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[RP] Catedral de todos los Arcángeles.

Lurien.


La joven rubia, se acercó a la catedral de Osma, se celebraban varios eventos importantes y Lurien estaba feliz de poder saber de ellos.
Aquel día sentía que necesitaba orar como ningun otro dia, se sentía un poco extraña.
Con paso firme, y seria dirigió sus pasos a la Catedral. Se subió un poco la falda verde oliva, para subir las escaleras.
Luego abrió con cuidado y delicadeza uno de los portones del edificio. Entró en silencio , miró al altar y allí esperaba la señora Obispo, Marled. Se inclinó y se santiguó.
Dirigió sus pasos a uno de los bancos más cercanos al altar, para así escuchar mejor la misa que daria Marled.
Se sentó allí y miró a su alrededor de forma discreta.
Lancelot


Lancelot habia llegado ayer a Osma despues de un largo viaje con su amada donde habian recorrido reinos enteros tanto por mar como por tierra.

Antes de partir en su largo viaje habian echo una promesa al Altisimo en su iglesia de Castellon de ir a cada uno de sus templos sin importar el pueblo para agradecerle su seguridad y prosperidad en ese viaje plagado de peligros e incertidumbres.

Despues de tanto tiempo viajando sin parar pudieron llegar a salvo a su destino y hoy aqui querian ir a terminar de cumplir su promesa, tomado fuertemente de la mano de su amada se dirigio a paso firme hacia la Capilla de la bella ciudad de Osma.

Traspasando las puertas se quedo anodadado por unos segundos a causa de la belleza que sus ojos veian, siempre le sorprendia la belleza y elegancia que los hogares del altisimo profesaban, y mucho mas cuando se notaba que eran bien atendidos, en este viaje habia logrado ver templos hermosos y bien cuidados como templos destruidos y olvidados.

Al entrar se sento en uno de los asientos finales tomado de la mano de su amada y agradecio a Aristoteles por la proteccion y prosperidad:

- Señor, no tengo palabras para agradecerte el que me hayas permitido llegar a mi y a mi familia sanos y salvos a nuestro destino, con viento providente y buen andar, se que tu sabiduria fue la que nos guio a tomar los caminos correctos en esta travesia y nos salvo de las desventuras que los largos viajes suelen tener al igual que los peligrosos caminos. Hoy señor, vengo a concluir la promesa que tiempo atras te hice en la iglesia de Castellon, pero tambien vine para comprometerme contigo para ir fielmente a la iglesia y predicar tu sabiduria a los que deseen escucharla y recibirla, igualmente te pido que cuides de mi familia como tan bien la has cuidado hasta ahora evitandolos caer en malos pasos y garantizando su seguridad.

Luego de hablarle al altisimo inclino su rostro para rezar:

-Creo en Dios, el Altísimo Todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Ponce,
Murió como mártir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

Creo en la Acción Divina,
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, Única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
Y en la Vida Eterna.

AMÉN


Una vez que termino de rezar levanto la vista y contemplo el rostro de su amada, con sus ojos brillantes y su pelo resplandeciente, a causa de los finos rayos de luz que entraban atravesando los finos cristales de la capilla, al verla tan hermosa y maravillosa no resistio la tentacion de besarla con suavidad en sus finos labios antes de levantarse y salir juntos tomados de la mano de la bella capilla.

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Natassha


Ya se encontraban en Castilla, específicamente en Osma su querida Osma, había extrañado recorrer sus empedradas callejuelas, sus charlas con los vecinos en la plaza y sus noches de taberna en el Poney Pateador.

Tres meses fuera, pero habían sido tres meses inolvidables que habían cambiado el rumbo de su vida, tres meses en los cuales había pasado de una mujer sola y triste a una nueva, radiante, enamorada y con grandes ilusiones. Hoy se encontraban en la Catedral para cumplir una promesa que su prometido hiciera allá en Castellòn donde pidió a Aristóteles su guía y protección en el largo camino que tendrían que recorrer hasta llegar nuevamente a Osma.

