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[RP] Una pequeña historia

Sinfonia



Desde su llegada a Castellón Sinfonía había tenido muchas sensaciones, unas buenas y otras no tanto, de todo había habido.

Había llegado para descansar, pensar y reflexionar, en todos los hechos acaecidos en su vida hasta ese momento. Con el ánimo decaido.

Aragón se convulsionaba en guerras fraticidas provocadas por egos enormes, que la habían hecho dejar sus ideales aparcados en el camino, para decidir que hacer, que camino tomar, hacia donde dirigir sus pasos.

Aprovecharía para utilizar su barca apenas usada, solo tenia una semana de uso en Osma, bello y lejano lugar castellano. Así podría pescar y alimentarse con lo que ella pescara, y subir entendimiento e inteligencia que falta le hacia.
Tenia que hablar con los hábiles pescadores lugareños, para pedirles consejo y sacar el máximo provecho de la barca.

Lo que más le impresionó al llegar fue el mar, solo había estado una vez cerca del mar y casi ya ni se acordaba, fue en un fugaz viaje a Tarragona de apenas un día, a recoger a su primo Zebaz, que se mudaba a Calatayud, que lejanos le parecían a Sinfonía esos hechos, cuantas cosas habían sucedido desde entonces.



Quiero contar mi pequeña historia, y todos los que en ella estan, ellos saben, pueden postear si ese es su deseo. No quiero malos rollos, y solo quiero llevar mi historia hacia un fin, donde reside el Amor
Sinfonia



Cerca del mar, mirando el nítido horizonte, recordaba pasajes de su vida.
Su corta e intensa vida.

Había nacido en Urgell, lugar fronterizo y, por aquel entonces, único punto de conexión con Francia, por lo tanto lugar muy concurrido, a pesar de lo escondido que estaba, no era un pueblo huraño y aislado, sino abierto a todo el mundo y cosmopolita.

Como toda ciudad de frontera tenía a sus mejores personas en el ejército, para su guardia y cuidado y ese era el objetivo de Sinfonía, entrar en los Leones de Urgell, la élite de toda la soldadesca del Reino.

Parte de esa afición por las armas la adquirió desde bien pequeña en el monasterio donde se crió, si, sí se crío entre monjes, santos varones.
Sus padres a los que no conocía, la habían dejado al cuidado del prior de un monasterio, el Padre Arnaldo, él la había educado con esmero, preparándola para un futuro digno, e independiente.
La habían enseñado todo lo que necesitaría en esta y vida y más.

La honestidad, y la honradez, ante todo, ese era su lema, y trataba de cumplirlo siempre.
Además la adoctrinaron en la lectura, en su nutrida biblioteca, en la escritura haciendo hojas y hojas de caligrafía, en las que empleaba muchas horas, una y otra vez, hasta que la letra fuera bonita.
Los fogones le fascinaban, especialmente le gustaban inventar recetas de platos y postres, que practicaba luego en la cocina.
El herbolario más completo del mundo, estaba en las alacenas de su farmacia, ungüentos hechos con hierbas y barros que curaban torceduras, esguinces y picaduras.
La equitación ya desde pequeña, los caballos le fascinaban y fue una experta amazona desde bien canija, ella misma se encargaba de limpiar y de cepillar a su caballo, lo alimentaba y cuando cabalgaban parecían un solo cuerpo. Cuando ella subía a la silla el caballo siempre le daba un mordisquillo de saludo, cosa que no siempre le sentaba bien a Sinfonía.

Y por supuesto la esgrima, dios cuanto le gustaba la esgrima, soñaba con emplear esa espada par causas justas, a lidiar contra los malos.
Ainsssss como cambia todo, como se van los ideales y viene la cruda realidad.

También le enseñaron a ser devota y a tener fé y que debía hacer las cosas por si misma, tenia que aprender a valerse sola en todas las circunstancias.
Le enseñaron a trabajar duro y y bien, ayudaba en los huertos, ponía y quitaba mesas, limpiaba en la plonge, platos y las enormes cacerolas de cobre, hacia coladas enormes y las tendía a secarse al sol sobre la hierba ,en una palabra, vivía y trabajaba alegre.

Era independiente y feliz y eso se lo debia a ellos.

Sinfonia



Para descansar del entrenamiento, Sinfonía, recorría toda playa a lo largo por la orilla, bañándose los pies que había descalzado pudorosamente, dejando sus finos tobillos desnudos.
Los bajos del vestido se le mojaban pero no importaba porque antes de llegar a casa ya se habrían secado.

