[RP] Hoy, un día de fiesta para Valencia

Todos los invitados, salvo algún rezagado, habían entrado ya en al Gran salón de banquetes

Ibelia reía con la contestación del Juez sobre las verduras y las vacas y ante su pregunta.
- Ibel, cielo, ¿Donde está nuestra pequeña? Vino con Leaford y no la he visto entrar al comedor.
La dama contestó
-Querido esposo, la vi con la infanta Izar… espero que no se les ocurra ninguna travesura hoy. Por lo menos no ha traído sus gatos.
Sonrió despreocupada, diciéndole -Si no entra pronto ya la iré a buscar, no te preocupes.

Ibelia saludaba a los invitados que pasaban a su lado y se situaban en sus asientos La dama Lirdi junto a su esposo Apolo, al pasar por su lado le dedicó unas palabras a las que Ibel respondió con cortesía y una sincera sonrisa, diciéndole.
-Cuando el trabajo se reparte es ligero. Lirdi, Parece que todo está bien ¿no? Le preguntó preocupada.
-¿Ya empiezan los campeones el combate? He visto que ya están preparando sus armas. Ibelia le Comentaba a la Gran Señora de Segorbe antes de que fuera a ocupar su lugar.

El banquete se desarrollaba sin contratiempos los presentes daban cuenta del segundo plato que ya se había servido una crema de setas de temporada con perdiz de campo escabechada , receta muy típica de la región segorbina, por la pieza de caza de pluma y los frutos de otoño de sus bosques.

Parece que estos manjares eran del agrado de la mayoría por como desaparecían de los platos y la alegría que se respiraba en los Salones; intercambiando conversaciones aquí, algunas miradas allá, roces fortuitos que no lo eran tanto. . . y un sinfín de aleteos y caídas de ojos, mensajes con abanico o prosaicas o triviales conversaciones sobre mil asuntos que hacían ameno el transcurso de la celebración.

Ibelia hizo un mohín al ver su plato. La perdiz no era de sus manjares favoritos, pero al ver la risita que le dedicó su esposo que sabía de sus gustos. Comió aquel bocado como si fuera una exquisitez para su paladar.

Dedicándole una mirada retadora que dejó perplejo a Ysuran que esbozó una sonrisa resignada y tomó su copa para brindar con la dama y todos los amigos allí reunidos.
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Vaya! cuanta exquisitez!! dijo Garkaman al tiempo que probaba la crema de setas y la perdiz de campo.
Miraba hacia todos lados, y todos los comensales estaban disfrutando de los manjares en plena conversacion.
Le encantaba ver a su prima con esa mirada entre picara y melancolica, y el humor de Sepillo que daba cuenta de su plato dando preferencia a la perdiz.
Misbu no dejaba de cotillear con Liza, Camilo le daba consejos a Hechi por el proximo combate, Breogan callado, escuchaba atento todo lo que se hablaba en la mesa, y Garka, de tanto en tanto recibia una patadita de su hermana por debajo de la mesa y un gesto para que preste atencion a Mafis y Sepillo, y un guinio de ojos.
Parecia que estaban en un mundo paralelo. Se notaba que disfrutaban de su tiempo juntos.
Sepillo, amigo le dijo en tono cordial (no sabia porque, pero algo le decia que no seria la ultima vez que compartiera una mesa con su familia ) prueba tambien las ensaladas, estan deliciosas, y no me gustaria que te pierdas el placer de degustarlas. Una oportunidad de estas no se repiten muy a menudo.

Una vez ya en el salón el de Játiva se dispuso a enfilar hacia alguna de las mesas para conseguir algo de beber.

En breve comenzaría la final del torneo, y quería asegurarse de conseguir un buen lugar para alentar a su campeón Chukyn.

ChukyN se sentó en el Gran salón, mas como una cortesía ya que entre las golpes de las peleas del torneo anterior y las peleas a venir no tenia mucho apetito.

Luego de un momento decidió ir a prepararse para el combate. -Que sigan disfrutando de este gran banquete- le dijo a los presentes y se retiro a preparar sus armas.

Sepillo hiba a dar buena cuenta del esgarraet, cuanto oye a Liza decir sobre las verduras.

