[Rp] Ceremonia de Entrega de Condecoraciones al mérito

Kossler

Cuando se dió cuenta, percibió que no llegaría a tiempo. Desde el estrado, hablando animadamente con algunos de los soldados condecorados divisó cómo la Duquesa se precipitaba al suelo. Apartó rápidamente a los soldados e intentó llegar a tiempo para evitarle un golpe contra el duro suelo, pero no llegó a tiempo.

Tuvo una peculiar forma hasta de caerse, porqué quedó sentada. Kossler ya se había arrodillado a su lado y miraba sus ojos vidriosos, perdidos. ¿Mareos tal vez? Los soldados no tardaron en dirigir su mirada al lugar a dónde se había dirigido el Marqués, y la gente comenzó a acercarse. De espaldas a ellos, el General levantó la mano, prohibiéndoles que se acercaran. Había percibido que respiraba débilmente.

-¡Llamad al doctor Gregorio! -Gritó el caspolino a los allí presentes. -¡Deprisa!

Tras esto, echó mano a sus pocos conocimientos médicos. Él sabía entablillar, hacer torniquetes y remendar pequeñas heridas, pero no sabía nada de esto. Decidió tomarle el pulso, y comprobó que estaba débil. Pero no sabía más.

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Doc_gregorio_casas

La ceremonia era aburridisima y soporifera, no habia de comer y ni por asomo algo que echarse al coleto... Menos mal que para estas mundanas necesidades siempre llevaba consigo al cuello su "reconstituyente", el fino y pequeño pellejo contenia nada mas y nada menos que un caldo cariñena de lujo, colgando de su brazo un buen pedazo de embutido, en este caso algo de jamon iberico, su matrona se merecia el cielo por como le cuidaba, pardiez que si...

Estaba perdido en ese instante en sus pensamientos cuando un revuelo en el estrado llamo su atención, un viejo gruñon alcanzo a murmurar algo sobre la torpeza de la Duquesa, y si le dolerian mucho sus posaderas despues del trastazo.

Farfullando una maldición el galeno comenzo a abrirse paso entre los vecinos...

- !!!Dejen paso, dejen paso!!! Al que no se aparte le arreo un bastonazo y al que me conteste, la proxima vez que aparezca por mi casa le purgare hasta vaciarlo...

No hicieron falta muchas amenazas, el pueblo entero conocia las malas pulgas del hombre... Preciso instante que escucho la voz del "exduqueahorageneral" reclamando su presencia, acelero el paso todo lo que le permitia su pronunciada cojera.

- !!!Ya va, Ya va!!! Un poco de paciencia que no soy precisamente un galgo podenco...

Llego al lugar de la tragedia, no parecia para tanto, la Duquesa aparecia sentada mientras un monton de gregarios no hacia mas que acosarla, "¿Como esta? ¿Que tiene?"
Serie de preguntas absurdas, si las pudiera responder ella misma para que necesitarian su presencia.
Aparto amablemente con el baston a los curiosos, con un gesto de dolor se agacho hasta tomar la mano de la joven... Toco su frente, le abrio un ojo, el rostro sin color casi blanco, solo cabia una explicación... - General, sentemosla como es debido en una silla...
Mientras procedian dos soldados a acomodar a la Duquesa, el galeno procedio a destapar el pellejo y sacar el embutido, una vez acomodada la mujer se lo dejo ventear justo debajo de sus narices...

La gente le miraba extrañado, pero parecia que la joven estaba desfallecida, si un buen vino del terruño y un pedazo jamon no despertaba a la Duquesa, empezaria a preocuparse en serio...

Noega

Comenzó a ver rostros familiares mucho más cerca de lo habitual con semblantes entre preocupados y curiosos. Intentó inspirar con fuerza pero le costaba horrores. Reconoció rápidamente al general e instantáneanmente se transportó semilevitando hasta un punto cercano en el que permaneció sentada.

El familiar rostro del "Doctor Cachas" le hizo intuir que aquello era algo ciertamente serio - nooooo noooo más bordados nooooo - lloriqueó su interior rememorando su último tajazo de la pierna izquierda. Pero el galeno de Caspe le hizo olisquear un potinque que llevaba consigo. Los vapores le llegaron hasta el mismísimo centro operacional de su cabecita, un pinchazo terrible allá arriba le hizo volver en sí un instante. Levantó la mano y con el dedo índice hizo ademán de que se le acercaran. Señor doctor y Señor general acercaron la oreja esperando algún tipo de confesión premortem - Pegad una voz...que saquen el vino y viandas o moriremos todos...

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Kossler

El General ordenó que trajeran algo de comida y refrigerio que sirvieron a la Duquesa. Pareció mejorar, pero el Marqués no las tenía todas consigo. Aquellos desvanecimientos... ya los había visto en algun lado...

Cogió al galeno del hombro, y le llamó así la atención.

-Doctor... -Dijo el militar caspolino a Gregorio. -¿Está segura que la Duquesa no está embarazada? -Soltó de sopetón, sin más. -Mire usted que estos desvanecimientos ya los vi yo en mi fallecida mujer...

Y era cierto. Además, ocurrió embarazada ella de mellizos... ¿Sería lo mismo?

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Noega

Ante solo la visualización del queso y el jamón el color pareció volverle a las mejillas a Noega. Algo parecido a una sonrisa se plantó en su cara cuando hizo su aparición el vino. Tras unos minutos sus sentidos volvieron a ella justamente cuando su oído captó la voz inconfundible del de Mequinenza - Doctor...¿Está seguro de que la Duquesa no está embarazada? Mire usted que estos desvanecimientos ya los vi yo en mi fallecida mujer...

A punto estuvo de soltar todo el vino que tenía en la boca ante la carcajada que le subía por la garganta - ¿Os imagináis si es vuestro general? - rió hacia su interior intentando mantener el semblante lo más serio posible.

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Doc_gregorio_casas

Menudo comentario... - Militares, sera posible las cosas que dicen... Penso para si mismo el galeno, sin duda ya comprendia que fuera viudo con esos conocimientos medicos...
La Duquesa daba buena cuenta de las viandas, al parecer le tocaba ayuno ese dia, asi que paciencia... - A que se atraganta la otra... Desde luego le iban a dar el dia el par de ellos, por mantener la compostura la joven estaba a punto de perder la garganta.

- Creo que nadie mejor que vos misma para responder a su excelencia el general, y si la respuesta es afirmativa, olvidaros de seguir echando al gaznate ni una gota mas de vino, nada de noches tabernarias y mucho reposo...
Se quedo expectante, seguro que la noble saltaba por peteneras y quizas algun mamporro se llevaba alguno... Por listo...

Busco con la vista a alguno de los taberneros de pueblo, para gritarle mas una orden que suplica...

- !!!MAESE TABERNEROOOOO!!!.... QUE TAL SI TRAEIS MAS VIANDAS QUE LA DUQUESA AUN NO ESTA RECUPERADA Y SE ACABANNNN....
A ver que traia el pajaro este ahora...

Kossler

El General torció el gestó y miró a la Duquesa con total seriedad y serenidad.

-Si fuera mío... -Dubitó el caspolino durante un rato, y luego sonrió. -Creo que lo recordaría. -Afirmó. -De todos modos, si fuera mío, os recomendaría que os tomáseis una buena infusión de ruda. -Dijo el Marqués, sonriente. -A no ser que el Doctor Casas supiera de un remedio más eficaz.

Dicho esto torció la dirección de sus piernas y se encaminó de nuevo hasta las botellas de vino y aquellos suculentos canapeses...

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Noega

- Ay Dios que está dudando - Pensaba Noe aún sentada - El problema de alcoholismo es mayor de lo que pensaba - Tenéis lagunas general? A mí es que la ruda no me viene gustando en demasía...ese sabor tan amargo...argh!!! - Comentó ya con ironía haciendo respirar al personal con su intantánea vuelta en sí.

Querido doctor, las noches tabernarias no me las quita a mí....vamos, como que nadie...- aguantó la blasfemia - que a la criatura le vayan sonando los chistes y chascarrillos caspolinos, no? Soy perfectamente capaz de permanecer sobria - Sonrió al doctor Cachas mientras se pimplaba una copa entera de vino e intentaba ponerse en pié - ¡¡SAQUEN LAS VIANDAS Y QUE CORRA EL VINO!! - Gritó a los encargados del ágape - Está visto que tiene que hacerlo todo una misma...ay que ver.... - se quedó gruñendo.

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Noega

Elevándose de su posición susurró al general - Los ascensos dragoniles cuando decís que debemos darlos? -Por cierto - musitó sacando una cajita con varias medallas restantes - Restan las condecoraciones emitidas a causa de la operación Ryan...Para vos, para mi mismedad, la señora Veldaia y el señor Joanbantuin...¿Cómo creéis que deberíamos imponerlas?

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Kossler

El Marqués ignoró las palabras anteriores pero prestó atención a las últimas palabras de Noega. Dubitó un momento. Prácticamente se había olvidado de ello.

-Considero de que los ascensos deberíamos darlos en otra ceremonia... -Dijo el Militar, viendo tambalearse a un soldado, por lo visto, profundamente afectado por el alcohol. Le guardaría un reproche tras esto. -Hay ciertos... soldados, que creo que no aguantarán mucho en pie. -Luego miró a Joan y Veldaia, en distintos puntos de la ceremonia. -Pues puedes ponerle la medalla a Veldaia y a mi mismo y luego yo a Joan y a vuecencia. -Dijo el caspolino con un toque de sarcarsmo en lo de vuecencia. Sabía que a aquella mujer no le gustaba que le trataran así.

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Noega

Miró de reojo al general asimilando el nuevo palabro que se acababa de inventar - Démosnos brío o las canas nos invadirán y caeremos secos sobre este mismo suelo...las enredaderas nos colonizarán...el polvo cubrirá nuestros huesos enjutos.... - No pudo más que sonreir ante tal idílica ocurrencia.

Tomó dos insignias doradas y entre el gentio se acercó a Veldaia llevando del brazo amarrado al marquesísisismo - Seáis ambos condecorados por tal labor de rescate. Caspe os lo agradece, yo me siento congratulada por vuestra compañía y os aseguro que el Soldado Ryan os tiene en sus oraciones - sonrió imponiendo sendos cordones. - Un placer, como siempre, cabalgar con vosotros.

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Kossler

El General recibió la medalla, otra más para el traje de gala. Luego sacó una cajita y extrajo de ella dos condecoraciones más. Colocó una a Noega y otra a Joan Segon, el hijo del difunto Joan.

-Yo, Kossler de Castelldú y Robledo, en nombre de la Guardia os condecoro por el rescate en la Operación Ryan, prueba meritoria de vuestro valor y efectividad. -Dijo contento el General.