Corrían principios del año de nuestro señor de 1456, mes de enero, algo pasaba... incertidumbre...llegaban rumores, había muchos nervios se oían noticias, nadie sabia nada cierto, pero, invasores ingleses se acercaban por el oeste.
Se habían acomodado en el Reino de Castilla en el último poblamiento, venían ya huyendo de allí de los desmanes que habían hecho en su lugar de origen y aquí su comportamiento no iba a mejorar.

Acuartelaron a los leones.
En el mismo campamento militar en el remanso del río Valira cuando estaban esperando salir para la guerra bautizaron a los leones que partían y querían ser bautizados, el señor alcalde y diacono de Urgell, ahora Capellán del Ejercito y Señor Arzobispo, Tanys.
Partieron con el Capitán al frente Oldfox, el mismo herrero que hizo su espada, ¡¡la mejor espada del mundo!! Partieron "diez leones de Urgell", Pelaje, Xenan, Nezher, Maxstar, Nasha, Olaiux, Enrick, DjDefender y Sinfonía, que así se denominaban a los bravos soldados de los Tercios de Urgell.
Era la primera vez que salía de Urgell y fue para enfrentarse a los invasores ingleses, Sinfonía, inconsciente ella, sintía hasta alegría... vería mundo, dirección primera línea de fuego, Zaragoza la primera batalla y Calatayud la segunda, tercera, cuarta batalla.

Y bien que lucharon, y bien que se defendieron, y bien orgullosos estaban de haber derramado su sangre en esa contienda defendiendo la Corona del ataque del enemigo inglés, el temido Ejército 'Mano Della Morte''.
A la de rendición no les dejaron quedarse, les ordenaron salirse del ejercito ese día: el día de la victoria.

Cuanta sangre se derramó allí, cuanta sangre roja y valiente.

Que alegría sintieron cuando vieron el comunicado de rendición del general ingles, que alivio al ver en la Plaza Mayor de Calatayud, clavada la nota de Anto_Capone, aceptando su derrota y solicitando clemencia para sus hombres:
Citation:


Al Mando de Aragón:

Es con mucho Honor, que aceptamos esta derrota. Valientemente ambos lados han contratado en esta batalla larga y dolorosa, dejan al derramamiento de sangre sobre cada lado no han estado en la vanidad.

Por favor, acepte esta rendición condicional, que mis tropas no pueden compartir el mismo destino que mí, ya que ellos son sólo una extensión de mi voluntad.
Humildemente pido todas mis tropas para ser dadas sentencias (oraciones) mínimas, o liberado aún; pregunto que sus sentencias (oraciones) sean pasadas a mí.

Deje aquellos que siguen las órdenes no pagan la pena para sus comandantes, esto es mi condición humilde y singular de rendición.

Estoy en su buena voluntad.

Sinceramente,
Anto Petrarca
Director of NNGO
General of Mano della Morte


Solo quedaron indemnes Nezher , y ella de todos los leones que se fueron a la aventura de la guerra, y ·arias·, zaragozano, que habia entrado en su batallón.

Sinfonía empeñó su honor en que el pendón de Urgell estuviera representado en la victoria, ya que ellos no podían quedarse, le entregó el ensangrentado emblema al noble caballero catalan Arbucies, (ya fallecido) que le juró que Urgell estaría representada en la rendición del enemigo. Que el inglés doblaría su rodilla ante el ensangrentado estandarte de los Leones de Urgell .....


Un escalofrío sintió Sinfonía al recordar esos hechos y se dió cuenta que ya se había hecho muy tarde y que ya todos los trabajos estarían ocupados.... hoy estudiaría, cosa que le gustaba mucho, cada vez más.
Sinfonia



Los días de primavera, cuando salía el sol, en el Pinar, mientras hacia ejercicio notaba Sinfonía que era observada, no estaba sola, con ella, además de su caballo, estaban las trabajadoras y diminutas ardillas, que se afanaban en juntar sus pequeñas y secretas despensas para el futuro invierno….que listas eran.
Se habían acostumbrado a su presencia y cada día eran más osadas y menos huidizas.

Al caer, herido de muerte, su capitán Oldfox en la tercera batalla de Calatayud, tuvo una inmovilización obligatoria de 45 días, ella había quedado ilesa y podía haber regresado a Urgell inmediatamente pero jamás dejaría un compañero herido detrás y tomó una decisión, se quedaría junto con los heridos allí en Calatayud, cuidándoles y dándoles ánimos, amen si necesitaran alguna cosa, la que fuera, ella estaría allí.

