Marled
Ese ultimo domingo, del antepenúltimo mes del año, la rubia preparaba su misa en la sacristía, releía las enseñanzas de Christos, y revisaba algunas haliografías, recogida en sus lecturas, tomó un pequeño pergamino, que usaba como punto de libro, y lo situó justo en la pagina que iba a usar para la misa dominical.
Hermanos, hermanas, como cada domingo, me dirijo a ustedes, para guiarlos de nuevo en la fé aristotelica, deseo reforzarla, recordandole a todos, su palabra, por medio de la lectura meditada y la reunión de nuestros fieles corazones.
Marled cogió el libro de las virtudes por la pagina que tenía preparada y comenzó a leer a los fieles, la décima enseñanza de Christos:
Citation:
Enseñanza 10: Y en cuanto a la actitud frente a lo que concierne a la vida diaria, Christos recalcaba: No esperéis nada de la vida. No como los hastiados, sino como aquellos que saben que cada instante de la vida es un magnífico regalo.
Una vez más podemos ver lo generoso que es Christos, nos regaló la vida, y los instantes de ella, que siguen siendo un regalo cada día.
Por todo ello, debemos estar agradecidos, ser humildes y ver en cada rinconcito, todo aquello que nos llena de vida.
Hermanos, comulguemos todos juntos con nuestra fé aristotélica, acercandonos más a su espíritu, a nuestro ideal Aristotélico de la amistad entre fieles y el amor entre los hombres.
Llenos de gozo, por todo aquello con lo que la vida nos llena, recemos juntos:
Creo en Dios, el Altísimo Todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.
Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.
Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Ponce,
Murió como mártir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.
Creo en la Acción Divina,
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, Única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
Y en la Vida Eterna.
AMÉN
Podeís id en Paz, brinden por la felicidad y beban por la paz.