El_mozo_de_cuadras
En el transcurso de la noche del 3 al 4 de Noviembre, en el Castelo de Fisterra, los preparativos de ultima hora se apuraban antes de que la señora llegara y con ella invitados y demas gentes.
Siempre le tocaba a el prepararlo todo para los eventos caprichosos de sus señores.
- ¿A ver si me he enterado, el Caballero Miku no pasara aqui la noche despues de haberme pasado fregando de rodillas seis horas la capilla esa? Podrian haberme avisado. Conversaba el mozo con uno de los guardas que encogido de hombros y con las palmas hacia arriba daba a entender que el tampoco comprendia la situacion.
- Lo mejor que puedes hacer es tragar y callar, han dejado bien claro que todo debe estar limpio y perfecto, no te dejes restos de cera ni telas de araña olvidadas. Shhh no hables y trabaja o nos castigaran a los dos, a mi me toca poner en orden el salon de reuniones, apartar los escritorios y cargar las mesas, mirar que los manteles sean blancos y que ninguno tenga una sola mancha, asi que no te quejes.
Y alli el joven mozo continuo raspando el suelo y las piedras de las ventanas intentando despegar la cera fundida. Tras varias horas y con la noche ya mas que entrada comenzo a arrastrar los bancos de madera, eran mas pesados que los ultimos, estaba claro que la madera era mejor, un color mas vivo, bien pulidos y barnizados. Coloco tambien la media docena de candelabros altos al lado de los bancos y puso sus correspondientes velas. Para finalizar debia terminar de colocar las velas de la lampara, alzarla y atar la cadena a la pica de la pared con todo el cuidado del mundo, si aquella lampara de kilos de hierro caia, los azotes iban a ser lo que menos le doliera de aquel castigo.
Finalmente coloco la sabana blanca sobre el altar, y dos pequeños candelabros con grandes velones, subio a la escala de madera y tembloroso paso un paño humedo sobre la vidriera a fin de limpiarla bien y no convertir aquello en un cuadro de barro, pero todo salio bien.
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Mientras tanto la sala de reuniones, comenzaba a parecer un amplio comedor, manteles blancos con la cruz de Fisterra, los pendones colgados tras la mesa principal decorando con los colores tipicos de Fisterra y Galicia, tambien de Castilla.
Las doncellas gallegas, que acompañaban a la señora de compostela se habian transladado a ese castillo, solo por ese dia, y ahora corrian entre las mesas colocando platos, cubiertos, copas brillantes y jarras de peltre.
Decoraban las sillas con listones azul, negro y plata, sino aquello pareceria muy sobrio, aunque si la de Compostela lo veia mandaria quitarlo.
- Bien es hora de dormir, mañana sera el gran dia, al alba los soldados estaran en sus puestos, ustedes señoras, no salgan de la cocina a no ser que la señora lo mande, ella iba a llegar de las primeras al evento.