Después de tres días y dos noches, al fin pisaba tierra firme. La navegación en río es algo curiosa. No es tan cansado como ir a pie, ni terminas con un dolor en las posaderas como ir a caballo. Sin embargo, echó en falta conocer gente por los pueblos del camino...pero teniendo en cuenta los malhechores que asaltaban o limpiaban, navegar fue una gran idea. En el trayecto, disfrutó de la compañía de la capitana Galadrie, el tripulante Memento y los viajeros Denadie. Su querida nieta y ella, no coincidieron en la sala común o taberna.
La ninfa a penas pudo dormir, cada movimiento brusco, por poco que pareciera, subía constantemente a cubierta y supervisar que su barca seguía intacta. El viaje se retraso un día dado que los vientos no eran favorables, pero ella tenía otra teoría. Para ella, Memento bebió de más y se pasó toda la primera noche remando contracorriente...de todas formas se lo perdono al ayudarla junto a unos grumetes a descender poco a poco su querida barca realizada, hasta el ultimo detalle, por Don Reddick.
Al descender, finalmente con todas sus pertenencias, canastas con verduras y leche para alimentarse durante una temporada, se apeo en el embarcadero y se acercó al jefe del puerto. Necesitaba saber lugares donde hospedarse, ella y su nieta, a ser posible asequible y de buena reputación. Tenía pensado que tras acomodarse, comprar más pergaminos y tinta para escribir a sus seres queridos. Era preciso que supieran que habían llegado en perfectas condiciones...pero con retraso. Más tarde, preguntar que barcos tenían pensado partir a Zaragoza, ciudad blindada para los que no viven ni forman parte de los patricios sin autorización de su líder, y entregarle la misiva en manos de su nuera.
-Al encargado de estos asuntos, ¿conocéis de alguna posada decente y asequible para dos personas?-mira el bullicio de la villa portuaría-
He traído una barca, ¿me puede indicar donde esta el embarcadero donde amarrarla cuando no faene?
La mujer, se dio cuenta que los grumetes daban tumbos de un lado a otro mientras Memento les dirigía a vete tú a saber dónde, parecían bailar la conga de jalisco. En ese mismo instante, recordó otro asunto muy esencial que sin darle tiempo a responderle, le preguntó.
-¿Conoce si hay barco que zarpe hacía la capital aragonesa y de fiar?- le mira inquisitivamente y por el rabillo observa el cuaderno donde anota los conocimientos de embarque-
y lo más importante, que acepte llevar correspondencia hacía la dueña de la taberna, "La Mandrágora, la dama Drakulka.
La barca continuaba yendo de un lado a otro y los grumetes, en vez de quejarse silbaban mientras "bailaban" con la barca a cuesta.Suspiró. Su nieta, Weizen, descendía del "Beagle" y se acercó a donde se encontraba. Necesitaban asearse y descansar un poco. Mañana preguntarían si algún barco se dirigiría en breve a Castellón de la Plana*. Ese era su destino final, donde pensaban pasar unas vacaciones.