Pecas
Las campanas de la Catedral sonaban con alegría dominical y todos los fieles se acercaban a aprender un domingo más la palabra del Señor, así pues, comenzó la misa:
-Sean bienvenidos hermanos a la Catedral de Osma. Hoy en la misa les enseñaré que Dios es uno y todopoderoso. Para explicaroslo les leeré un fragmento de la Vida de Aristóteles en el cual se encontraba enseñando a uno de sus díscipulos el pensamiento que afirmaba la Unidad de Dios.
Pecas empezó a leer un fragmento del Capítulo VIII de la Vida de Aristóteles:
Citation:
-Aristóteles, que se sentía en edad de madurez filosófica, y emancipado de la tutela de su maestro, decidió que era hora de fundar su propia escuela. Sabía que Hermias, su amigo viejo y señor de Atarnea, había reunido un pequeño cenáculo de antiguos alumnos de la academia de Atenas en Axos, sobre la costa del Tróade. Aristóteles decidió dirigir esta enseñanza, y funda así su primera escuela.
La academia de Aristóteles tenía gran éxito. Alumnos de toda la Grecia fluían para recibir las luces del maestro. Un día bonito de primavera, un discípulo prometedor vino a encontrarse con Aristóteles.
El discípulo: "Maestro, pensé bien, hasta el punto de no dormir, y es todavía una cuestión la que golpea ligeramente mi espíritu juvenil."
Aristóteles: "Te escucho. Dime que es lo que te preocupa."
El discípulo: � Maestro, nos enseña que el universo es dinámico, usted nos enseña que si la esencia es estática, la forma, ella, es móvil como una onda sobre la superficie del agua."
Aristóteles: "sí, es verdad."
El discípulo: "Pero maestro, según este principio, a todo acto corresponde una potencia, como usted dice incluso, y entonces, a todo efecto les corresponde una causa."
Aristóteles: "Ciertamente."
El discípulo: "Entonces, maestro, si remonto en el orden de los efectos y causas, yo solo debería conseguir una única causa para todos los efectos. Ahora bien, excepto su respeto, es notorio que los dioses son varios. Así pues, según su teorema, el mundo solo debería ser caos, ya que desde el principio, las causas son múltiples y no se conciertan en voluntad. A menos de postular que todos los dioses no son los efectos más que de uno sólo, potente sobre todo. ¿Puede aclarármelo?"
Aristóteles: "Pero, querido discípulo, la solución se encuentra en la declaración del problema. Razona un poco, mi amigo. Tienen a los principios de la dialéctica y el silogismo. Hay, en tu exposición, un elemento exógeno, y parásito, es decir lo que califica de conocimiento público. Yo ya lo dije, somos filósofos, y no se puede alcanzar la verdad sino por la acción de nuestro espíritu que califica la sustancia, no tomando algunos postulados por dinero en efectivo."
El discípulo: "¿Qué quiere decir, maestro?"
Aristóteles: "Quiero decir que si tu remontas al orden de las causas y efectos, encontrará la causa final, la inteligibilidad pura, como tú lo has dicho. Así pues, si es notorio que dioses son varios, eso no es menos falso, ya que tal afirmación no resiste al examen lógico de la propuesta."
El discípulo: "Eh, ¿puede ser más claro, maestro?"
Aristóteles: "Ciertamente, lo puedo, por este silogismo infantil: una causa final es una inteligencia pura, una divinidad. Si se remonta el orden de las causas y efectos, se encuentra una única causa final. Pues Dios es único."
El discípulo: "¡Ah eso entonces!"
Aristóteles: "Yo no te lo hago decir, querido discípulo. De Dios solo se tiene uno, esta energía inmóvil del mundo, esta voluntad perfecta que es la fuente de toda sustancia, de todo movimiento. Dios es la finalidad cósmica del universo."
Y el discípulo sé dió la vuelta a sus quehaceres, satisfecho con la respuesta de su maestro...
La academia de Aristóteles tenía gran éxito. Alumnos de toda la Grecia fluían para recibir las luces del maestro. Un día bonito de primavera, un discípulo prometedor vino a encontrarse con Aristóteles.
El discípulo: "Maestro, pensé bien, hasta el punto de no dormir, y es todavía una cuestión la que golpea ligeramente mi espíritu juvenil."
