[RP] Elige tu moraventura

Era en 1461 cuando, en Castilla, llegó al trono una reina ludópata, borracha y pendenciera. Un derroche de virtudes, eso es lo que cuentan las crónicas.
Uri, escondida como relatora.

La vida de Reina no era para alguien como Vladie. La de noble no lo había sido, la de Reina menos. Las agendas de las Instituciones Reales se llenaban de plazos vencidos y ella sólo deseaba irse a la taberna. Su Mensestad Yimi I le propuso saquear sus propias arcas e irse a la costa. ¡Todo un romántico! Sí que se había ganado un buen pozo con el sustituto. Sin embargo, debía pensarlo bien y se sentó debajo de un fresno, frente a la mezquita que se había levantado en Burgos, para recargar maná y acomodar sus ideas. Casi sin darse cuenta, se quedó dormida.

(Onomatopeya de golpe)

La puntería de Brumber sería famosa en varios sentidos. Vladie se frotó la cabeza donde había dado de lleno la patata. Su superior le había ordenado que pelara dos bolsas enteras como castigo por haberlo hecho bailar sobre la mesa en la taberna. Había ingresado al tercio bajo las órdenes de Falquian y conocería a grandes amigos como Urquiza, Raef y su entonces esposa Adriana.

La joven había convertido sus dos panes y 50 escudos en un próspero campo de vacas. Todas las mañanas salía a saludar a Aurora, su única vaca lechera. La recomendación había sido de la eterna alcaldesa de la Lérida aragonesa, su prima Klohita, quien le había encargado también las aduanas. Con su eterna compañera de aventuras, la golpista AveNegra, se sumaban en cuanta fiesta y juego se organizara en la taberna municipal. Luego su prima la trataría como la oveja negra de la familia, qué tupé.




Además de ese lado sumamente responsable y preocupado por su villa, la navarra tenía una vida oculta, secreta, consagrada a la Cofrradía de los Caballeros Monzónicos de la Malta Fermentada, donde el Duque de las Piruletas, Don gAnzo, junto a Mensuli, Piedras, el padre de su Yimi, Bokrug, el implacable y Alman, su moro moro, la habían nombrado Condesa Da Estálaleche. Su hermandad le requería ciertos compromisos, como incendiar tiendas y tabernas de los que utilizaran el menso, hoy tan difundido, sin pagar el copyright de la CCMMF. Entre sus actividades también se encontraban fastidiar los sermones de Gregy y/o Ubaldo, aconsejar al Rey sobre asuntos de gravedad institucional como ser el pueblo muriendo de aburrimiento y, por encima de todo, combatir a sus archienemigas, las mujeres del AMPAA, dirigidas por Yaiza y su hermana Zennia. Aquellas brujas eran las damas más influyentes de todo Aragón, pero esa es otra historia.

Mientras sus hermanos de birras iban por el PHA, ella se enfilaba por el PRA, donde los leridanos marcaban tendencia. La influencia de su familia era grande, muy grande, tanto que Nicolae Carpathia finalmente la bautizó. Sï, había caído en las garras aristotélicas.



Durante un tiempo se sintió obligada a comportarse y de aduanera, periodista, abogada, dio el salto a la política condal, quedando como jueza del Reino de Aragón. Y entonces, entonces las autoridades les prohibieron acceder a sus oficinas pues ahora Lérida era del Principado de Cataluña. Un poco indignada, dimitió de sus funciones y aceptó ser parte del primer gobierno de Cataluña, el consejo interino de Gaeta.



El cambio fue grande para la Corona de Aragón pero su único contacto con ella era su participación en el ejército. No hubiera creído a nadie que le dijera que ser parte del ejército, algún día, no sería tomado como un grandísimo honor. Las mudanzas, la reorganización de capitanías, los tercios viejos y los tercios nuevos, la cantidad de súbditos dispuestos a dar sus vidas marcaron su vida. No en vano, cuando estaba sobria, lo suyo era la estrategia militar. ¡Y en cuanto pudo aprender un oficio, fue herrera sin dudas!



