Lilyan
Como siempre para esos casos ya se le andaba haciendo tarde, Lito había tardado mucho más de lo debido en pasar a buscarla, como siempre alegaba que el trabajo en la alcaldía y de comisario de comercio iba a acabar con él, pero la pelirroja, aunque sabía que era cierto, no podía evitar quejarse un poco y poner morritos.
- ¡Desde que eres alcalde no hay forma de verte! ¡Me tienes abandonada! ¡Ya nunca hacemos nada! Ni siquiera te pasas por la taberna. ¡Vaya amigo estás hecho!
- Pero colorada, si no tengo tiempo de nada, me la paso de oficina en oficina. De verdad que un día de estos mando todo al carajo y me voy bien lejos donde nadie me conozca.
- ¡Ah! que bonito, encima te vas ¡y me dejas aquí sola! Si es que Bournes tenías que ser... - Decía indignada la pelirroja.
- Ya estamos otra vez, si lo sé me cambio el nombre... - Soltaba el joven Bournes ya desesperado.
Por suerte para ella, su pupilo, Stuart, sí que había sido puntual y alegremente le había hecho pasar el rato de espera con sus ocurrencias y preguntas.
- No te preocupes Lilyan, ya verás que en poco tiempo todo vuelve a ser como antes. - Le decía Stuart dándole un golpecito en el hombro.
Ahora por fin se encontraban en la carroza del Vizconde de Olocau ya llegando a la fiesta de la reina, la impaciencia de Lilyan era más que evidente y Stuart intentaba tranquilizarla diciéndole que seguramente la reina no habría llegado aún. Los tres amigos lucían sus mejores galas, no se estaba invitado todos los días al Palacio Real, así que sus atuendos y peinados eran de lo más exquisitos. Lito como hijo de vizconde que era, estaba más acostumbrado a este tipo de fiestas, pero Lilyan y Stuart estaban emocionados y dicharacheros por los nervios de la velada.
Por fin el carruaje se detuvo delante del Palacio y los tres amigos salieron dirección a la puerta, allí Lilyan habló con un guardia y le entregó una nota.
Citation:
Querido Eduardo, ya he llegado a la fiesta. Espero aparezcas pronto y poder así saludarte. ¡No tardes! Sabes que todo esto del protocolo me abruma.
El guardia leyó la nota con cara de asombro y rápidamente aunque con ciertas dudas se dirigió a la parte del Palacio donde trabajaba el consejo.
- Bien chicos, vamos para allá. - Dijo la pelirroja mientras se dirigía a la puerta donde el heraldo les esperaba para anunciarlos.
- Buenas tardes, espero pueda anunciar nuestra llegada, Lito de Bournes, alcalde de Segorbe y Comisario de Comercio del Reino, Lilyan de Fuentefría y Stuart de Segorbe. Muchas gracias de antemano - Le dijo al heraldo la pelirroja con una gran y sincera sonrisa en el rostro.
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