-Perdona interrumpir Sepi, claro si no le molesta que le llame asi de confianza. No comentes nuestro secreto a todos. No queremos que nos vayan a copiar tanta belleza, modestia aparte


Traga el trozo de tostada y le dice a Liza y Mafis en voz baja.

- Nos os preosupeis, no le desvelare vuestro secreto a nadie mas del reino, solo que por carta a mi hermanita Nuty, que esta por Castilla y seguro que el consejo le vendra de perlas para soportar el viento seco de aquellas tierras. Que no me gustaria a ver despedido a una hermana joven y hermosa y que ahora vuelva hecha una anciana.

Los siguientes platos eran sopa de setas y perdiz. Miraba como Mafis sorbia la sopa y aquel leve ruido le sonaba a musica celestial. Luego la perdiz, un plato muy esperado. Asi que una vez la tuvo en frente le dijo a Mafis.

- Que parte de la perdiz te gusta mas, pierna o pechuga, te la cambio por la que menos te guste.

Esperando a Mafis, Garka se dirigio a el.

-Sepillo, amigo le dijo en tono cordial ,prueba tambien las ensaladas, estan deliciosas, y no me gustaria que te pierdas el placer de degustarlas. Una oportunidad de estas no se repiten muy a menudo.

- No te preocupes Garka, la voy a utilizar de acompañamiento para la perdiz

Y quedo a la espera de si Mafis queria el trueque, a la vez que veia como el Capitan Chukyn y Hechicera hiban de arriba para abajo preparandose para el combate

El Borja, ni bien se separó de su esposa, que no tardó en perderse en la multitud, se encaminó hacia lo que despertaba el interés de todos aquellos nobles e invitados que buscaban cumplir con el verdadero motivo de su asistencia: comer. Pues era un banquete, y en los banquetes lo principal era la comida ¿no?. Podían traer trovadores occitanos, bufones de la corte de Nápoles, o saltimbanquis de tierras distantes, pero si el vino estaba aguado, el ganso frío, o la paella escasamente sazonada (lo cual muchos considerarían un crimen), nadie podría sentenciar que aquel había sido un buen banquete, digno de ser recordado.

Mas el Borja vio satisfechas todas sus expectativas al ver desplegarse ante él un ejército de perdices, pollos, cerdos y corderos, bañados en las más diversas salsas y preparados de forma vistosa, en un orden que sería interrumpido inmediatamente los platos llegaran a la mesa por la voracidad de los invitados, y el desorden de la servidumbre reemplazando cuencos y toneles. Sin duda alguna, aquello se veía magnífico, sumergido todo en un ambiente alumbrado por una luz cálida, de centenares de velas, en candelabros, en las arañas, dispuestas irregularmente.

No había buscado un lugar privilegiado, y se había sentado en la primera silla que había encontrado, reclamando para sí una copa a medio llenar, que sería de algún otro invitado. Y de pronto, se cruzó ante él un plato que llamó singularmente su atención: parecía perdiz, bañada en...¿una mezcla de azafrán con algo más?¿manteca enverdecida?. Fuera lo que fuera, el le arrebató el recipiente a un descuidado, y se deleitó al sentir el sabor de aquella (para él inusual) comida, que deglutió con una copa de vino especiado.

Miró a su diestra: estaba cerca de los Pellicer, que comían lo mismo que él. Alzando su copa, como señalando a Ibelia (que seguramente algo más que él sabía), le preguntó:

-¿Esto como se llama? Es perdiz, sí, pero...¿quién lo prepara?¿con qué?-sintió singular curiosidad, pues su cultura culinaria rara vez excedía el cerdo asado y bien adobado, y como mucho atinaba a echarle romero o comino a sus comidas para darle más sabor- Jamás he probado algo que se le parezca. Y ya sabéis, suelo evitar las perdices por el hecho de que en algunos casos son más hueso que carne. Pero bien...¿Que tal todo en Segorbe?¿Vuestra familia?...¿Se siguen insmicuyendo esos Jones en vuestros asuntos?

