Cyrenne
El pueblo entero descansaba bajo el manto de la noche, dormido.
El suave murmullo de los pájaros comenzaba a oírse a lo lejos.
En medio del camino principal, el crudo silencio era rajado por el sonido de unos pasos débiles . Los pasos de una muchacha. El rocío adornaba sus mejillas rosadas, dos mechones marrones caían sobre sus enérgicos ojos. Sus harapos blancos bailaban con la brisa de la reciente madrugada .
Ella, con los pies descalzos y carcomidos por los caminos, llegó a la plaza principal y se sentó en la gran fuente. Trataba de escapar del frio soplando aliento sobre sus manos y restregándolas lo más fuerte que podía sobre sus piernas .
Las luces del pueblo comenzaron a apagarse, la salida del sol por el horizonte le permitía comenzar a divisar las calles, y los carteles de las tiendas ubicadas en el centro del pueblo, antes, invisibles a sus ojos
Algunas personas salieron de sus casas, y las extrañas miradas la intimidaron. Comenzó a caminar sin rumbo como si tuviera algo que hacer
Apresuro el paso, el camino se convirtió en acera, y sin darse cuenta termino en la puerta de una taberna . Taberna Reyna Victoria pudo leer en cartel, mas no pudo pronunciar las palabras en voz alta porque sus labios morados no parecían responderle
Apenas abrió la puerta, asomo un poco su melena castaña, y viendo que la taberna estaba vacía, se apresuro a entrar. Se sentó en la barra, rebusco de su bolsillo una hogaza de pan, y procuro que le durara el resto del día
Sonrió, había llegado sana y salva. ¿Que aventuras le esperaran a la vuelta de la esquina? .
Mientras pensaba en ello, sus mejillas rosadas se iban calentando con la chimenea de la taberna
Bienvenidos aventureros, sentirse libres de dejar cualquier comentario, por mas minimo que sea. Gracias!
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