Habían visitado las iglesias de todos los pueblos y ciudades por las que sus pasos los habían llevado y hoy culminaban precisamente en la Catedral Santa Timorata. Se adentraron y se ubicaron en una de las bancas, ahí se arrodillaron para dar gracias.

-Señor te venimos a dar gracias por tu protección y por tu guía en estos tortuosos caminos que hemos recorrido, en todo momento hemos sentido tu presencia acompañándonos y librandonos de los peligros de los caminos. Gracias por traernos con felicidad, por hacernos llegar sin ninguna clase de contratiempos, bendíce a mis hijas, a mi prometido y a mi y mantennos siempre unidos entre nosotros y a ti señor.

--Creo en Dios, el Altísimo Todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Ponce,
Murió como mártir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

Creo en la Acción Divina,
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, Única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
Y en la Vida Eterna.

AMÉN



Giró su rostro para encontrarse con la mirada, siempre enamorada, de su prometido que no pudo resistir la tentación y la besó con suavidad en los labios, ella sonrió un tanto ruborizada por el lugar donde se encopntraban, se pusieron de pie y salieron de la catedral tomados de la mano, como habían entrado.

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Marled




La Catedral de Osma, lucía con un explendor un domingo más. Marled se acercó al altar y esperó a que llegaran todos sus fieles.



Taresa


Entró de mañana a la catedral. La luz a través de los ventanales hacía danzar las motas de polvo en el aire... que le hicieron estornudar, y el sonido hizo eco por toda la nave. Colorada como la grana, se apresuró hacia un rincón para empezar la misa.

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Lancelot


Lancelot se habia vestido con la mejor ropa que habia traido desde su casa en Denia y se disponia a ir a la iglesia junto a su amada.

Sonrio al verla tan hermosamente vestida, con su cabello deslumbrante a causa de los reflejos del sol en el, y su rostro tan hermosamente tierno, dulce y sobre todas las cosas con esos ojos que expresaban ese amor tan sincero y puro.

Mirandola a sus tiernos ojitos le dijo: Mi vida ¿hoy iremos a la casa del altisimo?

Ante la respuesta afirmativa de su amada se dispuso a tomarla de la mano y ir junto a ella hacia la hermosa catedral del pueblo.

Una vez alli escogieron unos buenos lugares y tomados de la mano se dispusieron a escuchar la misa que Marled profesaria.

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http://i48.tinypic.com/z00hc.jpg[/img]
Natassha


En el horizonte, hacia el este, empieza a dejarse ver un tono amarillo que hace que me quede casi paralizada mirando, como en cuestión de minutos se va volviendo cada vez más intenso, casi anaranjado. Domingo día del Altísimo!!

La rubiales se alista rápidamente para acudir a la catedral a escuchar la misa, su prometido ya la espera ataviado con una de sus mejores ropas, guapo como siempre y con esas traviesas chispitas que suelen danzar en sus azules pupilas la mira tiernamente y le dice -Mi vida ¿hoy iremos a la casa del altisimo?

Ella mimosa se le acerca y empinándose le da un tierno beso en los labios.

.Buenos días amor mío, claro cielo no podemos faltar. Vamos amor que se hace tarde.

Al entrar en la catedral se ubican en un banco desde donde pueden presenciar perfectamente el oficio que está por comenzar. Lancelot la toma de la mano haciéndole una leve presión a la misma a la vez que la mira y le sonríe. Natassha le corresponde a la sonrisa a la vez que le dice muy bajito.

-Amor mira que espectáculo más bello como atraviesa la luz del sol los vitrales de la catedral dibujando enigmáticas figuras y sombras.


Los dos se quedan contemplando los vitrales mientras esperan el comienzo de la misa.

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Marled



-¡Bienvenidos a todos los presentes aquí hoy, en esta magestuosa Catedral de Santa Timorata de Osma!
Hoy es un día especial para Osma preparamos nuestros corazones para redimirnos y arrepentirnos sinceramente de nuestros pecados, así la paz y la unidad podrá llegar a nuestros hogares y a nuestros corazones.

