Afficher le menu
Information and comments (0)
<<   <   1, 2, 3   >   >>

[RP] Funerales de S.M. Carolum I (Plaza Hispana)

Mck
Señor no desvíes tu mirada de nuestro amigo...
_________________

http://foro.losreinos.com/viewtopic.php?p=83665945#83665945
Ruy_tristan


En la Catedral reinaba el silencio, y en algunos momentos se escuchaba el paso cuidadoso de hombres y mujeres que iban a tomar asiento y al hacerlo rechinaba la banqueta. El Borja se había sumido en sus pensamientos, había creado una especie de habitáculo mental para sí mismo y lo único que le rondaba la cabeza era los momentos que había vivido junto a Carolum, momentos que no se borrarían jamás.

Este ensimismamiento terminó cuando la Reina de Portugal hizo presencia en el santo lugar. Para Ruy su presencia era muy importante ya que se había conseguido unos lazos muy fuertes entre Portugal y Castilla y León durante el reinado de su primo. Realizó la correcta reverencia y volvió a su posición normal. Y al fin dio lugar el funeral, realizado por Su Eminencia el Cardenal Fadrique al que todos seguían.


-Señor no desvíes tu mirada de nuestro amigo. - dijo el Trastámara con voz quebrada.

_________________
Nicolino


-Señor no desvíes tu mirada de nuestro amigo.-dijo el mayor de los Borja, mientras entraba, algo tarde, en la Catedral de Burgos. La verdad, aún no sabía como había hecho para llegar al entierro a tiempo, ni siquiera como había hecho para llegar. La cercanía en los tiempos de diversos acontecimientos que los involucraban, seguramente harían que más de un cronista perdiera la cordura si algún día alguien pagaba por escribir su biografía. Pero la cuestión era que allí estaba, cumpliendo su deber, y rindiéndole su último homenaje a su hermano menor. Se abrió paso entre la gente allí reunida hacia el lugar que le correspondía.

Mantuvo la mirada baja unos instantes, cerró los ojos, y no dejó de recitar una antigua oración en latín interiormente, mientras aguardaba continuara la ceremonia. Siquiera reparó en los invitados, y su austeros ropajes de luto expresaban a los demás el respeto por su hermano difunto, y el deseo de mantener una imagen de pesar en aquella solemne ceremonia.

_________________
Cyliam


Habia levantado la cabeza del suelo donde buscaba ansiosa algun tesoro para escuchar a su sobrino.

-Señor no desvies tu mirada... ¡Una moneda! Dijo en un susurro dandole un codazo a Miku.

Era un miserable y sucio escudo pero menos era nada, asi que se lo guardo en el bosillo y termino de recitar con los demas.

-Señor no desvíes tu mirada de nuestro amigo.

_________________
Brynne


Miró con la acostumbrada reprobación a su madre, que guardó algo en su bolsillo y recuperó la compostura que correspondía a su dignidad.

- ¡Deja eso para luego madre, que la tabilla ya la han encontrado, que te vas a llenar los bolsillos de guijarros y poco más- susurró entre dientes, volviéndose al vecino de al lado que les miraba de malos modos - La pobre está muy afectada por la muerte de Su Majestad, y quiere una piedra como recuerdo del funeral, eran grandes amigos - repuso - ¡Mamáaaa por el Altísimo, ya basta, es un funeral!

Le habría gustado poder acercarse a brindar consuelo a los desolados allegados de Carolum, pero no era su lugar. Buscó la mirada de uno de ellos intentando con su presencia brindar algo de apoyo y coraje.

- Señor no desvíes tu mirada de nuestro amigo

_________________
Natassha


Cabizbaja, taciturna, no levantaba la cabeza, sus ojos se mantenían fijos en el suelo, y no es que buscara monedas, piedras o tesoros. No, es que oraba en silencio por el eterno descanso de Carolum I.

-Señor no desvíes tu mirada de nuestro amigo

Repitió igual que el resto de los presentes y suspiró al sentir el leve apretón de manos de su esposo.


_________________

El conocerte a ti, ha sido una bella experiencia, porque tú has devuelto a mi en el amor la creencia.Felizmente casada con Lancelot Del Lago.
Fantasma_de_l


- Qué más os dará si la desvía, que el Señor no va a hacer nada, ¿no veis que tiran más dos tetas que dos carretas? Pues eso. ¿A que sí, Uri? -le fue diciendo la difunta, sin recordar que apenas podían oírla ni mucho menos verla, por lo que, con el gesto airado y colmado de desdén, fue inspeccionando a cada uno de los presentes.
Una Reina, su hermano Ruy, el primísimo Borja, ¡el tito también estaba (qué fuerte) en el funeral!, y, cómo no, no podían faltar Marta, Cyliam, Mikumiku, Natassha -siempre tan leal a la verdadera monarquía-, Zebaz (que, muy a su pesar, le resultó extraño no verle quejarse), el Vizconde de la Frontera y Señor de Sanlúcar, otro Borja más por ahí perdido y, en fin, mucho cura. Se quiso acercar a su hermano, y acariciándole la mejilla en un liviano atisbo, como una exhalación en un cuerpo aún caliente, le sonrió.

