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[RP] Una pequeña historia

Sinfonia




Ahora, de regreso a Castellón con la ilusión de volver a verlo, el largo viaje se le hacía interminable.

Llevaba toda su vida metida en un pequeño hatillo, su ropa, su fiel caballo y una bolsa no muy abultada con unos pocos escudos.

Pero la ilusión la mantenía viva, radiante, ilusionada y feliz.

Su mente repasaba todos los hechos que habian llevado a Aragón donde estaba ahora....que amargor de boca, para que unos sean grandes han de hacer a los otros más pequeños.
Sinfonia



Qué alegría sentía Sinfonía al estar de regreso donde él estaba, soñaba con el día en que fueran un solo cuerpo y una sola alma.
Se complementaban en lo bueno y en lo malo, juntos, ambos, serían mejores. Cómo se alegraba de haber sabido esperar a su amor, y que lejos le parecía estar la meta…. la cuenta atrás había empezado y ella estaba impaciente.

Ella no sabía cómo hubieran sido las cosas, que no es adivina, pero sabía que si se hubiera dialogado y pactado más, si se hubiera cedido, si se hubiera querido, y si las personas no hubieran querido imponerse como hicieron y para lo que lo hicieron, Aragón seria ahora un lugar de ensueño y pópero muy próspero.

Había un guión que se fue cumpliendo, paso a paso, todo medido, todo planeado.

Entraron en Aragón como entra un cuchillo en la mantequilla caliente, sin oposición ¿¿ Y el corazón no les ha sangrado por el daño que hicieron??
Tal vez la sangre de colores, la que no es roja, se derrama de otra manera, tal vez sientan el dolor de otra forma, tal vez solo se vean su ombligo , no más allá.
Que no digan que son la salvación porque son quienes destrozaron Aragón con guerra tras guerra, además fratricidas, que son las peores.

Mientras en Aragón vivían las gentes alegres, trabajando despreocupados, con sus discusiones y diferencias pero nunca insalvables, en ese marco, alguien entró sigiloso, cual ladrón que entra en una casa para saquear y el dueño le abre confiadamente las puertas, porque pensaba que llegaba con otras intenciones.

Y así con fuerza y engaño impusieron sus normas, impusieron sus gentes, impusieron….todo, sobre el pueblo llano.

Cada gota de sangre aragonesa derramada clama venganza, ¿¿¿no quieren oir???¿¿¿No oyen los gritos de los que tuvieron que dejar sus hogares???

Sinfonía, que pertenecía, y a mucha honra, al pueblo llano, sabía que mucha gente estaba contenta con la situación creada, y eso lo respetaba, pero ella conocía más a fondo las cosas y no, no estaba satisfecha, mucho tendrían de trabajar y bien, para que ella cambiara de opinión.

Pero mal habían empezado las cosas... la prepotencia y los insultos a veces unen más que las alabanzas, y solo definen a quienes los pronuncian.


A Sinfonía se le eriza el vello, y siente un escalofrio a pesar de ser un bonito día de verano....el primero.
Sinfonia



En lo alto de un pequeño cerro, en un pequeño bosque de acebuches, quejigos y algarrobos, Sinfonía ve un paisaje maravilloso, tiene Tortosa justo a sus píes, y más allá un fondo azul, donde se unen sus dos aguas, el Ebro y el Mediterráneo, en un gran abrazo, parece una metáfora de su vida.
Las nubecillas blancas apenas cubren un trozo de cielo. Las abejas zumban a su alrededor, y pequeños animalillos, primos hermanos de las ardillas de Castellón la vigilan curiosas, sin acercarse.

Su caballo está tranquilo mordisqueando unos brotes de hierba fresca y tierna. Relincha contento y de vez en cuando se acerca y le muerde el pelo, le ha salido mordiscón y cariñoso.
Es un pura sangre negro con largas crines bien cepilladas, y al galopar las ondea al viento, tiene carácter y brío. Siempre se ha llevado bien con los animales, pero los caballos son sus favoritos. Es su sombra y Sombra es su nombre, y su instinto le inclina a cuidarla y protegerla.