Lo último lo había dicho acercándose más y bajando la voz, mientras buscaba con la mirada a Valerius o a algún otro referente de aquella Casa con la mirada. Sentía un vano interés por el asunto, quzás debido a su cercanía a los de Olocau, y algunos motivos desconocidos por la mayoría de los mortales atraían su mirada sobre el otrora Ducado de Segorbe. Sí...en lo más profundo de su ser, quizás deseara reivindicar el anulado ducado para su esposa, quién legítimamente podría reclamarlo, pero saltándose algunos eslabones de la línea sucesoria. Así que siempre era bueno tener amigos.

Y fue pensar en Ederne, que solo alzar un poco su cabeza y la vio, cruzándose sus miradas. Mientras mordía una jugosa pierna de cordero, y posteriormente recogía con una hogaza de pan abierta un buen puñado de alubias dispersas en un cuenco, ella le hacía unas señas que solo él entendía. ¿Comenzaría ya algún otro evento excepcional? ¿Torneo? ¿Torneo, ahora? ¿En medio de la comida?. No sabía como había podido entender eso por medio de gestos, pero había podido, y acto seguido se ponía de pie, tras llenar hasta el borde su copa, y la seguía hacia la Reina, sentándose a su lado.

-¿Esposa mía?¿Os habéis encontrado algún personaje pintoresco, o visto a alguien interesante mientras recorriais el salón?-le cedió el asiento a su lado, desplazando a otro de los muchos rostros sin nombre presentes, y él se sentó junto a la Monarca. Si no desplazaban al desposeído (que tampoco lo ocuparía por mucho, pues también parecía haber usurpado aquella silla), hubieran quedado con la Reina entre ellos, seguro en contravención a algún protocolo.

Miró alrededor. Habían risas estruendosas, amenazas soltadas en voz alta, algunos comensales ya tambaleándose, y otros enrojecidos.

-Majestad...¿Estáis satisfecha con vuestra celebración?. ¡Os había dicho que solo había que esperar un poco para que el clima estuviera tan animado como deseabais!. Al principio las celebraciones siempre son algo apagadas, sobretodo cuando se trata de presentaciones formales y no lo dejan a uno comer con las manos.

Aún, para muchos el usar cubiertos estilizados, como los tenedores de plata, podría considerarse de dama. Tenía suerte de que el protocolo todavía no cercenaba su libertad.

- Que parte de la perdiz te gusta mas, pierna o pechuga, te la cambio por la que menos te guste.

-Bueno la verdad que me gusta más la pierna. - diciendo eso y siente el brazo de Sepillo en la espalda.

Algo nerviosa estaba la de Guadalest, ya que tenia a su lado al caballero que ella quería de hace mucho tiempo, pero siempre lo conservó en secreto.

- Oye Sepi, no crees que los Campeones ya están tardando, o será que yo ando algo nerviosita - sonriendo se toca el rostro y lo mira.

- Mira que bellos se ven los Monarcas, y su linda familia, me encantaría tener una familia así de grande. - Al decir eso, se queda pensativa y algo sonrojada.

Sepillo escucho la respuesta de Mafis.

-Bueno la verdad que me gusta más la pierna.

- No se hable mas, a mi me gustan mas las alas

Y mientras Sepillo le pasaba las piernas al plato de Mafis, ella le dijo sonriendole y mirandole:

- Oye Sepi, no crees que los Campeones ya están tardando, o será que yo ando algo nerviosita
- Mira que bellos se ven los Monarcas, y su linda familia, me encantaría tener una familia así de grande.

Tras oir esto, Sepillo volvio a ver esa aura de misterio en los ojos de una algo sonrojada Mafis, y el nervisiosismo volvio a su cuerpo , mientras se acercaba a ella y le decia.

- Despues de tanto tiempo, a mi tambien me gustaria tener una familia como los reyes, y que tu fueras la madre que en ella nos guie.

Dicho esto la aproximacion continuo y Sepillo se fundio en un beso con Mafis, mas discreto que los que se dieron una vez en Guadalest y otra en Paterna, para no llamar mucho la atencion a los demas comensales.

