Tiberius_alejandro
- Vall de Ayora, Reino de Valencia, hace unos tres meses aproximadamente...
(Continúación del RP: [RP]Otra historia en tierras hispanas... una más que más da- / click aquí para ver.)
La última visita que había hecho a las tierras de Vall de Ayora cambió su mundo, o por lo menos la visión que tenía de el. La charla con el Duque de Gandia le dejó pensativo, pero no notó en él que lo que le decía sobre la muerte de su padre fuera mentira en fin, debía indagar más.
Tras terminar su entrevista con el Borja, cabalgó rumbo al norte junto a Filipo, no dijo una palabra durante el camino. Y, aunque por fortuna, la noche tenía luna llena, los caminos no dejaban de ser peligroso, pero aquello no era lo que precisamente le preocupaba. ¿Qué haría ahora?, si solo había venido a cobrar esa deuda pendiente y no había logrado hacerlo, solo debía matar a ese engreido noble y marcharse a Aragón, ¿falló?.
Pensó en el camino, los nombres que el de Borja le había dado, los repasó y calculó tiempos, distancias era mucho para lo que tenía planeado.
Después de aquella larga y silenciosa cabalgata, tras unas dos horas entre pensamientos y casi divagaciones, divisó las luces del castillo de Cofrentes, majestuoso sin duda, alzándose orgulloso en aquel cerro junto al rio que se iluminaba como sendero de plata por la luna y algunas nubes, aquello le distrajo y se detuvo, hizo unos movimientos doblando su cuello de lado a lado para relajarse y por fin habló con su acompañante eh, Bocanegra, descansaremos en Cofrentes, es tarde ya y mañana partiremos a - no quiso parecer que no tenía destino y pensó rápido camino a Buñol, de allí decidiré si vamos a Valencia o a Segorbe se giró para verle supongo que no tendrás objeción volvió a mirar hacia adelante y continuó camino. Filipo aún no se había ganado la confianza como para que Tiberius le pida consejo.
Al poco rato se adentraron en la villa de Cofrentes y después de preguntar no tardaron en encontrar refugio en una taberna. Desmontaron ambos viajeros encárgate de que los caballos coman y tengan lugar en el establo le encargó a Filipo mientras él entraba en la taberna. La bulla propia de estos lugares le relajaban, los hombres bebiendo, mujerzuelas, peleas de cantina, todo eso era de alguna u otra forma un distractor para sus pensamientos.
Una mujer de deliciosas formas y proporciones se acercó a su mesa, y sin quitar la vista del escote de la mujer, Tiberius pidió a la tan sonriente tabernera dos cervezas, primor esta se acercó a él y le respondió sugerente cerca del oído cerveza y lo que tú quieras, guapo y antes de que se fuera por lo pedido, el DAnghier no perdió oportunidad y apretó las caderas de la mujer te veré después de calmar mi sed para que me sacies la otra la nada abochornada mujer se retiró sonriente para traer las cervezas.
Al poco rato llegó Filipo, le hizo seña para que se sentase junto a él y le ofreció la jarra Esta noche has demostrado valor - tomó y terminó su cerveza sigue así y tendrás mi total confianza le dejó una buena cantidad de monedas ahora busca una mujer y disfruta, que por hoy ni mañana tendremos mucho apuro dejó su jarra sobre la mesa y se levantó buscando con la vista a la mujer, y cuando la vio caminó hasta ella para llevársela entre toqueteos y risas lujuriosas hasta el segundo piso, donde estaban las habitaciones.
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