Ya se acerca a su nuevo hogar, ya va a comenzar una nueva vida, está tranquila y segura del paso que va a dar, no tiene miedo, solo mucha nostalgia por lo que se queda atrás.
Sinfonia



Hoy al entrar en Castellón, Sinfonía temblaba como una hoja. Recorrió despacio las calles y las plazuelas, le parecía distinto, no sabía que era, si la luz, el aire que ya venía caliente del verano, ese olor que tenia ciudad, a mar y a azahar.

Era curioso, tal vez la ciudad estaba igual y la que habia cambiado era ella... sus ojos eran distintos.

Allí llegaba ella, con su hatillo, con su caballo, y unas cuantas monedas, unos sentimientos a flor de piel y la ilusión intacta.

Esperaba verlo ya!!!! abrazarle y sentir su seguridad y aplomo... le necesitaba
Sinfonia




Sinfonía tiene una sensación de agobio que le aprisiona el pecho, que difíciles son las despedidas y el desarraigo, aunque sabía que luego esas mismas raíces volverán a crecer, ella lo sabe, pero el dolor presente ahí está.

Los preparativos y la ilusión de su boda la mantiene atareada e ilusionada.
Pero el ver a sus amigos por Castellón ayudándola y acompañándola la hace sentir bien, muy bien.
Solo echa en falta a algunos, cada uno de ellos sabe a quién se refiere, que por motivos ajenos a su voluntad no pueden estar allí.
Pensativa sigue con sus quehaceres.

Está conociendo a nuevas gentes y eso ayuda mucho, son gentes amables y hospitalarías, acogedoras y alegres.

Toda una nueva vida se abre ante sus ojos atentos.
Sinfonia


Diooossssss que nervios!!!

La fecha de su enlace está próxima y aun está todo por hacer, manga por hombro que dice el sabio refranero popular.

Ayudada por mucha buena gente, Sinfonía da pasitos hacia su nuevo estado casada

Entre tanto decide donde colocar su nuevo hogar....Castellón o Valencia
Sinfonia



Con gran alegría y con muchísimo dolor Sinfonía hace su mudanza.

Zaragoza, zaragozanos, cabeza levantada y adelante, Sinfo no os olvidará nunca....mil años viva. Y si alguna vez necesitais de ella, silbad que en un instante allí estará.

Hoy, 30-06-1457 21:03 : Se mudó.
Sinfonía se muda al Reino de Valencia.

Cuanto le cuesta dar el paso..... solo la ilusión de estar con él le dá ánimos.

Sinfonia



Sinfonía está pensativa, pasea de buena mañana por la orilla del mar en Tortosa, hasta allí ha llegado cabalgando en Sombra, las pequeñas olas, a veces osadas, a veces tímidas, mojan sus pies desnudos.
El caballo trota en libertad refrescándose en el agua.

La brisa juguetea con su pelo, que hoy está más rebelde que nunca, y su vestido ondea como una bandera cuando las rachas son un poco más fuertes.

El sol quiere acariciar su rostro, pero ella juega a no dejarle, con una pequeña sombrilla de tela rematada con una fina puntilla hecha a ganchillo en ratos libres.

Se está integrando en la vida cotidiana de Castellón, pero no deja de tener sus momentos de melancolía.
Los nervios de todos los acontecimientos que se avecinan, ciertas ausencias que pesan, la hacen a veces sumirse en una especie de letargo.

