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[RP] Al Masyid Al Abyad (La Mezquita Blanca)

--Halima


A duras penas reconoció para si misma que había obrado de mal modo, no debía comportarse de esa manera dentro de la mezquita pero tampoco había elevado la voz, el joven había dado sus explicaciónes y disponía a marcharse del recinto.-Já, punto para Halima.- Pensaba dentro de ella, pero también sabía que si la hermana se enteraba que estaba espantando feligreses probablemente le vetarían la entrada a la mezquita.

-Espere, no se vaya.- Le tomó con tanta fuerza del harapo que llevaba puesto que por un momento temió rasgarlo - No se atreva a repetir otra vez eso de que yo no respeto alguno de los pilares, sólo el Único podrá juzgar mis acciones el día que quiera evaluar mis acciones para otorgarme una vida en el jardín de las delicias o en la montaña de la desolación, no será usted o algún deconocido de mi fé el que se encargue de señalar mis errores.- No podía permitir que aquel joven desdeñara su compromiso con el Único.- Y en todo caso la única que puede regañarme es mi abuela, que es quien me alimenta y me ha enseñado a vivir la Fé verdadera.- Instintivamente friccionó sus orejas recordando a su abuelita que a diario se las quería agrandar a base de jaleos.

Luego de pensar por unos instantes las palabras anteriores del joven recordó la frase."- ...Y no soy aristotélico, bueno, quiero decir, ... que no estoy bautizado. Y no busco ningún pleito, solo busco... no sé. Algo de .... "

-Un momento!-Ahí si elevó su voz quizás un poco más de lo tolerable en sitios sagrados, pero luego de observar que la gente que a la distancia recorría el sitio o conversaba entre si no habían dado vuelta sus cabezas para ubicar el vozarrón de la niña continuó hablando. - Ha dicho que usted no es bautizado y que está en busca de algo....ese algo podría ser reconfortar su espíritu con las palabras del profeta?.- Observaba el rostro del joven poco convencido.- Si usted desea yo puedo ayudarle, no será necesario hablar con Yunna hasta que usted no se encuentre seguro de que lo que desea es pertenecer a nuestra hermandad, yo puedo ir explicándole nuestros pequeños ritos de a poco.


Santacroce


Y con las mismas me di la vuelta para salir. Noté entonces un fuerte tirón en la camisa y oí claramente un crujido. Empezóme la sangre a borbotear. Precisamente el día que llevaba la mejor camisa que tenía; en realidad la única que si no limpia, al menos no era puro remiendo. Giréme otra vez para encarar con la chiquilla, que se había puesto a parlotear de una manera insoportable. Como seguía receloso de una trifulca en la iglesia, estúveme esperando a que la rapazuela terminase de hablar, lo que se me hacía largo e incómodo a partes iguales, puesto que no la escuchaba.

- Si usted desea yo puedo ayudarle- dijo.

Cogióme de sorpresa que por fin la muchacha dijéra algo amistoso. ¿Pudiere ser lo que buscaba? ¿Un poco de ayuda? Aunque dudaba de que la chiquilla hubiese suficiencia y disposición para esclarecerme nada. Por otra parte, a lo mejor sí que pudiere explicarme los misterios de su religión de manera que yo lo entiendese. Recordaba que cuando el dómine Abegundo me explicaba los fundamentos del aristotelismo, como a menudo no alcanzaba ni una palabra, hacíanseme las orejas de mercader y tras calentármelas conveniéntemente el dómine, acababa llevándome un verdascazo. No estaba muy seguro de que la muchachita no fuese capaz de azotarme tras un entendimiento equívoco, un discernimiento ofuscado o una disconformidad contumaz. Parecíame apasionada en demasía y pronta a la pelea. Había escuchado, además, cuentos oscuros sobre averroístas, empero esos que allí veía, no aparentaban, antes al contrario, más peligro que los aristotélicos. Incluso eran más limpios y olían mejor. No pretendía ir tras pan de trastrigo así que de momento piqué de vara larga a la criatura.