Liza platicaba con su hermano y con el soldado Breo mientras comian. "Les parece que estas verduras y la perdiz estan deliciosas no?" Decia mientras le decia a su hermano que estuvieran pendiente a su hermana que se ve diferente.

Despues de tanto tiempo, a mi tambien me gustaria tener una familia como los reyes, y que tu fueras la madre que en ella nos guie. Dijo Sepillo mientras le robaba un beso discreto a Mafis. Liza que escuchaba lo que su hermana y el señor se decian, casi se atraganta con las verduras al escuchar esa frase.

Liza los vio un poco tensos y nerviosos asi que aprovecho para hacer un tema de conversacion. "Oye Sepillo, cuando volveras a Denia. No nos visitas desde esa vez de los piratas. Por cierto se me habia olvidado preguntarle a ustedes dos."- hace una pausa y pone cara de joven preguntona- "Recuerdan el dia de la fiesta de celebracion por sacar a los piratas? Donde estaban ustedes que no fueron a bailar conmigo y con Camilo?"

Espera la respuesta con cara de curiosa.

Despues del beso, Sepillo vio como Liza, que estaba sentada al lado de Mafis le costaba tragar el trozo de tomate al que habia incado el diente, al tiempo que se le caia el tenedor con una hoja de lechuga al plato.

Parecia que la hermana de Mafis habia estado atenta a lo que alli se habian dicho. Pronto recobro la compostura y dijo:

-Oye Sepillo, cuando volveras a Denia. No nos visitas desde esa vez de los piratas. Por cierto se me habia olvidado preguntarle a ustedes dos. Recuerdan el dia de la fiesta de celebracion por sacar a los piratas? Donde estaban ustedes que no fueron a bailar conmigo y con Camilo?"

- Ejem - Dijo Sepillo mientras se recuperaba de la emocion de la confesion que le habia hecho a Mafis - Bueno quizas me veas por alli mucho antes de lo que piensas.

Y Sepillo dio un sorbo de vino antes de responderle a la segunda pregunta.

- Eso Liza - lo decia a la vez que miraba con cariño el cada vez mas ruborizado rostro de Mafis - Queda entre Ella y yo.

Despues de decirle eso a Liza, se volvio a fijar en el turquesa de los ojos de Mafis, y esta vez ya no guardaban ese halo de misterio de antes. Esta vez a Sepillo le recorrio un hormigeo por todo el cuerpo.

Hechicera dejo sus cubiertos sobre el plato, no comeria mas, lo tomado le era suficiente para mantener la energia y mantenerse liviana para la batalla, cogio el vaso con agua fresca y mientras poco a poco tragaba se entretuvo en mirar a su alrededor, en un momento dado, despues de responder a una pregunta que Misbudita le habia echo, miro hacia Mafis y Sepillo, que estaban frente a ella, y junto en ese momento los vió
BESANDOSE!!!

Aunque sospechaba ya algo que se encaminaba mas a la certeza, pillarlos en ese momento, la sorprendio de tal manera, que se atraganto con el agua que en ese momento pasaba por su garganta.

Garkaman alarmado comenzo a darle golpecitos en la espalda que mas parecian empujones debido al tamaño de su mano

Garkaman andaba algo mosqueado, pues tanto Liza como Hechicera se habian atragantado y el imaginaba que algo se habia perdido y que solo ellas sabian que ocurria y su hermana Misbu se habia llevado la servilleta a la boca victima de un ataque de risa.

Cuando por fin pudo respirar bien, se levanto, se disculpo ante los presentes no sin antes, acercarse a su amiga Mafis y decirle al oído:

-Díselo

Hechicera se marcho para ponerse ya la armadura y concentrarse para el combate

Durante el aperitivo, el apellido Jones le resonó en sus oídos… Probablemente alguien lo hubiese pronunciado en la sala, o sea solo producto de su imaginación y parte de su locura… Pero sintió un zumbido en los oídos, sin duda había sido pronunciado y no con fines positivos, aquello no le interesaba en absoluto… Siguió disfrutando de su plato, quizá algo apurada para poder iniciar de una vez el torneo.
Ni siquiera había terminado cuando bebió algo de agua, limpio su boca y se puso de pie.