Se había incorporado tarde en la vida de Lérida, pero habiendo vivido en tantos lados, sólo ese pueblo no castellano le haría recordar el hogar. Fue con gran pesar que la novedad de la capital como único lugar en que se encontrarían las oficinas del gobierno la obligó a mudarse a Barcelona. Por supuesto, resultó ser una gran mentira. De alguna manera, seguramente sus amigos en la fe cervecista (EN-CHU-FE), el Rey Imnaril se fijó en ella y la hizo dama caballera. Ser dama caballo debería haber sido todo el título que Vladie tuviera en su vida.



Llegaba el fin de un agitado año y de las tardes compartidas en la oficina de aduanas con el moro así como de la guerra con el AMPAA algo había quedado en el aire: Vladie ofreció a Bokrug, padrino de Alman, una cabra como dote para casarse con él. Yaiza, alegando prioridad por ser hermana de fe, subió la apuesta a una fruta pocha. Varios té de menta durante y 20 cabras después, las partes llegaron a un acuerdo. Celebraron la boda en el haram de la mezquita azul y encontrar algún testigo dispuesto a comentar la forma de actuar de la hoy MarDuquesa en la tremendísima fiesta de bodas sería el sueño de toda octavillera y la caída en desgracia del Calabuiig.

Una nueva era comenzaba para Vladie.

De predadores y roedores


Vladie se despertó pensando que tenía hambre. Y en cuánto tiempo había pasado desde que visitara un Palacio Real por primera vez. Era una alférez mal vestida, avanzando a lo tonto hacia el gran Rey Imnaril (IMNARIL, por el Clemente dejen de poner iNNNNmaril) para recibir el derecho a portar armadura y llevar una espada.

Una ardilla, de esas que solían abundar en los caminos como única compañía, ¿recuerdan?, se acercó con cautela. El estómago de la mora se quejó por quinta vez y los ojitos le brillaron con su ocurrencia. Improvisó una hoguera rápidamente pero sin movimientos bruscos: No quería espantar a su invitada de honor.

El olor a carne asándose invadió las fosas nasales de Vladie, espantando cualquier otro pensamiento que intentara acercarse. Ya no pudo esperar más e hincó sus muy sanos dientes (vale la aclaración para las revistas que luego describen a nuestra bella mora) en un Lucio -que no Luccio- que había pescado. La ardillita, muy vivita y coleando a pesar los malpensados que imaginaron a la mora almorzándola, perdió la timidez e incursionó en la escalada real.

- Hubo un tiempo en que no tuve que procurarme mi propio alimento, ¿sabes? - Le dijo la mora a la ardilla, que ya se paseaba encima de ella - Me habían dicho que no me case con los moros pero eso de tener una esposa solucionaba las comidas. Decían que podía perder mi título de dama caballera. ¡Tan grande era la influencia de la Iglesia en Aragón! Y tan poco me importaba el asunto comparado a cenar todos los días. Armamos una fiesta de locos.



- Me excomulgaron a los pocos días - Vladie largó una carcajada recordando la preocupación de sus esposos por cómo afectaría a ella que su Iglesia no acepte su unión - Fue lo mejor que me pudo pasar. Me presentaron la mezquita y los 7 pilares. El Hammam y los naranjos. Me convertí en una hermana de fe y el Profeta me acompañó en comprender que el Clemente actúa de maneras misteriosas y que algunos hombres malinterpretarían sus designios. Mujeres también. Pero principalmente hombres, por eso de que no dejan que nosotras lleguemos a las altas cúpulas aristotélicas. Que habría que ver, si existiera una papisa, si la IA seguiría preocupándose más por el poder que por la fe, eh -.

La mora, muy mora, tomó aire. Con el estómago tranquilo y la verborragia que le provocaba quejarse de la Iglesia, sus mejillas se encendían cada vez más. Una parte importantísima de su vida era su fe. La definía tanto como el casino y el gusto por lo ajeno (o la redistribución vladiana de la riqueza, como ella prefería llamarlo). Recordó a Al-Mansur y a Yaiza. Sonrió sabiéndolos en el Jardín de las Delicias donde la esposa n°Y no le permitiría acercarse a ninguna virgen al esposo n°A.