Pidamos al Altísimo, que nos ayude a seguir por el camino recto, y que a los recién llegados a esta comunidad y los que estén por venir, podamos guiarlos, aconsejarlos y fortalecer su fé Aristotélica, con nuestras palabras.




Citation:
La Vida de Christos, Capítulo 6:

En aquellos tiempos la sociedad estaba en crisis. Varios cultos paganos coexistían. Además algunos hombres habían olvidado los preceptos de Aristotéles y adoraban a dioses falsos. Otros, reagrupados formando una Iglesia poderosa, apelaban al pensamiento de Aristotéles pero habían desviado su mensaje o lo entendían mal. Afortunadamente, todavía existían personas que vivían justamente en la virtud tal y como fue enseñada por nuestro primer profeta.

Debéis saber, Hijos míos, que ni la Iglesia poderosa de la que os he hablado, ni la adoración de los ídolos servían para saciar la sed divina de la multitud. Así, los habitantes del país de Judea vivían en un estado de pecado permanente y desviaban cada vez más sus miradas de lo trascendente y de Dios.

Existían algunas personas que trataban de reunir a los hombres de buena voluntad, pero la inmensa mayoría se regocijaba en el estupor y la fornicación. Esta vida de placer se sumaba a la preferencia de la gente por el individualismo más que por la comunión y la comunicación.
Muchas almas perdidas querían volverse hacia su guía espiritual, el gran sacerdote, el jefe de todos los sacerdotes, pero les respondía con un silencio total.



Tras finalizar la lectura Marled cerró el libro, se arrodilló ante él y se volvió a levantar, alzando sus brazos para ofrecerlos a todos los fieles allí presentes y comenzó a hablar:

-Queridos Hermanos y hermanas, nuestra fe es muy grande, generosa y amiga, vivamos nuestra fe unidos en estas fechas tan señaladas, y aprendamos de las enseñanzas de Christos.

Unámonos con fe hagamos examen de conciencia, reflexionemos por nuestros actos y con humildad nos arrepentiremos de nuestras faltas, solo así, en paz con nuestro corazón, seremos capaces, de tomar el camino correcto.


Marled unió sus manos, las acercó a su pecho, cerró los ojos por un instante para escuchar como el monaguillo hacía sonar una campana, para así indicar a los feligreses que se acercaran al altar a recibir la Comunión.



Una vez sentados todos los feligreses, Marled prosiguió:

-Qué la bendición del Altísimo recaiga sobre vosotros y que la luz de la sabiduría de Aristóteles os acompañe por siempre.

Todos responden al unisono.

-Oremos ahora al Señor y a nuestros dos profetas, Christos y Aristóteles, para que logremos de dejar a un lado materialismos y con fé seamos capaces de dar mucho amor y amistad a todas las personas.



    Creo en Dios, el Altísimo todopoderoso,
    Creador del Cielo y de la Tierra,
    de los Infiernos y del Paraíso,
    Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

    Y en Aristóteles, su profeta,
    El hijo de Nicómaco y Faestis,
    enviado para enseñar la sabiduría
    y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

    Creo también en Christos,
    Nacido de María y Giosep.
    Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
    Por ello después de haber sufrido con Ponce,
    Murió como mártir para salvarnos.
    Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

    Creo en la Acción Divina,
    En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, Única e Indivisible;
    En la comunión de los Santos;
    En el perdón de los pecados
    Y en la Vida Eterna.

    AMÉN


-Que la Fé y Amor innunde vuestros corazones. Podeis ir en paz y no os olvideis de dar mucho amor a vuestras familias, amigos y a todo aquel que podais. - dijo la joven Obispo sonriendo y despidiéndolos.
Lancelot


Lancelot escucho atentamente las palabras de la obispa Marled, reflexiono acerca de cada una de aquellas sabias palabras, aquellas palabras que como todas las del altisimo estaban cargadas de sabiduria y verdad.

