Espera, Diego. El joven le detuvo unos momentos, antes de que se escapara del todo.
Muchas gracias. Lo llevaré en señal de ambas culturas, y de la amistad tan buena y valiosa que guardo con tantos y tantos con quien no comparto creencias. Se despidió de él, colocándose la cruz alrededor del cuello, a la vista. Qué mas daba al final, si representaba a Aristóteles, los puntos cardinales o los cuatro elementos; era un símbolo que compartían todos, como tantas otras cosas.
A continuación entró en la Capilla, donde había ya un puñado de invitados charlando o presentándose unos a otros. Miku pasó un primer escaneo, donde conoció a Cyl, tan pelirroja, tan cautivadora como siempre. Otros rostros menos habituales pero también queridos estaban a su alrededor.
Marqués. Se dirigió hacia Astaroth emocionado, y lo abrazó. Por mucho que fuera el ex-marido de su esposa había sido casi como un padre para el rubio, y le tenía en gran estima: era un maestro, que por primera vez le habló de la caballería y también de la heráldica.
Estoy muy contento de verle otra vez. Se rumoreaba que habíais huído del reino. Rió divertido. Tenía entendido que el tuerto había estado en la lejana Bretaña durante mucho tiempo, concentrado en una nueva vida y familia más plácida y acomodada.
El vice-maestro de armas y el obispo parecían entretenidos, así que Miku se limitó a inclinar un poco la cabeza al pasar a su lado, deseándoles una buena tarde por el camino.
Bienvenidos. Llevó sus pasos hasta la entrada, zona donde su mujer daba la bienvenida y acompañaba a Debian y Maeva donde tendría lugar la ceremonia. Hizo una cara rara a la pequeña, inflando los mofletes y arrugando la nariz, queriendo que se riera un poco. Quizá no estaba muy contenta la pobre con el clima gallego.
¡Mi señora! Se inclinó esta vez hacia Cyliam, a sabiendas de lo divertido que parecía el tratamiento formal entre unos enamorados como ellos eran.
Estás preciosa. Siempre le costaba encontrar palabras para describirla.
¿Me harás una señal cuando me toque salir? Imaginaba que ella estaría también nerviosa, como él mismo, así que sonrió divertido para quitar hierro al asunto.