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[RP] Bienvenidos a Caspe, llegadas y despedidas

Almendra
hola de nuevo he vuelto a Caspe mi ciudad de origen ,esta vez con camas y petacas el perro el gato en fin con todo me mudo de nuevo a la bella Caspe .

bienvenida Scura a Caspe espero verte por alguna taberna.
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pronta a tropezar dos veces con la misma piedra hay casario de nuevo!
Amilcar
Yo tambien me he mudado. Me han dicho que aqui se vive muy bien
Krakken


Saludos caspenses,

He venido arrastrado por los rumores de necesidad de mano de obra para vuestro puerto ¡¡¡cuanta diversión!! Las tabernas me esperan!!! Señoritas..
.- hace una reverencia - ha llegado lo que esperábais - sonríe con su boca llena de blancos dientes, un murmullo se escucha a su alrededor.
Mimi073
Bueno aqui me tiene conociendo una linda ciudad de una gran amiga.Almendra te espero en taberna para que me presentes la gente de tu tierra.
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Almendra
Bienvenida bonita , espero que tu estancia y la de tu novio sean muy grata y nos vemos en la taberna
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pronta a tropezar dos veces con la misma piedra hay casario de nuevo!
Brynhildr


- Ahhh pero si no tienen alas ni exhalan humo de sus belfos poderosos y todo eso - entrecerraba los ojos tratando de atisbar algún detalle en la lejanía - Y mucha pinta de tener escamas no tienen ¿eh? - A juzgar por el tono de su voz, estaba a medias aliviada y desilusionada con eso de los Dragones. Arrebató de manos de su pri la Guía Miguelín mientras farfullaba - ¿Tú estás segura de que decía Dragones con De de Dragón? No sé yo si no será publicidad engañosa ¿Y están ebrios, dices? ¿Con esas espadas en las manos? - Seguía parloteando como de costumbre, como si alguna otra de las rubias la entendiera, mientras se adentraban en la ciudad y se acercaban al ejército que, visto desde cerca, seguía sin tener escamas pero tenía unas cuantas espadas y pinta de no tener mucho empacho en utilizarlas si era menester. Con una sonrisa de oreja a oreja y la ingenuidad que le daba eso de ser tirando a cortita, se volvió hacia el resto de la comitiva - Si están ebrios seguro sabrán recomendarnos dónde conseguir unas jarras de rubia ¿Verdad?...

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¡Vulpinojnas! Pendiente de pixelación, chapa y pintura ad infinitum.
Beatriz




- Ome, pri - respondió la rubia - para saber donde están las tabernas no necesitamos a los dragones - añadió - si vienen aquí, en la guía Miguelín.

Delicadamente, le dio la vuelta a la guía que la pri sostenía en sus manos para ponerla del derecho y señaló una página con el dedo.

- Tenemos la taberna municipal, que se llama el Alambique... me gusta el nombre, suena a cosas destiladas. Luego tenemos la del Señor Dusque, pero esa tiene pinta de ser el restaurante caro y la guía no la pone muy bien que digamos... aquí no entramos hasta que no nos inviten. Y luego hay un teatro-bar, pero no sé... a mí no me gusta que me distraigan con cultura cuando me estoy emborrachando. Porque será cultura, ¿no? a ver si va a ser esto otro tipo de... estetáculo.

Mientras la pri releía la guía, Beatriz miraba así un poco a todas partes arrugando la naricilla.

- Yo también estoy decepcionada... esperaba que saliera a recibirnos el Señor Dusque acompañado de la Alcaldesa y la banda de música y que nos hiciera oficialmente entrega de las llaves de su bodega. Y ya que tienen formado el ejército podrían hacernos una parada militar con desfile y todo, así podríamos echarle un vistazo al ganao caspolino.

Movió la cabeza.

- Pos nada, yo voy a darme un baño que da asquito de verme y luego a cepillarme el pelo, así que tengo faena hasta la noche.


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Signature by Lisana Florence (Les Nabis: The Prophets of Art)
Crimea




- Oh, Caspe, Caspe, ilustres tierras... Oh Caspeeee - La Rubiá primigenia recitaba montada sobre su caballo la misma frase una y otra vez, eso sí, puño en alto y dándole mucho énfasis. Lo cierto era que había venido dormida en la carreta casi todo el viaje y no había tenido tiempo de prepararse nada. Además de que tampoco tenía aptitudes para eso de las composiciones poéticas y las odas patrióticas, que, pensándolo bien, casi mejor para el resto del grupo y los caspolinos en general.

Bajó de su montura nada más atisbaron las murallas, y escuchó la acertada disertación de su hermana pequeña. Aún sin escupir fuego ni nada los Dragones-con-de-de-dedo daban un poco de miedo. La rubia los saludó con la manita y la mejor de sus sonrisas mientras cruzaban las murallas, camino de alguna taberna. Atendió a los consejos de la guía leídos por su pri mientras torcía el gesto.