Estaba feliz de poder decir abiertamente que hasta ahora siempre habia sido fiel a las enseñanzas de Aristoteles y habia antepuesto a su amada y su familia ante a lo material, muchas veces fue duro pues no disponia de gran fortuna y necesitaba trabajar para sobrevivir pero estaba orgulloso de entregarse de cuerpo entero en la tarea de amar a su prometida ante cualquier cosa.

Tambien le hacia feliz saber que pronto se uniria en casamiento con ella lo que ante los ojos del altisimo significaria su eterna union con su amada Natassha, la dueña de sus suspiros y su corazon.

Se inclino para rezarle al altisimo y desearle que cuide de su Familia y en especial de su amada.



Creo en Dios, el Altísimo todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Ponce,
Murió como mártir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

Creo en la Acción Divina,
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, Única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
Y en la Vida Eterna.

AMÉN




Luego de rezar tomo la mano de su amada y le susurro quedito: Te amo.

Le sonrio a su amada disfrutando ver como combinaba a la perfeccion la belleza de su amada con la de aquella casa del altisimo.

Le dio un tierno beso en sus dulces y rosas labios antes de levantarse junto a ella y ir hacia la salida pensando en seguir las enseñanzas del altisimo anteponiendo siempre a sus seres amados ante las cosas materiales, en especial en disfrutar cada segundo con su amada.

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Natassha


Una vez más, junto a su prometido, la rubiales se encontraba escuchando la misa que impartía la obispo Marled en la catedral de Osma, muy atentos escuchaban las palabras que la obispo dirigía a los feligreses, palabras cargadas de sabiduría

-Pidamos al Altísimo, que nos ayude a seguir por el camino recto,...

-Queridos Hermanos y hermanas, nuestra fe es muy grande, generosa y amiga, vivamos nuestra fe unidos en estas fechas tan señaladas, y aprendamos de las enseñanzas de Christos.


Con gran recogimiento y sin perder detalle de lo que la obispo decía Natassha seguía el servicio, se sentía feliz pues a su lado tenía al hombre que amaba y que la amaba, ese hombre tan especial que le demostraba cada momento cuan importante era en su vida.

En voz baja dirigió una petición al Altísimo.

-Señor tu conoces mi fe y conoces mis sentimientos, sabes que siempre he sido fiel a tus enseñanzas y que mi familia siempre ha estado por encima de todo, sin dejar de atender a todas aquellas personas que han necesitado mi ayuda y aliviar sus necesidades siempre que en mis manos ha estado. Sabes también cuán grande es el amor que siento por mi prometido, sabes que es un amor sincero y puro y que anhelo y espero el momento en que podamos al fin unir nuestras vidas en una sola pues tu sabes que nuestros corazones ya lo son. Gracias una vez más por haberlo puesto en mi camino.

Luego se unió a la oración con el resto de los feligreses.

Creo en Dios, el Altísimo todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Ponce,
Murió como mártir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

Creo en la Acción Divina,
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, Única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
Y en la Vida Eterna.

AMÉN


En ese momento Natassha sintió como Lancelot le tomaba la mano y le susurraba quedito -Te amo. mientras le daba un tierno beso. Ella le sonrió y juntos salieron de la catedral felices de haber cumplido con Aristóteles y llenos de paz interior.

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Ibelia.jordan


Ibelia acudió con su familia a la bellísima Catedral de Santa Timorata para compartir su fe con los feligreses de la Obispo Marled.

Ya se estaba acostumbrando a escuchar sus sabias omilías que llegaban al corazón y el alma de los fieles aristotélicos.

Reconfortada por las palabras de la Obispo, que tan oportunas eran en ese momento.

Pidio perdón por sus faltas y compartió el pan en comunión.

Citation:
Una vez sentados todos los feligreses, Marled prosiguió:

-Qué la bendición del Altísimo recaiga sobre vosotros y que la luz de la sabiduría de Aristóteles os acompañe por siempre.