- Me llamo Julián Santacroce. Pero puedes llamarme Julián o Santa, ... o como gustes. Y .... sí, quizá me acomoden algunas explicaciones.

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--Halima



-...Pero puedes llamarme Julián o Santa, ... o como gustes.-
La niña no dejaba de sorprenderse, eso le sonaba demasiado a nombre aristotélico, no podía dejar de pensar que aquel hombre era un espía, ¿De quién? No lo sabía...¿Para qué? Tampoco, pero si el Único lo había colocado en su camino, ella no era nadie para impedir los designios divinos del Clemente.

A punto estuvo de tomar al joven de la mano, pero ese descaro podría ser muy mal tomado por quienes vieran la escena o hasta por el mismísimo Santa. Con un ademán le invitó a seguirla, la niña había comenzado a conocer los recovecos de aquella iglesia, a hurtadillas solía desplazarse por los pasillos en busca de aristotélicos desprevenidos que horrorizados se apartaban de la canija al verla aparecer, adoraba la sensación de ejercer un poder sobre tantos adultos con sólo su presencia. Cual leprosa le dejaban sitio y se apartaban dejándole libre la zona.

Lo llevó hacia el centro del claustro hasta el borde de un aljibe, intentó trepar un poco sobre él dejando la cabeza sobre el agujero manteniendo los pies colgados, tomó un cubo y lo arrojó hacia las profundidades, luego de unos minutos el SPLASH! retumbó subiendo su eco por las paredes del pozo; invitó a Julián a ayudarle a jalar de la cuerda para elevar el cubo cargado con fresca agua. Depositado éste en el suelo se sentó en el apoyando la espaldas contra el aljibe, si bien los aristotélicos le evitaban tampoco quería dar un espectáculo en medio de aque sitio.

-Bien, comencemos por lo más fácil, esto es lo que más nos diferencia de ellos.- Dijo mientras alzaba su mano desde adentro del cubo escurriendo el agua entre sus dedos. - Nosotros antes de determinados momentos purificamos nuestro cuerpo con agua, por el momento es importante que sepas que antes de entrar a los recintos de oración o de elevar nuestras plegarias al Clemente nos descalzamos los pies para dejar atrás los restos de polvo del camino y luego nos dirigimos hacia la fuente de agua.- Con sus manos entrelazadas formó un cuenco y con ellas lavó su rostro, luegó con las manos frotó sus antebrazos hasta los codos. Alzó la mirada y la dirigió hacia Julián, sonriendo le explicó.- Debemos purificar nuestro cuerpo para luego purificar el espíritu, esto se repite varias veces al día, pero es importante que te vean hacerlo al ingresar a la mezquita.- Con las manos mojadas humedeció su cabeza y luego dispuso a lavarse sus pies. - Comienzas frotando tu pie derecho y así continuas hasta los tobillos, luego el izquierdo, y en caso de poseer demasiadas impurezas.- Bajó la mirada pues no deseaba ser demasiado explícita contándole sobre esas circuntancias.- Emhh...Si es así deberías darte un baño completo, pero no sé muy bien como explicarlo, esos asuntos sería mejor que los consultaras con la hermana Yunna u otra persona..- Sus dedos jugueteaban en el agua intentando evitar el encuentro de miradas, realmente se sentía incómoda de tener que explicar el ghus a alguien, decidió continuar hablando para evitar silencios incómodos.
-Wudu se le llama a estas abluciones menores, y en caso de no encontrarte con alguna fuente de agua cercana debes realizar los mismos pasos que te exliqué pero con tierra pura y limpia o con arena.- La niña se lo quedó observando atenta para ver si tenía alguna pregunta o si se animaba a imitarla en el ritual.


