Tiberius_alejandro
- - Origen de una historia -
São Pedro da Cadeira, Lisboa, Reino de Portugal, Año 1460 de nuestro señor, dos años antes del año en que vivimos.
No mueras padre, aún no decía Tiberius a Rodrigo, su padre, quien hace pocos días el médico había detectado tenía una de esas fiebres incurables, de estas malditas enfermedades ángeles de la muerte. El joven Tiberius acababa de cumplir los quince años, jamás conoció a su madre, pues esta moriría al momento de darle a luz... de ella solo tenía el nombre, María.
No hay nada que hacer dijo el médico llamando a un lado al joven vuestro padre está por morir, debéis de solicitar un sacerdote... el casi niño no podía pensar en qué hacer ni que decir no os preocupéis por pagarme el médico, conocía las deudas de aquél hombre y sabía que cobrarle sería solo una desgracia más para el muchacho por mi parte más nada puedo hacer... lo lamento tocó con su mano el hombro del muchacho y se marchó.
Tiberius volvió junto a su padre, quien apenas podía respirar hijo mío le sostuvo la mano lamento mucho no poder dejaros más que solo deudas, y por ello debéis saber algo. Sé que no tengo mucho tiempo para hablaros... Tiberius oía a su padre sin poder evitar llorar has de saber, hijo mío, que no quedáis sólo de familia en este mundo... el muchacho no podía entender lo que su padre trataba de decir dadme agua, por favor tomó un vaso con agua junto a la cama de su padre y se lo iba dando de beber y entonces continuó es tiempo de lo que ahora os voy a contar, aunque las condiciones me obligan a resumir los detalles... el muchacho quiso detener sus esfuerzos padre, debéis descansar... Rodrigo le refutó no, si me marcho sin contaros esto, entonces no podré descansar en paz... le miró y tomó fuerzas para continuar Poco os he contado de mi historia antes de teneros con vuestra madre... pausó un momento y de forma tranquila y mirando hacia el techo comenzó a relatar - Nací fuera de un matrimonio legítimo, pero, aunque un bastardo, crecí bajo el amparo de mi padre, un acaudalado burgués dedicado al comercio y a la política, de él heredé sus conocimientos y habilidades, las cuales me correspondió traspasar a vos... Vivía bien, en una cómoda hacienda al este de la Península, hasta que un día mi generoso padre, tu abuelo, murió y quedé prisionero de un cruel destino. El hijo legítimo, primogénito de mi padre, temía por su herencia y equivocadamente vio en mí una amenaza se acomodó intentado levantar un poco su cabeza sobre su almohada antes de continuar es entonces cuando, lleno de rencor y aprovechando su posición, mi medio- - pensó sus palabras - mi hermano me desterró de las tierras donde vivía y me condenó a marchar lejos, a donde ahora vivimos, Portugal, lugar donde la única herencia que podría disfrutar de mi padre sería esta pequeña casa que antaño fuera una lejana y precaria propiedad suya. Yo era joven y casi desconocido para la sociedad, sabía que no podría luchar contra mi hermano, pues mis esfuerzos serían en vano, ya que este hombre contaba con apoyos de grandes nombres en aquel tiempo... aunque en realidad nunca pretendí hacerlo, pues mi padre me enseño a amarle como hermano, y así lo hice.