Cuando eso ocurre Sinfonía se refugia en la Iglesia y allí en un banquito, en la quietud, en soledad va serenando el ánimo y recuperando el optimismo.
Luego ve a todos los que están junto a ella, ayudándola y dándoles ánimos, a la familia adorada, a alguien que al pasar hace una reverencia de saludo, pequeños y cotidianos gestos y la sonrisa vuelve a su rostro.
Sinfonia




Según iba lacrando los pergaminos con un pequeño sello que llevaba marcadas las iniciales C&S, Sinfonía los amontonaba en un cestito, las mandaría todas juntas con jinetes con caballos frescos, que irían en todas las direcciones, había cartas que tenían que llegar a Zaragoza, Calatayud, algunas hasta Burgos, y otras se irían quedando por el camino.

Pensó en él, en cómo le daba seguridad, en esos ojos tan profundos, con una pizca de tristeza en lo más hondo, en su rostro siempre sereno, que no tenía un mal gesto con nadie, en su porte de señor pero sin ser arrogante, el timbre modulado de su voz, como si siempre la estuviera conteniendo, dios, cómo le gustaba ese hombre, hacia que vibrara algo dentro, una fibra que nadie, ni ella misma, sabía que existía, alguna vez Sinfonía había pensado que era de piedra y hielo, pero no!!!!! Estaba viva!!!!! Muy viva!!!!

Al fin vio partir a los jinetes, llevaban las invitaciones, repasaba mentalmente el listado, esperaba que no se le hubiera olvidado nadie. Primer escalón subido.
Esperaba las respuestas con una excitación casi infantil, quería ver a todos reunidos aunque tal vez por última vez, … se empezaba a poner melancólica y eso no le gustaba nada debía estar contenta, estaba contenta.

Había millones de cosas por hacer, y el tiempo se le echaba encima….
Sinfonia



Muchos sentimientos albergaba Sinfonía, trataba de mantenerse serena y tranquila, para quitarle preocupaciones a él.
No quería que se sintiese tenso por nada, aunque eso no siempre se lograba. Esperaba que todos los que hasta Castellón llegaran estuvieran a gusto y disfrutaran.

Con esos pensamientos en la cabeza Sinfonía empezó a repasar concienzudamente, el listado de faenas que había que hacer, fruncía el ceño de vez en cuando, murmuraba por lo bajinis, tachaba y rectificaba lo escrito, anotaba cosas olvidadas y al final pareció quedar satisfecha del resultado, aunque sabía que siempre saldrían cosas imprevistas que se deberían solucionar al momento, deprisa y corriendo.
Quería tenerlo todo solucionado un día antes de la boda, ese se lo dedicaría a ella, a relajarse y prepararse para él.
La cuenta atrás habia empezado....faltan trece días.
Sinfonia



Sinfonia llevaba un manojo de llaves en la mano, se las había entregado él diciéndole, son las llaves que abren mi casa y mi corazón, aparte le dio una llave de oro con una fina cadena que se quitó del cuello, te la dejo también en custodia para que veas que te abro todo, mi corazón, mi alma, mi casa ...todo yo… te diré que esa es la llave de una habitación de la casa en la que aun no he vuelto a entrar, me gustaría que se quedara como está pero no quiero que sea una barrera entre nosotros, así que tu guardarás esa llave.

Un día, cuando tenga fuerzas, con mi hija Hechicera y contigo, entraremos y veremos que se puede hacer con lo que hay dentro, era la habitación de mi difunta mujer
, su voz tremolaba un poco y sus ojos brillaron húmedos, cogió la mano de Sinfonía y la beso casi con pasión, tu me has devuelto la alegría de vivir, y no quiero que haya ninguna sombra ni desconfianza entre nosotros, se que estás siendo muy valiente y eso me atrajo de ti.
Las llaves las necesitarás para acondicionar la casa para el banquete, y te has de dar prisa o no llegamos,
le guiñó picaruelo un ojo, y dejo todo en sus manos, con una sonrisa en su rostro.

Sinfonía da media vuelta, guarda las llaves y se fue en busca de Gilbert para hablar con él, después iría a la taberna a contratar a gente cualificada para levantar toda la casa de arriba abajo.