Todos los días temprano, se afanaba en buscar faena en el pueblo, en Calatayud, ora en los campos de los vecinos, ora en la mina, ora en el vergel, famoso en el lugar…si esos preciosos árboles frutales hablaran…. que de cosas dirían.

Por las tardes era obligatoria la reunión de los leones en la taberna,” La posada de los muertos” como se puede ver un nombre muy apropiado en la época que se vivía, ha estado abierta hasta hace poco, un mes o dos, siempre que Sinfonía visitaba Calatayud, entraba en esa taberna y se sentaba en su esquina, arriba a la izquierda, y se quedaba un buen rato recordando tiempos pasados.

Junto con los leones se solían reunir los lugareños y en amable charla se ponían en común noticias, hechos y acaecidos.
Allí conoció, entre otras, a dos personas muy importantes en su vida, una era Vimaro, Vimarico, un vecino honesto y cabal de Calatayud, que tuvo la santa paciencia de escuchar a Sinfonía protestar una y otra vez por lo que ella consideraba injusticias, hasta que ya por fin se tranquilizó la joven se desahogó y pasaron a hablar de todas las cosas divinas y humanas.
La otra persona decisiva en esos momentos, fue Divea, Diveita, una dicharachera vecina también de Calatayud, picaruela y alegre, que contagiaba a todos esa alegría y vitalidad.
Por esa época también conoció a Almudena otra buena vecina, pero mas callada y reservada. Y a Pireo el trabajador hermano de Vimaro.

Al no tener Sinfonía familia directa, fueron estas las personas más allegadas a ella, de alguna manera, Sinfonía encontró en ellos a su familia. Una buena familia creia ella
Por ellos tomó una decisión, que aunque le costó mucho tomar, estaba decidida a cumplir, regresaría a Urgell a despedirse del prior y de los hermanos, y liquidar sus tierras.
A todo esto había subido al nivel dos y aun no se había estrenado en su oficio de carnicera, leona y carnicera….no tuvo que soportar bromas por esa coincidencia.


Ainssssss otra vez soñando, se le haría tarde…. cogió su caballo y llevándolo de las bridas se dirigió hacia el puerto donde tenía su barca amarrada, hoy tocaba pesca.
Sinfonia




Siguiendo su costumbre Sinfonía seguía entrenándose todos los días, consideraba que debía mantenerse en forma. Los hábitos que se adquieren de joven se conservan toda la vida.


Hubo una gran ceremonia, una comida de hermandad que presidía la XI Gobernadora del Reino de Aragón, la dama Forta, Señora de San Juan de la Peña, viuda de don Priamo de Huesca y Ribagorza madre de Vimaro y de Pireo y a su lado, su hermana la Chambelan del Reino, la Dama Candelas, Señora de San Juan de La Peña y Caaveiro, donde todos los que habían participado en la guerra de una u otra forma recibirían el agradecimiento de las máximas autoridades del Reino.

El broche de esa comida fue la entrega de las condecoraciones a los que habían participado y arriesgado su vida.Fue una ceremonia muy emotiva pues por allí desfilaron todos a recoger su condecoración, su tesoro.
Soldados todos, valientes y orgullosos, que merecían el respeto y la admiración de todos. Todos y cada uno lucían orgullosos sus heridas, tanto como luego lucirían sus medallas.
Entre ellos se encontraba Sinfonía aunque pensaba que ella no se lo merecía tanto como otros que habían dado su roja sangre por aquella causa. La sangre no tiene dueño se dá por quién se lo merezca y por quién se lo gane.
Ella no tenía ni un rasguño, y eso a ella la tenía un poco traumatizada y acomplejada.

Primero ayudó a sus compañeros heridos, que andaban recuperándose, a acercarse ante las damas a recoger sus merecidas condecoraciones.
Luego esperó su turno tranquila y cuando oyó su nombre se acercó a recoger su medalla muy emocionada.

Después se dirigieron de nuevo a "La posada de los muertos” y allí conversaron de todos estos hechos y del futuro más inmediato.
De esas conversaciones de los jóvenes, surgió un pacto entre ellos, se irían a vivir todos a Zaragoza, corrían rumores de que solo se podría estudiar en las capitales.
Así que Sinfonía esperó que se cumplieran los 45 días de reposo de su capitán, pondría sus campos en venta y regresaría a Zaragoza.
No sabía que se podían poner los campos en venta a distancia.