- Tampoco os pongáis así... que deben estar ocupados con eso del viaje... Que si afila las espadas, que no te olvides la capa que por Barcelona seguro que hace rasca, que ponte las ropas limpias que así no va uno de visita... - Le arrebató la guía a su prima, total, ella no iba a necesitarla durante el día y medio que tardaría en cepillarse el pelo. - Que se te ha olvidado mirar en la parte del "qué comer"... - Ya hacía varias horas que no se daba al condumio y empezaba a tener algo de gusa. - Y sacad los mediecarneses no sean que nos lo pidan por la calle... - Miró alrededor e hizo un recuento rápido - Oche, pues no que me da a mi... - Volvió a contar, poniendo las rubias a un lado para no hacerse lío, los niños a otro y las morenas... - ¿No hemos perdido a una morena?

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Beatriz




- ¿Gñé? ¿Cómo que falta una? Amos a contarlas otra vez, no te hayas equivocao que ya sabes que contar no se nos da bien.

Estuvo unos momentos concentrándose, giró su cabeza de un lado a otro y sacudió sus brazos para desentumecerlos.

- Amosaver: 1 y... 1 y... ¡poraristótelesbenditoválgamedios! ¡Es verdad, falta una! ¡Se nos ha quedao Brier en Fraga! Castellana y morena, lo raro es que no se nos haya perdido antes - Beatriz chasqueó la lengua - ¿Y ahora qué hacemos? ¡Como se entere el gober de Castilla seguro que se ofende y manda sus hordas de vikingos a invadir Segorbe! Más quisiera la víbora esa que yo me sé verse rodeada de vikingos, sobre mi cadáverrrrr.

Arremangándose la falda, enaguas al viento, corrió a subirse a una almena desde la que se divisaba el camino que conducía a Fraga, atropellando a cuanto dragón azul salió a su paso y una vez asomada a la almena comenzó a gritar.

- ¡¡BRIER ROSE, VEN AQUÍ AHORA MISMO!! ¿¡¿TÚ NO OYES?!?


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Signature by Lisana Florence (Les Nabis: The Prophets of Art)
Krakken


Krak contemplaba requet-stupefacto la escenificación de las tres rubias apoyado en la pared de la taberna.

Había salido para que le diera el aire (y de paso echarle dos tragos a su petaca sin ser visto y asediado) y había encontrado ¡¡premio!! - se susurró a sí mismo - Sonreía mientras las chiquillas gesticulaban y se daban voces, parecían haber perdido algo: ....moreno y de castilla....vikingos y cadáveres... no acertaba a entender todas las palabras que salían de sus bocas, solamente las que el aire acertaba a traer hasta sus oídos.

A su ya atontada cabeza, a las 12 del mediodía, llegaban incluso pensamientos - Este Caspe es la monda, no hay día que a la buena cerveza no le acompañara el correspondiente espectáculo - necesitaban un camino directo a Segorbe, ¡YA!

Puesto que la banda de música no apareció ese día, pegó un silbido al aire - FIUUUUUUUUUUUFIUUUUUUUUUUUUUU - e hizo gestos mientras gesticulaba el ademán "BEBERCIO", estaba seguro que tanto porque acababan de llegar, como por el stress que llevaban encima, esa panda tenían sed, e irían directitas a la taberna, incluso a esa temprana hora de la mañana y ello le hacía una gracia inmensa. La diversión se aproximaba.
Brynhildr


- Pa mí que eso ha sido deserción ¿eh? ¿Cuántos meses hace que la secuestramos? ¿Tres? - Disertaba con los brazos en jarras y cara de cafre, así con la naricilla arrugada y la boca entreabierta mientras miraba la muralla de Caspe. Monísima, todo había que decirlo, derechita, compacta, sin un mal hueco...


- Bah, aquí no salen a tirar cosas ricas al paso de las visitas, ni una mala horda de campesinos con horcas y antorchas o un algo - Sacudía la dichosa guía con aire desdeñoso - Aquí no pone quien lleva el tema del turisteo y el agasaje, pero como logre encontrar la pluma de oca, le voy a hacer a la guía esa una enmienda de dos vitelas y media amoshombreloquefaltaba.


Agitaba el puño al aire para dar más énfasis a su ofensa, cuando un silbido la hizo girarse y reparar en el el caballero que gesticulaba así con el pulgar y poniendo morritos como si se estuviera echando algo al coleto. Gesto bonito donde los hubiere, que hacía pensar en que ahí dentro habría algo de beber. Aún siendo corta -por parte de rubia- y perezosa, se metió un par de dedos en la boca y pegó un silbido que haría palidecer de envidia a un estibador polaco, en un intento de poner un poco de orden en el gallinero; que el caballero ese de la puerta igual no tenía escamas de dragón pero tenía una petaca, que era bastante más interesante.


¡Ay bendita petaca! Si no llega a ser por ella... Ni una gota de rubia encontraron las ídems en la taberna. Claro, la debía de tener toda acaparada el señor ese de los patxaranes que se sabía un montón de títulos de memorieta y los decía así de carrerilla sin respirar ni nada. Como se notaba que no era rubio, oiga, con lo que le había costado a ella aprenderse eso de "foque, contrafoque, verga, mesana, aparta la cabeza que te da la botavara".