le tomó nuevamente de la mano vos sabéis, hijo mío, lo esforzado que fui para criarte y educarte, y así salí adelante, conocí a vuestra madre y os tuvimos, gracias a mi habilidad para los números luché contra la pobreza, surgí, me convertí en un respetable comerciante y al poco tiempo se me olvidó los malos momentos vividos por mi hermano, y nunca volví para reclamarle nada... agachó su cabeza remembrando el pasado, luego bebió un poco más de agua y continuó Hace dos meses os conté que perdí nuestra fortuna en manos de estafadores y os dejé sin herencia y jamás pude ver en mi futuro esta enfermedad. - giró su mirada una vez más al joven Esta pequeña casa, hijo mío, es lo único que me queda, y tras mi muerte os despojaran de ella, pues la deuda que estos estafadores me han dejado no podría pagarla con diez vidas. Lamentablemente la ley está de su lado, fui un idiota pero - le señaló una caja al lado de un mueble tomad esa caja Tiberius fue por ella y la trajo hasta la cama junto a su padre, la abrió por indicación de él No es mucho dinero, pero os servirá para abandonar estas tierras el muchacho se extrañó pero padre - el hombre cubrió la boca de su hijo con dos de sus dedos si os quedáis os mataran o venderán para cubrir la deuda que tengo. Debéis hacer cuanto os diga - el muchacho quedó mudo y oyó además de algo de dinero, en esta caja está el anillo de mi padre, el que me diera cuando prometió reconocerme como legítimo hijo de su casa, y por azares del destino que hasta hoy nos traen, nunca pudo hacerlo, la muerte se lo llevaría al poco de esa promesa suspiró Hijo, debéis viajar hasta Valencia, allá vive mi hermano, y aunque no le frenó ser tan aristotélico cuando me expulsó de aquellas tierras, ruego al Altísimo que los años le hayan dado paz y sea mejor hombre el muchacho entendió lo que su padre trató de decirle y le respondió no le pediré nada, prefiero pedir limosna! Rodrigo apretó la mano de su hijo Tiberius Alejandro, el orgullo es mal consejero. Debéis actuar con sabiduría, no crie un limosnero ni un pescador, vuestro linaje exige más de vos - le aconsejó buscareis a este hombre y tomareis la oportunidad que con ese encuentro os dé la vida, después de ello el camino será vuestro hasta donde queráis ir. Si os quedáis aquí solo os espera la muerte - cada vez sentía menos fuerzas para seguir hablando El nombre de este hombre es - le susurró en voz baja el nombre completo - Debéis llegar con él y recordarle que el linaje de su padre vive en ti, que eres su herencia de cuerpo para este mundo y decidle que - sostuvo el rostro de su hijo hijo, esto es lo más importante, y debéis comprenderlo como primordial decidle que yo, su hermano, le perdono y muero sin rencor con él, así lo quiero, así lo digo con Dios como testigo.
perdió las fuerzas y por un momento pareció perecer, de repente abrió nuevamente los ojos aun si os niega su ayuda, pues, podréis empezar una nueva vida en esas tierras, donde aún nadie os conoce ni os perseguirá por deudas que no son vuestras, y yo moriré con la esperanza de saber que vuestras oportunidades aquí no se terminan abrazó a su hijo con las últimas fuerzas que le quedaba a mi muerte, que está pronta, debéis marchar de inmediato, pues si participáis u organizáis vos mismo mi sepelio, seréis víctima de lo que temo. Ya le he pedido al padre Belmiro que se encargue de mi cuerpo, un día lejano, cuando seáis fuerte para enfrentar a quien sea, él os dirá donde yace mi cuerpo Así que marchaos sin dudar, comprended que es esta mi última voluntad. le tomó ambas manos - Sé que sois fuerte, hijo, y que el destino será más generoso con vos de lo que fue conmigo. Rogaré a nuestro Señor que así sea.
Aquella tarde murió Rodrigo y el joven muchacho se preparó a cumplir la primera encomienda que su padre le había hecho. Tras marcharse el sacerdote que había venido hasta su casa, Tiberius tomó la caja que su padre le había entregado y preparó el único caballo que tenía, no tenía mucho que llevarse con él.
Envolvió el cadáver de su padre en unas sábanas blancas y dejó entre sus manos el collar de su madre, aquel que siempre llevaba consigo, cubrió su rostro y se despidió de él haré cuanto me pedisteis, padre, os juro que seré orgullo vuestro se retiró lentamente de aquel que hasta ese momento fuera su hogar, observó con cuidado los detalles de aquella casa para no olvidarla, unas pocas lágrimas y sin darse cuenta cruzó el umbral de la salida, se detuvo como por inercia durante unos segundos, luego dio un paso hacia adelante y estaba fuera, no volteó la mirada, comprendió que su destino estaba marcado y no se resolvería en aquellas tierras, ahora debía marchar.
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+ Juez del Reino de Valencia + Miembro de la Generalitat + Alcalde y Jefe de Puerto de Castellón