Llegó el día de la partida, Sinfonía era alférez y el capitán Oldfox seguía en el ejército pero pidió que fuera solo como soldado raso.
Ella respetuosa y orgullosa le cedió el puesto de cabeza en el grupo que hicieron de regreso a casa. Y allí se fueron los dos hacia Urgell, eran los últimos leones que llegarían a casa, los otros habían ido saliendo según se recuperaban de sus heridas.


Al llegar a Urgell ya vieron que algo pasaba, había preparada una gran fiesta que el pueblo de Urgell daba a sus héroes. Los nombraban hijos predilectos de la ciudad.

En esta ceremonia se les entregó al capitán de los leones las llaves de una nueva sede y la medalla de la ciudad de Urgell a cada uno de ellos.


Sinfonía recordaba todo esto mientras recogía con energía el trigo de algún lugareño castellonense, con un sombrero de paja para protegerse del sol.
Sinfonia


La vida transcurría plácida en Castellón, iba conociendo a sus gentes y empezaba a sentirse cómoda después de que dejaran de mirarla con curiosidad por ser una forastera.

Los lugareños se habían acostumbrado a sus ejercicios matutinos y la miraban con condescendencia, como diciendo, estos de la capital están locos y son unos excéntricos, pero ella veía a varias personas que paseaban o meditaban en las orillas del mar, jijijiji no era la única.
Sinfonia




El ruido de las olas del mar Mediterraneo, llevó a Sinfonía a recordar otros murmullos de agua, esta vez dulce, el Ebro, el rio es más silencioso y sigiloso que el mar.

Sinfonía una vez llegó a Urgell puso a la venta sus campos, a pesar de la cantidad de campos que había en el mercado territorial y gracias a Mountb, vendió sus dos campos, el verde trigal y el dorado maizal.
Buenos amigos dejaba atrás en Urgell, toda una vida, allí. Se iba con pena pero mirando al frente, al futuro.

Hizo un hatillo con sus pocas pertenencias y sus recuerdos, y se puso en camino, otra aventura más en su vida y de nuevo no le daba la espalda a un reto, allí iba ella decidida, sin miedo, se mudó a la capital de Aragón, Zaragoza.

Como llevaba con ella todas sus pertenencias Vimaro la fue a esperar a Lérida para acompañarla en el camino. Hizo de escolta, aunque a él ya le atracaron justo antes de llegar a Lérida, ahora siendo dos era más difícil que se atreviesen a tales felonías.

Y después de días en camino, al torcer un recodo del camino la vi, su destino, Zaragoza. Que elegante le pareció Zaragoza, que enorme, que bonita!!!

El rio Ebro que la cruzaba y la fertilizaba, que estampa, que imagen se quedó en su retina con su magnífica catedral, que primera impresión.

Y allí al frente de la ciudad su alcaldesa, una vitalista y generosa dama Candelas, nunca negó una ayuda a nadie, ni un consejo, ni una ronda, que borracheras se cogía Sinfonía en aquellas noches de charlas y rondas, o de rondas y charlas, que ya se sabe que lo que más suelta la lengua es el buen vino y la buena compañía.

El rio, el Ebro, era generoso en aguas, verde, cauteloso, misterioso y profundo, la tenía fascinada, embrujada.

Le gustaba entrenarse en ese sitio concretamente, corría por las márgenes del rio, todos los días, sin fallar uno, salía de su casa justo cuando cierto gallo cantaba, que no se sabía bien quién despertaba a quien, hiciera frío, vaya que si hacia frio con el cierzo soplando, o calor, vaya que si hacia también calor en verano.

Allí, en verano, se daba chapuzones en un remanso tranquilo, donde un sauce llorón traído de algún exótico lugar, rozaba el agua con sus ramas, haciéndole de cortinilla, discreta.


Sinfonia



En todo eso pensaba Sinfonía cuando llegaba a la playa y admiraba el precioso despuntar del día y se preparaba para su entrenamiento.
Se dirigía bien temprano hacia el este, a lomos de su brioso caballo, así le gustaban a ella, briosos y con personalidad, cuando el día aun no había amanecido, solo clareaba, se llegaba hasta la playa del Pinar, un precioso rinconcito salvaje que le permitía tener un poco de intimidad, alejada de las miradas inquisidoras de las ya numerosas, tempraneras y ajetreadas personas que se cruzaba en el camino.

Que trabajadoras y amables eran aquellas gentes, la habían aceptado como a uno más de ellos, siendo como era una estirada y un poco altiva joven de capital, bastante excéntrica por cierto.