Aristóteles: "Te escucho. Dime que es lo que te preocupa."
El discípulo: � Maestro, nos enseña que el universo es dinámico, usted nos enseña que si la esencia es estática, la forma, ella, es móvil como una onda sobre la superficie del agua."
Aristóteles: "sí, es verdad."
El discípulo: "Pero maestro, según este principio, a todo acto corresponde una potencia, como usted dice incluso, y entonces, a todo efecto les corresponde una causa."
Aristóteles: "Ciertamente."
El discípulo: "Entonces, maestro, si remonto en el orden de los efectos y causas, yo solo debería conseguir una única causa para todos los efectos. Ahora bien, excepto su respeto, es notorio que los dioses son varios. Así pues, según su teorema, el mundo solo debería ser caos, ya que desde el principio, las causas son múltiples y no se conciertan en voluntad. A menos de postular que todos los dioses no son los efectos más que de uno sólo, potente sobre todo. ¿Puede aclarármelo?"
Aristóteles: "Pero, querido discípulo, la solución se encuentra en la declaración del problema. Razona un poco, mi amigo. Tienen a los principios de la dialéctica y el silogismo. Hay, en tu exposición, un elemento exógeno, y parásito, es decir lo que califica de conocimiento público. Yo ya lo dije, somos filósofos, y no se puede alcanzar la verdad sino por la acción de nuestro espíritu que califica la sustancia, no tomando algunos postulados por dinero en efectivo."
El discípulo: "¿Qué quiere decir, maestro?"
Aristóteles: "Quiero decir que si tu remontas al orden de las causas y efectos, encontrará la causa final, la inteligibilidad pura, como tú lo has dicho. Así pues, si es notorio que dioses son varios, eso no es menos falso, ya que tal afirmación no resiste al examen lógico de la propuesta."
El discípulo: "Eh, ¿puede ser más claro, maestro?"
Aristóteles: "Ciertamente, lo puedo, por este silogismo infantil: una causa final es una inteligencia pura, una divinidad. Si se remonta el orden de las causas y efectos, se encuentra una única causa final. Pues Dios es único."
El discípulo: "¡Ah eso entonces!"
Aristóteles: "Yo no te lo hago decir, querido discípulo. De Dios solo se tiene uno, esta energía inmóvil del mundo, esta voluntad perfecta que es la fuente de toda sustancia, de todo movimiento. Dios es la finalidad cósmica del universo."
Y el discípulo sé dió la vuelta a sus quehaceres, satisfecho con la respuesta de su maestro...
Aristóteles nos enseña en este texto como hay que razonar para llegar a la respuesta verdadera: Dios es Unico que tiene poder sobre todo. Es una figura Divina, la Inteligencia Pura y el fin último de todos los seres humanos.
-Dios es la Perfección, la Divinidad, por tanto, hay que hablar con El mediante el rezo pues El nos ama porque somos sus hijos. Acerquensen ahora al altar a recibir con Alegría la comunión.
Una vez vueltos todos los feligreses a sus asientos, la diaconisa Pecas continuó:
-Que la bendición del Altísimo recaiga sobre todos ustedes.
Todos responden al unisono. AMEN
-Rezemos ahora en señal de perdón por nuestros pecados cometidos.
Citation:
Creo en Dios, el Altísimo todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.
Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.
Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Pilatio,
Morir como mártir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.
Creo en la Acción Divina,
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
en la Vida Eterna.
AMÉN
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.
Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.
Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Pilatio,
Morir como mártir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.
Creo en la Acción Divina,
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
en la Vida Eterna.
AMÉN
Terminado el Credo el coro a una señal de Pecas comenzó a cantar. Todos los presentes escuchaban y meditaban
http://www.youtube.com/watch?v=ikHM5-UzqGU
Se ruega que todo fiel aristotélico acuda a la Santa Misa Dominical. Antes que marchen por las calles de Osma a dar la Amistad Aristotélica a todos nuestros vecinos quiero recordarles que para los que deseen bautizarse o casarse, solo deben avisarme por carta. Que la Paz del Señor esté con ustedes. ¡Alabemos a Dios y a sus profetas Aristóteles y Cristos! Pueden ir en Paz. Y estemos alegres la Santa Iglesia esta muy satisfecha por todo esto.