Ignius
Ambos novios delante de él, el Obispo comenzó la ceremonia de matrimonio:[
Bienvenidos, hijos míos. Qué Dios les bendiga a todos.
Estamos reunidos aquí para celebrar el matrimonio de Doña Tadea de a Vega y de Don Kossler de Castelldú. Su amor es tan fuerte que desearon que Dios lo bendiga.
Desde su bautismo Doña Tadea y Don Kossler son miembros de la comunidad Aristotélica. Así, por una vida virtuosa, pueden esperar acceder al Paraíso, que se encuentra en el sol.
Seguirán desde ahora las enseñanzas de nuestro profeta Aristotéles y de Cristos, nuestro mesías. Y pueden ahora acceder a la próxima etapa laica de la fe Aristotélica: el sacramento del matrimonio.
Cristos, que sea bendecido, nos enseñó esto:
La vida de Christos XIII a écrit:
Natchiachia pagó el vino de su cántaro en el cuerno de Cristos, y le pidió:
"Maestro, estoy presa de un tormento profundo del alma. Quería seguirte en tus enseñanzas, pero quiero a un hombre que vive aquí y que se nombra Yhonny, lo quiero con un amor puro como el diamante ¿Qué dice Aristóteles sobre esta cuestión? ¿Qué debo hacer?"
Christos le respondió: "Cuando dos seres se quieren de un amor puro y desean perpetuar nuestra especie por la procreación, Dios les permite, por el sacramento del matrimonio, vivir su amor. Este amor tan puro, vivido en la virtud, glorifica a Dios, porque Él es amor y el amor que los humanos comparten es el más bonito homenaje que pueda hacérsele. Pero, como el bautismo, el matrimonio es un compromiso de por vida. Por eso, Natchiatchia, cuando seais escogidos con buen juicio en una fe que te habrá casado con Yhonny, no podrán ya retiraros esta fe.
Esta última palabra afectó con asombro a la asamblea, ya que en la época estaba la inconstancia... Natchiatchia repitió:
"Pero, Maestro, ¿seremos bastante fuertes para respetar esta elección y vivir sin pecar?"
Entonces, Christos respondió:
"Sabes que el humano duda por naturaleza, que el amor que prueba para Dios y para su prójimo puede conocer tantos riesgos como la vida contiene de episodios. Pero la vida virtuosa es una ideal hacia el cual el hombre debe tender. Y, en su camino, puede ayudarse de la oración. La oración puede en efecto ser el medio para reforzar todos este amor cuando sea necesario. No olvides tampoco la fuerza de la misericordia, que es concedida gracias al arrepentimiento."
"Maestro, estoy presa de un tormento profundo del alma. Quería seguirte en tus enseñanzas, pero quiero a un hombre que vive aquí y que se nombra Yhonny, lo quiero con un amor puro como el diamante ¿Qué dice Aristóteles sobre esta cuestión? ¿Qué debo hacer?"
Christos le respondió: "Cuando dos seres se quieren de un amor puro y desean perpetuar nuestra especie por la procreación, Dios les permite, por el sacramento del matrimonio, vivir su amor. Este amor tan puro, vivido en la virtud, glorifica a Dios, porque Él es amor y el amor que los humanos comparten es el más bonito homenaje que pueda hacérsele. Pero, como el bautismo, el matrimonio es un compromiso de por vida. Por eso, Natchiatchia, cuando seais escogidos con buen juicio en una fe que te habrá casado con Yhonny, no podrán ya retiraros esta fe.
Esta última palabra afectó con asombro a la asamblea, ya que en la época estaba la inconstancia... Natchiatchia repitió:
"Pero, Maestro, ¿seremos bastante fuertes para respetar esta elección y vivir sin pecar?"
Entonces, Christos respondió:
"Sabes que el humano duda por naturaleza, que el amor que prueba para Dios y para su prójimo puede conocer tantos riesgos como la vida contiene de episodios. Pero la vida virtuosa es una ideal hacia el cual el hombre debe tender. Y, en su camino, puede ayudarse de la oración. La oración puede en efecto ser el medio para reforzar todos este amor cuando sea necesario. No olvides tampoco la fuerza de la misericordia, que es concedida gracias al arrepentimiento."
Así, tal Natchiachia y Yhonny, deberéis quereros de un amor tan puro y virtuoso que glorificará a Dios.
¿ Tú, Doña Tadea de la Vega, de Valencia, estás dispuesta a vivir así?
_________________