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Ceremonia de Entrega de Condecoraciones al mérito

Noega

Noega terminó dicho anuncio y ella misma bajó las escaleras para colocarlo en el tablón. Se sentía satisfecha con todo el mundo en casa y disfrutando de esos momentos de paz y armonía unos con otros.

Se subió a un trozo de tronco para llegar a la altura ideal y lo clavó con cuidado. - Todo caspolino curioso quedará informado, eso quiere decir que todos lo harán - rió para sí.

Tenía todo preparado, desde las cantidades ingentes de bebida y carne para la brasa hasta las preciosas medallas que el Señor Heraldo, tan amablemente como siempre a sus requerimientos, le había preparado días atrás. Sería perfecto.

Citation:

Queridos caspolinos todos,

Por la presente, hago saber que mañana en la noche del día 9, del otoñal mes de Octubre, de este año de los dioses de 1.460, se iniciará la ceremonia de entrega de las medallas y honores tanto a civiles como dragones, por los méritos demostrados en la cooperación y la defensa de esta nuestra bella Caspe, tanto dentro como en el exterior de nuestras fronteras.

Queden todos dispuestos y avisados para la recogida según se vayan desarrollando los acontecimientos y siéntanse llenos de júbilo e invitados al consiguiente ágape, que muy lejos de ser posterior, lo disfrutaremos como novedad en el transcurso de tal ceremonia, en los jardines del Peñasco de las Tormentas, residencia ducal de Caspe.

Atentamente

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Noega

Todo había sido convenientemente preparado y se disponía ordenadamente por los jardines. Finalmente un atril engalanado sobriamente con algunas flores y unas cuantas telas con escudos bordados - Suficiente - Sonrió Noega - Nunca hemos sido pueblo de refinamientos extremos ni necesidades fastuosas.

Anduvo entre los bancos, la sillas y las gente que comenzaba a llegar al evento, saludando a todos y comprobando que todo estuviera en su sitio. Se acercó a una mesa y tomó la primera copa de vino del día - Será una larga noche - sentenció contenta.

Las medallas procedentes directamente del taller del artesano al que el mismísimo Heraldo había dado instrucciones habían llegado esa misma mañana listas y preparadas para su entrega. Al abrir la primera caja, los ojos le brillaron - Son de verdad, las más bonitas que he visto,tanto oro como plata le comentó al chico que las portaba. El mismo asintió orgulloso. Los collares no se quedan atrás si bien el oro tiene su significado la plataes en verdad magnífico.

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Kossler

El General de la Guardia de los Dragones de Caspe abandonó Mequinenza con una pequeña escolta y cabalgó hasta el Peñasco de las Torementas, dónde iba a celebrarse la entrega de medallas y condecoraciones al mérito Civil y Militar.

El Marqués lucía el uniforme de gala, con el uniforme azul de la Guardia, ribeteado y rematado en hilos de oro y plata, que brillaban a la luz del sol. En el hombro lucía los nudos que acreditaban su graduación y rango y en el pecho, cuál retahíla de orgullos, las medallas recibidas después de una larga vida de servicio a Caspe. En el cuello pendía la Medalla al mérito militar que había sido entregada por Cataluña durante la guerra contra Aragón. En el cinto la vaina ornamental de plata y diamantes incrustados que contenía a Tenebrosa, que destacaba sobre el color grisáceo de la vaina con el azabache de la empuñadura. La daga, atada también al cinto. La cabeza alta y el pelo largo y peinado meciéndose en el viento.

Entró en el Peñasco como solía hacerlo en todos lados. La cabeza alta, orgullosa, y el semblante serio y distante. Descendió de la yegua y la entregó a un mozo de cuadra, que se llevó al fiel animal a los establos. El militar comenzó a caminar, seguidamente, las botas de suela metálica repiqueteando en el suelo adoquinado. El Jardín era bello, y parecía todo dispuesto. Satisfecho siguió avanzando, hasta dar con la Duquesa.

-Excelencia. -Dijo el Marqués inclinando la cabeza, en señal de saludo. -Parece que todo ha sido dispuesto. Así pues, sólo falta la gente.

Pero no tardaría en llegar. En una ceremonia de tal calibre, todos aquellos que debían ser condecorados acudirían y, esperaba, que aquellos que no también. Era una ceremonia de homenaje a los defensores de Caspe. Y toda persona que estuviera dispuesta a defender Caspe con su vida, fuera del método que fuera, era un héroe, al fin y al cabo.

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Moreno91

Moreno después de darse un baño, se vistió con el uniforme azul de la Guardia de los Dragones,monto a lomos de su negro caballo jodevientos y partió hacia el Peñasco de las Tormentas donde se celebraría la gran gala.

Al llegar allí las puertas y un mayordomo le indico el camino hacia los jardines. La ornamenta era excelente habia largas mesas con vino y monton de comida, vio a lo lejos a su duquesa y se acercó.

Buenas noches tenga excelencia,la decoración es perfecta.-la dijo mientras hacia la debida reverencia.

Allí al lado estaba el general de la Guardia al que le hizo el Saludo que le enseñaron en su entrenamiento militar.

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Noega

Se ajustó el prendedor de su capa negra para que el nuevo escudo de los dragones plata y azúreo sobre el fondo negro de la indumentaria, brillaba en su torso y quedara a la vista. No era un uniforme oficial, pero ella tampoco lo era normalmente.

Vió acercarse al General de los Dragones de Caspe y le sonrió encantada de que llegara pronto. Según le ponía una copa a él también en la mano oía - Excelencia, parece que todo ha sido dispuesto. Así pues, sólo falta la gente - Mi Señor de Mequinenza.... - saludó con un gesto leve de la cabeza - En breve estaremos todos aquí disfrutando de la tarde....y espero que la noche - apuntó - ¿véis esas columnas? Toda la basa está conformada por un pequeño foso repleto de diversos aceites que se dará fuego, repitiéndose cual una veintena de hogueras, para que la luz no nos abandone al caer el sol - dijo señalando una serie de viejas columnas de marmol negro.

El ciertamente, difícil de recuperar, soldado Moreno, se aproximó a ambos - Buenas noches tenga excelencia,la decoración es perfecta - Me place, señor Moreno, que esté usted a gusto entre mis vegetales y mis piedras, será la primera vez que nos visitáis? Oh!! tened ciertamente cuidado con esas enredaderas tan inocentes del perímetro, son yedra venenosa. Puesto que sois muy dado a caer en el centro de los más extraños berenjenales os pongo sobre aviso - rió dándole una palmada en el brazo al general a ver si reaccionaba.

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Juli

Después de pasar una tarde de "arduo" trabajo en "la flor de loto", Juli se arregló en su casa rapidamente. Mandó a Dolores que tambien se preparara y juntos se encaminaron hacia el Peñasco de las tormentas. No tomaron carruaje y marcharon a pie, pues el de Lancrex tenía planeado entretenerse un rato tras unos arbustos y así fue. Tras un par de pausas en diversos arbustos y árboles (pareciera que Juli le hubiera cogido el gustillo a la botánica), llegaron al fin al peñasco. Una vez allí, saludó con una perfecta y ceremoniosa reverencia a la Duquesa (como se notaba que aun no había bebido) y para evitar ser protocolariamente perfecto, miró con descaro a un palmo bajo el cuello de la Duquesa y silbó sonoramente para dejar claro a todo el mundo que lo que veía era de su agrado.

Pasó y saludó respetuosamente (en serio)a los ya presentes.

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Noega

Noega vió de reojo la llegada de Lancrex y una exagerada reverencia.

La palomita que traía consigo fué mucho más correcta, aunque la leve distorsión de su maquillaje al igual que otros pequeños detalles le hicieron vislumbrar que no venía tal cual de su villa.

Se acercó a ambos discretamente y rodeó a la chica pegándose a su cuerpo y recolocando las abotonaduras laterales realmente ejecutadas con prisa, sin que fuera demasiado perceptible - Acto seguido volvió al frente de la pareja saludando con un movimiento de cabeza y una ceja en alto, mientras Lancrex, haciendo alarde de absoluta indiscrección oteaba más allá de su cometido - Querido, puede que no recordéis del afilado del tacón de mi bota - comentó mirándose el pié derecho mientras esperaba que dado que no había demasiada gente aún, el "llamamiento del rebaño" no trascendiera y los colores no se le hubieran subido a ninguna parte - Habráse visto, Noe hija, que ojo tienes - se decía a sí misma.

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Kossler

El Marqués tomó la copa y observó la columnas. ¿Mármol? Suerte que era un palacio y no un castillo fortificado. Ante un ataque esas columnas se vendrían abajo como cartas en un castillo de naipes.

-Interesante. -Dijo el Marqués. -Aunque prefiero las antorchas de toda la vida, con simples soportes de acero para sostenerlas. -Se encogió de hombros. -Supongo que soy un anticuado.

En esas que llegó Moreno y tras cuadrarse efectuó el saludo militar. El General correspondió el saludo como solía y debía, a la antigua usanza, no como empezaban a hacer los nuevos reclutas. El gesto había surgido de las Justas, dónde los contendientes levantaban las viseras para saludarse mutuamente en señal de respeto. Él lo sabía bien, e imitó exactamente ese saludo, distinto ya del de los soldados. Seguramente, con el tiempo, todo perdía su origen y degeneraba a la simplicidad.

El Marqués sonrió ante la pequeña broma de la Duquesa y tras remover el vino para oxigenarlo lo cató. Su cara hizo una mueca, desconociendo el vino probado, con un sabor afrutado y especiado. Boqueó, pero no supo descifrar su procedencia. Extraño.

-No conozco este vino. -Dijo el noble con el semblante serio, medio sorprendido de no saberlo.

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Moreno91

Tras hacer el saludo militar a su General, se acerco a una de las largas mesas y cogió una copa de vino de la larga mesa, se quedo observando todas las plantas que la Duquesa tenia en sus jardines , sin duda alguna, era digno de admirar.

Giró su cabeza y vio aparecer por uno de los pasillos repletos de vegetales a su Prometida, estaba reluciente.

Ahora sera un buen momento para presentarla ante mis vecinos y amigos-pensó

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Cenicienta.

Después de arreglarse con algunas cosas que Ceni tenía en Caspe, ya que luego de su mudanza pocas cosas tenía en ese momento... Así salio de su casita y marcho hacia la ceremonia que la había invitado su querido pelirrojo.

Al llegar entro por uno de los pasillos. Desde ahí se lograba ver a Moreno, le saludo con la mano y se fue acercando a él que se encontraba sentado en una de las mesas. Se sento junto a él y le dió un beso en la mejilla en forma de saludo.

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Moreno91

Moreno respondió con otro beso.