- Se atrevían a criticar nuestro maTRImonio. Los moros no conocemos de amores anulados ni de segundos casorios mientras la pareja vive. Fueron los mejores años, los que pasé con esos dos. ¡Cuántas cosas hicimos! Como cuando emprendieron la mudanza a Castilla sin mí, a estrenar la cama tamaño familiar que Ighyanuk Rosenrot, nos había regalado para nuestra boda... - La mora sacudió la cabeza. Recordó que la mudanza masiva a la gran Castilla se había dado al poco de casarse, en un frío invierno en que ella se dedicaba a hibernar y tratar de entender cómo diablos se les había muerto el Rey Imnaril en la guerra con Navarra mientras formaba parte de su escolta y en lo malo que era para el negocio como seguridad que pensaba montarse con eso de ser caballera. Desde entonces había decidido mejorar en sus actividades taberneras pues la vida es una sola y en cualquier momento te puede aplastar tu caballo herido - ¡El muy capullo se murió sin avisar*! - Gritó, agitando el puño al aire.

- La Corona de Aragón convulsionada y con la mudanza llegaron los chicos malos de Anto. Se movilizaron las tropas y yo misma desde Játiva. El orgullo de los defensores se veía en sus ojos. Habíamos acudido de todos lados, incluso, de Castilla. Claro, muchos tenían amigos, familia y una historia en Aragón y no dudaban en defenderla.

Un ataque de risa repentino asustó a la ardilla, que se escondió detrás del árbol que la mora usaba para apoyarse. A los segundos, al notar que no había peligro, volvió.

- ¡El nudo gallina! No sabíamos si serían asaltados por el ejército enemigo en el maldito nudo. Un grupo, encabezado por Urania (aunque ella quería avanzar) decidió esperar. Los moros seguían adelante sin importarles nada para encontrarnos en las murallas que defendían, mientras los reyes aristogatos se dirigían a reclamar el trono castellano. Me pregunto si Ximena y Lope, se encontraron con ellos en el camino. Seguramente sí y no sería esa la última vez ni de cerca. Por el contrario, la de Trastámara sería un dolor de cabeza constante para ellos y ellos para la de Trastámara.

- Ganamos la "guerra". La invasión fue frustrada... - Recordó al diplomático aragonés del actual rey vociferando a las afueras de Burgos y se lamentó por el curso que la historia de esas tierras hermanas había tomado - ... y yo llegué a "casa", Aranda de Duero.

Aranda de Duero, ciudad de los arándanos, de la presentación de campañas con programas y choripanes para todos. De los primeros concursos de pesca y demás, Aranda, la villa que tuvo a los tres moros de alcaldes por diferentes motivos.

- La vida de mora se me hacía bastante fácil: Amenazar a Alman con cenar sopa de estéreos si se portaba mal y confabular con Yaiza para aumentar nuestras rentas. Quizás la idea de dirigir el Ayuntamiento se le ocurrió después de ese asalto del moro, poco antes de que llegara yo para poner orden.



- La Reina Ximena, seguramente a pesar de su muy aristogato esposo, había llamado a debatir el fuero y se aprobó en Asamblea la tolerancia religiosa. Uff, estuvimos tanto tiempo con eso pero fue importantísimo para sentar las bases de aquél reinado y la actual Corona. Creo que las noches en el TSA presentando proyectos fueron las que me unieron tanto a Urania y a su bolsillo. Después de todo, a Vladie le costaba olvidar que en el primer contacto que había tenido con ella le había expresado lo poco confiable que le resultaba siendo jueza en Cataluña. ¡Nada de solidaridad ilerdense!