Santacroce


¿Abluciones? ¿Ablución era un baño? Mal empezábamos, si a las primeras de cambio usaba estas palabras que ni el dómine Abegundo había sido tan rápido. La primera palabra rara que oíle al dómine fue jaculatoria, que me pensé que era...., bueno, había escuchado en la taberna cuentos de lo que hacen los hombres y las mujeres cuando, ....lo de cuando el hombre.... la semilla y eso...., que cuando el dómine dijo de echar una jaculatoria, creí que era día feriado...., vamos, que el sopapo que me atizó aún me escuece, que no era lo que yo pensaba sino asunto de rezos. Pero a lo que iba, tanto lavarse no sabía si me gustaría. ¡Cómo si fuese fácil encontrar agua limpia! ¿Y en invierno? Todo el día mojado, no podía parar más que en enfriamiento de pulmones, fiebres y yo qué sé. La tierra pura ni sabía lo qué era pero no pensaba frotarme con ella. Para que me viese cualquiera y yo, no, si me estoy lavando. ¿Acaso estaríase burlando de mí, la mocosa? Empezaba a parecerme todo aquello patochada o burda mentira.

Pues allí estaba la morita, lavándose casi todo el cuerpo y parloteando sin parar como debía de ser habitual en ella. Quedóse entonces callada sin más, mirándome fijamente. Parecióme que debía hacer algo, así que, por eso, por hacer algo, mójeme las manos en el cubo y frotéme sin mucha intención la cara. Metí después la cara entera en el cubo, para acabar de una vez. Cuando la saqué, la chiquilla seguía muda, observándome sin moverse, que parecía gárgola menuda. Con la imagen de la gárgola que me vino a las mientes, ocurriéseme volver a meter la cara en el cubo y al sacarla, púseme frente a la muchachuela y sin mediar aviso, echéle por la cara el buche de agua que había recogido.

-Yo te bautizo- dije- jajajajajajaja. Que parecióme atinado añadirlo.



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--Halima


Mantenía los ojos fuertemente presionados...- 1,2,3...- Su rostro se iba enrojeciendo a medida que la ira se iba acumulando..-..4,5,6...- seguía contando en voz baja hasta que comenzó a maldecir por dentro mientras recordaba el sexto pilar "Debemos dar a aquél que nos rechaza", -..¿Debo tolerar a éste maldeducado reirse de mis creencias? ¿Debo permitir que se mofe de mi éste insignificante mozalbete que me lleva escasas primaveras de ventaja en éste mundo?.- Sabía las respuesta que buscaba...era que si, que debía tolerar y esperar todo tipo de burla de aquellos que no abrazaban la fé verdadera, dura enseñanza que tuvo que aprender desde que comenzó a andar por las calles sola.

Abundantes pensamientos rondaron por la mente de la niña en esos escasos segundos, aún podía sentir las gotas rodar por su rostro cuando decidió romper aquella fuerza que mantenía sus párpados unidos, algunas lágrimas estaban entremezcladas en aquel fluído, lágrimillas que habían brotado de tanta impotencia acumulada . Lo observó mientras con sorna añadía... "-Yo te bautizo jajajajajajaja-" Se incorporó y quitó sú hijab de su cabello, con el secó su rostro hundiéndolo con fuerza en el lienzo, atinó a responderle pero su voz se ahogó antes de salir de su garganta. ¿Para qué indignarse, para qué pedir alguna explicación? De sobra sabía que era en vano entablar conversaciones con los infieles, y más aún cuando por los alrededores deambulaban otros de su calaña.

Con la voz aún atragantada musitó - Seré firme ante mi Dios aunque te burles de él, y si es tu felicidad burlarte de mi no ha de importarme, el jardín de las delicias que el profeta nos ha prometido llegará sólo a los fieles, y tú infiel...tú permanecerás el resto de la eternidad recorriendo las montañas de la desolación, para ti no habrá descanso y tu vida se llenará de sufrimiento.- Antes de darse la vuelta para continuar camino dió un patadón al cubo empapando los harapos de Julián. - Salam aleikum- Y se retiró.