La Jones fue al centro del salón, buscando llamar la atención de los presentes. En primer lugar miró a la reina y le hizo una reverencia, tras eso comenzó a hablar.

-Damas, Caballeros, Buenas Noches. Antes que nada quisiera agradecer a todos los presentes por haber venido y por compartir este momento tan importante para nuestro reino.- La dama hizo una pausa.

-No voy a extenderme en introducciones, pasare al tema que os interesa a todos. Comenzare por contarles para los que no sepáis, que antes de que este día llegara, se ha pedido a los nobles de Valencia que enviaran un campeón para luchar en su nombre. Todos lo han hecho y estos honorables campeones se han batido en un feroz combate, en el cual han quedado cuatro finalistas. Estos finalistas se presentaran aquí esta noche.- Lirdi tomó un poco de aire y continuo.- No quiero dejar de felicitar a los campeones que han luchado pero que no han llegado a la final, por eso quiero que sepáis quienes son ellos. En representación del Marquesado de Vall de Ayora, el Campeón Gorka; En representación del Condado de Morella, el Campeón Hijar; En representación del Condado de Betera, el Campeón Dante; En representación del Vizcondado de Olocau, la Campeona Lilyan; En representación del Gran Señorío de Segorbe, el Campeón Apolo; y En representación del Señorío de Guadalest, el Campeón Garkaman.- Cuando terminó de nombrarlos a todos se escucharon algunos aplausos y gritos de festejo, pero no duró demasiado ya que la dama continuaba con su charla.

-Ahora bien, es el momento de los finalistas. Hay cuatro valientes que hoy se batirán a duelo en honor a sus casas, a Su Majestad y al gran Reino de Valencia. Ellos son el Campeón Jokin, representante del Ducado de Benicarló; la Campeona Hechicera, representante del Gran Señorío de Castellón; el Campeón Chukyn, representante del Gran Señorío de Játiva, el Campeón Gulf, representante del Señorío de Picassent. Llamo a los campeones a presentarse aquí para comenzar el combate.- Indicó la dama y espero que pronto se acercaran los campeones listos para empezar.

- Satisfecha es poco decir, querido Borja, más que feliz diría yo - le miró y sonrió. Tomó la mano del Rey y le miró cómplice, la verdad es que la fiesta era grande y la celebración era todo un éxito.

Unos instantes después, la señora de Segorbe la miró; ella correspondió a su venía con una leve inclinación de cabeza, entendiéndose así que podía comenzar con su discurso.

Cuando fueron nombrados los campeones participantes, la Reina aplaudió y no era por menos pues todos quienes habían participados eran tan buenos y formidables guerreros como los que habían llegado a la final.

- Jokin, Jokin...veremos como le va a nuestro Infante - miró al Rey y rió - considerando representa a vuestro feudo, deberá esforzarse el doble, además, tiene buenos rivales. Por cierto ¿dónde estará el de Picassent? - lo buscó con la mirada - seguro aparecerá, sí, con el resto de combatientes.

Aquello le hizo recordar en los otros certámenes y buscó con la mirada a la dama Ibelia. Encontrándose sus miradas, con un gesto, le pidió se acercara hasta ella. Cuando así fue le susurró al oído - ¿Todo está dispuesto? - le preguntó refiriéndose a los otros concursos.

El banquete continuaba con grandioso éxito, en tanto los invitados deleitaban sus paladares con las exquisiteses y generosos vinos que le eran servidos.
El bulicio y algarabía entre los comensales aumentaba por momentos y la alegría estaba a la orden del día, representada en los rostros de los celebrantes.

Momentos después, la dama Lirdi llamaba la atención de los presentes para dar paso al comienzo del combate, acontecimiento que la infanta no deseaba perderse. Así es que, se acomodó en su silla, llevando su mirada al centro del salón, aguardando la entrada de los campeones finalistas.

El bullicio que inundaba el salón fue bajando de intensidad mientras la de Segorbe demandaba la atención de los comensales. Cuando se hubieron acallado un poco las voces, la dama hizo el anuncio del comienzo de la final del torneo.


¡Vamos Chukyn! exclamó ¡Hoy los laureles viajan a Xátiva!