Arnauet
Se agarro a la mano de su padre, mientras la marona se arreglaba el vestido. Sopeso la idea de realizar un acto de escapismo pero teniendo en cuenta que las probabilidades de éxito iban a ser pocas y del castigo que podria sacar se quedo quieto.
Escucho lo que le decia la marona y movia la cabeza asintiendo. No queria que la grosella se enfadase con él pues el suministro de caramelos podría verse cortado, abortado, pulverizado. No, no haria enfadar a la tita grosella aunque le onfendia que su marona le dijera que se portase bien, él siempre se portaba bien, eran los demas los que no se portaban bien, pero eso su marona aún no lo !entendían!.
-Ah, el pequeño Arnauet... Dijo un señor de pelo blanco mientras miraba a Arnauet -Su Excelencia me ha hablado de vós. De hecho, me ha mandado decir que os espera en sus aposentos. -El señor del pelo blanco se interrumpió y miró a la marona, Arnauet sabía que su marona no le dejaría ir con un deconocido, !ja! . -Su Excelencia no me ha dado más detalles. Sólo me ha dicho que él y Arnauet tenían una conversación pendiente que debían resolver.
Arnauet miró a la marona esperando a que regañase a aquel señor que quería raptar a Arnauet. -Si gustáis de acudir -Dijo el señor del pelo blanco mirando primero a Arnauet y luego a su marona. -Podéis acompañarme. Os llevaré hasta dónde está, pero sólo Arnauet podrá entrar.
Arnauet tragó saliva y se escondió detrás de la tita Gomis, ahí seguro no le verían. Se agarró a las piernas de su tía, si la marona no decía nada, seguro que la tía Gomis regañaría a ese señor.
Vio a su marona sonreír - Ahora te vas a enterar señor blanquinoso, que la marona te va a regañar - dijo Arnauet riendo por lo bajo. - Don Seberino, un placer como siempre veros - ¿Un placer? ¿Cómo qué un placer? ¿La marona conocía a ese señor? Arnauet sacó la cabeza por detrás de las piernas de su padre.
Con gusto Arnauet os acompañará, nosotros os esperaremos aquí. - Vio que su marona alargaba la mano, Arnauet se escondió otra vez detrás de las piernas de su tía y se puso las manos en los bolsillos - jijijiji - se reia, ahora no me encontrarán.
Arnauet - dijo su marona - No es de buena educación hacer esperar - la mano de la marona estaba ahí, alargada, para coger la suya y dejarlo en manos de ese señor que lo iba a llevar a un sitio sólo, y lo dejarían abandonado - Pero si me he portado bien - farfulló Arnauet
Este señor te llevará a ver a Kossler no pasa nada, no te preocupes. Anda, anda, no hagas esperar más - Le volvió a decir la marona. Arnauet asintió y se puso junto al señor y le cogió de la mano, si ese señor se pensaba que iba a abandonar al trastet en cualquier passillo de esa fortaleza lo !tenía claro!. Miraba a la marona y a la tía Gomis sin quitarles ojo - Pero me esperáis aquíiii - les dijo Arnauet.
- Señor blanquinoso, podemos ir a ver al tito grosello Kossler. - miró al señor - Pero no me pierda que como llegue tarde a la boda, la marona nos castiga a los dos.
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