Galbart
Era ya la segunda semana que dormía allí. Empezaba a acomodarse al castillo y sobre todo a recordar. Recordaba cómo era la vida de castillo, los protocolos, los actos, las jerarquías, las maneras con las que se debía tratar a cada persona... recuerdos nada agradables aquellos, sin embargo los que él más valoraba eran los que guardaba muy dentro de él.
Sacudió la cabeza y se incorporó, quedando sentado al borde de la cama, sintió la falta de Carrie, pero lo dejó pasar pensando que podría estar desayunando o en algún otro lugar. Fue hacia la ventana, quitó el postigo y abrió la ventana. Las mañanas empezaban a enfriar, sobre todo aquella en la que la lluvia había caído de manera suave pero continua. El día invitaba a no salir de la cama, pero era el nuevo señor de Castellfosc y debía ordenar la reconstrucción de la villa así como trazar los planes de las cosechas y organizar las guardias y cómo pagar a los empleados y... Respiró profundamente tres veces seguidas y se vistió. Lo pantalones, las medias y las botas negras, la camisa verde y la capa negra. Llevaba los colores de su casa, de su familia, la familia Donan-Munro que dominaba en Castellfosc y quién sabe si algún día, en algún otro lugar. Fue escaleras abajo y abriendo la puerta entró en el salón principal. Salía, justamente en frente de las dos sillas de roble en la que se sentaban los señores en las audiencias; a su derecha una gran mesa con sus sillas al rededor en dónde se reunían para desayunar, comer, cenar y ,en aquellos últimos días, para planificar los siguientes movimientos. En la sala también había chimeneas, una al lado de la puerta por la que acababa de salir, así los gases calientes calentaban la parte de arriba que era donde dormían los señores del castillo; había otras dos más, otra en frente de esta, y la otra al otro extremo del salón. La temperatura allí, era la óptima. Se fijó, pro primera vez en dos semanas, en la lámpara que colgaba del techo, tenía ocho brazos y le resultaba muy curiosa. Carrie, como bien supuso el escocés, se encontraba sentada en una de las sillas de la mesa, desayunando. Galbart se acercó y cogió parte de la comida de Carrie que se quejó aunque lo dejó pasar después del beso que Galbart le dio en la cabeza. El escocés sonrió y le dijo:
Hmm, me gusta eso de cambiar besos por comida, si te lo llego a dar en los labios, en vez de queso... ¿un buey?- Rió a carcajadas con la tontería que acababa de soltar. Cuando se calmó, se sentó al lado de Carrie y empezaron a hablar de lo que debían hacer. Una de las sirvientas del castillo, pasaba por allí.
Oye, trae papel, pluma y tinta.- Diligentemente ella obedeció al nuevo señor. - Creo que hay unos asuntos que debemos afrontar... como gobernantes de este lugar. - Observó el rostro de Carrie. Parecía que todavía trataba de asimilar aquello, o eso le hacía creer, pues muchas sobre las ideas que iban a hablar las había tenido ella. La empleada llegó con varios rollos de papel y los útiles de escritura. El escocés se lo agradeció con un par de denarios y ella se fue, dejando a Galbart y Carrie a solas con el crepitar de las llamas. El escocés hizo un plano muy básico del castillo en donde irían viendo las posibles mejoras.
Bien, tengo unas ideas sobre cómo podemos mejorar este sitio, en cuanto al nivel defensivo se refiere. Pero claro, del dicho al hecho hay un mundo de distancia. Para empezar, me gustaría añadir un portón en la subida al castillo, justo en el arco, algo que se pueda cerrar fácilmente y que suponga un obstáculo serio en caso de cualquier amenaza. Creo que es algo sensato. Quisiera también mejorar la muralla, poner almenas lo suficientemente altas como para que los arqueros puedan disparar y cubrirse para cargar. Tembién podríamos crear una salida de emergencia por una de las casas que hay en esta subida. Quizá hacer una falsa pared de madera o algo así... ooh también se me había ocurrido abrir un agujero para dejar una puerta en este lado del barracón, tal que si tenemos cerrado, sepan por dónde pueden acceder... aunque no sé si será buena idea... Pero sin duda alguna lo que más me gustaría hacer es un foso al rededor del castillo.- Hizo una pausa para pensar sobre lo siguiente que iba a decir pero la realidad acudió a él y antes de que Carrie replicara, él lo dijo.
Ya, no hay dinero. Y lo que hay es para reconstruir. Lo sé. Lo sé... - Se levantó de la silla y caminó hacia uno de los fuegos. -Divide y conquista, ¿verdad? Bien, hay grandes planes para estas nuestras tierras, pero vamos poco a poco, ¿qué es lo primero qué debemos hacer?
Nombrar a Romualde capitana de la guardia.- Dijo sin dar tiempo alguno a Galbart para que se girara.
Bien, dile que se le ofrece una de las habitaciones que quedan libres aquí en el castillo, después haremos una visita a nuestros vecinos contándoles las nuevas.
El escocés, entonces se perdió en sus pensamientos mientras Carrie redactaba un breve comunicado. El escocés le iba a dar vueltas al tema que les traía de cabeza. No podían hacer todo lo que querían sólo a base de impuestos, necesitaban un ingreso extra, pero... ¿dónde iban a encontrarlo aquellos dos gobernantes del norte?
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