En el camino iba saludando con una gran sonrisa, de un lado a otro, las personas asomaban la cabeza por encima de las tapias de los huertos, o en medio de un campo de trigo o un maizal, levantaban las manos para saludarla amablemente.

Y ella respondía según pasaba a toda velocidad, a lomos del caballo y un “buenos días les dé Aristóteles” y alguna vez lo reforzaba con un alegre movimiento de mano, sobre todo si estaban lejos del camino.

Tenía que reconocer que ese temperamento le agradaba mucho, y desde que estaba en Castellón tenía la sonrisa dibujada todo el día.

Otra cosa que le agradaba mucho de aquellos lares eran los olores, algunos nuevos, otros conocidos, los contrastes que había y lo agradable que le resultaban todo a sus sentidos.
El intenso olor que había en los huertos de naranjos, a azahar, cuando iba llegando a la orilla ella sentía el mar mucho antes de llegar, que bien olía el mar, a salitre, a aire fresco y limpio…., a libertad.

Allí estaba el coqueto puerto, a continuación de la playa, allá también había mucha actividad siempre, donde se refugiaban los pescadores cuando el manso mar se agitaba y parecía que se iba a comer la tierra.
Pero eso sucedía muy de vez en cuando, pero cuando pasaba las barcas debían refugiarse, muy rápido, de su inmensa ira en el puerto, pues tenía un temperamento fuerte y se enfurecía muy rápido.

Las tabernas eran otra fuentes de alegría para ella, después de un agotador día de trabajo o de estudios, se reunían en alguna taberna para poder hablar de las alegrías y miserias del día, que ora toca las unas otrora las otras.

Sinfonia



Sinfonia, dormía a pierna suelta a la sombra de un naranjo, los rayos de sol dibujaban al contraluz las hojas del árbol, cuando entreabría sus ojos verdes,varias moscas zumbaban a su alrrededor, todo invitaba a soñar....


Alrededor del rio Ebro funcionaba ahora su vida en Zaragoza. Tenía su casa cerca del puente al norte de la población, y su negocio dos calles más allá, ahora era molinera. Ya no era ni leona ni carnicera. Pero seguia con sus costumbres importadas del ejército.

Se entrenaba con arco y flechas en enormes dianas puestas en los fardos de paja después de la cosecha del cereal, o también en el tronco desnudo de algún árbol del famoso bosque de Zaragoza, en invierno.

Realizaba ejercicios con la espada y florete, para coger potencia y flexibilidad, para que sus muñecas, ambas, se mantuvieran ágiles y el peso de la espada no supusiera un obstáculo en un posible duelo o guerra, que una dama nunca sabe cuándo puede verse comprometida en un lio. Y ella estaba acostumbrada a valerse por sí misma.

De los cinco amigos que se comprometieron mudarse a Zaragoza, cuatro lo hicieron, Pireo, Vimaro, Almudena y Sinfonía.
Solo Divea fue atrasándolo y aun sigue viviendo en Calatayud, pero algún día cumplirá el trato.
En esta época también se juntó en Zaragoza Tirantita, la ahijada de Vimaro, una dulce, y preciosa jovencita y Mandrasco el otro ahijado de Vimarico, gran tipo y trotamundos donde los halla.

Llegaba su primer aniversario, y a Sinfonía le apetecía subir al nivel tres, y empezó a ahorrar, haciendo dietas, juntando denarios, todo lo que podía, tenía para un buen trecho aun, pero esa era su meta por esa época,
Sus amigos, le dieron la sorpresa más inesperada y maravillosa del mundo, nunca lo olvidará y nunca podrá agradecerles el mejor regalo que podía esperar nadie, además del regalo de la AMISTAD.

Se juntaron todos en Zaragoza y estrenaron la nueva taberna musical, famosa ya en el mundo entero, se puso el hilico musical integrada en “La posada de Zaragoza” y en la “Taberna municipal” inventado y hecho todo por Vimarico y siendo Divea, Tirantita y Sinfonía sus conejillos de indias con las pruebas de sonido y detectando los fallos, pincha aquí ...que ves??, carga esto,...que pone??? para que todo estuviera perfecto el día de la inauguración. La entrada a la taberna era muy divertida, saliamos a invitar a la gente a entrar, que épocas!!!
La primera canción que sonó en esa taberna fue “Golfa” de Extremoduro, y el “primer cumpleaños feliz” el de Sinfonía.