- La comunidad mora crecía amparada en la libertad que se vivía en Castilla. Junto a Bok, Yanuk, Estefania y su esposo, luego la cuerva, Darshi, Ronco, Lency, Elenatxa... Estaba claro que faltaba un Rey que se quedara moro - Terminó de decir, recordando que había ingresado con Patinete a la capilla donde bautizarían a la Condesa de Alba y futura Reina, sin lograr rescatarla - La Santa Alianza estaba en su apogeo y yo cada vez más involucrada como hermana. Notó que comenzaba a desvariar y que, siendo Reina, ya no podía opinar con tanta ligereza sobre la Iglesia Aristotélica. Como si hubiera alguien que podría estar escuchando, aunque era imposible, se apresuró a decir:

- Igual, esos aristogatos, no todos son malos chicos, eh. El obispo este, Ignius, cuando no golpea damas en la taberna hasta es un poco majo. El armiño que desea verme morir y la Secre Real que... Ahm, mejor me callo.

Hacía rato que la ardilla se había ido. La Reina Mora se levantó y estiró sus piernas.

La vida en Palacio requería que prestara atención a los asuntos de muchos otros lugares, como la cocina real, y había dejado en buenas manos la administración de sus feudos. Anelle cuidaba de los asuntos de Bailén y Baeza mejor que la Reina Mora y los vecinos parecían notar que sus impuestos se destinaban más a mejoras que la bodega de la Signora.

Decidió SuMoraMajes que debía tomar cartas en el asunto éste de que se le agotasen los recursos: Debía revisar las cuentas de sus pagos, así que visitaría esa tierra revolucionaria que había sido Baeza cuando, en medio de rumores de intentos de derrocamiento, decidieron presentar ZAS, la lista de "los mismos de siempre más otros más y ¡Por el Clemente, que se sume gente!" que llevaría al positivo a Castilla. Y emprendió viaje hacia el (infinito y) más allá...

Una familia muy política

Ya en Baeza se dirigió a observar los límites. Una hilera de limoneros separaban su feudo del de AveNegra, la Señora de Úbeda. La histórica disputa entre ambas sobre la posesión de los limones, que era claramente de la de Baeza, era más complicada y había ocasionado más conflictos en Castilla que la titularidad del nudo castellano que Aragón solía robar y llamar propio.

Todo seguía en orden. El retiro de su hermana mora y la administración de Anelle habían logrado ganar unos cuantos metros. El tito -ahora suyo también- tendría que aprender de ella si pretendía mover la línea de Sidonia como ella había hecho allí.

A medida que recorría las callejas, dirgiéndose a la sede de sus negocios (esa pequeña fortificación en la que había nacido ZAS), comenzó a sonreír recordando los méritos que se lo habían otorgado.

"Para un señorío debe estar al mando de una Institución Real o ser goberpreciosa con una buena gestión" sonaba en su cabeza, con ese tono altanero que siempre le daban ganas de darle una cachetada, la voz del Maestro de Armas de la Capilla Heráldica, Astaroth. Y eso, un poco que lo habían establecido con la primera tanda de ennoblecimientos de la Trastámara.

La ahora ReinaMora apenas era una dama caballero y la MarDugober sólo podía hacer gala de sus orejas. Hubo un intento de imponer una versión de los reyes, mientras en la taberna del cojo Bokrug, el gobernador por la lista AnCas "Ancha es Castilla", llamaba al pueblo a deliberar si aceptaría a la heredera del Trastámara y a su esposo. Era el primer gobierno electo de Castilla, sucediendo al interino en que "la japo", Utsuku, fuera la goberpreciosa. Terminaría en Abril de 1456.

Rememorar las eternas discusiones con el rey gabacho y la reina colorá sobre cada párrafo y como, finalmente, terminaron poniéndose de acuerdo todas las partes, trabajando en conjunto, logrando hacerse querer los muy condenados (bueno, al Lope más bien tolerándolo) al punto de caminar entonces por el lugar que ella le había dado, le provocaba una sonrisa de esas enormes.