Santacroce


Reíme a gusto y al punto se me enojó el estómago. Siempre que me comportaba mal me ocurría. No tenía necesidad de cavilaciones filosóficas para darme cuenta de que había hecho algo malo: el estómago me avisaba. Era bellaco compañero, porque podría avisarme antes de meter la pata, aunque a lo peor achacaríalo a la falta de comida o la cerveza a que tan aficionado era.Vi como la muchachita contenía a duras penas las lágrimas. Esperábame un grito o una coz, pero fue en vano. Parecióme que habíanse reforzado sus pilares... Eso no era tan malo… a fin de cuentas…., pero mejor sería que no juzgase mis propios actos, porque tendía a errar el veredicto. La chiquilla se dio la vuelta para irse empero antes dio una patada al cubo y mojó toda mi ropa. Un pilar resquebrajado a lo mejor. No podía reprochárselo.

-No, no te vayas, espera- dije. No se me ocurría nada que pudiese decirle para apaciguarla. Sabía que había herido su orgullo y esa era una herida de la que yo conocía bien el resquemor. Busqué en mis bolsillos y encontré algo. Ah, podría servir. Era un dije que había comprado para mi madre a un peregrino francés. Bueno, mi madre nunca se enteraría y aún había tiempo de prevenir unos dineros y chalanear algo . Y quería, no…, necesitaba compensar a la chiquilla. Los motivos no los tenía claros; mi tutor solía decir que cuando buscas el perdón de alguien es para sentirte mejor tú, pero yo no quería que me perdonase, … ¿o sí? Además, la niña no parecía de las que perdonasen y menos de las que olvidasen una afrenta fácilmente. Pero algo mejor se sentiría, digo yo, ….., aunque claro, era mujer y eso…. Vamos, que me barruntaba que tarde o temprano me las haría pagar.

-Toma, muchacha. Para ti. Es una poma de olor. Espero que te guste. Se pone al cuello y dentro puedes guardar olores… Tú ya hueles bien…, claro. Bueno, tengo entendido que si metes dentro un poco de lavanda, ajedrea, angélica, verbena o algo así, su olor te acompaña y aleja la fetidez y los miasmas. También puedes ponerle cáscara de naranja…. o romero y así te protegerá del mal de ojo…..Siento haberme reído de ti. Voto a tal que me interesa todo lo que me cuentas. No te vayas, por favor. Ten paciencia conmigo…. Todavía no sé cómo te llamas. ¿No me dirás tu nombre?

Y esperé con la mano extendida hacia ella ofreciéndole la pequeña alhaja.

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Yunna


Yunna entro casi sin fuerzas a la mezquita y vio con asombro las palabras del joven hacia su fiel amiga, antes de decir nada, hizo el ritual antes de proseguir hacia la mitad de la sala, respiro profundamente, poniendo su mano en el hombro de la joven intentando tranquilizarla,- Salam,- la dijo con una leve sonrisa.

Y miro al joven,-,- Solo decirle que todo hombre es responsable de su propia disciplina interior en lo que respecta a sus relaciones con sus dioses y cada uno tiene su lugar de ponerse en contacto con el Clemente en nuestro caso, si quiere que le guie por este camino aquí tiene nuestra manos para poderle guiar,-le dijo mientras alargaba sus manos, en señal de amistad.

Yunna le solto una fuerte sonrisa,- para saber si la fe Averroes es la tuya, puede decirse esta frases:

Citation:
Si la caridad forma parte indivisible de tu existencia.
Si -cada mañana- te vistes de honestidad.
Si -cada día- actúas con integridad
Si -cada noche- no te desvistes de la verdad, sino que duermes con ella...
muy probablemente, la fe de Averroes cale hondo en tu corazón.

Los 7 pilares del averrísmo son:
Fe, Caridad, Integridad, Justicia, Moderacion, Generosidad y Firmeza


-Si cuando se las lea considera que sois afines a estas bases de conducta, estaremos felices de que venga a nuestro lado.le volvió a sonreír,- y no dude en preguntar todas las dudas que pueda tener.

