abrazo... casi se le saltan las lágrimas al verle allí, años hacía que Héctor había partido de Valencia con rumbo desconocido y pocas o ninguna las noticias que de él tenían... no sabía porqué pero intuía que nunca querían contárselas, no iba a preguntarle nada de su vida para no tener la bronca montada, no un dia cómo hoy, ya que ni le había escrito ni había sabido nada de él en años... pero allí estaba, en sus brazos, como cuando era un niño... estaba vivo y bien... hijo mío, cuánto te hemos echado de menos...

¿has visto? por fin nos hemos casado, sonreía cogiendo la mano de feiniel, tu padre y yo hemos podido contraer matrimonio como el Altísimo manda, aún no se creía que su niño, ya un hombre, estuviera allí con ellos, le enmendaba el flequillo como cuando era un enano mientras hablaba con él, tendría que contarle todo desde el día que se fue, con pelos y señales... antes de que volviera a desaparecer...

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Deseos
Lulu_bathory


El descubrimiento de la nevada otoñal, causó bastante revuelo dentro del salón. Tanto, que muchos invitados, dejaron de lado sus casi vacíos platos de comida y se acercaron a la ventana para ver la caída de los copos de nieve. Lulu observaba desde su mesa, picoteando de fuente en fuente; tenía poco apetito aquel día y prefería dejar sitio para la tarta. Instantes después, abandonaba su silla y se acercaba al Da Lúa, que también parecía no concentrarse en el banquete.

- Disculpad la interrupción mi dama. - Dijo a la joven que parecía acompañar al noble. - Primo. ¿Os parece que os presente a algunos amigos ahora?
Eduardo


Héctor sonrió sabiendo lo que se le pasaba a su madre por la cabeza, y, sino, era logico.

-Tiempo tenemos para ponernos al dia. Me quedaré una semana en vuestros dominios, señora condesa decia el muchacho con su habitual sonrisa. Alargó el brazo cuando un criado pasaba con una copa hasta arriba de ese vino riojano que tanto le agradaba.

-He de partir en una semana hacia el norte, el tiempo empeora segun pasan los dias, cuanto antes agarre a Cesare mejor. Y vosotros debeis celebrar la boda con un viaje los dos solos... Se acercó a su viejo padre y le susurró al oido no más hermanos, tres ya somos bastantes...

-Y sin más dilación me voy a dar una vuelta por aqui pues creo que he interrumpido una importante conversación d
e... miro al mercenario.. negocios.. Héctor bebió de su copa y se alejo a ver si llegaba a comer pescado del Turia...
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