¿Estás nerviosa?-la pregunto en voz bajita.
Ceni hizo un movimiento de cabeza afirmando que si que estaba nerviosa
¿Ves a aquella mujer tan elegante que esta ahi delante?, esa es la duquesa, y el que esta a su lado con el uniforme de gala de los Dragones es kossler el General, luego haré un acto para presentarte delante de todo el pueblo.-la dijo

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Noega

Viendo que el sol comenzaba a colocarse entre las ramas de los árboles al oeste, Noega, miró al General que entendió su gesto invitándolo a subir a la zona reservada para la ceremonia de entrega.

Aún no habían terminado de llegar los Caspolinos, ni probablemente los galardonados - Esa terrible manía de ser impuntuales - comentó a nadie mientras se dirigía al mismo punto. Con un gesto de la mano animó a los portadores de las medallas al mérito civil a colocarse en posición tras de ellos.

Ser maestra de ceremonias era una experiencia que se repetía a lo largo de toda su vida de manera incesante, por lo que tomó la palabra tranquilamente y sin el menor esfuerzo en aquella ocasión también.

Señores, Señoras, caspolinos todos..... - inició con un ademán de cabeza hacia sus oyentes mientras hacía un gesto para que permanecieran sentados en sus posiciones

- Esperamos que todos vosotros estéis disfrutando de la tarde. Esta es una de esas ocasiones que no se nos presentan muy habitualmente, en las que podemos disfrutar de la compañía de la casi totalidad de nuestro gran pueblo - sonrió continuando con lo que tenía organizado en su cabeza

- Como bien sabéis, hemos pasado un espacio de tiempo bastante turbulento, en el que el sufrimiento tanto por los incesantes asaltos, como por la lejanía de muchos de nuestros hogares ha sido algo que nos ha perturbado de manera constante - sentenció con gesto preocupado.

- Pero una vez más los caspolinos hemos demostrado, principalmente a nosotros mismos, que somos un pueblo grande, grande y unido ante la adversidad - yo, como persona, cada día me enorgullezco más de ser vuestra duquesa, y no hay momento en el que no crezca mi sentimiento de pertencia a esta nuestra gran región. Por todo ello y por la necesidad que se le planteaba a este Consejo - señaló a la primera mesa de la derecha donde se disponían los 9 componentes más del consejo ducal en pleno - del que formo parte, de daros a todos las gracias mediante este pedacito de metal, se ha dispuesto la entrega de estas medallas e insignias.

- Y puesto que pretendemos que esto sea más una reunión en la que todos disfrutemos, que una recatada ceremonia, pasaremos lo más brevemente posible a realizar la entrega, comenzando obviamente, por el principio - dijo girando su atención al General que asintió a sus palabras.

Pónganse en pié, por favor, los siguientes ciudadanos y acérquense hacia esta posición:

Señores, Coto48, Jmfs, Mosluje, Juli, Siresku, Joanbantuin, Basico, Roberciyo y Longestic; y damas: Cayetana, Chiluvia, Melania y Krysten....

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Mosluje

Tras la misiva recibida me dispuse a colocarme mis mejores galas de guerrero y así de paso aprovechar para remojar mis viejas telas de molinero y quitar un poco de polvo de sus costuras. Una vez arreglado lo mejor que mi modesta posición me permite fui al lugar donde Noega nos había convocado.
Pacientemente como en los momentos de mas tensión aguarde a que pronunciasen mi nombre y de repente, ahí lo decían entre los de otros grandes e ilustres de Caspe. Que gran honor haber compartido aventuras con todos ellos y ojala las repitamos pronto.

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Longestic

Después de limpiar la taberna y de hacer sus menesteres, el de negro fue a buscar a la Rubia Oxigenada a la carniceria para acudir al evento que organizaba la Duquesa en su peñasco de las tormentas. Fue andando hasta la carnicería y desde allí al peñasco dando un paseo con la buena compañía.

Después de un rato andando llegaron al destino, allí estaban presentes algunos vecinos y las autoridades del ducado.

La Duquesa vió llegar a Longestic y a Krysten, hizo una reverencia a distancia y se situó entre los demas vecinos, a los cuales saludó uno a uno.

Instantes después, la Duquesa comenzó la ceremonia dedicando unas palabras a los caposos allí presentes. Al final del discurso empezó a decir los nombres de los vecinos a condecorar por su valentía y por sus servicios prestados a defender a la villa.

- Pónganse en pié, por favor, los siguientes ciudadanos y acérquense hacia esta posición:

Señores, Coto48, Jmfs, Mosluje, Juli, Siresku, Joanbantuin, Roberciyo y Longestic; y damas: Cayetana, Chiluvia y Krysten.... - dijo en voz alta para ser escuchada por todos.

El de negro al oir todos aquellos nombres citados esperó a que los citados primeros se pusieran de pie y acto seguido se puso él.

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Chiluvia

Al oir como la señora duquesa mencionaba su nombre

Pónganse en pié, por favor, los siguientes ciudadanos y acérquense hacia esta posición:

Señores, Coto48, Jmfs, Mosluje, Juli, Siresku, Joanbantuin, Roberciyo y Longestic; y damas: Cayetana, Chiluvia y Krysten....

Se pone en pie y se acerca donde esta la señora duquesa doña Noega.

Juli

Todos estaban sentados escuchando atentamente a la Duquesa. Juli no. Por desgracia para los cercanos, el de Lancrex se había hecho con una botella de vino y bebía en abundancia. La Duquesa dijo algo y algunos presentes se pusieron en pie y comenzaron a desfilar hacía donde se encontraba la Duquesa. Juli recibió un codazo y unos empujones y de repente se encontraba botella en mano, siguiendo a los demás, caminando hacía la Duquesa.

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Coto48

Despues de recibir la noficación de la señora duquesa de Caspe,se acerco donde estaba prevista la ceremonia, y al oir su nombre se puso en pie para recibr la condecoración.

Roberciyo

El joven despertó de una gran siesta, una gran gran siesta. Había estado la noche entera trabajando en un pedido y no había descansado nada. Un cuervo estaba apoyado en sus manos con un papelito atado a la pata.

El herrero leyó el papel, miró por la ventana para ver la posición del sol y rapidamente cerró la herrería, la atrancó, corrió a su casa y se aseó un pocó. Salió corriendo camino al peñasco que mas amaba mientras se medio vestía por el camino. "Como no me has despertado, Noe" - Pensaba el rubio maldiciendo su sueño.

Llegó a las puertas y vió que todo había comenzado. Los ojos de Noega le encontraron y el gesto de descontento se hizo visible. Roberciyo se rascó la cabeza y dobló el labio inferior haciendo pucheritos. En ese momento, Juli, con una botella en la mano que pasaba cerca, le agarró del brazo y le susurró que le siguiera que tambien había sido nombrado.

El casposo lo siguió mientras se quitaba el polvo de la carrera que se había pegado hasta el lugar de la reunión.

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Joanbantuin_segon

Al escuchar su nombre, Joanbantuin_segon se puso en pie como un resorte. Poseído por el espíritu de su padre, había estado dibujando en un papelito que entregó discretamente a la Duquesa cuando ésta le puso la medalla:

-Un honor, Duquesa...-le dijo guiñándole un ojo- ...y así debería terminar la ceremonia -añadió bajando la voz y mirando de reojo el papelito.

En él había caricaturizado las viejas glorias aragonesas que les habían abierto juicio por pisar su tierra "sin permiso" esperando su correspondiente premio:

Citation:

Y por su increíble acto de valentía de denunciar a unos peligrosos casposos, una magnífica M pinchada en un palo para cada uno...

Noega

Viendo como se ponían en pié, continuó hablando - El Ducado de Caspe otorga esta medalla de plata al mérito civil para aquellos caspolinos que desinteresadamente, se han dejado la piel en las murallas de Caspe y heroicamente contuvieron todos los viles intentos de asalto de nuestros enemigos, a costa de su propia salud y su economia.... Al finalizar levantó la mirada encontrando una botella acarreada por el jefe de puerto... - este hombre comienza a tener un problema - pensó, una gran disposición en el resto y a Roberciyo con un puchero puesto en el rostro. Lo habló con una mirada - No quiero saber donde llevas todo el día, que ni ellos (los cuervos graznantes mensajeros) te han hecho llegar a tiempo....

Ciertamente el Señor Joanbantuín_Segón, fué el primero en subir a la palestra - Un orgullo Señor Joan, su padre, mi gran amigo, estaría pletórico de veros en estos días- le sonrió algo tristona - aquí tenéis vuestra medalla de plata al mérito civil.

-Un honor, Duquesa...-le dijo guiñándole un ojo- ...y así debería terminar la ceremonia -añadió el chico bajando la voz y mirando de reojo el papelito.

Noega miró el papelito, sonrió y asintió - Tendrémoslo en cuenta, gracias por su siempre estupenda aportación.

Sonrió de nuevo al ver ascender al buen Mosluje - Un placer veros en casa y recuperado. Aquí tenéis - Espetó entregándo una cajita abierta con la medalla casposa argenta en su interior.

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Kossler

Kossler permanecía impávido, tras haber subido al estrado, al lado de la Duquesa. Observaba con los brazos cruzados la entrega de las medallas. Los susodichos iban subiendo para recibir la suya.

El General descruzó las manos y dió un fuerte apretón de manos al joven Joan, hijo del gran Joan. No esperaba menos de aquel chaval.

-Felicidades. -Dijo el General sonriendo.

Luego tocó Mosluje, y a éste le dedicó una más amplia sonrisa.

-Felicidades también. Y gracias. Por esto, y por el largo y desinteresado servicio que has prestado y bien seguro prestarás a Caspe. -Dijo el Marqués a Mosluje.

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Loboferoz

Tras un largo retiro en el convento, Melania regresó a su casa, encontrándose entre otras notas, con el mensaje de la Señora Noe invitándola a la ceremonia de entrega de Medallas al mérito...

Gran honor para mi....Pensó Melania, para sus adentros, pero...¿qué he hecho yo para merecer esta grata nueva?
Además, la ceremonia debe haber comenzado y no me agradan las impuntualidades..
En medio de esas luchas internas que siempre fueron propias de Melania, tomó una decisión....
Sé que las autoridades, sabrán comprender mi atraso... El legado real de mis padres, me indica que debo estar presente, sea como sea..
Cambió presurosamente sus ropas y allá fue..

Al entrar, no pudo menos que sentirse encandilada ante tanto lujo presente en el lugar.
Amante de las flores y la naturaleza, su primera mirada fue dirigida a los jardines reales, allí donde la Creación y la mano del hombre habían hecho su mejor obra...¡¡¡Maravillosos!!!...Pensó...

Avanzó hasta llegar a ver rostros de gente ilustre de la localidad...Allí estaban el Señor Kosler, elegantísimo como siempre...La Dama Noe, haciendo honor a su nombre de Gran Señora...
La bella chiluvia..Su amigo de siempre.el señor de la algas.... Juli..
Robersillo y tantos otros vecinos de caspe...

Creo que están entregando unas medallas...Me acomodaré en este lugar que parece destinado para mi...
El Gran paso fue dado..