- Señor, no desvíes tu mirada de nuestro amigo. No le dejes, a no ser que él así lo quiera.

Porque los Reyes, y sobretodo las Reinas, incluso más allá de la vida y aunque la Difunta y siempre Eterna Muerte les aguardase, harían su voluntad y la del pueblo. Siempre y cuando no hubiese un copero de por medio.

__________________
[/img]
Marled


Siempre estará en el recuerdo de todos como el Rey que fué. La solemnidad de aquella ceremonia se asemejaba a la del día de su coronación, allí reunidos nobles, amigos, familia para darle el último adios.

La prelado se dirigió a la muchedumbre allí presente...


Señor, giramos hacia Ti nuestras esperanzas cuando desaparece el cuerpo del amigo que es caro por nosotros.
Concédenos la esperanza de verlo de nuevo cerca de Ti para los siglos de los siglos.

Amen

Hermanos y Hermanas, si estamos aquí, es para rodear de nuestra amistad a los que están afligidos. Es también para recordarnos que Dios se acuerda de todo lo que hubo el bien en la vida de nuestro hermano y para pedirle hacerle buena acogida.


Los cercanos al Rey encienden en silencio los cirios alrededor del ataúd mientras todos repiten al unisono el Amén

_________________
Segrel






El trovador gallego estaba distante, mas así mismo acompañaba la ceremonia sin mucha dificultad con sus ojos brillantes de curiosidad; todavía aquella curiosidad no era la misma que concedería inspiración y otras cosas de las Artes, porque era instante de tristeza que tan le tocaba al corazón, probablemente a todos bien podría imaginar, cuando un gran Rey se fue para encontrar los cuidados de Jah.

Iago Brais consiguió llegar a ciudad de Burgos con mucha rapidez y tranquilidad pues era este un importante objetivo antes de proseguir para las otras regiones ibéricas más al leste ya distante de su tierra natal, aunque su morada en aquellos días se encontraba en ciudad d’ Oporto.
Él optó por Burgos justamente para así que colocase los pies en tierras centrales, la primera cosa que prestaría era dar los necesarios e importantes homenajes al gran Rey, con estimada fama y nombre en las tierras más al oeste.

Entonces, el trovador terminó su mutismo y repitió las buenas palabras aristotélicas que podrían atenuar solamente un poco el fardo de su espirito en aquel momento:

- Señor no desvíes tu mirada de nuestro amigo.

Suspiró Iago Brais, porque su jornada de exploración en las tierras ibéricas ya iniciaba de una manera completamente inusitada; mas las cosas de la vida eran así mismo, muchas sorpresas as veces alegres, otras veces un tanto tristes y había que en cada situación intentar comportar con dignidad siempre; no se sabía se esto definiría algo de la naturaleza humana, mas ciertamente abrigaba aspectos de las necesidades de buena convivencia entre los hombres.
La vida podría ser mucho exigente y hasta mismo con rudeza a macular las almas, entretanto una persona podría también hacer mejor de si misma en las circunstancias.
Con todo esto, su temperamento continuaba siempre muy abierto y franco, usualmente contento, mas el día lamentoso implicaba la adversidad de sentimiento: él recordó una triste cantiga que su amigo Aristarco, el trovador lusitano, creó y cantó tiempo atrás, acerca d’El Rey que murió…



OOC/FRP: mis disculpas por favor, por la mi limitación con la lengua...

_________________
Urania


La ceremonia aristotélica seguía. Ahora los cercanos al rey debían encender un cirio. Miró a su alrededor. ¿Eso estaba sólo permitido a los aristotélicos, o también ella podría hacerlo, a pesar de ser pagana?

Bueno... el Rey Carolum era aristotélico, y ella respetaba su voluntad. Se acercó al ataúd, encendió uno de los cirios y permaneció en silencio.

_________________
Lurien.


Desde su sitio, observaba toda la escena, y una gran pena inundaba su pecho, de vez en cuando miraba a Taresa o intentaba distraerse con alguna cosa, para que sus lágrimas no cayeran.

No le gustaban aquellos eventos, todos serios y tristes. Lurien se arrugaba el vestido y se mordía los labios para aguantar un poco más el llanto, se tapaba un poco la cara con el velo y respiraba hondo.