Menos mal que ya habia contactado con las panaderas de Castellón y las habia hecho una serie de encargos, y la mitad de las cocinas del pueblo estaban siendo utilizadas para preparar manjares.
.....faltan nueve días
Sinfonia



Sinfonía, apenas cantó el gallo y despuntaba el día, se acercó hasta el pueblo, había contratado a todos los aldeanos que había encontrado, necesitaba mucha gente y mucha energía.

Se debían levantar camas, espolsar los colchones de lana, reponer despensas, cortar leña, arreglar jardines, limpiar las arañas de luz, preparar las teas y rellenar los candiles con aceite, brillar las vidrieras, dar un poco de linóleo a los muebles, una capa de pintura a las paredes, y barniz en las maderas.

Sacar la vajilla, esa que no se había estrenado, la cristalería traída de tan lejos debería brillar, y la cubertería de plata debía ser limpiada concienzudamente.

Lavar cortinas, sabanas y ropa de cama y de mesa, y ponerlas a tender al sol, airear toda la casa recoger y ordenar los múltiples libros que había por doquier, la casa tenía una biblioteca muy completa, pero ahora no había tiempo de echarles un ojo, ya lo haría.

Las caballerizas debian de asearse y almacenar heno y agua ya que vendrían gentes y bestias de muy lejos.
En la casa parecía que había pasado un ciclón, cada cual había recibido unas órdenes concretas, y parecían que sabían qué hacer en cada momento, cada cual iba a lo suyo.

Se oían risas, cantes, y chascarrillos por todos los lados.

Sinfonía se movía entre ellos, dando órdenes y ayudando en pequeños detalles que surgían de vez en cuando, quería estar en todas partes, y no podía, se sentó unos segundos y escribió unas cartas y envió sendas notas de socorro a su futura hija Hechicera, y a su prima Divea.

A él, Cofafo, también le mandó una nota, la bodega era cosa suya.

Las cocinas después de la limpieza empezarían a echar humo, nunca mejor dicho.

Los mercados de Castellón y de los alrededores, estaban desabastecidos, todas las viandas se dirigían a la casa de Cofafo, harinas, pan, frutas, carnes, los pescados más frescos, y algunas viandas traídas de exóticos lugares que nunca se habían probado en Castellón y un famoso Pastelero traído de Francia que las panaderas locales miraban muy por encima del hombro.

Pero se necesitaba gente que coordinara tanta faena.

Sinfonía pensaba que nunca volvería a ver la casa en orden y limpia, lo que hacían los nervios,…
Hechicera79


Hechicera andaba terminando de redactar las ultimas cartas del dia para mandarselas a los recien llegados a Castellon,eran pocas,pero habian de mandarse enseguida.

Ya se notaba el calor,y despues de pedirle a uno de los funcionarios del ayuntsamiento, que entregara las cartas sin demora,se acerco a la ventana con la esperanza de que algo de brisa la aliviara.
En esos momentos,alguien llamo a la puerta:

-Adelante.

Era una de las vecinas del pueblo,que ultimamente veia al regresar a casa,ya que estaba ayudando a su futura madre a acondicionar la casa para la boda,esta le entrego una carta y despidiendose,salio de la oficina de Hechicera,para seguir haciendo sus quehaceres.

La carta era una llamada de socorro de Sinfonia, que se sentia algo sobrepasada con los preparativos.

Hechicera decidio ir en su ayuda,ya no tenia que hacer nada mas en su oficina ese dia,asi que cogio su sombrero y se dirigio a casa a ayudar en lo que fuera posible.

Al cabo de unos minutos y despues de refrescarse el gaznate con agua fresquita al llegar a casa,busco a Sinfonia por las estancias y una vez que la encontro se puso a su disposicion:

-Aqui me tienes para lo que quieras, soy toda tuya ^^ ¿En que quieres que te ayude?
Divea


Divea se encontraba en su taberna, preparando menús y conversando con los habituales parroquianos que asistían a Caltari, cuando de repente entro un hombre con pinta de cansado preguntando por ella, a la vez que extendía el brazo dándole una carta. Cuando fue a preguntarle si deseaba algo de comer o beber el caballero había desaparecido.