Dicho esto, se dispuso a seguir la ceremonia, esperando haber pasado desapercibida entre tanta gente...

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Noega

Tras la invervención del Señor de Mequinenza, la da Lúa continuó en el reparto, pretendía que no se le alargara hasta el alba y había multitud de personas implicadas en la defensa durante estos meses anteriores.

Observó llegar a Melania tan preciosa como siempre y le sonrió desde donde se ubicaba. - Por favor, Señor Coto. El caspolino se acercó y Noega le ofreció la cajita con su nombre, dispuesta de tal forma que la medalla fuera visible - Un placer haber compartido largas noches de patrulla en la muralla con vos, una más para vuestra larga lista de méritos en Caspe - Sonrió la de Caspe.

- Querida Melania, acércate por favor, tu apoyo y disponiblidad son de mención, recibe esta medalla de plata del Ducado de Caspe y guardala bien - sonrió a la caspolina.

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Loboferoz

La dama de los lobos no solía sonrojarse ante nada, pero esta vez, al oir su nombre en medio de la multitud, y tan luego para recibir una medalla,no pudo menos que esbozar una sonrisa de agradecimiento y complicidad dirigida a Noe...

Como nobleza manda, sin titubeos y segura de si misma se acercó pausadamente a recibir su premio..

Estimadísima señora, agradezco a Usted y a todas las autoridades del Ducado, haber tenido en cuenta el esfuerzo conjunto que todos hemos puesto para que Caspe se convierta en la gran ciudad que todos añoramos..
Guardaré este presente, como señal de amistad y gratitud eterna...

Dicho esto, colgó del cuello la preciosa medalla, retornando a su lugar, mientras desde los primeros bancos, entre emocionado y alegre por demás, su amigo Juli aplaudía y le guiñaba un ojo...
Ajá pensó Melania, riendo....Este jovencito no cambia más....A otra cosa..

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Krysten

-¡Qúe nervios, que nervios!- No dejaba de repetir la misma cantinela mientras que hacía tamborilear sus dedos sobre la rodilla de Long. -¿Crees que voy bien? Este corsé me está matando... quizá me he arreglado demasiado...- Cavilaba en voz baja mientras le tostaba la cabeza al de Negro y hacía que los murmullos les llegaran a los presentes que se encontraban más cerca.

Miró alrededor mordiéndose el labio y respirando hondo por no tropezar con el vestido y caer encima de la duquesa cuando le tocara su turno.

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Enamorada de Caspe

Viajera

Orgullosa portadora del 7 de Yorsh

Cayetana

Cayetana llego tarde, se acerco con paso firme a primera fila, miro a todos los asistentes con cara seria, miro a kossler y levanto una ceja , despues miro a la duquesa y la hizo una inclinacin con la cabeza, se aparto hacia un lado y permaneci alli de pies y con cara seria

Noega

Vió a la capitana del ejército Dragón llegar tarde y seria, prefería no saber las razones pues justas serían. Le levantó una ceja cómplice que ella respondió con una mueca. Suficiente.

Decidió saltarse unos cuantos nombres para llegar a ella lo más rápidamente posible. Seguramente no se quedaría a la fiesta, nunca lo hacía. - Señorita Cayetana, es tan amable de acercarse hasta aquí? Prometo ser breve, el grano es algo que siempre nos ha gustado a ambas - dijo rebuscando en la mesa la caja con el nombre de la susodicha - Por vuestro tesón e incondicional prestación a esta nuestra comunidad casposa os hago entrega de esta condecoración , si no la lleváis sobre el corazón seguramente quede perfecta sobre vuestra chimenea - susurró esto último a la militar ya próxima a ella.

Ipsofacto volvió a su modo "lo bueno si breve dos veces bueno" y sonrió a los ocupantes de sendas sillas - Mi señor de Chiprana y Señorita Krysten, se me acercan?

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Krysten

Sus oidos detectaron algo parecido a su nombre que flotaba por la sala, entre el silencio. Su espalda se tensó al momento y se levantó como un resorte arrastrando a Long.

Avanzaron lo que pareció ser una eternidad hacia la duquesa, hasta tenerla frente a frente. -Noe, por lo que mas quieras, no te entretengas que estas cosas me ponen de los nervios- Tenía la sonrisa puesta y le hablabamuy bajito, con la mandíbula encajada.

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Enamorada de Caspe

Viajera

Orgullosa portadora del 7 de Yorsh

Cayetana

Cayetana escucho a la duquesa con atencion y con el mismo gesto firme se acerco a ella y con una inclinacion de cabeza acepto la medalla
-muchas gracias señoras, esun placer para mi defender esta ciudad y todo lo que ella representadespues volvio a inclinar la cabeza y se fue hacia el final de la sala

Jmfs

hola compas, ... ya estoy aqui, ...

Longestic

Aún permanecía sentado mientras los nombrados seguían levantándose para recoger sus respectivas medallas. Krys, a su lado, no dejaba de moverse y de hablar. - ¡Qúe nervios, que nervios! -¿Crees que voy bien? Este corsé me está matando... quizá me he arreglado demasiado...- Se volvió hacia ella y le apretó la mano para tranquilizarla - Tranquilizate rubia, que no es para poner tan nerviosa hoy. Además los nervios los deberías dejar guardados en el cajón de la mesilla. - Le dijo el de Linares mirandola y al terminar le sonrió.

En ese momento la duquesa se giró y se los quedó mirando con una gran sonrisa en la cara - Mi señor de Chiprana y Señorita Krysten, se me acercan? Antes de que le diera tiempo siquiera a levantarse, Krysten ya había tirado de él así que apretó el paso cuando la rubia echó a andar hasta colocarse ambos frente a Noega.

Krys se adelantó para susurrarle algo, asi que optó por esperar en posición de descanso con las manos juntas al frente a que la Señora de los Cuervos tomara la palabra.

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Noega

Noega se acercó a la carita susurrante de la rubia de Caspe, le pasó la mano por la carica nerviosa y le plantó su medalla plateada en la mano y le susurró - Mi Ro reluce con el sol de la tarde, estás preciosa nenica - Krysten sonrió seguramente esperaba algo más efusivo conociendo a Noe, pero la de Caspe se contuvo. Respiró y le dió un toque en la cadera para acelerar el tema mientras le comentaba - Lo bueno viene despues. Cambió la profundidad de campo de su mirada y se centró en su señor de Negro - Longestic de Linares, me tenéis miedo? - sonrió mientras el susodicho se acercaba.

MIentras el dragón Jmfs, hacía acto de aparición en la entrega - perfecto, ya estamos casi todos - pensó.

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Longestic

Vió desde un segundo plano como la de los cuervos le daba la medalla a Krys mientras cruzaban palabras una con la otra. Cuando la despachó torció su mirada hacia a mí y se me dirigió - Longestic de Linares, me tenéis miedo? El de negro la miró y se le escapó un par de carcajadas. - Uff Noeguita con ese visto estaís de lo más temible - pensó para sus adentros ya que había bastante gente presente en sus alrededores.

El de Linares se acercó hacia la Duquesa, se colocó frente a ella haciéndole una reverencia y se puso firme ante ella. - Mi Excelencia estais hermosa en este día tan soleado.- Se quedó mirándola esperando a que reaccionase.

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Noega

Ese maldito señor de negro siempre sabía cómo sacarle una sonrisa - Y que digáis lo de soleado, apenas un par de rayos nos queda por brindar ya la jornada...muchas gracias por lo que me toca. Vos estáis tan perfecto como siempre, aunque ninguno de los dos llegamos a ser la sombra de vuestra acompañante.... - dijo sonriente, mientras con un solo dedo le hacía una seña para que se acercara.

- Aquí tenéis, Señor de Chiprana, la defensa de esta nuestra Caspe, es un honor, tal cual lo es portar con orgullo las insigniasal mérito que ella nos otorga - Sonrió tomando la cajita y depositándola en las manos del de Linares.

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Kossler

El General fue dando solemnemente la mano a todos aquellos que se acercaron a recoger su condecoración por el gran servicio prestado a Caspe.

Se detuvo especialmente con Cayetana, cuya gran labor como dirigente de uno de los ejércitos de Caspe tanto había ayudado a la defensa de la ciudad mientras Caspe había librado una guerra en el exterior.

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Basico

El clima había sido más que benévolo para la Ceremonia al aire libre en los jardines del renovado Peñasco de las Tormentas, una cálida noche otoñal, lo que hacia posible disfrutar del lugar donde habían dispuesto bancos y sillas para la concurrencia. La Duquesa los iba saludando con gesto a amables a medida que llegaban.
Se mantuvo en el grupo de amigos y vecinos con el que había llegado, disfrutando de la charla, y viendo como los jardines se llenaban de gente. Cuando la Ceremonia comenzó, S.E.D Noega elogio con emotivas palabras el compromiso del pueblo caspolino y fue entonces cuando fue nombrando a los homenajeados. Lo vio acercarse uno a uno, a recibir su galardón y así el tiempo trascurrió entre vítores y aplausos, cuando sintió que alguien discretamente el tocaba el codo y el recordaba que el tambien había sido nombrado, sorprendido y alagado camino hacia el atril justo cuando la Duquesa le entregaba al de Linares la caja con su medalla.

Asdrubal1

Se había convocado al pueblo de Caspe para la ceremonia de entrega de condecoraciones por parte del Ducado a sus valientes defensores, el Consejero Ducal, tras volver de su viaje por tierras de la Corona de Francia, y poner en orden en sus abundantes negocios. Meses de ausencia prolongada habían producido un aparente vacío de cabeza visible en sus mercantiles dominios, vacío que había solventado, aunque lo que pasara en la ciudad no le preocupaba, durante su mandato como Jefe de Puerto se había dedicado al abuso en el distrito portuario, labrando sus rentas sobre la expropiación a mansalva de almacenes, aprovechando su jerarquía militar para que la guardia no levantara alarmas, y era esa zona donde había puesto justo orden... Orden que le conviniera claro.

Pero se quitó esos pensamientos de la mente, pues ya llegaba al evento en cuestión, y tal forma de pensar podía traicionar su gesto e intenciones, sonriendo ampliamente saludó con la cabeza a Basico, que también recién llegaba al evento, tras lo cual fue abriéndose paso por la multitud, hasta llegar a la primera fila, donde alguno de los galardonados se encontraban, entre los mismos se encontraba su primo, el de Lancrex;

-Estarás contento primo, tu condecoración es motivo de mi regocijo y alegría para la familia.

Sus palabras escondían claro está doble rasero, ya que con su primo había aprendido que alabarle en demasía se le subía rápido a la cabeza, más aun si había vino de por medio, el Altísimo quisiera que a las autoridades ducales se les hubiera ocurrido poner a resguardo el vino si tenían pensado celebrar un convite...