Subió al nivel tres y eligió la Vía de Estado, se propuso estudiar mucho….aunque no era una buena estudiante. Mentalmente Sinfonía daba las gracias por los amigos que había encontrado, y por esa amistad que aun duraba.


Sinfonia



Allí en Castellón, en la taberna "Levar Anclas" cierta tarde Sinfonía se encontró cara a cara con su destino, lo supo al instante, fue un encuentro fugaz y un poco tirante, nada hubiera hecho sospechar el devenir de los hechos, ni la intensidad de los sentimientos que tan mal habían empezado, le impresionó su compostura, su dignidad y su misteriosa y triste sonrisa.

Sus miradas se cruzaron y la suya quedó por unos segundos prendida en la suya, un escalofrio recorrió todo su cuerpo, nunca sintió eso antes.
Sinfonía no sabía leer en el fondo de ese hombre.... pero aprendería.
Sinfonia




Llegados a este punto de su vida, Sinfonía, se pone seria, muchas cosas y muchos cambios se avecinan en su vida. y los quiere relatar aunque le duelan. Y como todo cambio que se precie tiene su parte negativa y su parte positiva.
Hubiera dado media vida para que los acontecimientos que sucedieron seguidamente no hubieran tenido lugar, y la otra mitad para que se hubieran dado tal cual pasaron, pues allí estaba cerca de donde reside el amor, su amor y era la primera vez en su vida que Sinfonía sentía algo así.
Que mezcla extraña de sentimientos, se sentia en el infierno y a la vez rozaba el cielo con los dedos.
Aunque antes de continuar, quiere recordar a todos sus amigos y agradecerles su apoyo incondicional, siempre, su hombro donde llorar, sus charlas, sus planes , sus risas, ....y luego dicen que Zaragoza es aburrida!!!!! NO, NO y NO
Sinfonia



Sinfonía iba al mercado de Castellón, con una cestita de mimbres hecha con sus propias manos, miraba los frescos y apetitosos productos, carne, fresco pescado traído al amanecer, frutas y verduras, pero compraba siempre los mismos, sus hogazas de pan y sus mazorcas de maíz, que volvía a las eternas dietas, de vez en cuando caía en la tentación de alguna jugosa fruta, pero las menos de veces….
Se sentó en borde la una cantarina fuente, bebió la fresca agua, se mojó la nuca , las sienes y la muñecas para refrescarse y se puso a pensar, sus recuerdos volvieron a Zaragoza, a sus gentes…

El primero que le viene a la mente a Sinfonía es Vimaro, que decir de él, no tiene palabras, grandísima y buena persona, Sinfonía no dirá más de él que se pondrá colorado. Él ya sabe.

Forta, Gran Dama, madre de Vimaro y Pireo, y a su vez gran persona, justa y que sabe decir las cosas cuando son necesarias y cómo se deben decir, como dice el refrán al pan, pan y al vino, vino.

Candelas, ya había hablado antes de las Damas Candelas y Forta, hermanas, por las que sentía un especial cariño. ¡¡¡¡Cuanto la ayudaron sin conocerla apenas, más de lo que se pudieran imaginar ellas!!!! Gracias, esa palabra salía de la boca de Sinfonía sin esfuerzo y con mucho cariño.
Ambas hermanas, importantes señoras, de armas tomar y a la vez justas, ecuánimes y cariñosas.

Tirantia, dulce niña, persona noble donde las haya, sensible, y fiel hasta el infinito y más, sin reservas.

Pireo, gran consejero, le ha conocido poco a poco, por ser hermano de Vimaro, y un poco más reservado, vaya dos , Sinfonía siente mucho cariño por él, se lo ha ganado a pulsico.

Joseph von Frankenstain, admirado y a la vez temido en el fondo por Sinfonía, le imponía su sola presencia, siempre deseó entrar en su escuela de esgrima pero nunca se atrevió a pedirlo, veía los entrenamientos de los alumnos junto a Vimaro por las ventanas de la academia. Nunca más desperdiciaría así una oportunidad, por ser tímida o poco atrevida.

Arias, hijo de la Dama Candelas, persona con la que Sinfonía tuvo menos trato, coincidieron poco, pero había algo que les unía, estuvieron los tres juntos en las batallas de Zaragoza y Calatayud, sobreviviendo ambos y Nezher.

Reddick, alcalde de Zaragoza, es una persona entrañable al que le gustaba mucho tomar el pelo a Sinfonía y ella se dejaba tomar, y las risas eran bastante normales en la taberna cuando él estaba allí.