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Hermelinda


A veces, por puro aburrimiento, dábame una vuelta por la Iglesia Mayor, a la caza de chismes y dizques que luego echaba a volar por toda la capital. Desde luego era el lugar más fértil de la ciudad en mentiras, bulos y paparruchas, pero ¿qué iba a ser de las buenas historias si se ajustasen estrictamente a la verdad? Como la tarde había sido calurosa, a la vez que cuenteretes, también iba buscando un poquito del fresco del interior. A nada de entrar vi al joven Santacroce, al que conocía por haberme hecho algún recado que otro a cambio de un sitio para dormir o las más de las ocasiones por unos tragos de cerveza. Estaba con la predicadora esa que había llegado a la ciudad, la que llamaban la hermana Yunna y una chiquilla a la que no había visto nunca. Estaban todos muy serios y no decían nada. Santacroce podía ser un poco molesto en ocasiones, así que me acerqué para ver si no se había metido ya, por desgracia, en problemas.

-Hola, Santa. ¿Cómo vos por aquí? No os hacía muy de iglesia.... y menos de mezquita...- le dije mientras miraba fijamente a la predicadora- Espero que no os estén importunando...-añadí mirando, ahora sí, a Santacroce.

-Ah, hola, Hermelinda. No, no. Esta buena gente me estaba explicando las bondades de su religión.-me contestó.

- Ya, .... las bondades.... sí- lo agarré del hombro y le di la vuelta en dirección a la salida- Por qué no vas a mi casa y me esperas allí. Yo iré en seguida. Tomaremos una cerveza y me contarás todas esas virtudes. Corre, ya sabes dónde está la llave. Ve refrescando la cerveza.

- Mmmm, ¿cerveza? Como un rayo. Hasta pronto, muchacha. Espero verte otro día para que me sigas contando. Hermana Yunna, agradecido por vuestras palabras. También espero volver a veros.

Y salió corriendo de la iglesia en pos de la cerveza prometida. Solo cuando lo vi desaparecer, me giré como una serpiente hacia la predicadora y le espeté:

-Alejaos de él, ¿me oís? Es un buen muchacho. Pronto se irá de Burgos así que no contéis con que vuelva aquí. Pero por si acaso os lo encontráis fuera de la iglesia- y remarqué mucho la palabra iglesia- yo que vos, cambiaría de calle. O mejor aún, ... cambiad de ciudad.



Hermelinda


Otra tarde de domingo aburrida sin saber qué hacer. Entre el aburrimiento y un cargo de conciencia que me pesaba cada día más, decidí ir a la Iglesia Mayor a ver si encontraba a la predicadora esa, la hermana Yunna.

Santacroce me había explicado de pe a pa todo lo que le había ocurrido en la iglesia. Y tomé cuenta de que a lo mejor.... quizá.... tal vez..... me había excedido un pelín el otro día con esos averroístas. El caso es que ese pelín excedido se me había metido en el ojo y dolía cada día más. Y para aumentar el escozor, Santacroce también se había extendido sobre lo que había aprendido de la religión y me había gustado eso de los pilares. Si alguien me lo hubiera insinuado siquiera en ese momento, le habría arañado la cara solo por atreverse a dudar de mi aristotelismo. Las formas lo eran todo en una capital. Y nadie que insinuase asuntos indecorosos podía irse de rositas. Si fuese hombre acabaría en duelo, como soy mujer... con unos arañazos, solucionado.

Por eso, por lo de presentar unas ligeras excusas que me aliviasen y pedir, por favor, claro, algunas nociones sobre los pilares; y por si encontraba un buen chisme que llevarme a la boca, a qué negarlo, entré en la iglesia por ver lo que hallaba primero. Y lo que topé fue la iglesia vacía. Ni un alma: ni en pena, ni condenada ni de cántaro siquiera. Fui hasta la sacristía por si hubiese alguien allí y asomé la cabeza por la puerta:

-¿Hola?- dije en voz bajita porque las sacristías tenían un algo que siempre me había intimidado.




Yunna


Los días transcurrieron, estaba en su habitación preparando las palabras que diría hoy en su plegaria, y recordó unas palabras, creo que estaba llegando a su fin, de estar por aquí, creo que era hora de montar el petate, eh irse, tendria que ir hablar con sus compañeros de viaje, aunque primero lo hablaría con su esposo.