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Longestic

- Como vos comprendereis mi Duquesa, mi acompañante es un astro de otra constelación, tiene luz propia... Aún no me explico como ni donde me la encontré. Le dijo sonriendola y guiñándole un ojo. - Espero que no me haya escuchao porque sino ya tenemos el circo montado para el resto de la noche Dijo en voz bajita que casi no lo escuchó ni la mismisima señora de los cuervos.

- Siempre es un honor servir a nuestra amada villa Caspe.- Le dijo el de Linares con una voz firme mientras le ponía la cajita de la medalla en sus manos.

Continúo saludando cordialmente al resto de autoridades allí presentes y dejando el turno para que procediese el siguiente trás él.

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Noega

Aguantándose la risa, puesto que, de reojillo, le había parecido ver cómo la rubia levantaba una ceja, posiblemente creyendo haber entendido que se susurraba acerca de su mismedad, la de los cuervos asintió con la cabeza ladeada complacida.

Al fondo de los jardines y como que la mismísima Reina de Saba hiciera acto de presencia, se personó el de la Barca, no, no venía solo. Aunque su compañía se recolocó al fondo, él con toda su jeta intacta fué a parar a la primera fila junto con los que hacía unos minutos había llamado a colocarse en esa posición.

Aunque por un lado siempre le complacía el retorno de un ente caspolino, en este caso torció algo el semblante. Probablemente a Asdrubal no le hubiera dado tiempo real, aún, de ponerse al día de los cambios acaecidos en Caspe, más concretamente a lo que sus negocios y propiedades se hacía referencia. Por todos los dioses, esperaba que así fuera y no tuviera que preparar un numerito en aquella fiesta casposa - Suspiró - El general le miró. Parecía que entendía sus pensamientos al respecto. Sacudió levemente la cabeza, reincorporó la sonrisa y se dispuso a continuar.

- Mi Señor Jmfs, sería tan amable de aproximarse hasta mis alrededores? - El dragón estaba en las primeras filas como procedía - Un honor contar con vuestro brazo y lo más importante con vuestra cabeza, esto último lo dijo mirando de reojo al general y sonriendo al galardonado - Caspe y todos nosotros siempre estaremos en deuda con vos.

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Noega

Tras la aceptación de su condecoración civil por parte del dragón, la de los cuervos giró una vez más, esta vez hacia Basico - Mi Señor Basico, tendríais la bondad de acercaros hasta aquí unos minutos? Caspe misma os agradece la defensa de vuestra tierra y mi persona la preocupación que siempre presentáis hacia la misma - sonrió complacida.

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Basico

Llegó a la primera fila al tiempo que Jmfs se aleja sonriente con su medalla y no habia llegado a detenerse cuando la Duquesa lo nombró. “aqui vamos, no te atolondres…” pensó “mucho es el honor para quien nada especial ha hecho.”
Avanzo hasta hasta el atril, se detuvo ante la Dama, por un instantes sus miradas se cruzaron, solo por un isntantes y entonces presentó sus respetos con una reverencia:

- Sus palabras me enaltecen, Su Excelencia, ellas solas ya constituyen un preciado galardón.

Noega

Vió aproximarse al susodicho con tranquilidad - Sus palabras me enaltecen, Su Excelencia, ellas solas ya constituyen un preciado galardón -

Asintió complacida y a punto también estuvo de abrazarlo, bien sabía que era una persona muy especial. Probablemente la que siempre planteaba una nota discordante, más ella siempre lo vió tan necesario para evitar el atontamiento mental general y la obcecación...

Depositó la cajita en manos de Básico y prendió con sus manos la insignia en su traje con cuidado de no dañarlo - Parecéis haber sido creado para portarla - sonrió.

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Basico

- Parecéis haber sido creado para portarla - , no pudo menos que sonreír a su vez y decirle en voz baja - no lo digáis mucho, podría hacérseme habito - , luego agregó:

- Os agradezco Excelencia por esta distinción, tened la seguridad siempre buscare el bien de Caspe.

Inclino luego la cabeza, retrocedió unos pasos antes de girar para alejarse y volver a mezclarse entre la gente.

Noega

Noega sonrió al señor Básico complacida y continuó, ya solo restaban cuatro cajitas en la mesa, para finalizar las menciones civiles. Decidió nombrar a los tres que tenía más cercanos,para que fueran aproximándose. La garganta comenzaba a quedársele seca y las rodillas a flaquearle por la tensión, ya ni recordaba el tiempo que llevaba ahí plantada como un chopo.

Señora Chiluvia, Jefe de Puerto Juli de Lancrex y mi Señor Roberciyo, por favor, acérquense - Levantó la cabeza del listado y vislumbró a Lancrex en un lateral portando de una mano al rubio herrero y de la otra a su mejora amiga, la botella de vidrio.

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Roberciyo

El joven herrero escuchó su nombre junto a los dos últimos más que iban a ser galardonados. Sosteniendo a Juli con el brazo por el hombro fue llevandole hacía donde se encontraba Noega con las cajitas correspondientes.

Una vez cerca de la bella duquesa, espero y ofreció pasar primero a Chiluvia, por eso de "las damas primero".

- Por favor... - Decía el rubio ofreciendo pasar a Chiluvia con la mano sin soltar con la otra a Juli.

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Juli

Cuando Juli creyó escuchar su nombre, trató de avanzar pero algo lo retuvo. Comenzó las indagaciones y dedujo que era la fuerte mano del herrero lo que le impedía acercarse a la Duquesa. El de Lancrex, algo afectado por el alcohol fue incapaz de realizar ninguna acción pues por alguna razón su cerebro parecía haberse tomado un descanso, así que simplemente se limitó a esperar al herrero.

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Siresku

[b]

Siresku se hacía viejo, desde que había recibido la invitación, estaba nervioso. Las viejas heridas le aplicaban y como casi no hacía vida social, no sabía a quiénes iba a ver. Sabiendo que llegaba tarde, se dejó llevar por los recuerdos, guerras, defender el Ducado, mercadear para la alcaldía.... y un largo etcétera.

Llegó a las puertas y se dejó acompañar por el mayordomo del Palacio hasta la sala de ceremonias. En esta, ya había empezado el desfile de ilustres recogiendo sus medallas, y no queriendo estorbar al colocarse en su sitio, se sentó en una silla que había al fondo de la sala y esperó a que le llegara el turno.....
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Noega

Viendo que los tres mencionados se sujetaban unos a otros en un extraño baile Noe decidió llamar al Señor de Fabara para que recogiera la suya. Lo veía atento, probablemente sería mucho más provechoso que seguir esperando al trío calavera, rió mentalmente - Señor Siresku, sería tan amable? Muchas gracias por no haberse dormido aún,todo un detalle - sonrió cansada.

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Siresku

Después de sentarse, vio extrañado como hacían unos raros movimientos los que estaban recibiendo sus medallas. Siresku pensó que los jóvenes de hoy no eran como antes, ahora se era más bromista. Bueno, mientras no se mostrarsen descorteses para con la Duquesa, no habría que molestarse.

En esas estaba, cuando oyó con un cierto aire cansado a la Duquesa decir su nombre. :

- Señor Siresku, sería tan amable? Muchas gracias por no haberse dormido aún,todo un detalle.

Siresku se levantó con aire insigne, lentamente se recompuso su desgastado uniforme de gala y con paso seguro se dirigió al encuentro de su queridisima amiga y ahora Duquesa, la dama Noega Da Lua.

- Mi señora!! Aquí me tenéis, como siempre leal al Ducado. Es un honor estar hoy aquí, junto a todos los honorables ciudadanos de esta ilustre Villa

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Noega

- Mi querido Sires - Sonrió tomándo la mano del de Fabara con ambas manos y apretándolo - Un placer verte en cualquier caso más si cabe en esta situación. Me complace sobremanera hacerte entrega de esta condecoración al mérito civil por todas esos "paseos" por la muralla al alba, por tu disponibilidad....por tu buenhacer, por ese espíritu que siempre nos anima...tantas cosas....... además muchos de aquellos paseillos los realizamos juntos- sonrió recordando.

A los tres que restan, o subís hipsofacto o refundo las vuestras y me hago una peineta pá la feria, hombre ya...............

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Chiluvia

Sin aun creerse que la iban a condecorar

Se apresura a subir y se coloca delante de Noega con una gran sonrisa.

Diciendo entre dientes, no te enfades mujer, que te pones mú fea

Noega

La dama chiluvia subió acelerada las escaleras dejando a los dos caspolinos atónitos por la velocidad de propulsión de sus pequeños pies. Estaba fantástica y divina, como siempre.

Noe tomó su cajita y decidió colocársela sin levantar muchos murmullos de envidia (de los que les corroe). Sonrió ante un trabajo bien hecho - Ea! aquí tienes, a juego con tus ojos y en el lugar exacto, ¿Qué más se puede pedir?

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Juli

Despues de que la Duquesa entregara la medalla a Chiluvia, Juli consiguió zafarse al fin de la fuerte mano que lo tenía aprisionado (tardo un buen rato en localizarla) y tras realizar lo que el pensó que era la finta perfecta (todos los que allí estaban reunidos vieron como casi caía de boca al suelo) se situó frente a la Duquesa y quedó observando las "ahijadas" de la de los cuervos, sin que su pobre cerebro asediado por el alcohol, pudiera hacer otra cosa.

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Noega

....(editado por seguir el hilo temporal)....
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Kossler

El Marqués boqueó, incómodo. Empezaba a dolerle la pierna derecha por el hecho de estar de pie. Llevaba días con la dolencia, y se cansaba mas estando de pie y quieto que si corría.

Torció el gestó y se mordió los labios. Acto seguido miró a la Duquesa con cara de cordero degollado y le lanzó una pequeña broma.

-Me duele la pierna, estoy cansado, tengo sed y tengo frío. ¿Falta mucho?

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Noega

- Noega miró al frente

- Ebrio... -

No dijo más, levantó una mano, hizo un ademán y dos guardias agarraron a Lancrex de las axilas arrastrándolo hasta un lateral y sujetándolo en esa misma posición ya que el susodicho intentaba contínuamente ponerse en pié- Este hombre comienza a ser una vergüenza hasta para mí - pensó mientras tomaba las dos condecoraciones que le quedaban en la mesa y descendía los peladaños en dirección a Dolores - Señorita, se que sois parca en palabras, sed tan amable de recibir en nombre de Lancrex esta condecoración , visto su comportamiento sois vos tan merecedora como él, sino más, por el simple hecho de aguantarle.

Colocó la insigia en el pecho de la chica y giró su mirada hacia el general que le miraba con carica de cordero degollao:
-Me duele la pierna, estoy cansado, tengo sed y tengo frío. ¿Falta mucho?

