Rose_de_anthares
Había pasado al menos una semana desde que la guardia real valenciana se conformó. Habían sido citados varios hombres y mujeres del reino a la ceremonia que se llevaría acabo ese día, estaba feliz, recorría los pasillos del real mientras toda la corte, el consejo real, los homenajeados e incluso el servicio del Palacio corrían de un lado a otro. Pero lo que hizo a solas antes que todos llegaran, fue recorrer el salón real en la torre de los ángeles. Lo hizo recorriendo desde cada ventana hasta cada rincón, pasando su mano por los detalles de muebles y cortinas e incluso, se detuvo unos instantes frente al trono, también con sus dedos recorrió cada detalle, cada forma, era como si aquel trono hubiese sido forjado con fuerza y dedicación, era firme aunque moderado en tamaño, era elegante e imponente, se sumió tanto en observar cada detalle que terminó sonriendo al darse cuenta que ese trono era como el Reino que lo había forjado. Un trono, una corona, de sangre y mano de un pueblo libre.
Con ese pensamiento firme en su mente apresuró los pasos, hoy los valencianos reconocerían el trabajo de valencianos que duramente habían trabajado por sus ciudades y reino, que sin descanso, contra viento o tormenta, se habían mantenido en pie para trabajar por su gente. Siguió su avance por los pasillos hasta encontrarse con su hija Ederne quién era la encargada de preparar todo. Le besó las mejillas muy feliz, era sin duda un día para estarlo.
Tras de ella, el salón que recibiría a todos en un par de horas, con ella el corazón que latía en su pecho por su pueblo y sus gentes, en sus pasos el apuro para estar lista y preparada cuando llegara el momento. Valencia aquel día, como todos los días, brillaría más que nunca.
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