Además, les encargaron el Tribunal Supremo de Apelaciones. Ella sería la Jefa por más de un año -entonces los reyes tendían a durar más tiempo y no existía límite temporal para ser Jefe de Institución-. Vladie y Urania se habían quemado las cejas (es decir, más que las pestañas) redactando un texto del Fuero a medida de los requisitos dados por SSMM. Y los detalles de la asamblea para su aprobación... la asamblea la dejamos para otro día.

A nivel condal se sucedió el gobierno de Daeglin y, a su finalización, le pidieron que forme parte de una lista condal. El día 7 de junio asumió el arandino Asclivius como tercer gobernador. Era la pareja de Avenegra y ella decidió acompañarlo. Él tuvo que "prestarle" los 100 escudos que le tocaban pagar para registrar la lista "Liga de Damas y Caballeros Castellanos", la única que se presentaba. Le dieron el puesto de Chambelán, pues no podía estar en el judicial, y... terminó haciéndose cargo de la gobernación porque el gober había dado un ejemplo práctico del concepto de "desaparecido en acción". Mucho tiempo después aparecería reclamando los 100 escudos y la ReinaMora habría de ignorarlo para no terminar tras las rejas por asesinato.


Citation:

Año 287 Otra vez Vladie se metió en líos, la lista Liga de Damas y Caballeros Castellanos es la única y comienza a ejercer como Chambelán durante el mandato de Asclivius, III gobernador electo del Reino de Castilla. A su vez, es nombrada miembro del Tribunal Supremo de Apelación de la Corona de Castilla y León. Algún día aprenderá....


En tanto, "la mora", la de verdad, esa en la que cualquiera pensaba cuando se hablaba de "la mora", se presentó a alcaldesa. Al-mansur y Vladie nunca se imaginaron que Yaiza tenía intenciones de manejar las cuentas del ayuntamiento pero la ayudaron en lo que fue posible. Comenzó en Aranda la tradición del choripan durante las campañas electorales. Y la mora... la mora ganó.

Algunos pocos se enterarían que las deudas familiares aumentaban y sus esposos intentaban por todos los medios que ella no se enterara. Al-Mansur se fue a Portugal a buscar fortuna mientras Yaiza perfeccionaba su sistema de contabilidad para un segundo mandato al frente del ayunta.


Citation:

Mientras, su esposa Yaiza se anima a la alcaldía, el moro se manda a mudar a Portugal -Vladie aprovecha y lo pone de embajador- y el 09/07 se lee en la AAP: Yaiza fue elegido alcalde de Aranda de Duero. Obtiene la mayoría de los sufragios (58.3%). Con la convicción de haber creado un monstruo, Vladie y Al-mansur se regocijan de ser los esposos de la reelecta alcaldesa.


Entonces el primer ataque de catatonia de su esposa nºY la obligó a pedir al Consejo, del que formaba parte, que le permitieran continuar aquella tarea. El permiso fue concedido y Vladie finalizó el primer mandato que había tenido como alcaldesa, deseando que fuera el último pero sin que el Clemente se lo concediera.

A nivel de la Corona, finalmente se aprobaba el Fuero en Asamblea.


Citation:

Sucesos y retiros inesperados. Un mes de improvisaciones y ases sacados de la galera. Con el moro nos diplomamos de magos profesionales.


La ReinaMora contó con la ayuda de su esposo, que regresó de Portugal para presenciar el final del mandato que la alcaldesa interina cerraba presentándose con las únicas, las inigualables, las mejores, las Damas de la Mesa Redonda (DMR), única lista al gobierno condal. Y como no podía hacerlo sin armar escándalo, casi mata de un infarto a su esposo y a la Reina Ximena al enfrentarse en duelo* con Tithiel, condestablesa de la Corona. Corría agosto ya.

Vladie, la Señora de Baeza, sentía verdadero orgullo por esa tierra que se había ganado a puro pulmón. Había participado directamente en la construcción de los cimientos de la Castilla que hoy reinaba. Estaba en paz con todo lo que habían logrado. Ingresó en la primera taberna que se cruzó e invitó una ronda a todos. Lo deduciría de sus impuestos y ya, porque encima no llevaba ni un denario.