Sonrió algo alarmada al de Mequinenza - Bajad y acomodáos por todos los dioses!! Pegáos unas carreras, saltad o lo que necesitéis para desentumecer, tenéis razón, se nos está alargando más de lo debido... - confirmó a Kossler mientras viraba hacia Rober, que seguía atontado en sus pensamientos

- Caspolinos descansemos un buen rato y disfrutemos del momento ¡que suene la música!¡que fluya el vino! -Indicó mientras arrastraba de la mano al catatónico rubio que no oponía resistencia alguna hacia la zona donde servía el ágape.

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Kossler

Kossler refufuñó ante las palabras de la duquesa y tras dar un par de pasitos cortos dió un saltito y se bajó de la tarima. Al apoyar la pata le dolió un poco por el entumecimiento, pero tras hacer una mueca y mirar a los dados, al ver que todo el mundo le miró, intentó disimular. Se irguió, colocó bien una medalla que se le había torcido y se pasó la mano por el pelo liso que le caía sobre los hombros.

Cuando la gente apartó la vista levantó la pierna derecha, haciéndola rodar y luego prosiguió caminando hacia la dirección prevista: la magnifica botella de vino que le decía "bébeme". Pero como era alguien refinado, cambió su mentalidad del bebe por el cata. Sonaba mejor decir que le encantaba catar vinos, que decir que le encantaba beberlos. La diferencia real era poca, pero éste era un claro ejemplo de la confusión a la que podían llevar a cabo sus palabras. Sacudió la cabeza, apartando la filosofía de los eruditos griegos de su mente y tomó la primera copa de vino que encontró. Se aseguró que nadie había bebido de ella y luego se sirvió un poco de vino.

Tonalidad rojiza, vino joven. Los prefería de más de treinta años, pero tampoco iba a hacer ascos. Todos los vinos eran buenos, exceptuando los que eran horrendos. Pero dudaba mucho que una Duquesa sirviera un vino horrendo. Lo cató y lo paladeó, tragándoselo luego. Para ser un vino joven le gustó, y se acabó la copa de un solo trago. Giró la mirada hacia los lados, y dió un paseo.

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Roberciyo

El joven herrero observaba como se llevaban a un ya habitual alcoholizado Juli hacía un lado de la sala y lo sentaban. "Como se lo pasa este, con nada que le den" - Pensaba para si.

Un movimiento frente al rubio le sacó de sus perdidos pensamientos, la duquesa se le acercaba y lo agarraba del brazo. No tenía cara de muchos amigos, como era lógico ya que sabía de sobra que a Noega no le gustaban estas cosas, asi que no iba a oponerse ni mucho menos.

El joven acompaño a la bella dama, especialmente bella en esta gala, y la sonrió ampliamente.

- Disculpa. - Decía Roberciyo susurrando a su acompañante. - Perdón por la demora.

El humilde caspolino no sabía de protocolos y andaba un poco perdido. Pero tenía que ocultarlo y ayudar a su querida amiga en este momento.

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Noega

Observó con una media sonrisa la bajada del señor general del escenario. Se había dejado llevar ciertamente por el entusiasmo de finalizar aquel acto inicial descendiendo a toda velocidad sin percatarse que el Señor de Mequinenza aún se dolía de sus heridas - Han sido muchas - pensó viéndole dar un saltito. A punto estuvo de ir y tenderle un brazo desde abajo, pero seguramente se hubiera llevado un gruñido y un morro torcido, así que le dejó hacer. Muy dignamente se atusó la melena y salió dirección a una copa de vino - Antes muerto que sencillo - susurró para el cuello de su camisa.

- Disculpa... perdón por la demora - le decía bajito aquel enorme rubio que le tenía (los neurotransmisores alborotados) las mariposas alteradas. La de los cuervos desfrunció el ceño, relajó el semblante una vez en el suelo y con un buen trago de aquel vino jóven y afrutado suspiró - Gracias - dijo al mundo - ven aquí, que los últimos serán los primeros - dijo irónica al herrero haciendo que se inclinara un poco. Tomó la insignia que le restaba en las manos y se la colocó perfectamente en su lugar. Esaba ya adquiriendo una práctica pasmosa - Señor Roberciyo.... es un honor otorgarle.... la condecoración de plata al mérito civil... - dijo arrastrando las palabras hasta qeu terminó de colocarla, levantó la cabeza y su mirada se cruzó con la del condecorado. Le sonrió y le dió un beso en la punta de la nariz. Algún murmullo se oyó, alguna risita también, pero no le importó - Fase 1 finalizada - sonrió para sí.

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Coto48

Antetodo perdon por no haber pasado a recoger su medalla,pero como estoy casi sordo no sabia si habian dicho su nombre,viendo que ya no se levantaba nadie se acerco a donde estaba la Duquesa y haciendo una reverencia espero que le fuera entregada la medalla,que orgulloso se sintio de haber luchado por su tierra.

Noega

¡¡Mi querido Coto!!! Su condecoración al merito civil, por todas las defensas realizadas con éxito, por vuestra disponibilidad para con vuestra tierra, un honor teneros a nuestro lado - Sonrió recolocando la insignia en el pecho del dragón y dándolo una palmada en el hombro - Disfrutad de la fiesta, en breve el Señor General dispondrá las condecoraciones militares, no me cabe duda de que volverá a requerir vuestra atención.

En ese momento cayó en que en un pequeño atril descansaba una segunda medalla de oro al merito civil, y se dió un golepcito en la cabeza por su tontuna. No había nadie que hubiera dado su tiempo, esfuerzo y sangreo por Caspe, como aquella mujer que ahora, una vez encontrada por su mirada, descansaba pacífica apoyada en una columna mientras empinaba una jarra de cerveza.

A sabiendas de que era tan amiga de las "parafernalias" como ella misma se acercó hasta su altura y le soltó un codazo - ¡Esa Pirr! ¿Cómo llevamos hoy el día señora Alcaldesa?

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Roberciyo

El joven herrero se sintió orgulloso por ser premiado por algo que hacía desde que su mente se encontró con Caspe, algo que salía solo y que no podía evitar. No sabía si lo merecía o no, pero sabía que siempre lo haría sin pedir nada a cambio.

Recibió un mimo de Noega y cuando iba a responderle con otro, un nuevo condecorado apareció en escena. El rubio se apartó dejando el centro de atención a un lado y cuando se dió cuenta, la duquesa volvió a su trabajo acabando de premiar a todos los caspolinos que han dado tanto por su tierra.

Al momento pasó un sirviente, le solicitó una copa, y mirando de nuevo a la ocupada dama que le importaba, se acercó a un grupo de conocidos del lugar.

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Valjala

Valjala había estado observando toda la ceremonia, se sentía muy orgullosa de la gente de Caspe, su pueblo era el mejor y seguiría siendo, su trabajo como alcaldesa le proporcionaba poder trabajar con todos ellos y desde el primero al último de los habitantes de Caspe se sentía muy orgullosa de todos ellos, cada uno tenía sus ideas y eso era lo mejor de Caspe, un pueblo donde poder expresarse sin coacciones

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Noega

Embobada estaba la magnánima cabeza de esta, nuestra corporación municipal, cuando sacó bajo su capa la última medalla de la ronda - Y.....medallita de oro para la alcaldesa más cabezona que mis ojos han tenido el gusto de conocer - Sonrió mientras se la colocacba en un pliegue de la capa.

- Ahora sí hemos finalizado - dijo para sí levantando la vista dirección al General, que muy lejos de lo esperado ya correteaba por la parte central de los jardines cual jovenzuelo, olvidando por completo los achaques de su pierna herida - Así me gusta - rió a la Alcaldesa - Allá va como un gamo. En ese momento el Señor de Mequinenza se debió sentir observado, porque levantó la cabeza y la giró hacia ellas. Noe le hizo un ademán de "ha llegado tu hora dale a la medalla militar" y se dispuso a acompañarlo de nuevo al atril donde esperaba todo fuera mucho más llevadero.

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Valjala

Valjala miraba a koss, cada vez está peor este hombre, no se yo si deberíamos encerrarlo en Mequinenza bajo llave, míralo como un jovenzuelo, correteando cual gacela feliz, aunque con la cojera más bien parecía una burra tropezona, no pudo aguantar la carcajada, intentando sobreponerse a aquella visión única en la vida, miro a noe con los ojos llorosos por el tremendo esfuerzo y como pudo la dijo
-mire usted señora esa, que le parece si imitamos aquí al muy respetable, te echo una carrera a ver quien lo pilla primero y lo derriba

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Noega

Nada más oir las palabras de la Pirr, salieron ambas corriendo como alma que lleva el diablo dirección al exduque cojo. Aunque ella misma llevaba la delantera, la alcaldesa se empeñaba en derribar el objetivo por la espalda ¿Y si lo descoyuntaba? no podía permitirlo!! A la altura del susodicho, muy próximamente a la tarima del estrado Noe saltó y agarró a Valjala por la cintura, la cual perdió el equilibrio, blasfemó media docena de veces en la caída hasta hacerlo las dos, lo más estrepitósamente posible hechas un rebujo sobre el estrado alfombrado.

No se oían ni los grillos..... cri cri... cri cri...(Ah! pues sí) cuando una atontada por el golpe da Lúa, se puso en pié de un salto, sacudiéndose los ropajes y dando con la punterita suavemente a la alcaldesa que aún estaba sentada en el suelo intentando recomponerse.... aclaró la garganta... y viendo que tenía la atención de todos y el Señor de Mequinenza tardaría un par de lustros en llegar a ese punto aún, se recogió el pelo con una pluma dispuesta para la firma de los documentos, sobre la mesa y sentenció:

Queridos Caspolinos, visto que nos amanecerá en breve si no nos damos un poco de maña, paso a enunciar los agraciados con la condecoración de plata al mérito militar, son los siguientes:

Mosluje
Cayetana
Siresku
Lord_master
Carmelo_montenegro
Kossler
Coto48
Benedicto_chacon
Veldaia
Joanbatuín_segón
Asdrubal1
Jmfs
Royba
Eloli1

Cabe hacer una mención especial a la señorita Losquillah, como condecoración de oro al mérito militar, por toda una vida de dedicación y compromiso de igual manera que al Señor Moreno Subirana por su gran valía y saber estar en circunstancias adversas, ambos dos nuestro más sincero reconocimiento, por favor vayan acercándose a las manos de nuestro general, para que se las imponga.

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Moreno91

La noches estaba siendo extraordinaria , la verdad hacia mucho tiempo que no disfrutaba tanto, ver a todo el pueblo reunido era digno de admirar.
Terminaron por fin de hacer las entregas al merito civil, todo el mundo aplaudía y charlaba , algunos ya pasados por el alcohol desvariaban.