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Krakken


El estibador leridano paliceció de envidia al oír tal silbido - esta muchacha promete.....promete....promete....¡¡¡QUE SE QUIERE BEBER MI PATXARÁN POR TODOS LOS DIOSES!!! - Dijo mientras elevaba el brazo izquierdo hasta por encima de su cabeza y la rubia canija se ponía de puntillas intentando acaparar el sonrosado líquido.

- Amos a ver, cabeza paja, las cosas se piden por favor, no se puede una abalanzar sobre mí por muy bueno que esté....el patxarán, claro - rió mientras bajaba la petaca hasta una altura más accesible y la chica daba cuenta de lo que quedaba en ella.

...con ojos vidriosos y casi saltándosele las lágrimas comenzó a divagar en cómo conseguir más...otro día más sin alcohol en sangre podría acabar con su vida al ser invadido por la multitud de microorganismos medievales que circulaban por las calles, ahí como quien no quiere la cosa, flotando en el medio-ambiente; cierto es que seguramente menos que en lérida, pero no dejaban de ser altamente peligrosos, no por nada solametne le separaban de la taberna de la mala leche, un par de días de viaje.
Beatriz




Aquel silbidito de la pri debió romper todas las vidrieras de la iglesia caspolina. Se fue haciendo cada vez más y más agudo hasta que dejó de escucharse de repente, pero un chucho que pasaba por allí cayó al suelo fulminado y se quedó así boca arriba, con las patas tiesas y los ojos vueltos.

Ante esa llamada inconfundible de su sangre, la rubia corrió de vuelta después de haber estado berreando sobre las murallas un buen rato, cruzándose otra vez con todos aquellos soldados que esta vez se apartaron a tiempo tirándose al suelo y rodando marcialmente unos metros en plan Fuerzas Especiales Caspolinas. Mientras iba escaleras abajo se iba preguntando dónde andarían los famosos dragones que se suponía que vivían allí. Por mucho que miraba a su alrededor, sólo encontraba gente de azul y Beatriz empezó a preguntarse si en vez de un nido de dragones no habrían acabado en la Aldea Pitufa y si el duque, también de azul pero con el pelo rojo, no sería en realidad Papá Pistufo.

En esas que llegó por fin con sus pris, sobris, morena superviviente y estibador apoyao en el quicio de la mancebía o mejor dicho, de la taberna esa dejada de la mano de Aristóteles, donde las primeras rubias que se veían en mucho tiempo eran ellas. El muchachote no estaba mal (concluyó Beatriz en la preceptiva primera inspección ocular) pero su pri ya se estaba encargando de darle palique con vistas a sustraerle la petaquita salvadora que sostenía en sus manos y que ofrecía a su pri de aquella forma tan arriesgada para su entrepierna.

- Ostitú... ¡si yo tengo una de esas! - se dijo cayendo en la cuenta de por qué había ido tan incómoda durante todo el viaje. Al grito de "mira, un dragón volando", aprovechó la lógica distracción de los presentes para sacarla de donde la llevaba escondida, se acercó sonriente al estibador y brindó con él por el encuentro.

Orujo gallego superconcentrado. Ahora se iba a saber allí quién era capaz de echar fuego por la boca.


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Signature by Lisana Florence (Les Nabis: The Prophets of Art)
Isa.luz




Mientras tanto, la segunda morena, que no había dicho nada hasta allí, por la buena razón que ella no entiendi mucho a sus mímicos y esperaba la continuacion, corroyendo un mendrugo de verdad duro que acababa de encontrar en su alforjas, y que databa al menos de tres días, comenzaba a patalear de impaciencia. ¡Necesitaba una comida más importante! Aprovechó pues del silbido estridente de Brynhildr, y paró pues la conversación de los otros.


¡Hum!... Bea .. tengo hambre. ¿se come cuándo? ¿Y se baña cuándo? ¿Y dónde ha desaparecido Brier Rose?

Es seguro que, hablando muy mal español, intentaba no embrollarse en los trampas de las palabras, y en consecuencia haciendo en la simplicidad...


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Danniel


Un debil y cansado cuerpo habia sido llevado por la corriente del rio a sus orillas cerca a la ciudad de Caspe, con el poco aliento que tenia, este hombre se levanto observando fijamente la ciudad que ante sus ojos estaba, su fe recobraba fuerzas, no recordaba nada, su mente estaba en blanco, su corazon lleno de emocion agradecía a Dios por haberlo salvado; rapidamente tomo rumbo hacia aquella ciudad, a la entrada un pequeño letrero le daba la bienvenida.

Bienvenido a la Maravillosa y Calida Ciudad de Caspe

Recorrio las calles de la ciudad maravillado por su belleza, por la paz y serenidad que se sentia, recordando su nombre Danniel sabia que debia de comenzar su nueva vida en Caspe
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