¨Por el altísimo...¨ la rubia no dejaba de ver la imagen del rey, cuando estaba vivo y en ése lugar, recordaba buenos momentos vividos con él, y lo poco que lo había podido conocer. Volvió a suspirar.

¨Ains, quiero irme ya....¨

Sin poder aguantar más, bajó la cabeza, mirando al suelo, cogió la mano de Taresa y la apretó.

No pudo reprimir el llanto, las lágrimas de la niña recorrieron las blancas mejillas y sus ojos color miel se nublaron por un velo de lágrimas.

- Snif, snif, snif...

La joven, de vez en cuando se secaba las lágrimas con la otra mano, pero no servían de nada, ya que no paraba de llorar.

_________________
Liborio


El ingreso a la Catedral fue por la nave principal, el Infante fijaba su vista en cada uno de los presentes, pero no la establecía por mucho tiempo, sin duda el joven Conde recordaría quienes fueron los que faltaron a la ceremonia de su padre, sobre todo de aquellos que habían profesado ser amigos o aliados y en momentos de tribulación los habían abandonado. El de Alba realizo la reverencia de protocolo a la Reina de Portugal y agradeció su presencia.

Cuando todo estuvo dispuesto el cardenal inicio la ceremonia, Liborio mantenía su vista al frente, ninguna emoción lograba escabullirse pero eso no quería decir que el interior del Conde no fuera como un gran huracán, cuando el cardenal termino el de Alba se unió a las voces de los presentes

Señor no desvíes tu mirada de nuestro amigo...y padre- murmuro esto último el joven. Cuando las voces se calmaron la Obispo de Osma se dirigió a todos, su participación fue bastante corta, el menor de los Borja se puso en pie y se acerco al ataúd de su padre donde prendió una lumbre y encendió uno de los cirios que se encontraban ahí

_________________
Marta296


Amen.
Dijo, en voz baja y de forma mecánica. Mientras, los cercanos al difunto se acercaban a prender cirios. La Marquesa fue la primera en sorprenderla acercándose al féretro. También el joven de Alba hizo lo propio. Se sintió orgullosa de la entereza que presentaba y asintió con aprobación cuando regresó a su lugar.

Estaba triste. Evitaba mirar directamente al ataúd, pues aquello solo acentuaba su tristeza y le recordaba a que había acudido allí. Miraba las imágenes de las vidrieras o las llamitas de los cirios a través de la mantilla que la cubría. Desde donde se hallaba, y en el silencio del momento, podía escuchar llantos. Ella no iba a darse ese privilegio.

El funeral continuaba...

_________________
Ruy_tristan


La ceremonia continuaba. Los rezos daban lugar a los llantos y estos a su vez a los rezos nuevamente. Ruy se levantó y mirando hacia el altar dijo:

-Amén.

Agachó la cabeza unos segundos a la vez que los amigos del Rey se acercaban a su ataúd a encender velas. La Marquesa de Santillana, Lurien, su sobrino el Conde de Alba y la Baronesa de Illueca, todos cercanos a su primo Carolum. Salió de su asiento el Borja en dirección al féretro donde descansaba el cuerpo de su primo, cogió un cirio, lo encendió y lo depositó junto a los demás. Se quedó de pie junto a Liborio que no dejaba de mirar el ataúd, era un gran Borja, su sentimiento de tristeza era semejante al que sentía el Trastámara pero aún así lo podía mantener encerrado en él. Ambos se quedaron un rato de pie frente al ataúd, reflexionando sobre temas metafísicos, trascendentales,... Ruy reaccionó y tocó el hombro de Liborio con su mano como señal de volver a su asiento y ambos volvieron a sus asientos. De regreso observó que Brynne le miraba tímidamente a lo que el Borja respondió con una sonrisa que pronto tornó de nuevo a la tristeza.

_________________
Fadrique
Los cirios rodeaban el ataud...



El obispo continuó.

La Amistad es la luz del mundo, es la llama que calienta nuestro corazón.n¡Qué alumbra ahora el camino de Carolum y lo conduce al Reino de Dios!

Carolum, nosotros depositamos esta cruz aristotélica sobre tu ataúd. Es el signo que conecta Aristóteles a Christo, que ella sea para ti simbolo de salvación y de vida eterna

Acercandose al ataud deposita la cruz.




Uno de los amigos o familiar del difunto aporta la canasta de la amistad donde son depositados flores y obsequios por parte de los asistentes y se la entrega al Prelado

_________________
See the RP information <<   <   1, 2, 3   >   >>
Copyright © JDWorks, Corbeaunoir & Elissa Ka | Update notes | Support us | 2008 - 2024
Special thanks to our amazing translators : Dunpeal (EN, PT), Eriti (IT), Azureus (FI)