Yustebv
Maldita sea, si no te tocan los moros te tocan los forajidos - dijo al escuchar el mensaje que la Reina dejó en el Real al salir raudamente un par de horas antes de que llegara el de Berasategui. Su viaje desde Benicarlò hasta Valencia fue agotador y no esperaba malas nuevas.
- Rodrigo, preparad caballos, partimos a Xàtiva. No será necesario llevar hombres del Real, la Reina ha llevado los suficientes, así que continuaremos viaje con la guardia ducal indicó el de Berasategui pero mi señor, debemos examinar las legalidades para la reunión que preparasteis replicó el de Estivella regresaremos antes de cinco días, y tendremos el tiempo. Además, necesito yo mismo abofetear al de Borja por su ineptitud concluyó y avanzó camino a su recamara para preparar algunas cosas, sin embargo, el de Estivella volvió a hablar pero mi señor, solo quedan diez días para la reunión y - el de Berasategui se giró y con elevando su tono se dirigió al secretario ¿Acaso no soy tu señor?... y sin decir mas, que no era necesario, el de Estivella agachó la cabeza en señal de reverencia y marchó a cumplir el encargo.
Sin duda, aquel acontecimiento enfureció a Yuste y no era buen momento para cuestionarle. Terminó de dejar algunos encargos en el Real y salió al patio donde esperaban su caballo y los benicarlandos, que no eran mas de 50 hombres en esta ocasión Señores, lamento hacerles continuar el viaje, pero como ya os habrá anunciado Don Rodrigo, la sangre real corre peligro en Xàtiva, y es nuestro deber acudir. ¿Estáis conmigo? terminó preguntando y todos respondieron al unísono con un fuerte Si! el rey sonrió, pues a pesar de todo cuanto sucediera, siempre conservaba la camaradería con sus soldados.
Así partieron a Xàtiva y salieron del Real, cabalgando a la cabeza acompañado de Rodrigo, su leal secretario Rodrigo, no hubiera querido regañarte, espero que comprendáis aquello le dijo mientras cabalgaban mi señor, no hay nada que vos hagáis y me haga perder el respeto y gran aprecio por vos. Fui yo el impertinente, y debo pediros disculpas el de Berasategui se giró y le dio unas palmadas en el hombro Amigo mío, sois irremplazable - le sonrió y continuaron el viaje.
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4 horas mas tarde
Xàtiva a media legua, mi señor le indicó el de la avanzada. El hermoso paisaje de aquellas tierras y su aire no habían sido en aquella ocasión el motivo de su visita, y solo anhelaba llegar al encuentro con su familia.
La escolta y el Rey llegaron hasta el castillo. Sirvientes corriendo de un lugar a otro desesperados, la guardia real cubriendo posiciones y el llanto de las mujeres fueron el recibimiento a aquel lugar. El de Berasategui desmontó de su caballo y mientras caminaba a la entrada interior del lugar principal indicaba a su secretario Rodrigo, hablad con el capitán de la Guardia de Su Majestad y con quien sea necesario, reunid la mayor información que podáis, y que los nuestros se mantengan alerta y reunidos el de Estivella asintió a la orden y dejó al rey continuar su camino.
Iba quitándose los guantes y con paso firme y apurado, un par de guardias en el portón del salón principal le abrían paso sabiendo de quien se trataba. Enfurecido caminó el de Berasategui hasta el medio del salón BORJAAAA!!! exclamó fuertemente exigiendo la presencia del señor del castillo.
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