Ecequiel alcalde de Zaragoza, esposo de la Dama Drakulka, persona honesta y trabajadora donde las halla y padre de mi ahijado Carlos, Vicente. Drakulka que decir de ella, la más voluntariosa, amable, cariñosa, entrañable, confortable ….vaya pareja

Jam15, el jovenzuelo y valiente Jam15, maño de pro y de ideales muy altos, con quien Sinfonía charlaba cuando esperaban en las puertas de la universidad para entrar juntos a estudiar.

Zoldars el diplomático y político por excelencia, siempre atento y cortés, con una galantería en la boca y la prisa en los pies.

Sonarin compañero de Tercios, se habían quedado muchos días hablando comentando acontecimientos y hechos acaecidos del día por muy pequeños que fueran, gran persona.

Murther su jefe en los tercios, su amigo, ellos dos, Murther y Sonarin, fueron los únicos que estaban en los tercios cuando Sinfonía llegó a Zaragoza, le ayudaron mucho a encontrar un lugar, pero no pudieron levantar el espíritu que debe unir a los soldados de una compañía o regimiento, debían ser como hermanos, más que hermanos, debían ser un solo espíritu, sino al final se pierde la unidad.

Elmolinari, su primer superior en la capitanía de Zaragoza, luego amigo, que se metió en política, gran y admirada persona. Vio cosas que Sinfonía intuyó solo mucho después.

Kroke: dónde está Kroke???, viajó hasta el imperio teutón y no ha vuelto a tener noticias de ella.

Ximenez. En paz descanse, cartógrafo de Zaragoza (su primer plano fue el de nuestra ciudad) le reservó a Sinfonía su parcelita, la número 13, y su negocio en la nº 89, “El molino de Sinfo”, cuando aún vivía en Urgell, Daba a la Plaza de la Corona por el frente, la Calle de Santa Cruz y por la parte de atrás a la Calle Mayor. Recordada y añorada persona.

Belzebar, un recuerdo muy cariñoso a Don Belzebar persona que le ha hecho estudiar duro, aunque se ha sentido verdaderamente a gusto en la Universidad, es el único rector que ha conocido, pero piensa que sabe llevar la Universidad. Un homenaje a las cosas bien hechas, aunque como todos tiene sus detractores, pero Sinfonía le admira.

Todos ellos le enseñaron algo a Sinfonía y significaron mucho en su vida, de todos aprendió alguna cosa.

Sinfonía sabe que se deja a muchos vecinos y amigos, no quiere que nadie se sienta olvidado o desplazado, la memoria es selectiva y quebradiza, editará las veces que haga falta para completar este listado.
La familia merece un capítulo aparte
Sinfonia


En un punto del camino, entre Valencia y Zaragoza, descansando ya, Sinfonía repasa el día.

Hoy no ha tenido muy buen jornada solo que ha hecho que meter la pata.

Cuando se presenta un día así, ella sabe que lo mejor es retirarse temprano, se hizo un ovillo al lado del fuego, cerca de donde descansaba su caballo.

En una pequeña vaguada en un bosquecillo de temblorosos chopos, cerca del río, no muy alejado, pero suficiente para que ambos tengan una cierta intimidad, se encuentra el Caballero Gulf mirando el precioso cielo estrellado, pensando en sus cosas....en quien pensará que sonríe sin darse cuenta.

Sinfonía reza...Señor que pase este día rápido....

Mañana en casa otra vez.... la última?

Se duerme sonriendo, soñando con cierto valenciano, Su Señor

Sinfonia



Sinfonía ha llegado a Zaragoza, tiembla al ver de nuevo la ciudad, cuantos recuerdos se agolpan en su mente, todos de nuevo, se siente en casa, aprieta el paso, dejando al caballero Gulf atrás y con la lengua fuera.

Llegan a su casa, y Sinfonía como buena anfitriona enseña al caballero Gulf sus espaciosos aposentos.
Había dejado encargado que airearon y limpiaran la casa un par de veces al mes.
Una vez su invitado estaba acomodado se retira ella a sus habitaciones, se quita la ropa del camino, se da un largo baño de agua caliente, con hierbas que calman el dolor, y unas cortezas de canela, le queda un perfume en pelo y piel que a ella le gusta mucho.
Se peina, se cambia ropajes y sale a dar una vuelta por Zaragoza, todo sigue igual, solo algunas casas han sido ocupadas por nuevos vecinos, y algún carruaje lujoso le hace pensar que anda gente de dinero en la ciudad.