Se quedo extrañada por las prisas que llevaba el mensajero, pero no le dio mayor importancia cogió una copa la lleno de cerveza y se sentó dispuesta a abrir la carta. Observo que esta estaba marcada con el sello de los Campeador, y acto seguido la abrió leyéndola rápidamente.

De repente dio un salto se levanto y marcho corriendo a su casa no sin antes dejar las llaves de la taberna al tabernero mientras le decía, debo partir urgentemente a Castellón, seguramente tarde en volver pues mi prima precisa de mi ayuda, te dejo al mando de la taberna.

Preparo un petate con algo de comida, dinero y ropa cogió su espada y escudo por si las moscas pues el viaje era largo y no sabía que podía encontrar en el ensillo sobre su caballo y sin más demora partió a toda velocidad.

Por el camino conoció a mucha gente le hubiera gustado ir en modo turista sin prisas para conocer mejor los lugares y las gentes que iba descubriendo pero al mismo tiempo pensaba, ya habrá tiempo para eso a la vuelta, ahora sinfonía precisa de mi ayuda.

En unos pocos días llego a Castellón, ciudad que despertó la curiosidad de la joven solo llegar había mucha gente, un lago hermosísimo y un sendero que iba directo del lago a las tabernas, pensó esta ruta la tengo que aprender a transitar como que me llamo Divea Campeador Torres, pero sigue sin ser el momento aun.

Se acerco a un grupo de gente y amablemente les pregunto, disculpen me podrían indicar donde vive una chica llamada Sinfonia? Enseguida le indicaron que casa era, se dirigió toda decidida a llamar a la puerta, en unos segundos su prima le abrió, Divea le dio un fuerte abrazo mientras le dijo, soy toda tuya, en que te ayudo????

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Drakulka


Drakulka hacía un par de horas que había llegado ya a Castellón. Había encontrado ya una casa a buen precio donde residir durante las jornadas que estuviera en esa bella ciudad. Una casa grande donde poder albergar a los amigos que fueran llegando. Para quitarse el cansancio y el polvo del camino había decidio dar un paseo por el mar con sus pequeños Claudia y Carlos_Vicente, estaba segura que por alguno de esos bellos parajes se encontraría con su querida Sinfonía. Había oido hablar tanto de aquella ciudad que casi la conocía tan bien como la palma de su mano. Cuando recibió la invitación de boda estaba tan emocionada que olvidó contestarla. Con lo que quizás Sinfonía no la esperase.

Una vez que no la había escrito desde Zaragoza, pensó que lo mejor sería darle una sorpresa vieniendo con los niños. Esperaba que ver a Carlos le diera un subidón de adrenalina que le ayudase a pasar el tremendo paso que iba a dar. Por experiencia propia Drak sabía lo complicado que era organizar una boda. La fortuna quiso que para el enlace de Drak y Ece tuvieran la gran suerte de poder contar con un maestro de cermonias. El excelentísmo Ximenez nada más y nada menos. El banquete corrió a cargo de él.

Drak contaba con que Sinfonía tuviese ya a todo Castellón en danza. Y según parecía por el movimiento que veía en mercados y plazas así era. Lo mejor que ella podía ahora ofrecer a su amiga eran unos pequeños obsequios que tenía en una cajita: menta y agua de rosas. Bueno eso y sus retoños que sabían que la alegrarían. Al girar en el último árbol desde el camino que iba de la ciudad al lago le pareció divisar a su amiga:

    ¡Siiiiinfoo! ¿eres tú?

A la carrera se abrazó a su amiga y se quedó sin palabras.
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Desde algún rincón en algún lugar... Pero yo, que soy pobre, sólo tengo mis sueños; He extendido mis sueños bajo tus pies; Camina con cuidado porque caminas sobre mis sueños.
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