Por que por mucho que intentara no hacer caso a las palabras de alguna gente, no llegaba a comprender como podían ser así, y mas diciéndose aristotelicos. Pero como en todo, por mucho que se diga ponga la otra mejilla para recibir, ellos no lo llevaban a la practica. Salio de su abtracion, cogió el papel y se fue hacia la mezquita improvisada. Aunque seguía pensando como se puede ser tan mal educados en ocasiones, en entrar así y querer dejar en ridículo a otra religión, llego a las puertas y iba ha empezar el ritual de la limpieza cuando vio a un encapuchada, era lo que mas odiaba, que en vez de venir dando la cara para decir las cosas vinieran escondidos y no dieran la cara.

Se limpio ya que había que ir limpio en todo los sentidos para el comienzo del rezo, al llegar a su altura,- Salham, que tenga un buen día,- pero sin dar mas tiempo a nada, se puso a hacer la llamada al rezo.

Cuando hubo terminado, se puso dar la oración:

Citation:
Dios es Más Grande, Dios es Más Grande,

Dios es Más Grande, Dios es Más Grande.

Atestiguo que no hay más dios que Doni.

Atestiguo que no hay más dios que Doni.

Atestiguo que Mohammad es el Mensajero de Doni.

Atestiguo que Mohammad es el Mensajero de Doni.

Venid de prisa al rezo. Venid de prisa al rezo.

Venid de prisa a la prosperidad. Venid de prisa a la properidad.

Dios es Más Grande. Dios es Más Grande.

No hay más dios que Doni.


Se coloco en posición del Ka'bah, me pare con tus pies separados de manera uniforme, las manos costados y la cabeza hacia abajo. Me concentre en mis intenciones en el propósito de la oración y expresa cual rezo realizarás, rakats.

Levante las manos con las palmas mirando al frente hasta la altura del oído y di "Allahu Akbar" (Dios es Grande), sostuve con mi mano izquierda a la derecha y baja hasta el pecho para una mujer , con mis ojos hacia el piso.

En voz alto, recite el primer Surah del Corán llamado Al-Fatihah
Citation:

Sólo a ti adoramos y sólo de ti imploramos ayuda
Sólo Doni merece nuestra ‘Ibada (adoración), y no importa qué tan poderosa o buena sea una persona, no podemos adorarla por encima de Doni. No adoramos a ninguna criatura, sino que adoramos al Creador de las criaturas. No adoramos a los ángeles, ni a los profetas, ni a los santos, ni a los muertos, ni estatuas, etc. Estos versículos son prueba clara que en el Islam no hay intermediarios entre Doni y el hombre, pues Doni escucha directamente a sus criaturas cuando elevan sus plegarias y oraciones. El realizar cualquier acto de adoración o culto con la intención de agradar a algo o alguien que no es Doni, es una forma de idolatría.


Citation:
“Doni el Altísimo dice: “Si alguien no encuentra tiempo para Mi recuerdo y pedirMe favores debido a que está ocupado con el Sagrado Corán, le daré más a él de lo que puediera darle a quien está solicitando Mis favores”


Terminado el rezo, baje mis brazos colocando mis manos en los lados, inclínandome desde mis rodillas hasta que mi espalda quedo paralela al suelo y en dirección a tus pies, y empece a relatar "Allahu Akbar" a medida que te inclinas. Repite "Subhanna rabbiyal 'Azeem" (Santo es mi Señor, el Magnifico en Español) hay quede realizando las siguientes oraciones.

Pidiendo perdón a Doni por aquellos que venían a incomodar nuestra religión o reírse de ella.

"Por cierto que tú no puedes guiar a quien amas, sino que Doni guía a quien Él quiere. Él sabe quiénes seguirán la guía y quiénes no". Esto no quiere decir que el creyente debe quedarse callado esperando que Doni guíe a la gente; sino que debe enseñar e invitar a los demás hacia la verdad y la religión, haciendo su mejor esfuerzo por compartir el bien.
El buen creyente no se conforma con haber sido guiado y ya; sino que todos los días le pide a Doni, humildemente, que aumente su fe y que lo mantenga firme en el buen camino.