Respondió a la vez que los demás fieles.

-Oremos ahora al Señor y a nuestros dos profetas, Christos y Aristóteles, para que logremos de dejar a un lado materialismos y con fé seamos capaces de dar mucho amor y amistad a todas las personas.



Se unió a la oración de fe.


Creo en Dios, el Altísimo todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Ponce,
Murió como mártir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

Creo en la Acción Divina,
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, Única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
Y en la Vida Eterna.

AMÉN


La dama Ibelia se sintió llena de Paz espiritual. Sentía que su desinteresado amor por los demás no era algo vacío.
La Palabra Sagrada daba sentido a su existencia.
Beatriz



Como buena aristotélica, había acudido a la Catedral de Osma para que el Altísimo le viera por fin el pelo después de la última visita que hiciera en Segorbe. Aquella era una ocasión bastante especial, no sólo porque la oficiante era familia suya, sino porque tal vez fuera la última en mucho tiempo que acudiría a misa junto a sus amigos.

Sentada entre ellos, Beatriz escuchó con mucha atención las palabras de la Obispo Marled, y aunque no entendiera mucho porque ella era de natural cortita y el lenguaje litúrgico demasiado fino para su rubiez, fue tanta la emoción y gravedad que Marled dió a la homilía que simplemente el timbre de su voz llevó a Beatriz a un estado de profunda paz... tanta que por un momento temió ponerse a levitar y salir volando por el campanario.

Llegó el momento cumbre de la misa: el rezo del Credo Aristotélico. Beatriz unió su voz a la de la nutrida feligresía que abarrotaba la iglesia... con gran alegría por su parte porque la oración no se la sabía y esperaba que murmurando por lo bajito y abriendo y cerrando la boca como si pronunciara las palabras, podría pasar desapercibida sin que nadie se diera cuenta.


Creo en Dios, el Altísimo bsbsbssmmroso,
Creador mmmsssaarsmmoooossssmbsss Tierra,
de los Infiernos mmmsssssmmmmmssssssss
hora de la mssste

Y en Aristóteles prssssmmmmsssss
nnnnsssmmmmmmmsaaaaammsss
sssasadsrmmmmsssss
biduría
mmmmssssssssssUniverso dhoomsssmmm iiiiiossss

Creo también mmsssmsmsmsaaooosos
nnnnsssmmmmmmmsaaaaammsss
arsmmoooossssmbsssasadsrmm
sssasadsrmmsmbsss
eterna.

AMÉN


Beatriz resopló aliviada por haber pasado el peligro. Marled despidió a su rebaño invitándoles a volver en paz a sus casas pero mientras todos salían, Beatriz se dirigió a un pequeño altar cercano, encendió una vela y se arrodilló para murmurar una breve oración:

- Señor, no permitas que este sea el último día que estemos juntas. Cuida por mí de ella y de su familia - dijo simplemente.

Se levantó conteniendo una lagrimita que trataba de escapársele por la mejilla y fue a reunirse con Ibelia y los suyos. Todavía había tiempo para una visita a la taberna.

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Chacun sait que les histoires sont imaginaires. Nous savons qu’elles ne sont pas vraies même quand elles nous disent des vérités...
Marled




Un Domingo más sonaban las campanas de La Catedral de Osma. El dia luminoso y una temperatura ya primaveral. Marled se acercó al altar y esperó a que llegaran todos sus fieles.



Mimi073


Mimi escucho escucho las campanadasy entro para oir la misa al lado de su amado busco un sitio y se quedo para oir la misa

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Lurien.


Tras un largo viaje desde la bella Valladolid hasta la encantadora Osma, Lurien quiso acercarse, antes de seguir su ruta, a la catedral.
Entró sigilosamente para interrumpir la misa que daba ,aquella radiante mañana de domingo, la bella Obispo de Osma, Marled.

Se sentó lo más cerca del altar para escuchar la misa y se santiguó con una sonrisa en la cara.
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