El Subirana se quedó mirando a la tarima donde estaba la duquesa la cual comenzó a nombrar a todos lo militares para que fueran a recoger su condecoración,cuando termino de nombrarlos añadió:

Cabe hacer una mención especial a la señorita Losquillah, como condecoración de oro al mérito militar, por toda una vida de dedicación y compromiso de igual manera que al Señor Moreno Subirana por su gran valía y saber estar en circunstancias adversas, ambos dos nuestro más sincero reconocimiento, por favor vayan acercándose a las manos de nuestro general, para que se las imponga.

Moreno no se creía lo que estaba escuchando-¿una condecoración de oro??-pensó-. El colorado se quedo perplejo y los nervios se apoderaban de el , aunque no mostró ningún síntoma de ello. ya que había que guardar mucho las composturas , se puso de pie sonriendo a su prometida y camino hacia la posición del general mientras todo el mundo lo miraba.Tranquilo moreno no estes nervioso, relájate ,todo va a salir bien -pensó mientras iba caminando- . Se coloco delante de su tío y general kossler e hizo el saludo militar.

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Kossler

El General desvió sus pasos, que ante las llamadas que le requerían le condujeron de nuevo al estrado. ¿Estrado? ¿Pero en qué pensaba? Ya hacía más de dos años que había sido juez de Aragón, pero todavía no había olvidado esos días. Sin más dilación el militar caspolino subió las escaleras del entablillado y se situó frente a la multitud, paseando lateralmente de un lado a otro con las manos detrás de la espalda.

-Os doy las gracias a todos por estar aquí en este día. -Damas, caballeros, hoy es un día de fiesta en Caspe. -Dijo el Marqués a modo de preámbulo. -Caspe, desde antes de su independencia, ya en la guerra contra Anto Capone, con la división de los Tercios de Caspe destacaba ya en el ámbito militar. Aquellos tercios recibieron el nombre de los Dragones de Caspe. Luego de su disolución, muchos caspolinos participarían, voluntariamente, en la guerra del Badil. Poco después, Lord Master y Martí fundarían la Guardia de los Dragones de Caspe, que en honor a los viejos tercios, portaba el mismo nombre que la división caspolina. -Explicó el Marqués, intentando ser lo más breve posible. -Pero la Guardia tomó una importancia caudal durante la guerra de la Independencia de Caspe. He aquí cuando ésta institución se volvió importante. Con la Independencia, la Guardia se fortificó, se amplió su poder y radio de acción. En ese momento, la Guardia se convirtió en un ejército regular que fué capaz de resistir las embestidas de Aragón. Y de hecho, fué el ejército que garantizó y a día de hoy, todavía garantiza la Independencia de Caspe. Hoy éste ejército y sus líderes dan las gracias a sus soldados. -Sentenció el General de la Guardia.

Kossler miró a la gente y prosiguió, brevemente.

-Y damos las gracias por el servicio incondicional de sus soldados, combatiendo siempre en pos de los intereses y la defensa de Caspe, porqué sin ellos, de poco serviría que yo diera las órdenes, porqué no habría nadie que las obedeciera.
Sin más preámbulo, rogamos a las personas mentadas por la Duquesa que suban al estrado.

Moreno fué el primero en subir, y Kossler devolvió el saludo militar (pero a la antigua) que le hizo su sobrino. Miró a la muchedumbre y exclamó:

-Por su servicio en la Guerra de Urgel, dedicación, obediencia y valentía, capitaneando luego y hasta el día de hoy un ejército caspolino, yo, el General de la Guardia de los Dragones de Caspe te condecoro a ti, Moreno, con el Medallón de Oro al Mérito Militar.

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Veldaia

Veldaia observaba emocionada la ceremonia de entrega de condecoraciones. Se sentía orgullosa de estar allí no tanto por la condecoración que tan generosamente se le había concedido, como por lo que la ceremonia en sí representaba: el reconocimiento de la unidad, la generosidad y el sacrificio desinteresado que los caspolinos que era, sin duda, lo que hacía grande e inigualable a Caspe.

Conteniendo una lagrimilla de emoción vio pasar a los homenajeados esperando que llegara su turno.

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Mosluje

Noega a écrit:

No se oían ni los grillos..... cri cri... cri cri...(Ah! pues sí) cuando una atontada por el golpe da Lúa, se puso en pié de un salto, sacudiéndose los ropajes y dando con la punterita suavemente a la alcaldesa que aún estaba sentada en el suelo intentando recomponerse.... aclaró la garganta... y viendo que tenía la atención de todos y el Señor de Mequinenza tardaría un par de lustros en llegar a ese punto aún, se recogió el pelo con una pluma dispuesta para la firma de los documentos, sobre la mesa y sentenció:

Queridos Caspolinos, visto que nos amanecerá en breve si no nos damos un poco de maña, paso a enunciar los agraciados con la condecoración de plata al mérito militar, son los siguientes:

Mosluje
Cayetana
Siresku
Lord_master
Carmelo_montenegro
Kossler
Coto48
Benedicto_chacon
Veldaia
Joanbatuín_segón
Asdrubal1
Jmfs
Royba
Eloli1

Cabe hacer una mención especial a la señorita Losquillah, como condecoración de oro al mérito militar, por toda una vida de dedicación y compromiso de igual manera que al Señor Moreno Subirana por su gran valía y saber estar en circunstancias adversas, ambos dos nuestro más sincero reconocimiento, por favor vayan acercándose a las manos de nuestro general, para que se las imponga.

Un emocionado Mosluje se acercó y recibió la condecoración de plata recordando los días que estuvo lejos de su molino. Casi no podía articular palabra de seca que la tenía de sentimientos. Sólo acertó a decir:

Es para mi un orgullo que mi pueblo reconozca el esfuerzo, mayor o menor, que hicimos todos nosotros y que nunca dudaremos en repetir. ¡Viva Caspe!

Y un atronador ¡Viva! resonó en la estancia.

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Moreno91

El general le colgó la medalla así recordandole el trabajo realizado, el Subirana no tenia palabras estaba muy muy nervioso mirando a toda la gente que aplaudía, y lo observaba.

Bu-Bueno yo-yo quería dar la-las gracias a t-todos voso-tt-tros por depositar co-confianza en mi pe-persona.- dijo el colorado a todos los allí presentes tartamudeando de los nervios.
Se fue alejando de la posición del general y miró a la duquesa la cual le respondió con una sonrisa puff, que nervioso estoy, es hora de ponerse con el vino -pensó mientras iba llegando al lado de su chica-.

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Eloli1

El de Fago que había permanecido durante largo tiempo observando con mucha atención la ceremonia pues parte de los condecorados o habían compartido con el alguna noche de guardia o le habían acompañado en el campo de batalla.

Vió como ante cada entrega estallaban los aplausos y los vítores a cada uno de los que iba recibiendo su condecoración y cuando escuchó a la Duquesa que le convocaba una extraña sensación de sorpresa y satisfacción le invadió de inmediato.

Con cierto disimulo estiró su vieja chaqueta, se acicaló con los dedos el bigote, y apoyado en la empuñadura de Maris Primus su vieja espada pucelana lentamente atravesó el gentío que se agolpaba y se presentó ante el General, su viejo amigo, que con rostro adusto le esperaba.

“ - Su Excelencia es un orgullo para este humilde servidor recibir tan importante reconocimiento el que guardaré orgullosamente hasta el último día de mi vida.” dijo visiblemente emocionado, luego se acercó a la radiante Duquesa a la que hizo una leve reverencia en señal de saludo a la vez que expresó: “- A sus pies estoy Señora cuente con este Caballero para lo que sea menester, mi reconocimiento hacia usted y al pueblo de Caspe que tan dignamente representa no tiene límites.”

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Lord_master

Al escuchar su nombre, el viejo dragón se acercó al frente, y aunque las múltiples cicatrices que adornaban su cuerpo le recordaban que ya no era un joven, largo rato había estado observando como los jóvenes iban siendo condecorados... No pudo menos que sentirse orgulloso, de que el trabajo que había realizado ya tantos años atrás, tomando la estafeta de un Regimiento del Tercio Viejo, prácticamente extinto, pues solo quedabá el como Soldado cuando se quedo solo y sin oficiales, y que levantó con la ayuda de algunos cuantos cadetes y de su mentor y amigo el Coronel Rodifran, hoy fuera un ejercito en regla, orgulloso protector del Ducado y una fuerza a ser considerada más allá de las fronteras del mismo...

Sonrió a los viejos amigos, pues ya desde hacía tiempo poco se dejaba ver el viejo Coronel, pues entre achaques enfermedades y demás, prefería pasar su tiempo en soledad, eso si, siempre acudiendo al llamado del deber, cuando fuese necesario...

Así pues, el Coronel tomo su sitio en espera de recibir la condecoración que le era otorgada...

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Noega

Un calor, ciertamente esperado, le inundó los ojos como si hubiera estado esperando ahí, agazapado durante tiempo, hasta ese momento. Podía ser que el cocktail existente en aquellas personas a las que admiraba profundamente: 50% como magníficos defensores de Caspe, 50% como amigos a los que siempre recordaría.... le hubiera llegado a ese justo punto, entre el corazón y el lacrimal. Se pasó con cuidado el dedo índice por los ojos disipando el agüilla... no se hubiera perdonado si hubieran sido cualquiera de ellos presa del destino y sus heridas... gracias a los dioses habían vuelto todos, ella incluída, y se hallaban felices..... y en esos pensamientos estaba absorta, contemplando la estampa, cuando el Gran Oso le habló una vez habiendo recibido sus honores.

“- A sus pies estoy Señora cuente con este Caballero para lo que sea menester, mi reconocimiento hacia usted y al pueblo de Caspe que tan dignamente representa no tiene límites.”

Lo miró sin poder evitar sonreirlo y dar un paso con abrazo incluído - Os estoy tan agradecida Señor Eloli, siempre habéis cuidado de nosotros y ahora estáis aquí como uno más. Un placer teneros a mi lado.

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Veldaia

Veldaia se sentía cada vez más feliz y orgullosa de estar en aquella ceremonia, no por el galardón en sí, sino por verse rodeada de tan insignes caspolinos.

Se acercó llena de emoción a la duquesa, realizó una sutil reverencia y cuando quiso hablar solo salió de sus labios una palabra:

-Gracias...

Una radiante sonrisa acompañó su parco discurso, mientras su mirada reflejaba la certeza y el compromiso de que seguiría luchando y trabajando por Caspe como siempre.

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Benedicto_chacon

- .... ¿Y ahora que?....

Ni en la mas insigne de las ceremonias el galeno sabia mantener la compostura.

- Por todo lo divino maese Gregorio ¿No podeis dejar de lado vuestro eterno mal humor?...

El galeno le miro perdonandole la vida, se coloco en una postura mas comoda, puesto que su pierna le estaba matando.