La recorre lentamente, no sabe cuando podrá volver, y se quiere llevar las máximas impresiones en su mente. No tiene prisa. Hace un día precioso, y Zaragoza está bella.

Sinfonía se dirige a la tabernica, a la Mandrágora, allí se encuentra con Pireo, con el alcalde Elmolinari, ainsssss, y con el caballero Gulf, su guardaespaldas, abrazos, sonrisas, brindis por aquí, brindis por allí y ya aparecen algunos *hips* sospechosos, hoy el alcalde poco va a poder trabajar, pero es que esas copas se merecen, encuentro con amigos y Pireico ha subido a nivel tres, ¡¡¡¡enhorabuena!!!!! Otro médico. Poco a poco cada uno regresa como puede a sus quehaceres.

Ella sale a la puerta a tomar un poco de aire, se sienta en el banco corrido que tienen puesto delante, en la entrada, con un bonito rosal trepador blanco en flor.
Un suave perfume a azahar le trae recuerdos de lejos…..será el olor de algún mandarino o naranjo, que la anterior alcaldesa de Zaragoza había hecho plantar por toda la ciudad.

Que lejos estaba, que melancolía sentía de su amor, esperaba Sinfonía que él sintiera que su pensamiento iba hacia el este, hacia allí, donde él estaba.

Anochecía….se encontró pensando en otra taberna, lejana, Levar anclas, mirando el mar, una fría tarde de finales de febrero…anochecía…. acababa de salir del interior de la mano de su amor, y una preciosa y triste canción que provenía del interior, los envolvía, cantaba Gigi y la preciosa dama Vicky había estado entrelazando palabras, que le salieron del corazón, armonizándolas con compases de musicales.

El resultado era muy satisfactorio y allí con la música envolviéndoles y mirándose a los ojos se dijeron muchas cosas, en silencio…..sobraban las palabras.
Sinfonia


Preparando el vieje de vuelta a Castellón Sinfonía va cerrando su casa de Zaragoza, en mucho tiempo las puertas y ventanas estarán cerradas a cal y canto, y las flores ya no se asomaran en sus terrazas, ni se la oirá trajinar de aqui para allí.
Por la tarde habia cerrado también el negocio, el Molino de Sinfo.... vendiendo todo el trigo que tenia almacenado.
Unos cuantos retratos que metió en el hatillo le hizo acordarse de su familia, la que dejaba en Aragón.

Bueno aunque huérfana siempre fue feliz nunca le falto el calor humano y el cariño.
Fue una muchacha sana, independiente y fuerte. Su carácter era afable y amable y le gustaba el degustar la vida cada instante, jijijiji a toooooooooooope!!!!
En Calatayud encontró lo más parecido a una familia que ha tenido nunca, Vimarico y Diveita.
Divea que decir de esta vivaracha, inquieta y buena muchacha, es de un generoso natural, hace un favor a quien se lo pida, y tiene una vitalidad increíble, siempre está con una idea, con un proyecto, o ambas cosas a la vez. Tiene capacidad para eso y para más. Sinfonía se ha visto embarcada en varias de esas empresas… pero que no se comentará nada ya que hay varios negocios abiertos…jijijij, una gamberra divertida. Divea tiene una gran familia, por lo tanto ella también, empezando por:
Dimas , el primo mayor, sensato y trabajador, al ser el mayor, le hizo asumir el mando de todos, tuvo que dejar pronto de jugar para cuidar de todos los más chicos.
Zebaz, trabajador pero peculiar, sin renunciar a divertirse y gastar bromas, lo cual hace que los que no le conocen a primer golpe se asusten, es un guasón que no se sabe cuando habla en broma y cuando en serio, solo los que le conocen saben lo buena persona que es, un pedazo de buen muchacho que es Zebaz
Pasky muy buena chica, pero locuela, otra inquieta en la familia, no para nunca. Decidida y emprendedora. Cuando sentará la cabeza???? y donde???
Y una serie de primos y sobrinos para Sinfonía más lejanos, pero no menos queridos; Primicos: Ayalga, Scorps, Idriskaneda, Forcallano y Larus
Sobrinicos : Lord_james, Jessika22, Ero.s y La_dama_del _agua.

Como pueden ver una pequeña gran familia, con la que se siente muy a gusto


Va guardando enseres y recuerdos cierra una etapa y se abre otra que espera sea feliz y dichosa.... piensa si la echaran de menos por Castellón???
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