“Protegeros, al castigo de Doni recae sobre los injuriosos y ellos se exponen a esta advertencia debido a sus malas acciones”

Pidiendo perdón a Doni por aquellos que venían a incomodar nuestra religión o reírse de ella.

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Reportera_octavilla


Y aunque había visto una casa grande y unos hombres deslomados trabajando en ella, no encontró refugio donde pasar la noche, por suerte aún no había entrado el otoño con toda su fuerza.... ¡atchiiiiiiiiiuuuuuuuu!

Bajo el puente, que alguien llamó de Malatos, consiguió echar una cabezadita con anselma. Aquella mañana paseaba por la ciudad, necesitaba ir al mercado a comprar alcachofas, pues la última herramienta de trabajo se la habían comido anselma y ella en frugal cena castellana.

De paso, buscaría la iglesia en la cual debían oficiarse las ceremonias nupciales que la habían traído a Burgos, ella prefería llamarlo, el gran despedicio... un jovencito como aquel... atado en santo matrimonio, ¡con otra!... qué gran pérdida para la prensa rosa..., y encima decían las malas lenguas que ni si quiera aristogata... que lleva cuernos en el casco y escupía fuego por la boca, fuego de dragón...



Caminaba absorta en sus pensamientos, cuando un curioso edificio le llamó la atención... en el se reunían en la puerta a discutir aristogatos y moraimos de la morería, también conocidos como averroístas... era una gran iniciativa: un ágora de debate interreligioso, donde conjuntar en paz y amor las más diversas filosofías y creencias de las dos culturas... ¡ey! esa piedra! no... ay, un palo... un palooooooo.....¡nooo, a mi noooooo, que soy devota de la loreeeeeeeeeeeee!!

Tras iniciarse una batalla campal en la puerta, salió corriendo con anselma buscando refugio... ¡santa lorelei de los ríos por dios...!



Y pasando el pico-esquina, consiguió alejarse del tumulto... ¡cotilleos! ¡cotilleos! compren La Octavilla! Busco un techo para dormir y a cambio les contaré con quién se casó la Marduquesa de Winter!!!!
Diegotxe


La vio, la reconoció y le salió al paso.- Buenos días fermosa hembra, ¿precioso día verdad? la oigo vocear y la he reconocido.- La sonrisa de Diego era una trampa mortal, cuando quería ser amable no había quien se resistiera a un vasco. ¿No es usted la reportera de la octavilla? me confieso admirador, ¡que elegancia en el trato del famoseo! ¡que chispa! ¡se nota que es usted una mujer de mundo y muy lista!.- La octavillera tenía la boca abierta sin poder pronunciar palabra. El fiel sirviente tomó a la mujer por el talle y la guió hacia las calles tras la mezquita. -¡Que alegría verla aqui! sin duda se ha enterado de lo de mi señor Don Enrique Lope, se nos casa el zagal ya ve usted, pero venga, venga, insisto en que se quede en la casa grande con nosotros mientras dure su estancia en Burgos, asi podrá cubrir la noticia bien de cerca y nos permitirá tomar unos chatos mientras le pongo al día.Imposible resistirse a tanta promesa de información chismosa, pensó Diegotxe y no se equivocaba, la mujer se dejó guiar, al fin y al cabo ¿que podría hacerle un manco? mas de lo que ella pensaba. Llegaron al palacete entre risas y chismorreos, y el la hizo pasar por la puerta del establo, para no molestar en cocina que la cocinera tenia mal genio, argumentó. Antes de que se diera cuenta la había llevado a un cuarto sobre el establo que tenía vistas a la plaza de la Reina Ximena y cerrando la puerta con llave le dijo: Aqui os quedais chismosa mujer, a mi amo solo le habeis traido dolor de cabeza con vuestros correveidiles a sus tías, poneos comoda que de aqui no saldreis.
Enrique_lope


Enrique entró a la mezquita a orar por el alma de su difunta tía la Reina Vladie y aunque esta no era su fe entendía que un templo es un lugar para comunicar con el que nos creó, le llamen por el nombre que le llamen. Asi que se descalzó y arrodilló para orar unos minutos en silencio.

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