- !!!Maldita sea!!!... Tengo que ir a por mas algas, son las unicas que me dejan fino para seguir andando...
¿Mal humor, mal humor? !!Que me frian en aceite de pescado!!... Lo que me parece inconcedible es que se olviden de uno en estos saraos ¿Quien zurcio correctamente a los heridos? ¿Quien corto miembros a los enemigos para que no volvieran a la lucha a pesar de estar sanos?.... !!JA!! Me rio yo de los meritos, sin estas manitas mas de uno estaba criando malvas en los llanos de la Seu...

No iba a quitarle razón, pero ya habia cobrado... En vino... Asi pues no sabia a que venia aquella retahila.
Suspiro...

- Excelso y querido galeno, no veo mejor momento para daros la noticia, como bien sabeis me trasladare a Nonaspe al señorio, estaremos mas cerca y sereis nombrado galeno particular del señorio, asi pues espero que controleis ese mal humor con una aportación mas a vuestra bodega...

Le dejo de piedra, lo que le faltaba, encima se trasladaba al lado de su casa, por ahi si que no pasaba.

- !!Protesto!! Me quejare ante la Duquesa o bien exijo mas dote para la bodega...

Le dejo con la palabra en la boca, se acerco hasta el lugar donde correspondia para recibir la mención.

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Kossler

El General prosiguió con la entrega de condecoraciones.

-Veldaia, por tu servicio de principio a fin en la última guerra, inclusive cayendo herida en combate, yo, en nombre de la Guardia de los Dragones de Caspe te condecoro con el Medallón de Plata al Mérito Militar.

Luego siguió con la entrega y fue el turno de Mosluje.

-Por tu leal servicio en la última guerra y en las anteriores, siempre dispuesto a defender los intereses de Caspe, yo, te condecoro a ti, Mosluje, en nombre de la Guardia con el Medallón de Plata al Mérito Militar.

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Joanbantuin_segon

¡Otra medalla! Joanbantuin_segon sonrió orgulloso al escuchar de nuevo su nombre. Se acercó al estrado, se inclinó ante las autoridades y los oficiales y no pudo evitar que una lágrima de emoción surcara su rostro.

Apretó los puños y musitó para sí:

-Donde estés, va por ti, papi. ¡Sangre y fuego, dragones!

Siresku

Después de recoger su medalla y volver a su silla, el pobre Sires se quedó absorto con la mirada perdida en el precioso cielo que les envolvia, recordando sus viejas batallas, amigos perdidos en todos los sentidos. Unos llevados por la cruel parca, y otros engañados por malas compañías, embaucandoles con oro inexistente.

En esas estaba cuando volvió a oír su nombre en una lista, viendo como su amigo Joan recogía la suya y se la dedicaba a su padre. Asi que enderezando sus maltrechos huesos, se puso otra vez en pie y se dirigio al estrado para recoger de las manos del general aquella nueva medalla.

- Señor Marqués, es un orgullo para mi dar mi vida por el Gran Ducado de Caspe y sus ciudadanos. Mietras mi corazón y los huesos lo permitan, ahí estaré para servirle.

- Duquesa, a sus pies. Dijo volviéndose y haciendo una reverencia.

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Noega

Sires, cielo, estamos en unos jardines jijijijiijijijijiji ^_^

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Kossler

El General carraspeó y tomó algunas medallas más.

-Enrique, conocido como Eloli1, por tu corto aunque desinteresado servicio, como siempre, al pueblo de Caspe, yo, en nombre de la Guardia de los Dragones de Caspe te condecoro con el Medallón de Plata al Mérito Militar.

Le colocó la medalla al cuello, asintió ante su agradecimiento y prosiguió con la entrega de medallas a aquellos que, con sus acciones en la guerra se la habían ganado.

-Lord Master, por tu gran servicio durante estos años, primero fundando la Guardia y luego contribuyendo desde entonces en ella, por tu servicio desde entonces y en esta guerra en particular, como General y en nombre de la Guardia te condecoro con el Medallón de Plata al Mérito Militar.

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Asdrubal1

Al citarse su nombre el de la Barca se acercó a recibir su medalla, intentaba por todos los medios no poner un gesto prepotente en demasía y no mostrar una de sus sardónicas sonrisas, con todo consiguió poner su semblante adusto y serio.

Accedió al estrado, donde recibiría la medalla de manos del Marqués de Alcanyiz.

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Kossler

Volvía a dolerle la patona. El Marqués la sacudió un poco y cogió más medallas del saco que habían traído. Como habían tantas, habían decido que era más fácil que fueran así que en cajitas individuales. También más barato.

Cogió una medalla y la colgó sobre el cuello del Señor de Nonaspe.

-Benedicto, por tu servicio en la guerra de Urgel y tu siempre intachable dedicación en Caspe, en estas y otras ocasiones, por tu valentía y trayectoria yo te condecoro, en nombre de la Guardia con el Medallón de Plata al Mérito Militar. -Dijo el Marqués.

Luego miró Joan Segon, el hijo del tan célebre Joan Bantuin. Qué decir de él. Parecía que el hijo seguía los pasos del padre. Y eso era bueno, pues significaba que tendrían otro magnífico militar y una más excelente persona.

-Joan, que has seguido tan bien los pasos de tu padre, seguro estará muy orgulloso en este momento. Por tu dedicación y valentía en la guerra de Urgel, sirviendo a Caspe, en nombre de la Guardia de los Dragones de Caspe yo te condecoro con el Medallón de Plata al Mérito Militar. -Dijo el General mientras le colgaba la medalla en el cuello.

Tomó un respiro y volvió a centrar la atención en su pierna.

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Noega

Noe comenzó a notar que todo su alrededor se emborronaba. Una rodilla lehizo un amago de doblegarse, y lo corrigió asustada ¿Sería que llevaba horas sin probar bocado? quiso pensar queriendo evitar cualquier pensamiento negativo...

Giró la cabeza buscando el viento de cara, pero una suave brisa no le fué suficiente. Miró hacia el General que portaba los últimos medallones al mérito militar. Se lo merecían tanto.....

Apoyó una mano en el brazo de Kossler - ¿Terminamos por favor? - Susurró ya más pálida que las líneas de blanca arena con las que habían dividido los recintos de aquellos jardines asalvajados.

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Kossler

Más medallas, por si fuera poco.

-Siresku, Señor de Fabara, por tu incondicional servicio al Ducado de Caspe desde siempre y en especial en la última guerra yo te condecoro con el Medallón de Plata al Mérito Militar. -Dijo el Marqués.

Luego giró la cabeza hasta Asdrubal, el hasta el momento más tardío asistente a aquella entrega. Tomó otra medalla y se la colgó al cuello.

-Asdrubal, por tu servicio en la guerra de Urgel y en nombre de la Guardia de los Dragones de Caspe yo te condecoro, como su General, con el Medallón de Plata al Mérito Militar. -Dijo el General.

Luego miró de soslayo a la Duquesa.

-¿Contenta?

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Carmelo_montenegro

Carmelo_montenegro llegó a la carrera, resoplando:

-Uf, lamento muchísimo la tardanza. Esto de ser gobernador es bastante absorbente. ¿Todo bien? ¿Duquesa? Estáis muy pálida...

Losquillah

La cabo de los Dragones de Caspe se sintió muy emocionada al escuchar de la duquesa Noega pronunciar su nombre

Cabe hacer una mención especial a la señorita Losquillah, como condecoración de oro al mérito militar, por toda una vida de dedicación y compromiso de igual manera que al Señor Moreno Subirana por su gran valía y saber estar en circunstancias adversas, ambos dos nuestro más sincero reconocimiento, por favor vayan acercándose a las manos de nuestro general, para que se las imponga.

Losquillah estaba tan nerviosa, que prefirió que otros pasaran primero, además le costaba un poco caminar a causa de las heridas recibidas de las que todavía tenía unas cuantas secuelas, así que en silencio espero que el general Kossler la llamara.

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Por la defensa de la ciudad de Caspe.

Kossler

Era el turno de los últimos y eso, en parte, era un alivio. El Marqués continuó la ceremonia, observando la cara y las facciones de los condecorados.

-Carmelo, por tu servicio en la guerra en Urgel yo, en nombre de la Guardia te condecoro con el Medallón de Plata al Mérito Militar. -Dijo el General de la Guardia de los Dragones de Caspe.

Posteriormente miró a Losquillah, una de las más brillantes soldados que había dado Caspe y se sintió orgulloso de poderle entregar él mismo, en persona, una de las condecoraciones más altas que podía recibir un dragón. En este caso, dragona.

-Losquillah, por tu larga trayectoria en la Guardia, por obedecer siempre las órdenes en un sin fin de misiones y guerras, por toda una vida de dedicación a Caspe y su pueblo: por tu valentía y bien hacer, yo, Kossler de Castelldú y Robledo, como General de la Guardia te condecoro con el Medallón de Oro al Mérito Militar. Pórtalo con orgullo y honor.

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Losquillah

Kossler miró a Losquillah, y orgulloso de poderle entregar la condecoración le dijo

-Losquillah, por tu larga trayectoria en la Guardia, por obedecer siempre las órdenes en un sin fin de misiones y guerras, por toda una vida de dedicación a Caspe y su pueblo: por tu valentía y bien hacer, yo, Kossler de Castelldú y Robledo, como General de la Guardia te condecoro con el Medallón de Oro al Mérito Militar. Pórtalo con orgullo y honor.

Losquillah también se sentía orgullosa de recibir de su general tan preciada condecoración.

- Mi general, con orgullo y honor llevaré este medallón, como lo he hecho siempre con las dos anteriores condecoraciones.

- Mi corazón está c0n Caspe y siempre lo defenderé. decía sonriendo mientras lucía las insignias militares que había recibido como dragona en estos años luchando por su pueblo.

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Por la defensa de la ciudad de Caspe.

Noega

Los últimos dragones habían pasado a recoger sus condecoraciones militares, ello le complacía tanto como algo le aprisionaba su capacidad respiratoria.

- ¿Todo bien? ¿Duquesa? Estáis muy pálida... - Comentó un Carmelo dubitativo y recién llegado desde la capital, seguramente.

- ¿Contenta? - Oía rebotar en su cabeza las palabras de Kossler cuya figura aún estando a su vera se difuminaba según pasaban los segundos.

Ese "contenta" debía decir que había terminado la segunda parte de aquella ceremonia. Dió un paso al frente, titubeó y buscó mentalmente la escalera ya que visualmente se le movía de sitio. Cerró los ojos y descendió a pequeños pasos llegando a la primera línea de asientos donde vislumbró un hueco. Lo que ella creyó que era un banco de madera resultó ser pleno césped y quedó sentada en el suelo tomándo su propia cabeza con uno de sus brazos para que no se fuera a ninguna parte sin su consentimiento.

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Kossler

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Doc_gregorio_casas

Noega

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Kossler

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Noega

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Doc_gregorio_casas

Kossler

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Noega

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Noega

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Kossler

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Noega

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Kossler

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[Rp] Ceremonia de Entrega de Condecoraciones al mérito